Me casan con mi primo
Historia de mi experiencia con mi primo carnal.
Me llaman Samsam, tengo 18 años y soy hija de padres musulmanes de Pakistán aunque yo nací en España. Quiero contar mi historia y experiencia personales porque ahora me crea morbo que haya sido así aunque antes me diera miedo. Espero que os guste
Mi familia es humilde y muy tradicional en todos los sentidos, sobre todo mi papá que trabaja como jardinero. Mi mamá cuida la casa y a mis hermanos pequeños que son todos varones menos yo que soy la mayor. Me educaron para saber llevar una casa, cocinar, coser y ser recatada por eso voy cubierta desde los 10 años que me hice mujercita al sangrar por primera vez. En el colegio tenía prohibido por mi padre jugar o hablar con los chicos y también usar pantalones en gimnasia lo que creó muchas discusión entre los maestros y mi papá pero al final hacía algo de deporte con mis faldas largas.
Cuando cumplí 14 años ya estaba muy desarrollada, sobre todo en las caderas y en los pechos. Fue entonces cuando viajamos mis papás y mis hermanos y yo a visitar a los abuelos y al resto de la familia a Pakistán en las vacaciones de verano. Mi tío el mayor ayudó a mi papá con dinero para comprar los billetes.
Nunca había estado antes en Pakistán y todo era muy novedoso, hasta la lengua aunque algo hablaba y entendía. Fue allí en la casa grande de mis abuelos paternos donde conocí a mi primo Ahmed y todo cambió. Mi padre habló muchas con mi tío el papá de Ahmed y al final me dijeron que a mi tío le parecía una buena esposa para su hijo mayor Ahmed que entonces tenía 21 años. Me asusté y me quedé confusa por eso y porque me tenía que quedar allí para casarme con mi primo y dejar el colegio.
Mi papá aceptó el compromiso y entonces mi mamá y mi tía mi futura suegra me empezaron a instruir y a preparar para el matrimonio. Me hablaron de sexo y de embarazos, de servir a mi marido en todo y de ser buena esposa y yo me sentí agobiada pero no podía decir que no. Mi abuela me ayudó también con todo esto y me explicó que ella también se casó a esa edad y que es algo normal y un deber.
Un día mi abuela, mi mamá y mi tía me examinaron desnuda y me dijeron que estaba lista para traer hijos al mundo por mis anchas caderas y mis pechos en desarrollo. También me miraron las partes aunque me dio mucha vergüenza mostrarme tumbada con las piernas abiertas pero tampoco podía decir nada y se quedaron tranquilas al ver que estaba intacta.
A los días vino un sheij que es como un cura musulmán para bendecir el compromiso entre mi primo y yo y a los días siguientes fue la boda. Era verano y no paraba de sudar por el calor y por los nervios. La fiesta duró todo el día hasta que de madrugada se fueron los invitados y la familia nos dejó a mi primo Ahmed y a mí a solas en una habitación de la casa grande que nos habían dado para nosotros.
Me daba vergüenza mirar a Ahmed y no sabía bien qué hacer una vez a solas aunque me lo podía imaginar por las charlas que tuve con mi abuela, mi mamá y mi tía sobre «Deja que el hombre te guíe y no hagas nada». Fue básicamente así… Ahmed me llevó a la cama y se puso sobre mí y empezó a desnudar mi cuerpo virgen de adolescente. Cerré los ojos por vergüenza y nervios y sentí que sus manos presionaban mis pechos, que sus labios chupaban mis pezones y así hasta que separó mis piernas y sentí la punta de su pene empujar mi himen.
Sentí algo de dolor porque tampoco estaba muy húmeda de los nervios pero a Ahmed no le preocupaba mucho porque siguió empujando hasta que me rasgó y entró en mí. Recuerdo que sollocé por el escozor que sentí pero no me moví nada y también recuerdo que me sentía extraña y llena. Mi primo se inclinó sobre mí y comenzó a moverse un tanto brusco desde el principio agarrando mis muñecas. Sentí su dureza tocar mi final mientras me acostumbraba a la sensación muy sumisa, jadeando y gimiendo o sollozando de vez en cuando. Entonces Ahmed me penetró con más fuerza por un rato hasta entrar en mí completamente hasta que se vino dentro de mí con un gruñido. Dio unas sacudidas más y luego salió de mí tumbándose a mi lado en la cama y me dijo «ve a lavarte».
Me levanté y me puse un camisón y fui al baño obediente. Ahí vi que tenía algo de sangre en el interior de los muslos aparte de fluidos varios y me lavé. Me sentí muy extraña al saber que ya era una mujer del todo y que mi vida había cambiado para siempre.
Mi marido me lo hizo varias veces en esas primeras semanas de casados y al final quedé embarazada de mi primera hija con 14 años. La bebé nació en marzo que es el mismo mes en el que nací yo. El parto fue muy doloroso ya que ocurrió en casa de mis abuelos y me ayudaron mi abuela, mi mamá y mi tía suegra. Rompí aguas al mediodía y la bebé no nació hasta la medianoche casi.
Era tan extremo el dolor que pensé que no lo soportaría pero al final salió todo bien y mi hija nació sana. Se celebró una fiesta por el nacimiento al día siguiente y yo me fui recuperando.
Desde entonces, mi vida sigue siendo así en Pakistán porque ya no he vuelto a España. Soy ama de casa y cuido de mis hijos que ya son 5 porque a los tres meses de tener a mi hija volví a quedarme embarazada de un niño y seguro que tendremos más.
Comparto mi historia porque me excita que haya sido casada y madre siendo adolescente aunque en su momento me diera miedo pero ahora me masturbo recordándolo y también me excita mucho estar embarazada e incluso parir o dar el pecho. Y confieso que también me excita que mi hija siga mis pasos algún día…
Espero que os haya gustado mi experiencia y otras que escribiré pronto.
Hola. Me encantaron tus dos relatos. Por favor, quiero platicar contigo y para eso te dejo mi correo [email protected]
Hecho 🙂