Me enamoré de una prosti (parte 5)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por evloguer.
Me enamoré de una prosti (parte 5)
Ya no les contaré donde estaba, en el prostíbulo, dónde más 🙂
El cuarto era ahora exclusivo de MeiLi, ya mi gordita querida se había ido para preparar el parto.
La tenía abrazada aconsejándola para mañana que empezaría su trabajo de prosti, agregando que ya la estaba extrañando a Martita:
– Extraño a mi gordi, era muy dulce cojiendo-
— Jiji, ahora me podrás cojer a mí, hasta por el culito–
– Suena prometedor, pero serás muy requerida por los clientes, eres demasiado bonita-
— Naa, solamente me lo dices para metérmela gratis–
– Claro que te cojeré gratis, pero estarás rezumando leche de otros hombres por la concha-
— Ayyy, no seas mal hablado, además siempre me lavo muy bien–
– Lástima que ya debo irme, me hubiese gustado rellenarte el culito con mi manguera de carne-
— No creas que es tan fácil, antes de encularme me deben chupar bien la conchita hasta llevarme al clímax–
Ya era tarde y debía madrugar mañana, las nuevas obligaciones de un papito postizo…, le dí un tremendo beso en la boca mientras ella me tironeaba no dejándome partir:
— Te vi con Ángeles, esta chica está locamente enamorada y tú de ella–
– Dios te oiga, creo volver a ser joven y tener oportunidad para rehacer mi vida-
— Les deseo mucha suerte, pero cuenta ¿ ya le tocaste las tetitas o la cola ?–
– No seas asquerosa, la amo de verdad y no pienso en ella de modo sexual-
— ¿ Estás seguro ? recuerda que nos masturbamos juntos mirándola dormir–
– Fue por la excitación de verla en bombachita, pero realmente la quiero con toda el alma –
— Seguro, pero también te gustaría cojértela ¿ cierto ? —
– No seas cerda, no hables así de mi angelito, es mi amor imposible y secreto –
— ¿ Entonces porqué tienes el pito duro ? se te puso así al mencionarla y no cuando querías culearme a mí–
– Mmmmm, mejor ya me voy-
— Espera que antes te saco la leche de una chupada, no puedes salir así a la calle–
— Ñam, glup, glup, glup, slurp, ¿ te gusta cómo te la chupo ? ¿ quieres sentir un dedo dentro del culo ?–
– Noooo, gracias, lo haces muy pero muy bien, sigue que ya estoy por acabar-
— Arghhh, agghhgg, apenas alcanzo a tragar todo el semen que te sale, eres un semental !–
Se me puso blandita al reconocer que estaba recitando el libreto de las putas pero la dejé que me chupe bien bien limpio el pene.
Al salir me despedí de la señora que me recordó venir temprano para llevar a sus hijas al colegio, le estaba por dar un beso en la mejilla pero me besó en la boca como si fuese su marido y me fui temblando; en esta casa me estoy convirtiendo en un tembleque de mierda, antes era más recio…
Puse en hora el despertador y acomodé bien la bombachita de mi angelito sobre la almohada, el maldito reloj sonó antes de cerrar los ojos, o eso me parecía.
El auto no quería arrancar por el frío hasta que partí raudo hacia la casa del placer, estaban saliendo las nenas con sus uniformes del colegio pero nunca había visto a Ángeles con esas prendas: parecía un princesita.
Las saludé con un beso en la mejilla pero el de mi reinita fue más fuerte y cerca de sus labiecitos, todas se sentaron adelante y la más chiquita pedía la ventanilla, cómo no darle el gusto si eso dejaba a la mayor pegadita a mi lado.
La escuincla ni nos miraba pudiendo tomarle la manita a mi tesoro, qué dulce piel tibia esos deditos, quise aminorar la marcha para demorar la sensación pero se hacía tarde, apenas un beso que parecía robado pero era mi desayuno, con ese alimento aguantaría mucho.
Las acompañé de la mano hasta la entrada presentándome como un tío lejano de las nenas mientras me costaba soltar los deditos de mi angelito.
Al retornar a la casa ya estaba el camión con los materiales y algunos obreros decidiendo quedarme para supervisar la obra.
Un provinciano desdentado me preguntó si aquí se podía encamar con alguna chica y temiendo que eligiese a la chinita le informé que pagamos en efectivo sin mezclar las actividades.
A media mañana estaba hambriento yendo a la cocina para comer algo y nuevamente la señora me saludó demasiado efusivamente, parecía que estaba caliente conmigo dejándome pensando que debería darle un poco de mi barra de carne para que esté calmada si llegase a descubrirnos con su hija.
Con la panza llena me dirigí al cuarto de Marta olvidando que era el espacio laboral de MeiLi ahora, frenándome en la puerta al escuchar gemidos.
Se notaba que eran fingidos y me alegré que no maltratasen a la chinita.
Me puse a curiosear por la casa viendo fotos de la familia y las nenas cuando eran más chicas, mi angelito lucía como un ángel divino sin importar la edad dándole un beso a la foto más reciente donde estaba preciosa.
Al salir el tipo que se la estaba cojiendo a MeiLi golpeé la puerta para entrar.
La chinita estaba sentada peinándose sin notarse que recién se la estaban garchando.
– ¿ Ya hay clientes tan temprano ? –
— Ufff, sí, era un turista que me eligió por la cara achinada–
– ¿ Y te trató bien ?-
— Siii, hasta me dejó una buena propina–
– O sea, te gustó que te cojiese-
— Bueno…, es mi trabajo ¿ cierto ? hacerlos sentir bien para que vuelvan–
– Claro, dejarlos que te cojan sí, me refiero a si te gustaba mucho cuando te la metía en la concha-
— Hummm, ya me contó Marta que eras un curioso morboso… —
– Sip, además degeneradito como tú misma, dále, cuéntame cómo te cojía-
— Si quieres te puedo hacer un relato erótico, como cuando te pajeabas con la bombacha sucia de Ángeles–
– Nooo, porfa, cuéntame la verdad, es tu primer día laboral y la primera vez cobrando por cojer-
–Bueeeno, la verdad estaba nerviosa, no sabía si desvestirme o quitarle los pantalones a él-
– ¿ Y ? ¿ que hicieron ?-
— Él se quitó la ropa y me quería besar mientras me agarraba las tetas–
– Dale, dale, sigue contando, ¿ tenía la pija grande ? ¿ anticipabas que te metería eso en la concha ?-
— No, lo tenía normal como el tuyo– (gran golpe para mi estima, me estaba diciendo pito chico)
– ¿ Y era violento cojiéndote ? o te la metía despacito-
— Ayy que sos curioso, ¿ para qué quieres saber eso ?–
– Pues me preocupo por ti, no quiero que te lastimen el primer día-
— Naaaa, eres un morboso de mierda, pero te quiero igual–
– Tonce cuéntame más, te cojió mucho antes de acabarte adentro ?-
— Esteeee sí, me serruchó mucho la concha antes de llenarme de leche–
– Ahora me gusta, que cuentes cosas chanchas, ¿ y le chupaste el pito antes ?-
— Un poquito solamente, me la quería meter enseguida–
– Deberías tratar de pajear a los clientes o chuparles la pindonga, así luego te cojen menos –
— Tienes razón, acércate que te hago una paja mientras hueles esa asquerosa bombacha usada–
– No seas mala…, sabes que me calienta hablar de tu trabajo, mira como la tengo dura de solamente hablar-
— Estaba bromeando, ¿ quieres metérmela un poco en el culito ? ahora me duele la concha de la última cojida–
– Siiii, además en un rato debo ir al colegio para retirar las nenas y no puedo ir con una erección-
— Bueno, ¿ me pongo en cuatro o me siento encima tuyo para que me la metas por el culo ?–
– Ven a sentarte encima así te puedo amasar las tetitas, las tienes de la medida justa-
— Pero aún no compré la crema, deberás chuparme el culo antes–
– Ups, no tenemos tiempo, debo salir enseguida y me estaba ilusionando mucho con tu culito apretado-
— Entonces te chupo la pija solamente, cuando salgas recuerda comprarme la cremita–
– Ahhhh, despacitooo, siempre me la chupas rápido y no logro cojerte debidamente, déjame que al menos te agarre las tetas-
— Aagghhgg cuánta leche, no voy a tener apetito para almorzar luego–
– Escuchame MeiLi, no soy un cliente aquí, no hace falta fingir nada-
— Tienes razón, perdóname, eres un dulce y yo te traté como un tarado de la calle–
– Nada, ahora enjuágate bien la boca que quiero besarte, recién se la chupaste al otro tipo también-
Salí apurado hacia el colegio y de paso comprar la cremita para MeiLi.
Quedé esperando en la puerta viendo pasar muchos alumnos hasta que apareció una cabecita rubia, era mi angelito trayendo de la mano a su hermanita.
Esta vez alzé a la pequeña para saludarla con un besito, debería cuidar que no se ponga celosa de la grande hablando de más y se subió en el asiento trasero; tal vez intuía que deseábamos estar un poco en privado al ponerse los auriculares de su MP3
Por suerte el auto tenía vidrios polarizados que impedían miradas curiosas desde afuera, apenas llegar a la esquina estacioné tomando las manitas de Ángeles para besarlas, quería adorar cada dedito.
Al quitarse los guantes para meterlos en el compartimento del auto donde tenía la crema recién comprada me miró con carita enojada y a punto de llorar preguntado que era eso, al decirle que una crema para manos que me habían encargado las chicas se rió susurrando "No tonto, esto es un lubricante anal"
Sobra decir que me quedé helado, cómo mi angelito divino e inocente sabía de estas cosas !!
Respondí farfullando que me habían encargado esta marca y porqué ella conocía el producto, respondiendo que era muy común en el local y las chicas lo usaban para que no les doliese la cola cuando lo "hacían por atrás"
Quedé muy apenado por la vida y niñez que tuvo esta criatura, convivir todo el día con putas le robó la tierna inocencia.
Igual la amaba con locura y quería besarla, con carita enojada preguntó si esa cremita no era para usarla yo con alguna de la chicas; no quería mentirle pero tampoco le podía decir que era para encular a su amiga.
Le dije que era para la chica nueva y sabía para qué se usaba, solamente que no me atrevía a hablar de esas cosas con mi angelito.
Se calmó al prometerle que ella era el único amor de mi vida, solamente que aveces debía calmarme con las chicas para que ella no advirtiese mis necesidades carnales, que ella era mi angelito adorado y jamás tendría un pensamiento sexual con ella.
Algo avergonzada confesó que ella también tenía sentimientos y necesidades insatisfechas debiendo usar el dedito para calmarse mientras soñaba conmigo explorando nuevos caminos.
Esta vez quedamos abrazados besándonos con locura, ya no eran los suaves besitos robados del comienzo, estábamos en otro planeta hasta escuchar a su hermanita pidiendo que nos apurásemos pq tenía hambre.
Llegamos a la casa y tuve que ir a controlar la obra, estaban haciendo las cosas mal, aunque me rugía la panza del hambre me aguanté revisando todo hasta que la señora me vino a buscar.
Ya todos habían comido menos la hija mayor que me rezongaba por demorarme tanto, mi angelito había esperado para almorzar juntos y no podía resistir el impulso de abrazarla y llenarla de besos.
La madre lavaba los platos lejos de la vista y nos sentamos pegaditos a comer rozando los brazos cada rato hasta escuchar que la vieja se iba al local abrazándonos con desesperación mientras nos comíamos la boca.
Agachándome un poco le besé los pechitos mientras se los amasaba cariñosamente sobre la ropa, mi cielito gemía demostrando el placer que sentía y apenas nos pudimos acomodar en el asiento al entrar la madre con el postre.
La vieja sonreía pícaramente haciéndome reflexionar si sabría que estaba enamorado de su hija o si buscaba acción conmigo.
Al final nos fuimos a la habitación de la chinita que estaba en horario de descanso para conversar un rato, entramos tomados de la mano pegaditos, ambos deseábamos sentir el cuerpo del otro.
Ángeles le preguntaba que tal había sido su primer día mientras se miraban entre ellas como ocultando algo, pensé que debería retirarme para que pudiesen hablar de sus cosas pero MeiLi pidió que me sentase pq debía confesarme algo.
Pensé que ahora le tocaba irse a mi amorcito pero se sentaron juntas en la cama mientras se agarraban las manos, otra vez me invadió el pánico pensando que alguien nos había descubierto pero no era eso:
— Tengo algo para contarte —
— Yo también— (dijo Ángeles)
-Hummm- (era yo temblando, ya sé, soy un tembleque de mierda)
— Cuando Ángeles era chica yo la tocaba —
– ¿ Cómo que la tocabas ? que significa ? –
— Que la toqueteaba sexualmente–
– Queeeeee ?-
— Ya sabes que me atraen las mujeres, yo la amaba y la acariciaba mucho–
– Mmmm, dime Ángeles, ¿ te forzó a hacer algo que no querías ?-
— Nooo, fué muy dulce conmigo, me enseñó a besar y muchas cosas más, también que los hombres son malos—
— Bajo mi lengua tuvo su primer orgasmo, luego le enseñé a usar el dedito–
– Me estás matando con lo que dices, ¿ es que son todos pervertidos aquí ?-
— Nada que ver, el amor viene de todos los colores y se dió así nomas–
– Entonces mi tesorito ya tenía deseos sexuales hace mucho, ! la podría haber agarrado un degenerado y violarla !-
— Sip, me arrepiento mucho de lo que hice, pero al ver que la amas tanto sé que la cuidarás bien, ella también se enamoró de ti viendo que eras un hombre respetuoso, no como la basura que viene aquí para cojernos–
Me recorría un escalofrío por la espalda al escuchar su lenguaje explícito delante de la niña, pero ella ya habría escuchado cosas peores en esta casa.
-Sabes que te amo con locura y nada podrá cambiar eso, solamente que ahora no sé manejar la situación, déjame asimilar todo por favor-
— Yo también te quiero mucho y me puse a llorar de felicidad cuando MeiLi me contó que estabas en el baño masturbándote para no ofenderme al sentarme sobre tu pene erecto.
—
– Eres una traicionera, eso era un secreto !-
— No seas malo con ella, he llorado otras veces por tí —
– ¿ Cómo otras veces ? ¿ qué te hice ?-
— Sí, cuando me hiciste dormir leyéndome no estaba dormida, sollozaba silenciosamente al advertir que me defendías de los suspuestos ataques sexuales de MeiLi
La otra vez cuando te masturbaste por mí y la última casi lloro de rabia en el auto pensando que te perdía—
– Dime MeiLi: ¿ eran todas pruebas para saber si merecía el corazoncito de Ángeles ?-
— Recuerda que yo amaba a Ángeles mucho tiempo antes que la conocieras y daría la vida por ella–
– O sea que debo compartir a mi tesorito adorado con una mujer, encima con una pu…, perdón, no quise llamarte así-
— No hay problema, soy una puta pero quiero mucho a mi amiga, sé que es antinatural para una mujer y por eso me hace feliz que haya hallado a un hombre que la ame tanto–
A ambas se les asomaban lágrimas en los ojos y terminamos los tres abrazados mientras yo también lloraba como un maricón; besé a mi tesorito con mucha ternura, deseaba lavarle el corazón de todas las cosas que le tocó vivir y regalarle una nueva existencia.
Con mucho tacto la chinita se retiró para dejarnos a solas y mientras me bebía las lagrimitas de mi amorcito abrazándola fuertemente le prometí que haría lo que fuese para hacerla feliz.
Casi sin pensarlo le abrí la blusa para prenderme enloquecido de sus tetitas, las besaba con desesperación como si quisiese chuparle todas las penas del corazoncito.
Ella dejó de llorar y ahora gemía por una ola de placer que la estaba invadiendo.
Cuando logré separar la boca se sus tetitas dijo con sonrisa pícara que vestía pollerita pudiendo espiarle su prenda íntima.
(Continuará ?)
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