Me cogí a la hermana de mi amigo pt3 «No estoy siendo infiel…»

Si, claro que estamos saliendo pero no me ha pedido ser su novia..».
Hola a todos, después del segundo encuentro con Diana, pasamos un par de meses sin contacto debido a la vida laboral de ambos, hasta que un día coincidimos ambos en una fecha y acordamos salir a ponernos al día. Fuimos a un restaurante familiar y estuvimos platicando de todo hasta que me soltó la bomba, me dijo que estaba quedando con un chico pero aún no lo consideraba oficial debido a que no le había pedido aún ser su novia, cuando me platico lo avanzado de su relación le dije que era una exagerada. La plática continúo hasta que pensé en una locura, de manera muy natural le dije:

Yo.- -oye Diana ¿Me dejarías ser el otro?-

Diana.- riendo un poco -¿En verdad acabas de preguntar eso?

Yo.- como si fuera lo más natural del mundo -si, pero si ya juraste fidelidad eterna pues no molesto tu relación –

Diana.- -Pues no exactamente- me decía ya de forma más seductora, como si ya estuviera imaginando la situación -Sabes, mis conjuntos de lencería se están quedando anticuados, me preguntó si ¿Qué te parece si me compras dos conjuntos? Los que más te gusten y los estreno contigo para empezar nuestra relación especial.

Inmediatamente salimos rumbo a un centro comercial cercano, entramos a una tienda de lencería y mientras mirábamos detalladamente los conjuntos, ella recibe una llamada de su novio diciendo que ya había salido de su trabajo y que pasaba a verla a tal hora, lo cual me decepcionó porque imaginaba que saliendo de ahí, iríamos directo al motel y estrenariamos la compra, pero no fue así. Una vez elegido los conjuntos que imaginé le quedarían de maravilla, la lleve a su casa y acordamos cuando sería el encuentro.

El ansiado día por fin llegó, un día en la que ella descansaba, yo solo tenía una reunión en la tarde y su novio trabajaba toda la mañana. Llegamos al motel e inmediatamente empezamos con un faje muy intenso, parecíamos puertos hormonales, ella me dijo que tenía que esperar un poco más y darle tiempo de arreglarse bien para mí y quería mostrarme su lencería, luego de diez minutos me pidió cerrar los ojos y solo sentí sus labios en los míos para luego decir

Diana.- -sorpresa-

Yo.- -Increible- me quedé sin palabras ante lo que tenía frente a mi, ella vestía un babydoll rojo de seda y encaje con unas medias del mismo color y una tanguita que luchaba por cubrir todo lo que deseaba comer.

Me acerques ella y di una vuelta al rededor de ella, como si estuviera evaluando mi presa y eligiendo por dónde empezar, me posicione derras de ella y empeze a besar su cuello mientras con mis manos apretaba sus pechos, ella dejaba salir ligeros gemidos de placer y fui acariciando su cuerpo, la acomode para estar frente a frente y nos empezamos a besar, deborar sería la palabra correcta, ambos teníamos la necesidad de volver a estar a solas. La acosté en su cama y poco a poco fui besando cada rincón de su cuerpo, no deje ningún punto sin que pasara mi lengua, cuando llegue a su vagina solo hice esa tanguita a un lado y rápidamente pasé mi lengua por cada rincón, introduje un dedo y rápidamente el segundo, todo mientras lamia su clítoris, su orgasmo no tardó en hacerse presente y como pudo me pidió que ya queria sentirme dentro, me puse el condón inmediatamente y antes de meterla decidí jugar un poco y le dije

Yo.- – Es momento de que recuerdes quien es tu verdadero dueño-

Diana.- – Ya hazme tuya de una vez- veía el deseo en su mirada y yo no tarde en complacerla. Introduje mi miembro hasta lo más profundo de ella y vi como su cara de deseo de volvió en lujuria total, me pedía que la cogiera más rápido y profundo, incluso ella empezó a mover sus caderas para coordinar nuestro ritmo, ella estaba poseída en placer, nunca la había visto así hasta que me pidió cabalgarme, no tarde en cambiar de posición para cumplir sus deseos, ella sujeto mi verga y la fue metiendo poco a poco y con cada cm que entraba, dejaba salir suspiros de lo mucho que gozaba. Entonces ella empezó con un movimiento intenso que la estaba volviendo loca y sus gemidos retumbaban en toda la habitación hasta que me dijo

Diana.- – Por fin puedo coger de verdad y sentirme llena- mientras no dejaba de montarme y verme a los ojos, yo decidí indagar un poco más

Yo.- – No me digas que no te están atendiendo bien- tratando de sacar su lado de zorra que no conocía.

Diana.- – El no la tiene ni a la mitad de ti y solo me pongo arriba y empiezo a moverme, tengo que parar a cada rato porque se viene muy rápido- su rostro parecía perderse más en el placer mientras me decía esto.

Yo.- – Entonces te daré la cogida que te hacía falta y no te están dando- mientras con mis manos la tome de su culo y la ayudaba para incrementar el ritmo, junto su cara a la mía y empezó a besarme y a contener sus gemidos en mi boca y sentí como volvía a tener otro orgasmo.

Fuimos al sillón Movistar y la acomode de perrito, desde el principio le dejé ir todo para que gozará de verdad, la nalgueaba y apretaba de su culo para pegarla más a mi, sin bajar la intensidad y cuando no pude más, explote dentro de ella en el condón, ella reaccionaba a cada chorro de forma satisfecha, ella se reincorporo y me quitó el condón para proceder a hacerme una mamada de limpieza y agradecimiento por la cogida que acababa de recibir.

Pero aún faltaba mucho para terminar y faltaba mucho más por gozar pero lo dejaré para el siguiente y en ese mismo incluiré el último encuentro que tuvimos, disculpas si es algo extenso pero también quiero empezar a escribir las experiencias desde mis inicios sexuales hasta el que tuvo lugar el 5 de junio de este año.