Me cogí a mi amiga a la que sólo le daría hospedaje.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi amiga me había dicho si le daba hospedaje pues necesitaba ir a la ciudad a donde estudio yo y como a mi me atraía ella (de hecho aún me atrae y mucho) le dije que si, esperando poder cogérmela sinceramente. La fui a traer a la terminal de autobuses y me la llevé, platicamos muy amenamente, todo muy normal y como ya era noche apagamos las luces para dormir.
Ella ya me había dicho que yo le atraía y mucho, además habíamos tenido una conversación atrevida unas noches anteriores en los cuales me había dicho que quería probar mis labios y yo le dije que si ella quería coger conmigo yo lo haría y me dijo que si, pero al otro día todo esa conversación quedó en el olvido.
Me imaginé que también quería mi verga por eso me dijo lo del hospedaje. Total, con las luce apagadas me dijo que si me podía abrazar y le dije que si, pero me voltee y rozamos los labios, la comencé a incitar que me besara y ella respondió positivamente. Me besó tan rico que rápido se me puso duro y ella lo sintió, yo tomé la delanteras y la abracé con mas fuerza juntando mas su cuerpo con el mío, empecé a acariciarle las nalgas (buenas nalgas la verdad) y sus tetas, sus tetas era lo que mas me llamaba la atención de ella, no eran muy grandes pero si estaban grandecitas, ella se exitó y comenzó a agarrarme el pene sobre el short que traía, le chupé los pezones y empezó a respirar mas rápidamente.
Para no hacerla mas larga me la cogí de todas las maneras que conozco, y le tapaba la boca y le decía que no gimiera aunque me hubiera encantado escuchar como gritaba mientras se la metía toda, aunque si hacía unos pequeños ruidos que me aumentaban mas las ganas de penetrarla con todo a la muy perra. Al final se levantó y me puse su vagina en la cara, le hice sexo oral mientras yo me masturbaba y me corría mucho, y al mismo tiempo le acariciaba esas hermosas y grandes tetas blancas.
Su vagina me supo muy rica la verdad. Quedamos desnudos abrazados y besándonos… después de correrme recordé cuantas ganas le traía muuchas a esa perra de cogérmela, a los dos nos encantó y me gustaría repetirlo aunque hasta estos días no. En la madrugada despertábamos y nos besábamos de nuevo, se me paró y ella lo sintió y me masturbó y me la cogí bien rico de nuevo. Total fueron como 4 veces en toda la noche que me la cogí de a perrito, misionero, ella arriba de mi, dándole una cogida fuerte, aun lo recuerdo y se me pone duro el pene.
No dormimos en toda la noche.
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