Mayor que mi padre; menor que mi nieto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No teníamos lazo sanguíneo pero siempre lo llamé "tio" desde niña por ser el mejor de mi padre.
Soy enfermera de gerontes y pese a los horarios cruzados con mi marido logramos una familia y al llegar a los 50 siendo abuela sentí un redondeo muy fuerte en mí.
German (que así llamaré a mi tío) había tenido un ACV dejandolo inmovil gran parte de su cuerpo.
Iba 3 veces por semana a kinesiología y el resto de los días hábiles yo lo atendía en la casa de su hija quien siendo amiga de la familia por lógica dividía sus tiempos de trabajo para llevarlo con su marido y quedar esos días a cargo de su nene púber.
Aclaro que soy de pelo negro largo, mujerona, estatura media ;hago gimnasia para descarga de stress y eso me mantiene pese a mi pancita y senos flácidos acompañados de un buen culo un poco en forma.
Uso pantalones de gimnasia ajustados para sentir algún que otro piropo (muy escasos y sí muchas miradas sarcásticas) porque necesito sentirme aún admirada.
Un día que atendía a German y en esos ensueños de como eran antes recordé un marido febril y pasional siempre con ganas de poseerme y hacer el amor en cualquier parte de la casa.
pero.
No me dí cuenta que estaba higienizando a mi "tío" sin guantes; no hasta que llegué a sus genitales y sentí como se estremeció con un sonido gutural.
Empecé a secarlos y al arrecostarlo a la cama vi su mirada de que seguía algo "vivo".
Sonreí maliciosamente y le pregunté si alguna vez me había mirado como mujer, dilató sus pupilas y en un acto que empezó como una broma le besé los pies, el cerró los ojos y le lamí las plantas de los mismos, hizo un sonido de placer y mi morbo se desató, lamí muslos y subí, llegué a su caída pija y la besé, subí por el estómago, pecho, pera boca.
salió su lengua y la chupé, coloque una mano en mis nalgas y empecé a babearle la cara mientras el respondía como podía.
Me lo monté para apoyar su boca en la mía y buscar besos pasionales frotando su pene en mi pubis.
Lo volví a poner boca arriba y le puse la concha en la boca para pajearme a gusto.
Le acabé a raudales y ví como había transpirado.
lo sequé y agradecí el servicio.
tembloroso levantó su mano para tocarme una teta.
Mi amor musité lo que queda la vamos a pasar así, mira de lo que nos hemos perdido rematé apoyando mi rostro en su pecho y desnudos dormitamos.
Esa noche descubrí mi falta de culpa y sí un mundo que pude haber gozado de no ser por escrúpulos idiotas si el corazón me decía otra cosa.
Lo recordé cuando era la visita y consejero de papá ´por ser mayor que él y de como me hubiera gustado pertenecerle.
Al otro día debía por mas de mediodía cuidar su púber nieto y mio cuerpo y conciencia pedía mayor desafíos, el pendejo estaba riquísimos como casi todos los de su edad.
¿sería capaz de lograr seducirlo? Cuando llego del colegio me había desabrochado un botón del escote y sin ser escandaloso lograba que sus ojos lo buscaran.
Empecé con: querés algo amor? pedilo lindo no tengas vergüenza.
estoy para servirte decime lo que quieras.
Me agaché mas de la cuenta con el aseo y después de notar su nerviosismo le entregue un pendrive y le dije si el sería tan bueno de imprimirlo si no le molestaba.
Para nada-contestó- y al cabo de unos minutos volvió con las hojas impresas.
Los leí por arriba y fingí una alegría increíble; lo tomé de la pera y agradeciendo le di 2 picos seguidos a los que el sonrió enrojeciendo.
Perdón-dije fingiendo turbación-espero no te haya molestado.
Noooo.
dijo casi tartamudeando-en verdad era un manjar fresco y a lo loco repetí los besos pero ahora mas intensos hasta que logre abrirle la boca con la lengua y nos besamos con pasión, tranquilos pero intensos.
Sabes besar muy bien- donde lo viste?-pregunté.
En internet se ven muchas cosas-contestó.
No lo dejé pensar más y empecé a besarlo acariciándolo.
Lo llevé al sofá y toqué su mas que apreciable bulto viril.
Grande como el de mi marido pero reduro y latía lleno de vigor.
Saqué un seno y el empezó a chuparlo mientras descubría el otro; quedé en tetas para placer de sus manos y lengua mientras se desvivía por hacerlo bien y no pude evitar verlo como mi bebé.
Me saqué el vestido enterizo y le bajé los pantalones pajeando su hermoso miembro para mandarlo dentro de mí.
Me montó sonriendo con los ojos cerrados mientras yo le besaba el cuello y orejas y el musitaba suavemente mi nombre.
Apreté mis labios vaginales y sentí su respiración de placer casi como un llanto y le pedí más y más mientras acaricié su espalda para sentir la piel 37 años menor que yo y tan lleno de pasión volcó todo su semen dentro de mí al tiempo que me dió terribles besos de lengua.
Quedó dentro de mí exhausto, no me podía mirar y lo acaricié diciéndole que era el mejor macho que me había tenido y que si no le había gustado jurara no decir nada.
Estas loca-contestó canchero.
Fuí al baño para higienizarme y apareció él con el mismo propósito, le agarré la verga y lo lavé mientras el acariciaba mis caderas y nalgas, lo noté fuerte y creciendo.
Me senté en el inodoro y empecé a chuparlo.
primero se excitó pero después se retiró diciendo que no era necesario.
le dije que me gustaba hacerlo que una auténtica hembra debe darle placer a su macho; volvimos al sofá y poniéndolo con los pies en alto lami bolas pija y culo, se retorció y supe que se venía la segunda lechita tirándola en mi boca.
La tomé toda y le dí las gracias mientras con el índice volcaba gotas dentro de mi cavidad bucal.
A la vez siguiente de volver a vernos seguía tímido, pero se fue soltando y la primera vez que me chupó la concha deseé entregarle mi nieta menor para que la desvirgue y cuando vió que me enloquecía mas me chupo y tomó el control pidiéndome el culo el cual hizo sin piedad y empezó con cosas que ni mi marido se había atrevido a pedirme, cogerme analmente y eyacular en la boca, exigirme que no usara ropa interior y hacer la tarea conmigo al lado desnuda manoseandome, una vez me hizo la cola 3 veces y cuando fue por la cuarta le rogué que no; no podía mas aceptó mi negativa a cambio de dejarme escupir la cara para que desparramara su baba con la lengua.
Era una locura pero me sentí tan deseada que me sometí a TODOS sus caprichos (bendita internet)muchos inducidos por mí y mi febril necesidad de sentirme viva.
Cada tanto me chupa un viejo mayor de lo que fué mi padre y al otro día su nieto menor que los mio/as se sirve a gusto de mi cuerpo el cual empapa con leche, baba y hasta pichí.
La carrera ya no puede terminar;
le va a ser difícil encontrar otra mujer que lo complazca y el es mío, mio.
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