Me cogí a mi hija de 15 borracha
Se emborracho y se durmió, la cogí por todos los agujeros.
Hola, mi nombre es Ricardo, tengo una hija llamada Jackeline (le decimos Jackie) que hoy tiene 17, estoy separado de su madre, pero jackie vive conmigo.
Les cuento que Jackie es una nena hermosa, mide 1.65, pelo castaño liso por debajo de los hombros, ojos marrones, delgada, unos pechos no muy grandes pero bien paraditos (lo se porque la he espiado mientras se bañaba o se cambiaba) y una cola que parece tallada por los dioses, muy redonda y paradita.
Hace dos años, cuando ella tenía 15, tuvimos el casamiento de un amigo y fuimos a la fiesta, ella me preguntó si podía tomar, cabe destacar que no está acostumbrada, no suele tomar casi nada, pero esa noche estábamos fiesteros y quiso tomar, le dije que si. La verdad no presté atención a lo que tomaba pero veía que los vasos desfilaban por la mesa. Cuando llegó la hora de irnos Jackie no podía mantenerse en pie y se reía de todo, evidentemente no le había pegado bien la bebida. Prácticamente la cargue hasta el auto de lo borracha que estaba, la senté adelante y en el viaje a casa no paraba de decir incoherencias y se reía.
Cuando llegamos le costó mucho bajar del auto y se tambaleaba para todos lados, la cargue hasta su habitación, la senté en su cama y le dije que le traería un vaso de agua. Fui hasta la cocina y me empezó a rondar la idea en la cabeza, está muy borracha, que lindo sería aprovechar está situación y poder tocar ese cuerpito, imaginando me exitaba pero a la vez me ponia nervioso, porque si bien estaba borracha, podria despertarse y convertise en un gran problema. A menos que estubiese muy dormida…. Entonces, tome una pastilla para dormir de la caja de medicamentos, es un relajante, la aplasté bien con una cuchara y la mezclé con el agua. Fui nuevamente al cuarto y le dije:
– toma un poco de agua Jackie, te va a hacer bien-
– no pá, no quiero-
-dale, tomaste mucho, tómala que la necesitas-
-bueno, está bien-
Comenzó a tomar y le dije, tómalo todo eh.
Si ,si papi
Una vez que terminó, la recosté en su cama, ella se acomodó y yo me retiré a la sala a esperar un rato a que la pastilla haga su efecto.
Estaba sentado en el sillón y la idea de que tenía a mi hija completamente dormida acostada en su cama no paraba de darme vueltas en la cabeza, estábamos solos en casa y no había nada que que impidiese que la vea un poco, pero mas de cerca.
Pasó alrededor de una hora, me levanté y fui hasta su habitación, abrí la puerta y ahí estaba, tal cual la había dejado, me quedé ahí parado observandola.
Traía puesta una calza negra y una camisa blanca ajustada, en ese momento pensé:
-está ahí, tan accesible-
Me acerqué y toqué su hombro, le hable en voz baja mientras hacía una leve presión para ver si respondía con algun gesto, pero nada.
Con nervios, pero a la vez excitado, puse mi mano sobre su pierna, esperé algunos segundos y al ver qué nada sucedía comencé a subir mi mano muy despacio. A medida que me acercaba a su entrepierna el corazón se me aceleraba y la calentura aumentaba, siempre atento a su respiración para ver si había algún cambio a medida que subía, pero nada, super dormida.
En ese momento pensé, que estoy haciendo! Estoy manoseando a mi hija, aprovechándome de su condición! Pero la calentura fue más fuerte y me dije, no puedo desaprovechar está oportunidad, así que continúe.
Para ese momento ya tenía la pija re dura, llegué a su entrepierna y estaba tan cálida, estaba tocando su conchita por encima del pantalón, pasé mis dedos por algunos segundos y luego deslice mi mano hacia su culito, que hermoso por dios! Tan durito! entonces metí mi mano por debajo de la calza, y le apreté el culo despacio, deteniendome a sentir el calor de piel y lo firme que estaba. Saqué la mano y le baje lentamente el pantalón, tenía una tanguita negra que se perdía entre sus nalgas, que delicia! Ver su culo entangado me puso a mil!!
Puse mis dos manos en sus nalgas, pero sin reparo, las agarré con ganas, comencé a acariciarlo y a darle pequeños apretones, la pija ya la tenía re hinchada! Me subí a la cama y comencé besarle todo el culo, mientras se lo apretaba, puse mi cara entre sus nalgas y las chupaba todas.
Le quité por completo el pantalón, separé las piernas y corrí la bombachita a un lado dejando al descubierto esa conchita hermosa, rosadita, chiquita y sin un pelo! Toda depilada! Con el dedo empezé a tocar toda su rayita y ella ni se movía!!
La puse boca arriba, con temor a que se despierte y se termine esa manoseada, pero no, la pude voltear y no se despertó, evidentemente la pastilla había hecho lo suyo, entonces le saqué la tanguita, le abrí bien las piernas, esa imágen la tengo grabada, tiradita en la cama, con las piernas abiertas, todo a mi disposición para hacer lo que me plazca.
Comencé a chuparle toda la conchita, pasé mi lengua por sus labios, por su clítoris, al mismo tiempo que le metía los dedos, sentia lo cálido de conchita. Puse mis dos manos en su culo, agarrándola para poder comerme bien ese manjar y se la chupe como si la estuviera besando en la boca, metía la lengua en su rayita y la sacaba, como la disfruté, estaba tan rica!
Por un momento escuché un balbuceo, pensé -se despertó- me detuve, la observé pero estaba dormida, imagino que fue inconsciente, no le dí importancia y seguí chupándosela toda. Me incorporé, me saqué los pantalones y me quedé con la pija afuera, me acerqué nuevamente, desabroché su camisa y descubrí sus tetas, que hermosas por dios! Redonditas, no muy grandes pero firmes, unos pezones chiquitos y rosaditos, se las chupé con lujuria mientras las apretaba. Ella cada tanto se movía y balbuceaba, pero nada en conciencia de lo que sucedía, para ese momento ya no me importaba que se despertara, ya estaba decidido a cogerla.
Me levanté, acerqué mi pija a su boca y pase la cabeza por sobre sus labios mientras me pajeaba. Pensaba, tomá putita, sentí el sabor de la pija de papi, una putita como vos esto es lo que se merece, una buena pija.
La acomode con las piernitas bien abiertas, me puse encima de ella y acerqué mi pija a su conchita, fue espectacular cuando mi cabeza rozó sus labios, sentir ese calor, comencé a meterla de a poco, estaba muy estrecha, podía sentir como me apretaba la pija y eso solo hacía que se me ponga más dura, costaba entrar, por lo estrecha, pero con un poco de fuerza entro toda hasta el fondo. En ese momento mi hija hizo un movimiento y balbuceó muy bajo, no se entendía lo que decía, yo le dije: -shhh bebé, tranquila, solo tengo toda mi pija adentro tuyo, hoy le vas a sacar toda la lechita a papá-
Empecé a bombaerla con fuerza, la sacaba hasta la cabeza y la metía hasta que los huevos golpeaban en su rayita, estaba poseído, la agarré del culo levantándola y le daba una y otra vez, le besé la boca, por momentos ella se movía, yo solo seguía besándola, le apretaba las tetas y se las chupaba al mismo tiempo que mi verga entraba y salia de su conchita.
Se la saqué, la puse boca abajo al borde de la cama dejando caer sus piernas, para que quedáse en cuatro, pasé mi lengua por su rayita para que esté bien lubricadita y se la metí hasta el fondo, los bombasos eran constantes y hasta el fondo, mi pelvis tocaba su culo con cada embestida. Le apretaba las nalgas, la agarraba del pelo, apretaba sus tetas mientras la cogía, estaba endemoniado, como me calentaba tenerla ahí, indefensa, poder hacerle lo que quiera sin que pudiera negarse, sacarme la leche con la perrita de mi hija.
No me aguanté más, estaba muy caliente, tenía que acabar, como tengo la vasectomía hecha hace unos años no me preocupó, le metí la verga bien hasta el fondo y dejé salir todo adentro de ella, le llené la conchita de leche. Cuando la saqué, observé como le salía la leche por su conchita y le escurría por las piernas, estaba exhausto pero me encantó verla así.
Luego la dejé recostada en su cama, de costado, y me fui al baño a limpiarme, salí al patio y me fumé un cigarrillo pensando en lo que había hecho, recorriendo en mi mente lo que había sucedido como si fuese una película.
Entré, me senté en el sillón a reflexionar, me había sacado la leche pero eran tantas las ganas que le tenía a mi hija, que tenerla así de accesible y cojerla una sola vez no era posible. De pensarla ya se me habia empezado a parar la pija de nuevo, entonces regrese a su habitación, me desnudé por completo y me acosté al lado de ella, como dije antes, la dejé de costado como en cucharita. La abracé y apoye mi pija en culo, le empecé a acariciar su cuerpo mientras le besaba el cuello, sentía el calor de su cuerpo en el mío, tan chiquita, tan hermosa, tan indefensa. Estoy escribiendo esto, lo recuerdo y me caliento.
Me levanté, la puse boca abajo y puse una almohada en su cadera, para que la colita le quede levantada. Acerqué mi cara a su culo, le abrí las nalgas y comencé a chuparle el agujerito, metiendo un dedo, luego lo sacaba, ponía saliva y lo metía de nuevo, luego dos dedos y luego tres. Cuando estuvo bien dilatado le apoyé la pija, costó que entre la cabeza, estaba muy cerradito, pero una vez que entró se la metí hasta al fondo… Ella largó un gemido, no sé si de dolor o que, pero Que hermosa sensación, como me apretaba la pija!
Le empecé a cojer el culo, en cada bombazo se la metía hasta que los huevos golpearan con su concha, ella empezó a balbucear, no le entendía mucho Pero si escuchaba que decía «ahh, no, no, ahh»
Que no, pensé, sabes cómo te voy a dejar el culo!
Mientras la cogía me acerque a su oido y le dije:
Shh bebé, papá te va a coger bien cogida, disfruta de la pija de papi adentro…
Ella trataba de moverse Pero estaba muy sedada y más el peso de mi cuerpo no le quedaba más que esperar que le llene el culo de leche
Toda la situación me exitó a tal punto que ya no podía aguantar, ese culo apretándome la pija y la poca resistencia de mi hija me pusieron a mil.
Cuando estaba a punto de acabar se la saqué y la puse en su cara, que estaba de costado, con una mano me hacía la paja y con la otra le apretaba el culo… Largué un chorro de leche directo a su cara, le cayó en el pelo, en los ojos, en la mejilla… Me apuré y se la apoyé en los labios para tirarle lo que quedaba de leche en la boca…ahhhh que placer, cuándo terminé le pegué con la pija en la cara mientras le decía:
Ahhh sii, ahí tenés putita, ahora tenés leche de papá en la concha y en la cara… De ahora en más te voy a coger cada vez que tenga ganas, sabes putita?
Claro, ella estaba inconsciente, no sé si habrá escuchado algo…
Después que acabé ella no se movió más, no sé si cuando la culeaba habló estando consciente o solo fué un reflejo… No me quedaba más que esperar al otro día…
La limpié bien toda, borrando toda evidencia, tenía miedo sobre como se iba a levantar al otro día, el culo le había quedado muy abierto…
Le puse la tanga, el pantalón, le abroche la camisa y la dejé como si nada hubiera pasado y me fui a dormír.
Al otro día se levantó re tarde, yo ya estaba despierto, me saludó y le pregunté:
Dormiste bien hija?
-me morí pa, desde que salimos de la fiesta no recuerdo nada, no se ni como llegué hasta mi cuarto…
Te traje arrastrando yo hija, no podías ni caminar…no tenes que tomar así…sos muy chica
-no se que me pasó, me pegó mal… Tengo un dolor de cabeza mal…
Bueno, ahora te preparo algo para que desayunes….
Y así fue, al parecer no se acordaba de nada así qué yo me relajé y empecé a pensar en que esa sería mi forma de cogerla…cada vez que tenga ganas, la iba a empastillar y la cogería…
Unos meses más adelante tuve la suerte que ella invitó a comer y a dormir a una amiguita…
Ya se imaginan lo que pasó…
Si quieren les cuento en otro relato…
Q delicia disfrutar de tu hijas así, espero la segunda parte con tu hija y amiguita