Me enamore de mi alumno
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Carla cuando esta historia ocurrió me acababa de graduar y empece a trabajar como substituta y ayudante en una escuela/guardería para niños con problemas de aprendizaje,de conducta y hasta autismo.
Habían estudiantes en un rango de edad desde los seis meses hasta los doce años.
Siempre y cuando alguien les pagase la elevada mensualidad.
Muchos de los alumnos como desde los ocho año querian que yo siempre estuviera con ellos.
Los niños me prestaban bastante atencion y siempre me hacian sentir especial, lo que causaba gran cantidad de molestia en otros educadores, no tanto en aquellos que ya tenian titulo como maestr@s o profesores.
Las quejas provenian mas que todo de parte de estudiantes en practicas o auxilliares, que no siempre trataban a los pequeños adecuadamente o directamente tenian cara de no querer tener este trabajo y tal vez por eso ellos preferian tenerme a mi.
Ya con varios meses de trabajo en el lugar note a un chico en especial demasiado apegado conmigo.
Pablo, tenia 12 años y por lo que sabia yo se mudaría a otro sitio con sus padres.
En ese punto no lo pensaba.
Pero Pablo se veía muy bien para su corta edad.
Ya denotaba su futura musculatura, bronceado, muy lindo y caballero.
Un día cualquiera, mientras me tocaba supervisar a un grupo en el patio, yo escuche como un niño empezaba a gritar y llorar.
pude a ver a Pablo, quien corría hacia mi.
Me le acerque, y el salto directo a mis brazos.
Le pregunte que le había pasado, siendo su respuesta que al impulsar a una de sus hermanitas en los columpios este le rompió la boca al regresar.
sangraba un poco y luego viendo su labio, descubrí que también se lo había roto.
Lo abrace mientras me ponía de rodillas.
El siguió llorando, entonces lo lleve hasta una esquina solitaria por si alguno de sus compañeros lo veía y se burlaba.
Me senté en el pasto y el hizo lo mismo montándose en mi regazo mientras me seguía abrazando.
De repente, comencé a sentir como el apretaba mis pechos.
Pablito había puesto su mano sobre mi seno derecho exprimiéndolo simplemente.
Intente no pensar demasiado en eso aunque su agarre se esta volviendo mas fuerte.
Después agarro mi pezón, que ya se iba endureciendo, Tocándolo como si fuera un botón con su otra mano, sin dejarlo escapar.
Mis pezones siempre fueron muy sensibles y grandes.
Debo admitir que tener a este joven estudiante entre mis brazos, en una zona aislada del resto del patio, tocándome de esa manera, me tenia bien excitada.
Le pedí que me dejara ver si el sangrado se había detenido, y sostuve un par de servilletas contra su boca y sus labios.
Pablo lucia tan adorable observándome con sus ojitos y carita de preocupación.
Lo mecí en mis piernas y puse su cabeza cerca de mi pecho y de esa forma el dejo de llorar.
Aun lo tenia cargado, lo único que cambio fue que quite su mano de la parte exterior de mi teta y la coloque dentro de mi vestido eliminando así la tela que antes separaba su piel de la mía.
Cambie nuestra posición y ahora le dábamos la espalda al resto del colegio.
Le dije que se relajara y que yo iba a asegurarme de que siempre estuviera bien, que yo podía cuidarlo.
El niño introdujo su mano de manera mas profunda en mi vestido.
Al principio pensé en detenerlo inmediatamente, pero el era solo un niño y aunque suene loco, yo me sentía atraída por el, sentir mi cuerpo acariciado con su inexperiencia me encantaba.
Yo se lo estaba permitiendo y el estaba agradecido.
Pablo tomo mis pezones nuevamente, en ese momento lo hubiera dejado hacer lo que me pidiera, mi excitación no tenia limites.
Dije que el niño se saltaría la hora de los bocadillos por el golpe en su boca.
Para mi buena suerte hoy los estaba repartiendo era una de esas auxiliares que ni se molestaban en contar a los niños bajo su cuidado.
Al cruzar nuevamente nuestras miradas, observe que Pablo tenia una amplia sonrisa.
Le pregunte si se sentía bien y el siguió sonriendo y pellizco nuevamente uno de mis pezones.
Lo que ocurrió después me sigue pareciendo sorprendente hasta hoy.
El niñito procedió a desabotonar mi vestido y ya había deshecho dos de ellos para cuando volví en mi.
Me observo para saber si iba a decir algo, pero.
No lo hice.
Lo quería detener antes de que soltara el ultimo botón, pero simplemente no pude.
Pablo abrió mi vestido y se inclino hacia mi, pasando la lenguita por mis pechos.
El no sabia muy bien lo que estábamos haciendo, yo tampoco.
Lamia durante largos periodos, mordía mis pezones bastante duro lo cual me enloquecía, luego apretaba fuertemente mis senos alternando entre ellos.
En este punto yo ya estaba entregada al placer, sin embargo también estaba nerviosa.
El niño me sorprendió otra vez cuando empezó a deslizar sus manos en mis muslos.
Poco a poco iba subiendo por ellos hasta que alcanzo mi zona mas intima, empezando a tocarme sobre mis bragas.
Tome su mano y le dije que eso no debía hacerlo, el tomo mi otra mano y la puso sobre su entrepierna.
Obviamente era la primera vez en mi vida que sentía la erección de un niño de 12 años y a pesar de estar muy excitada trate de dejar de tocarlo, pero desistí y la deje ahí.
Pablo tras la practica había mejorado y comenzaba a succionar bien mis pezones endurecidos.
No aguante mas y simplemente metí mi mano dentro de sus pantalones para sentir su verguita.
Tenia un pene bastante largo (para su edad), con una cabeza bastante gorda.
comencé con una lenta paja, y el respondió apretando y chupando aun mas mis tetas.
Lentamente lo desnude de la cintura hacia abajo.
Ya tenia pequeños pelos en sus testículos y algo mas alrededor de su miembro.
En este tiempo se las había arreglado para bajar sus manos para jugar con mi sexo.
Estaba muy mojada y nerviosa.
Quería tener relaciones con mi alumno ahí mismo, pero sabia que era imposible.
Pablo movía sus caderas arriba y abajo a medida que yo lo masturbaba.
Quería obtener mi orgasmo primero, Así que agarre su mano y la metí dentro de mis bragas.
Le susurre que me empezara a meter los dedos.
Pablo metió dos de forma muy salvaje dentro de mi.
Tuve que pedirle que no fuera tan agresivo.
Sostuve su mano y comencé a mover mis caderas, con su otra mano le hice frotarme el clítoris, y pocos segundos después logre tener un clímax absoluto.
El niño seguía pegado a mis pechos succionando fervorosamente.
Le pedí que nos moviéramos un poco hasta sentarnos bajo la sombra de un árbol.
Me acerque a el y me puse de rodillas.
Sabia que si hacia esto tenia que ser ahora o nunca, de manera sensual tome su pene y lo devore, estaba haciéndole la mejor mamada posible, porque sabia que el no iba a durar mucho.
apreté sus nalguitas y seguí disfrutando de ese hermoso y duro trozo de carne de tan solo 12 años.
Pablito embestía mi boca con sus caderas, gimiendo suavemente.
Entendí que faltaba poco para que terminara, jugaba con el, quería que gozara este momento, luego puso una de sus manos en mi nuca, lo sentí acabar en lo mas profundo de la boca.
Lo sentí moverse con espasmos casi al borde de una convulsión.
Tuve que colocar mi mano sobre su boca debido a que el estaba realizando demasiado ruido y corríamos peligro de ser descubiertos.
Me trague toda su carga.
Nunca habría imaginado que alguien de solo doce años fuese capaz de tener tanto esperma almacenado.
Su sabor era tan delicioso.
Habia encontrado un nuevo placer.
Agarre sus manos que hasta hacia poco seguían explorando mi vagina y chupe todos y cada uno de sus deditos.
Lo vestí de nuevo y me abotone el vestido.
Apreté su carita y de manera gentil le plante un beso en sus labios rotos.
El me vio, agarro mis mejillas, y metió su lengua en mi boca.
Probé una mezcla de saliva y sangre.
Fue muy rico, me encanto su sabor, suavemente pase mi lengua por sus labios y enrolle nuestras lenguas.
Desearía que aquel beso nunca hubiese terminado, pero así fue.
Lo tome de una de sus manos, llevándolo de vuelta con el resto de los estudiantes.
Una de las maestras le pregunto si quería beber jugo, el dijo que no.
Creo que el también quería continuar jugando conmigo, especialmente con nuestros labios y lenguas.
No me arrepiento de lo que hice, sin embargo presente mi renuncia al inicio de las vacaciones.
Un año mas tarde pude ver a Pablo.
caminando fuera de la escuela y yo me dirigía a comprar comida china.
Me detuve y hable un rato con el.
Lo invite a que me acompañara, el acepto, pero en ese momento nos vio su papá y yo preferí irme antes de que Pablito le hablara sobre mi.
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