Mas alla del bien y del mal
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Eloco.
En alguna parte de este hermoso país llamado México manchado por corrupción, sangre y violencia….en un lugar donde no parecía que eso existiese, me encontraba yo, un chico común y corriente viviendo una vida promedio y simple…como cualquier otro adolescente no me preocupaba por muchas cosas, solo la escuela, la tarea y tener dinero para algún capricho mundano.
La vida era "buena"…claro todos decimos lo mismo a esa edad pero cuando miramos más a fondo nos damos cuenta que eso no es cierto y que en algunos casos dista de ser buena, mas sin embargo para mí lo era, tenía una madre que me quería mucho, un padre trabajador pero atento que estaba para cuando lo necesitara y una novia…que si no era hermosa su inteligencia y carisma me absorbían totalmente…su nombre?…Rebeca…beca de cariño o beky…lo recuerdo bien ya que por ella empezó toda esta "aventura" que relatare a continuación. Después de 3 hermosos y maravillosos años de noviazgo terminamos en un abrir y cerrar de ojos súbitamente de la misma forma que empezamos, simplemente desapareció como si todo ese amor y cariño se hubiera esfumado como el humo de un cigarrillo siendo desplazado por el viento a la deriva. Hay había quedado nuestro noviazgo en un adiós, cruel y directa simplemente me dijo que no podíamos continuar debido a que su papa tenía que mudarse por su trabajo y que ya no regresaría, a pesar de serenidad sus ojos llorosos me rompían el alma pero se mantenía firme ah te todo y no bajaba la mirada me dejaba ver que era fuerte y que también la situación le afectaba tanto como a mí.
Ya habían pasado 2 semanas me sentía inconsolable me deprimí horriblemente ante el hecho de que ella se había ido pero no podía evitarlo era un adolescente con cambios de hormonas que me volvían loco como ah todos ustedes les ha pasado, pasara y recordaran…era un desastre mis padres me dieron palabras de aliento y ánimo "todo va a estar bien", "ya verás que encuentras otra", "no te preocupes tal vez vuelva", "veras que encuentras algo mejor"….tal vez no las mejores, tal vez no las más adecuadas pero tenía su apoyo y eso era un gran consuelo, en mi depresión mis papas me mandaban a todos lados, ya había pasado la primer semana encerrado en mi cuarto, llorando, gimoteando y tristeando por algo que ya había pasado a la historia, así que les parecía buena idea que yo saliera a caminar, distraerme y porque no orearme un poco. Y si fue después de la primer semana comencé a salir para tratar de olvidarla ya que eso era lo mejor que podía hacer, entre viajes a la tienda, al mercado, al súper en bicicleta toco por casualidad que encontré a María la tía de Rebecca hermana de su mama, alta, tés morena clara, ojos café claro, pelo largo lacio color castaño, atlética ah sus 35 años un cuerpo en excelente forma a pesar de tener una hija ya hace tiempo.
Mi encuentro con ella fue tan sorpresivo que no la hubiera visto si hubiera querido, ella me toco el hombro mientras me encontraba en uno de mis tantos encargos y había tantos distractores ese día martes que si ella no me toca el hombro nunca habría notado su presencia. -Hola como estas?, antes me hablabas- dijo ella después de que yo volteara con un tono sorpresivo y alegre, no era para menos varias veces la había visto en la casa de Rebecca y así mismo en algunas ocasiones íbamos a su casa por algún encargo de la madre de mi ex-novia, era muy alegre y siempre le caí bien hablábamos como si fuéramos familia y reíamos como muy buenos amigos…eh de admitir que el día que la conocí estaba nervioso pero con su forma tan jovial y extrovertida de ser sentí que la conocía desde siempre. -¿ah hola como estas? perdón no te vi ando ocupado me mando a comprar unas cosas mi mama y luego me desconecto del mundo- respondí con alegría al ver una cara familiar y con algo de tristeza ya que me recordó a alguien más. -¿oye y cómo te sientes?- ya sabía porque preguntaba eh incluso ella se sintió algo incomoda al hacer la pregunta pero se merecía una respuesta y se la di -pues bien- dije sin miramientos y sin preocupaciones, ella no se lo creía y estaba en lo correcto. -como que bien tú no estás bien, además no me has ido a visitar y luego no tengo a nadie con quien reír- dijo ella tratando de animarme y desenmascarando mi respuesta como si quitara una manta de un mueble viejo. -ya no tengo motivo por el cual ir, perdón- dije triste y algo apático sin importarme lo que ella pensara y tratando de alejarla con mis palabras, síntomas de la depresión que ella conocía bien. -como que no tienes motivos, al rato quiero que vayas a mi casa quiero hablar contigo y si no vas yo voy por ti- sus palabras eran autoritarias y firmes como si diera una orden…mi depresión salió a flote más que nunca y me inundo sin saber que responder, sabía que no tenía nada que hablar con ella al respecto ni mucho menos con ella…así que respondí con lo primero que mi mente vislumbro. -pues haber la verdad no sé, no creo poder ir- con mis palabras en el aire y sin poder decir más ella respondió con autoridad y confianza. -en una hora te espero, yo ahorita voy a mi casa y ya hay voy a estar así que espero verte hay- después de eso me dejo hay mientras aceleraba el paso en esos pants color gris y rosa que dejaban ver su hermoso cuerpo.
Me encontraba en mi casa había pasado ya hora y media después de mi regreso, nunca espere que ella se presentara pensé que no era enserio, pensé que simplemente no le importaría, estaba equivocado. La puerta sonó mi madre abrió y era ella, nunca lo hubiera imaginado simplemente pensé que había sido cualquier persona, alguna amiga de mi mama, algún vendedor, cualquier otra persona la verdad no me importo ya que yo estaba hundido en mis pensamientos lastimosos y depresivos, cuando escucho que me llaman y de inmediato salgo de mi habitación y bajo de las escaleras solo para encontrar a la tía de Rebecca junto a mi madre sentadas en el comedor. -siéntate- dijo mi madre con enojo y autoridad para después proseguir una vez que yo me había sentado. -estuve hablando con la tía de Rebecca y ella te pidió que fueras ah su casa y la dejaste esperando, entiendo que te sientas mal y que no te sientas con ánimos de ver a nadie ni con tus amigos sales cuando te vienen a buscar pero ella me dio y me sugirió algo que la verdad aceptare dado tu estado y si no lo haces tendremos que tomar otras medidas ya que no puedes seguir así- me sentía humillado, avergonzado, enojado, decepcionado y sin saber cómo reaccionar, antes de poder decir algo María hablo. -mira quiero que vayas a mi casa hables conmigo y hagas un par de trabajos y encargos para mí ya que yo no puedo a veces, claro te pagare por ello no esperes mucho pero te pagare y de ser necesario comerás en mi casa tu mama ya me dio permiso y pienso en lo personal que te hará bien- me lo dijo posando su suave mano en mi hombro…no sabía que decir o cómo reaccionar estaba abrumado pero a la vez enojado así que acepte de mala gana sin importarme que ya que sabía que de igual forma no había nada que perder o ganar.
Mis labores en la casa de María empezaron un sábado el trato consistía en ayudarle los fines de semana y después de terminar la tarea de la escuela, su casa se encontraba ah media hora caminando de la mía pero se encontraba a 15 minutos de la escuela por lo que era algo frustrante regresar de nuevo al camino de todos los días de la escuela. mas sin embargo ese día a las 10 de la mañana después de atravesar su puerta ella me sentó en su comedor y me dijo -mira yo sé cómo te sientes y sé que es difícil para ti, algo parecido me paso a tu edad y no se diga cuando el papa de Jessica me dejo, la depresión es algo feo, sientes que ya no vale nada la vida, sientes que nada importa y que no tiene caso vivir…o al menos yo lo viví así- decía eso mientras me mostraba una cicatriz en su muñeca izquierda una cicatriz de algún corte profundo alguna vez provocado por su propia mano. -mira lo que vas hacer aquí es ayudarme y espero que eso te distraiga de estar pensando en mi sobrina…porque créeme En alguna parte de este hermoso país llamado México manchado por corrupción, sangre y violencia….en un lugar donde no parecía que eso existiese, me encontraba yo, un chico común y corriente viviendo una vida promedio y simple…como cualquier otro adolescente no me preocupaba por muchas cosas, solo la escuela, la tarea y tener dinero para algún capricho mundano.
La vida era "buena"…claro todos decimos lo mismo a esa edad pero cuando miramos más a fondo nos damos cuenta que eso no es cierto y que en algunos casos dista de ser buena, mas sin embargo para mí lo era, tenía una madre que me quería mucho, un padre trabajador pero atento que estaba para cuando lo necesitara y una novia…que si no era hermosa su inteligencia y carisma me absorbían totalmente…su nombre?…Rebeca…beca de cariño o beky…lo recuerdo bien ya que por ella empezó toda esta "aventura" que relatare a continuación. Después de 3 hermosos y maravillosos años de noviazgo terminamos en un abrir y cerrar de ojos súbitamente de la misma forma que empezamos, simplemente desapareció como si todo ese amor y cariño se hubiera esfumado como el humo de un cigarrillo siendo desplazado por el viento a la deriva. Hay había quedado nuestro noviazgo en un adiós, cruel y directa simplemente me dijo que no podíamos continuar debido a que su papa tenía que mudarse por su trabajo y que ya no regresaría, a pesar de serenidad sus ojos llorosos me rompían el alma pero se mantenía firme ah te todo y no bajaba la mirada me dejaba ver que era fuerte y que también la situación le afectaba tanto como a mí.
Ya habían pasado 2 semanas me sentía inconsolable me deprimí horriblemente ante el hecho de que ella se había ido pero no podía evitarlo era un adolescente con cambios de hormonas que me volvían loco como ah todos ustedes les ha pasado, pasara y recordaran…era un desastre mis padres me dieron palabras de aliento y ánimo "todo va a estar bien", "ya verás que encuentras otra", "no te preocupes tal vez vuelva", "veras que encuentras algo mejor"….tal vez no las mejores, tal vez no las más adecuadas pero tenía su apoyo y eso era un gran consuelo, en mi depresión mis papas me mandaban a todos lados, ya había pasado la primer semana encerrado en mi cuarto, llorando, gimoteando y tristeando por algo que ya había pasado a la historia, así que les parecía buena idea que yo saliera a caminar, distraerme y porque no orearme un poco. Y si fue después de la primer semana comencé a salir para tratar de olvidarla ya que eso era lo mejor que podía hacer, entre viajes a la tienda, al mercado, al súper en bicicleta toco por casualidad que encontré a María la tía de Rebecca hermana de su mama, alta, tés morena clara, ojos café claro, pelo largo lacio color castaño, atlética ah sus 35 años un cuerpo en excelente forma a pesar de tener una hija ya hace tiempo.
Mi encuentro con ella fue tan sorpresivo que no la hubiera visto si hubiera querido, ella me toco el hombro mientras me encontraba en uno de mis tantos encargos y había tantos distractores ese día martes que si ella no me toca el hombro nunca habría notado su presencia. -Hola como estas?, antes me hablabas- dijo ella después de que yo volteara con un tono sorpresivo y alegre, no era para menos varias veces la había visto en la casa de Rebecca y así mismo en algunas ocasiones íbamos a su casa por algún encargo de la madre de mi ex-novia, era muy alegre y siempre le caí bien hablábamos como si fuéramos familia y reíamos como muy buenos amigos…eh de admitir que el día que la conocí estaba nervioso pero con su forma tan jovial y extrovertida de ser sentí que la conocía desde siempre. -¿ah hola como estas? perdón no te vi ando ocupado me mando a comprar unas cosas mi mama y luego me desconecto del mundo- respondí con alegría al ver una cara familiar y con algo de tristeza ya que me recordó a alguien más. -¿oye y cómo te sientes?- ya sabía porque preguntaba eh incluso ella se sintió algo incomoda al hacer la pregunta pero se merecía una respuesta y se la di -pues bien- dije sin miramientos y sin preocupaciones, ella no se lo creía y estaba en lo correcto. -como que bien tú no estás bien, además no me has ido a visitar y luego no tengo a nadie con quien reír- dijo ella tratando de animarme y desenmascarando mi respuesta como si quitara una manta de un mueble viejo. -ya no tengo motivo por el cual ir, perdón- dije triste y algo apático sin importarme lo que ella pensara y tratando de alejarla con mis palabras, síntomas de la depresión que ella conocía bien. -como que no tienes motivos, al rato quiero que vayas a mi casa quiero hablar contigo y si no vas yo voy por ti- sus palabras eran autoritarias y firmes como si diera una orden…mi depresión salió a flote más que nunca y me inundo sin saber que responder, sabía que no tenía nada que hablar con ella al respecto ni mucho menos con ella…así que respondí con lo primero que mi mente vislumbro. -pues haber la verdad no sé, no creo poder ir- con mis palabras en el aire y sin poder decir más ella respondió con autoridad y confianza. -en una hora te espero, yo ahorita voy a mi casa y ya hay voy a estar así que espero verte hay- después de eso me dejo hay mientras aceleraba el paso en esos pants color gris y rosa que dejaban ver su hermoso cuerpo.
Me encontraba en mi casa había pasado ya hora y media después de mi regreso, nunca espere que ella se presentara pensé que no era enserio, pensé que simplemente no le importaría, estaba equivocado. La puerta sonó mi madre abrió y era ella, nunca lo hubiera imaginado simplemente pensé que había sido cualquier persona, alguna amiga de mi mama, algún vendedor, cualquier otra persona la verdad no me importo ya que yo estaba hundido en mis pensamientos lastimosos y depresivos, cuando escucho que me llaman y de inmediato salgo de mi habitación y bajo de las escaleras solo para encontrar a la tía de Rebecca junto a mi madre sentadas en el comedor. -siéntate- dijo mi madre con enojo y autoridad para después proseguir una vez que yo me había sentado. -estuve hablando con la tía de Rebecca y ella te pidió que fueras ah su casa y la dejaste esperando, entiendo que te sientas mal y que no te sientas con ánimos de ver a nadie ni con tus amigos sales cuando te vienen a buscar pero ella me dio y me sugirió algo que la verdad aceptare dado tu estado y si no lo haces tendremos que tomar otras medidas ya que no puedes seguir así- me sentía humillado, avergonzado, enojado, decepcionado y sin saber cómo reaccionar, antes de poder decir algo María hablo. -mira quiero que vayas a mi casa hables conmigo y hagas un par de trabajos y encargos para mí ya que yo no puedo a veces, claro te pagare por ello no esperes mucho pero te pagare y de ser necesario comerás en mi casa tu mama ya me dio permiso y pienso en lo personal que te hará bien- me lo dijo posando su suave mano en mi hombro…no sabía que decir o cómo reaccionar estaba abrumado pero a la vez enojado así que acepte de mala gana sin importarme que ya que sabía que de igual forma no había nada que perder que para ella también fue duro dejarte y tú lo sabes tenían 3 años juntos y yo te conozco desde ese tiempo, tú también eres parte de mi familia aunque ella ya no este y sé que te es duro confiar o incluso hacer las cosas y como todos te han dicho hay que seguir adelante así que animo-después de decir eso me dio un cálido abrazo yo nunca lo vi venir, nunca lo espere y mucho menos me di cuenta que mis ojos se encontraban llorosos por el momento. después de eso el día transcurrió sin más incidentes, era sencillo ayudaba con las plantas que tenía en su casa, barría su sala, trapeaba, la ayudaba a tender o lavar ropa, reparaba algún pequeño desperfecto en la casa…eran trabajos sencillos incluso idiotas por así decirlo pero el objetivo era hacerlos para mantener mi mente ocupada en otra cosa…con el paso del tiempo eh de decir que ya me sentía mejor entre risas y albures que decía María para distraerse, me sentía bien y en ratos también me divertía y hacia la tarea con Jessica su hija de 13 años, igual que su madre una jovencita sumamente linda de cabello corto castaño ondulado, unos ojos color miel por parte de su abuelita y un cuerpo esbelto, curiosamente y al contrario que su madre ella era de baja estatura con apenas 1,50 donde era superada por su madre por 20 ms.
Un día mientras llegaba a la casa de María para seguir con mi "terapia" vi salir de la casa ah Jessica de la casa y por suerte ella me vio lo que me permitió el acceso a la residencia, ella estaba a punto de salir a la casa de una amiga hacer tarea en grupo de una exposición que iba a realizar así que antes de irme dijo. -hola pásate mi mama se está bañando creo que ya salió espérala en la sala y ahorita baja nos vemos luego- y después de un beso en la mejilla ella emprendió su viaje. Al entrar en la casa me senté en la sala pero no fue sino que después de un par de minutos unos ruidos llamaron mi atención, se oían en la planta alta y con curiosidad me fui acercando a la fuente de dichos sonidos…subí despacio tratando de hacer el menor ruido posible que no delatara mi posición…al llegar a la segunda planta pude ver la puerta del baño abierta el vapor aun salía de este sintiendo un rico aroma que se mezclaba con el vapor y me fue acompañando mientras cruzaba este. Mientras más me acercaba los ruidos se hacían más claros hasta que me detuve en frente de la habitación de la matriarca de la casa y escuchaba unos pequeños gemidos provenientes de la habitación…casi inaudibles al principio, fueron aumentando de tono yo estaba parado atrás de la puerta…ansioso por abrir pero el miedo me detuvo más sin embargo la excitación hacia reaccionar mi cuerpo al igual que la adrenalina. escuchando por primera vez el gemido de una mujer podía sentir como gozaba mientras lo hacía, lo sentía al escucharlo, repetía esos deliciosos sonidos acompañados con un -sí, así, que rico- no podía creer donde estaba y que era lo que estaba escuchando pero me tenía en un éxtasis total…deseando poder abrir y contemplar la escena pero mi miedo fue quien domino y solo podía imaginarla atreves de la puerta…escuche la deliciosa faena por 10 minutos cuando un intenso gemido que estaba seguro se oiría atreves de la casa me decía que era hora de regresar…baje lo mas rápido y silenciosamente para llegar a la sala y después salir por la puerta. Una vez afuera pensaba en lo ocurrido y a la vez lo trataba de alejar de mi mente para que no se hiciera notar la erección en mis pantalones.
Una vez pasados 5 minutos opte por tocar de nuevo a la puerta y para mi infortunio y por más que había tratado de calmarme la erección en mis pantalones no había bajado lo suficiente y aún era algo visible pero así me arriesgue. María salió a recibirme se veía radiante y maravillosa como si lo que había pasado hace 15 minutos hubiera sido en otra dimensión, se acercó y pude oler el mismo aroma que despedía el baño pero ahora emanando de su cuerpo y su cabello. -llegas a tiempo porque me acabo de bañar y si llegabas antes no te escuchaba y más porque no está Jessica- lo decía tan relajadamente y tan desinteresadamente que no podía creer que fuese una mentira si no lo hubiera vivido. -si no importa yo también legue tarde porque me quede ah comer en la casa- estaba tan nervioso y excitado que no sabía que decir pero ella no lo noto y eso fue un alivio para mí, lamentablemente el verla en pantalones ajustados y una blusa semi holgada no ayudaban a bajar mi erección al contrario la hicieron más fuerte, trate de disimularla y no supe si se dio o no cuenta quería ocultarla por lo que le pregunte por lo que se tenía que hacer ese día. -qué bueno que vienen con ánimo pues mira vamos a pintar los cuartos ya esta vieja la pintura y como me vienes a ayudar se me hace más sencillo mover los muebles y taparlos- gracias a eso pude despejar mi mente el resto de día mientras tapaba y movíamos las cosas de una de las habitaciones de la casa.
Gracias a ese suceso todo cambio para mí, yo no veía con los mismos ojos ah María, la veía como una mujer de verdad, antes la llegaba a ver como una hermana, una amiga incluso como mi propia tía. Pero ya no era lo mismo ya no podía verla así, ponía mas énfasis al verla caminar, al ver cómo iba vestida hacia que mi cuerpo inmediatamente reaccionara y mientras realizábamos las labores de pintura en varias ocasiones me deleite mirándola mientras ella y yo pintábamos y más aún cuando de pronto nos jugábamos una que otra broma que hacia un rose "inocente" en su cuerpo…aunque fuese un codo para mí era lo más maravilloso que había. La remodelación iba hacer total por lo que una vez saliendo de vacaciones yo tenía que llegar temprano y los 3 nos poníamos ah trabajar para terminar mas rápido, claro había excepciones ya que la limpieza de la casa no se hacía sola y lo hacían ellas mientras yo seguía pintando y claro cuando eso pasaba extrañamente pintaba más lentamente que cuando ellas estaban cerca. -ven ayúdame a quitar este cortinero- me subí a una pequeña escalera y comencé a quitar los ganchos de las cortinas para bajarlas y ella estaba abajo recibiendo y sosteniendo las cortinas para que no cayeran al piso, yo me deleitaba la vista ya que al pasarle los pequeños ganchos volteaba ah ella quien en ese momento su blusa tenía un escote que me permitía ver sus hermosos pechos, cosa que después fue algo incómodo ya que no pude voltear debido a la erección provocada por esa escena y más al verla agacharse cuando algunos ganchos eran lanzados por mi ah forma de juego y podía ver como se agachaba y ese hermoso trasero se levantaba enfrente de mí.
Debido a eso no pude aguantar más estaba muy excitado y me sentía incómodo porque María y Jessica estaban hay conmigo en la misma habitación así que opte por ir al baño para hacer algo al respecto, comencé a desahogarme masturbándome recordando lo que había pasado hace unos días cuando sin querer vi la ropa interior de alguien…de María hay estaba la canasta de ropa sucia y entre el montón de ropa hay estaba una pequeña tanga rosa de hilo dental, era hermosa, la lujuria se apodero de mí y la tome entre mis dedos y la lleve a mi nariz, la cual se inundó de un olor tan exquisito y delicioso para mí en ese momento no podía creerlo eh imaginarlo era un olor tan dulce y exquisito que me ponía en éxtasis. La tome entre mis manos y comencé a masturbarme con ella y no tarde mucho en llegar al orgasmo y llenar esa pequeña prenda de mis fluidos corporales, inmediatamente la enjuague y la coloque en el fondo de la canasta para que no hubiera huella de mi delito, le limpie y regrese al trabajo más calmado y a la vez emocionado por lo sucedido.
Nos encontrábamos por terminar la remodelación de la pintura cuando mis papas tuvieron que salir de la ciudad por motivos personales ya que se había muerto una tía de mi papa y fueron ah sus servicios fúnebres, pedí que no me llevaran y por suerte debida al trabajo de la remodelación y mí ya poca depresión me dejaron quedarme. Sabiendo que me quedaría solo todo el fin de semana María insistió en que me quedara en su casa ese fin de semana al fin y al cabo no había problema ya que me quedaría con alguien y mis papas nunca notarían mi ausencia, ese mismo día regrese con mi mochila la cual tenía un par de mudas de ropa para cuando me bañara. El viernes ya después del trabajo y ya instalado en la casa de mi anfitriona nos bañamos todos, claro procure ser el último en hacerlo y repetir mi fechoría de la última vez o eso pensaba ya que mi anfitriona y su hija salían a comprar unas cosas a la tienda -tu quédate y báñate no tardamos- dijo María mientras yo iba de camino al baño y ellas se preparaban para salir mientras estaba en el baño no pude evitar masturbarme usando el jabón como lubricante y un par de ropas intimas de mi anfitriona que tome de la canasta para tallarme. Estaba tan hundido en mi lujuria y confiado de que no había nadie que mis gemidos de gozo eran muy intensos y más, repetía el nombre de mi anfitriona mientras continuaba en mi lujuriosa faena cuando el sonido de un golpe me regreso al mundo real.
Baam! fue lo último que escuche cosa que me hizo brincar y casi caer en la regadera, era el sonido de una puerta de algún cuarto contiguo el miedo y la vergüenza me bajaron la excitación al suelo y solo esperaba a que alguien tocara la puerta cuando termine de bañarme y acomodar la escena del crimen, verifique la casa y no había nadie, revise los cuartos y al entrar al cuarto de María vi una ventana abierta mi mente se sintió más tranquila ya que recordaba haber visto la puerta abierta antes de haber entrado al baño por lo que deduje que el aire la había cerrado de golpe. Más tarde esa noche nos dispusimos a cenar, ver un poco la televisión y después a dormir. Para la primera noche en estar en casa ajena me mantenía despierto a pesar de yo estar en un cuarto propio y con una cama cómoda no podía dormir, algo me lo impidió y alejaba mi sueño sin nada más que hacer que dar vueltas en la cama baje a la cocina ah tomar algo de agua y estaba sentado en el sillón de la sala tratando de pensar en mi sueño y tratar de conciliarlo cuando una voz me hizo saltar de mi lugar. Era María con un short diminuto que hacía que sus piernas torneadas y bien formadas se lucieran más y un top holgado que me dejaba ver la punta de sus pezones, con el cabello recogido y sin maquillaje se veía sumamente hermoso ante mis ojos. -¿no puedes dormir?- pregunto tontamente sabiendo la obvia respuesta. -no te preocupes es normal, así también me paso una vez que dormí en la casa de una amiga- había cambiado de locación cuando ella llego y fuimos a la cocina ah dejar mi vaso cuando ella inesperadamente dijo -por cierto extrañas ah Rebecca?- una pregunta que me tomo por sorpresa y que no supe responder más que con la verdad -si aún la extraño, aunque aquí a veces ni me acuerdo de ella y no sé si eso este bien?- – claro que lo esta no tienes por qué sentirte mal por ello, es normal tienes que dejarlo ir para sentirte mejor- -si sobre todo estando aquí se me olvida más- ella rio al oír eso y solo respondió -ya párale o me la voy a creer- sentía que debía decirlo -es enserio eres una mujer muy hermosa y con todo respeto tu hija igual- ella solo se rio y me miro a los ojos, me tomo de la mano para después darme un beso a la mejilla y despedirse para dormir pero al verla vi su rostro completamente rojo y antes de que ella se marchara la tome por la espalda y la abrace.
Ella dio la vuelta y yo no lo pensé solo la bese y me deje llevar por el calor del momento ella me devolvió el beso y me abrazo hacia ella fuertemente, mientras yo acariciaba su espalda y tomaba sus glúteos en mis manos, la lujuria se apodero de mí y sin pedir permiso u objeción alguna comencé a acariciar sus pechos, suavemente podía sentirlos atreves de la pequeña blusa que los cubría así que fui más haya y la levante para comenzar a chuparlos como un recién nacido mi fascinación era increíble por esos pechos, chupaba, lamia, succionaba, acariciaba y apretaba como si no hubiera mañana. Oía su gemido que retumbaba en la habitación y eso me encendía mas en el momento ella colocaba sus manos en mi cabeza acercándola mas ah sus pechos aprisionándola para que no escapara de esos manjares, saltaba de uno al otro mientras sus gemidos me volvían loco para volver a besar sus labios, su lengua jugando con la mía mientras mis manos jugaban en sus pechos comenzaron a bajar recorriendo su cuerpo hasta llegar a su entre pierna la cual acariciaba arriba del short ella me abrazaba fuertemente mientras yo soltaba el short y lo bajaba, después de besarla baje de nuevo a sus pechos mientras ella gemía y continuaba con mi faena en la parte baja acariciando por primera vez el sexo de una mujer, depilado, suave y terso comencé a hurgar dentro de y mientras mis dedos se hundían en ella podía sentir algo completamente nuevo eh inexplicable cuando de pronto ella se detuvo y me dijo espérate vamos al sillón hay ella se sentó y lentamente me llevo a sus labios para después ir bajando lentamente hasta sus sexo.
-Te voy a enseñar cómo dar sexo oral- ella separo sus piernas y me dejo ver todo su sexo en su esplendor instintivamente comencé a besarlo, chuparlo, lamerlo. -ella me tomo de la cabeza y mientras me acariciaba me dijo. -despacio no me voy a ir esto no es una porno, hazlo despacio suave- y como un soldado seguí sus órdenes, un suave gemido de aprobación me indico que iba por buen camino, comencé a introducir un par de dedos, como en esas famosas películas y mientras que solo escuchara gemidos de María me sentía sumamente fascinado y así mismo con mis dedos y con mi inexperta boca proporcionaba placer ah una mujer sumamente exquisita entre gemidos ella dijo -mete tu lengua usa tu lengua ya me voy a venir- y así lo hice retire mis dedos y los coloque en su clítoris mientras comenzaba a meter mi lengua el sabor y el olor eran tan maravillosos igual al de la ropa interior de la canasta. Me volvía loco y yo jugaba dentro de su sexo con mi lengua cuando de pronto ella comenzó ah gemir y ah respirar agitadamente y en un grito ahogado sujeto mi cabeza para que no me despegara, una sensación maravillosa y encantadora el sentir como la miel de esa mujer comenzaba a brotar de entre sus profundidades y yo no falle en probarlo, era delicioso con un sabor único y maravilloso.
En ese momento ella se incorporó y dijo -ahora me toca a mí- levantándome y sentándome en el sillón pero no sin antes quitarme el short y el bóxer que tenía no podía creerlo, era increíble, sentir sus delicadas manos en mi miembro acariciándolo y tocándolo se sentía maravilloso y cuando acerco su boca podía sentir su respiración agitada, saco la lengua y comenzó a subir desde los testículos suavemente despacio hasta la punta de mi miembro para después tragarlo de un golpe, gemí inmediatamente y lleve mi cabeza hacia atrás por el placer que me provocaba, sentía su lengua girando al rededor, ensalivándolo y succionándolo lo sacaba de ratos y usaba sus manos, pero mi excitación era tal que no aguante la segunda vez que metió su boca y sin previo aviso solo le sostuve la cabeza y descargue todo dentro de su boca, podía sentir como ella succionaba después de un momento la libere y saco su boca de mí solo para enseñarme que no había nada dentro. -perdón no quería terminar tan rápido- dije avergonzado y en forma de disculpa por lo ocurrido. – no te preocupes no tienes experiencia así pasa, ven vamos arriba- la seguí sin decir nada tomada de su mano.
Ya en la habitación comenzamos a besarnos apasionadamente, mi sexo comenzaba a levantarse y ella al notarlo se dio la vuelta para hacer un 69 era delicioso y a la vez me costaba trabajo seguirle el paso por lo que ella me hacía por lo que usaba mis dedos y mi boca para estar a la par con ella, después al notar que mi miembro se encontraba completamente duro se volvió a dar la vuelta y me empezó a besar mientras agarraba mi falo y lo rosaba en su sexo….mientras mi lengua jugaba con la suya pude sentir como iba introduciéndose dentro de ella. Una sensación indescriptible, la humedad y el calor interno me hicieron abrazarla fuertemente para cuando me libero de sus labios se sentó en mi cadera y comenzó a moverse suavemente. -te gusta?- entre gemidos y movimiento respondí -sí, se siente muy rico- ella acelero el paso y comenzó a moverse en círculos, adelante y atrás y de arriba abajo yo gemía de placer y ella también incluso habíamos olvidado donde estábamos por lo que al recordarlo contuve mis gemidos pero ella no lo hizo ya que entre movimientos comenzó a moverse más y más rápido y yo contagiado por la lujuria de ella comencé ah gemir igual eh inesperadamente exploto ella en un gemido lo que hizo que se moviera más y más rápido y yo solo respondí con otro gemido mientras explotaba en su interior.
Ella cayó sobre mi besándome y sin decir nada estábamos cansados sentía su respiración en mi oído cuando dijo. -felicidades ya no eres virgen, te gusto hacerlo con una viejita- la abrace y le dije. -no me gusto, me encanto porque no lo hice con ninguna viejita lo hice con una mujer maravillosa, encantadora y caliente que me excita- ella se rio y dijo -si lo note cariño- nos quedamos así un rato y antes de poder decir algo más note que ella estaba dormida yo antes de cualquier cosa mire a mi lado y vi el reloj del buro y vi la hora, 3 de la mañana cuando esta faena había comenzado hace 2 horas…me sentí cansado y me perdi entre el mundo del sueño y la realidad.
Esta historia aún no termina, aún falta mucho por contar y tal vez sea del agrado de unos o de otros no…No importa ya que yo contare mi historia como muchos aquí…
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