Matrimonio Abierto. Capítulo 2
Nuestra apasionada amistad siguió escalando con el tiempo .
Nuestra amistad » con ventaja » se hizo más inmensa.
Digo amistad porque sólo éramos éso, amigos, simplemente amigos, amigos con ventaja, porque además de ser su amigo podía hacer el amor con ella, cosa que otros de sus amigos no podían.
Como yo era buen estudiante, responsable y me gustaba estudiar, no salía a fiestas todos los fines de semana.
– Pero vamos, es el cumpleaños de una amiga, cómo no vamos a ir? – me rogaba.
– Pero anda tú, yo tengo mucho que estudiar – le decía y era cierto, no podía andar perdiendo el tiempo en fiestas.
Las » clases particulares » pasaron de dos a tres veces por semana.
– Qué pretenciones tiene usted con mi hija? – me preguntó su papá una tarde – me pilló de sorpresa, yo quería que fuéramos novios pero ella me decía que no le gustaba ser novia o lo que fuera de alguien, que ella amaba su libertad.
– Bueno, yo la quiero y me gustaría que fueras novios y casarnos más adelante – le dije para tranquilizarlo.
Mi amiga estaba en la cocina con su mamá, evitaba la conversación con su padre al respecto.
– Mi papá siempre buscándome novios, cree el que es mi amigo tiene que ser mi novio – me contó un día.
– Papá, tengo muchos amigos y amigas, no pueden ser todos novios ni novias por ser amigas, le dije in día – me contó. Lo que no me contó es que llevaba amigos o compañeros a estudiar con ella. Empecé a sospechar cuando le pregunté que desde cuando tomaba anticonceptivos.
– Como de los 13 – dijo.
– De los 13? Y tus papás no se dieron cuenta? –
– Tonto, mi papá me los compraba – dijo riendo.
– Y porqué te compraba anticonceptivos tu papá? –
– Porque en mi colegio comenzaron a haber varios casos de niñas adolescentes embarazadas, entonces en una Reunión de Apoderados le hablaron del embarazo adolescente y las formas de prevenirlo –
– Ah, ya, ahora entiendo, bueno es lógico – dije yo.
– Sí y como también es lógico, yo podía tener sexo libremente y sin ningún problema – me dijo riendo.
– Y a qué edad tuviste sexo la primera vez? – le pregunté.
– A los 13, con un primo, le conté que estaba tomando pastillas anticonceptivas siendo virgen. El me preguntó si me gustaría tener sexo y le dije que sí, entonces perdí la virginidad y aprendí lo que era tener sexo. Claro que mi papá no es tonto y de dió cuenta que lo hacía con mi primo de 15, y nos dijo que por ser primos no podíamos tener sexo, no se enojó, era hijo de su hermana, y en el fondo prefería que tuviera sexo con mi primo que con otro, total quedaba en familia –
– Y después no siguieron teniendo sexo? – pregunté.
– Si, pero cada vez menos, hasta que mi primo encontró una novia y no seguimos haciéndolo – dijo.
– Tú, a qué edad hiciste el amor por primera vez? – me preguntó.
– A los 18 – le respondí.
– A los 18? Y antes no te daban ganas, no te excitabas? –
– Si, pero me masturbaba – le dije .
– Pensando en tu hermana? – me preguntó.
– No, uno cuando es adolescente se excita por cualquier cosa – dije
– Ha, como me contastes que tenias una hermana, pensaba que te masturbabas pensando en ella, en todo caso no es ningún pecado – dijo.
– No, cómo se te ocurre que iba a ser éso? – le dije pero la realidad es que ver a mi hermana en calzones me exitaba, especialmente si la veía desnuda, tenía que ir al baño a masturbarme pensando en ella. Después de que terminaba me daba vergüenza haber tenido sexo con mi hermana en mis pensamientos.
– Y tu has tenido muchas novias o pocas? –
– Pocas, en realidad tres, pero duraban poco, tres meses o poco más –
– Y con cuál tuviste sexo? –
– Con la última, pero tampoco duró mucho, casi un año –
– Que edad tenias la primera vez que te masturbaste? –
– No sé, entre los 11 y los 12 –
– Lo hiciste sólo o con un amigo? –
– Vamos a seguir hablando de sexo? – le pregunté.
– Si, me excita, ya ,dime cómo fue? –
– La verdad que fue un amigo, él me enseñó. Y tú a qué edad? – con todo lo que me había contado esperaba cualquier cosa.
– A los 12, hicimos una pijamada y una amiga se quedó a dormir conmigo. Ahí nos tocamos, nos besamos e hicimos el amor, según nosotras, lo pe pensábamos lo que era hacer el amor –
– Y como estuvo? – la realidad es que la conversación también me estaba excitando.
– Rico, lo volvimos a hacer varias veces más, pero no éramos lesbianas, nos gustaba hacer el amor, además de que en ese tiempo ya me exitaba sola –
– Qué, veías porno? – o veías a tu padre desnudo? – pregunté.
– A mi padre lo vi de chica desnudo, hasta me bañaba con él –
– Éso te excitaba? – obvio, mientras más grande más me exitaba, mi papi era guapo y me gustaba verlo desnudo. Pero lo que más me excitaba era verlos haciendo el amor, me masturbaba desde la puerta –
– jajajajaja, que eres loca, seguro te voy a comprar ése cuento –
– Pero igual te excita – dijo tocando y apretando mi erección — Es que tú me excitas y porque te quiero –
– Yo también te quiero – dijo besándome y subiendo encima mío.
Estábamos tan excitados los dos que el acto duró menos de 5 minutos, terminamos riendo.
– Y ustedes, ya ha fijado fecha para el matrimonio? – preguntó un día mi suegro.
– Ay papá! Me quieres casar a toda costa? – preguntó ella molesta.
– Pero si él se queda a dormir contigo, es lógico que estén casados. No te parece a ti lo mismo? – dijo él
– Es el único novio, nunca he traído antes un novio a dormir conmigo – dijo ella molesta. Me sentía en medio de un fuego cruzado.
– Me falta poco, ya estoy por terminar la carrera, cuando lo haga y tenga trabajo nos vamos a casar – le respondí.
– No hace falta hijo, pueden casarse y vivir aquí, no es ningún problema para mí, amo a mi hija y no me gustaría que se fuera –
De manera que esa misma noche fijamos la fecha de matrimonio. Después de unos brindis con mi suegro, nos fuimos a acostar con mi prometida a su cama.
– Vamos a lavarnos, primero quiero sexo oral – dijo llevándome al baño.
La verdad es que el oral estuvo muy rico, ella sabía hacerlo y lo hacía muy bien. Y como además a ella también le gusta anal, también chupé su ano y le intruje un dedo. Sentí que ella chupaba mi ano y se sintió rico, mientras con la mano me masturbaba me chupaba el ano, yo lo hacía con más ganas, después chupé su clitoris mientras introducía mis dedos en su ano pensando que esa era lo que venía, ella chupaba mi verga y también me penetraba con sus dedos por el ano y no me molestaba, todo lo contrario. Después nos dimos vuelta y me puse sobre ella que estaba boca abajo, abrí sus nalgas introducía mi erección. Ahh, qué rico se sentía, al parecer ella lo gozaba igual por los gemidos contra la almohada que hacía. Prolongué lo más que pude ese momento, por lo menos unos 15 minutos, lento y luego rápido para descansar y comenzar lento de nuevo, lo sacaba entero, rozaba su esfinter anal que me pedía que lo metiera y lo hacia profundamente junto con un gemido de ella.
– Que rico estuvo – dijo ella aún boca abajo mirándome.
– Te gustó? – le pregunté de espaldas a su lado mirándola.
– Mucho, tuve tres orgasmos, dos anuales y uno vaginal junto con el segundo anal, qué cosa más rica, no me puedo ni quiero moverme – dijo.
– Está bien, descansa un rato – dije respirando profundamente.
Después de lavarnos tuvimos sexo normal, donde tuvo dos orgasmos más. Al momento de dormir la abracé por atrás, ella pegó su ano caliente, suave y húmedo contra mi miembro que comenzó a recobrar su dureza. En un par de minutos ya está estaba dentro de su ano.
– Quédate así, no te muevas, quiero dormirme así – me pegué bien a ella y me relajé, sentía los músculos de su recto apretando mi miembro. Cerré los ojos y finalmente me dormí así, que rico se sentía.


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!