Me follo un albañil
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Andrea, mis padres tienen mucho dinero, la empresa de papá es conocida aqui en México y mi mamá es heredera de una familia rica francesa. Lo que quiero decir es que mi nivel socio económico es alto, y siendo hija única me criaron para pensar que todo el mundo era para mi.
Hoy tengo 25 años, soy de piel blanca, cabello negro y ojos verdes, paso mucho tiempo cuidando mi cuerpo, dietas, ejercicio, etc., con esto quiero decir que tengo buen cuerpo, lo sé y me aprovecho de ello, heredé las tetas grandes de mi mamá, sólo que yo me esfuerzo por mantenerlas firmes, pero lo mejor de mi es mi culo, redondo, de buen tamaño. Lo amo, y se perfectamente que todos los hombres tambien.
A los quince me hice un tatuaje de mariposa en la pubis, pequeño y discreto, recargado al lado izquierdo, mi papá aun no lo sabe y mi mamá se dio cuenta a mis 20… 3 años despues. Me lo hice por que el tatuador era tan sexy que quería que me viera, además que quería presumirle a algún hombre mi depilación.
Él viaja mucho y ella siempre esta con amigas o en clubs, cosas así, en otras palabras estoy sola mucho tiempo, con una tarjeta sin límites ni supervicion, no es raro que me convirtiera en una puta. Si, lo acepto, soy muy PUTA, me refiero a que me encanta el sexo, lo disfruto, no tengo problemas con él. Amo que me vean, esa expresión de incredulidad o lujuria en la cara de los hombres al verme me excita. He tenido tantas experiencias que podría contarles, como cuando fue la esclava de un sujeto, mis tríos, la orgia, bueno, de todo. Pero hoy quiero contarles de la vez que me folle a un albañil, por que ese es uno de mis secretos a la sociedad con la que me desenvuelvo: amo a los nacos, a los que hablan como de tepito, los hombres de barrio que son sucios y dicen cosas obscenas cuando paso. Me excitan, me vuelven loca.
todo esto paso cuando mi mamá decidió hacer en el fondo del patio trasero un bar para sus fiestas, para llegar a él debes pasar por la piscina y el jardín. Yo tenía 17 años y un día al regresar de la prepa me encontré con dos albañiles en el jardin construyendo algo, cerca de las 5pm mi casa se quedaba sola, se iban los sirvientes y mi madre, mi papá estaba en Estados Unidos o algo así. Hacia calor y decidí ir a ponerme un bikini rosa e ir a la alberca, me acosté bajo una sombrilla con mis gafas oscuras y comencé a verlos, uno era un señor de unos cuarenta, panson y moreno. El otro tenia veinticinco o más, era atletico y músculos, moreno, sucio, parecía venir de una tribu prehispánica mexicana, era feo pero me excitaba. Una de mis cualidades es el oido, tengo buen oido, y podía escuchar lo que se decían de mi, por supuesto me prendía más, les puedo resumir que les encantaba mi cuerpo y sobre todo mi culo. Asi pasaron unos días, aveces iba sola y nadaba, otras sólo me recostaba para que me vieran y escucharlos, en una ocasión invite a unas amigas que también tienen buen cuerpo (con una de ellas tengo unas historias que les van a aencantar) para que las vieran también, pero un día y por alguna razón que nunca supe, sólo fue el chavo albañil a trabajar, ese día en especial me puse mi bikini de hilo dental, que tambien es rosa, se podía ver un poco la mariposa y practicamente no cubre mis nalgas, me recosté para que me viera, él estaba poniendo unos ladrillos y me veía, se tocaba su pene, estaba sucio, lleno de mezcla, yo estaba muy caliente, tenía mis gafas y estaba boca abajo, con mi culo a la vista. De pronto decidió acercarse, ya habia pasado una hora según yo, me puse nerviosa y decidí hacerme la dormida, estaba a mi lado viéndome, se quedó asi un rato y luego aclaró su garganta -señorita, me regala un vaso de agua? -dijo cuando simule que despertaba, lo llevé a la cocina y se lo di, le comencé a hacer platica mientras le veía el cuerpo y me lo saboreaba, y evidentemente él hacia lo mismo. Una de las cosas que dijimos fue que hacía mucho calor, ya estabamos en la alberca- pues metete- le dije señalando la piscina -no tengo traje de baño- respondió con ese acento de barrio -métete desnudo- claro que lo dije de broma y cuando me hizo caso me sorprendió tanto que me quedé boca abierta. Se quitó la ropa, toda, era tan musculoso y moreno… Se metió y nadó un poco, hasta ese momento lo había visto sólo de espaldas, hombros anchos y glúteos duros.
Me excite y esperé sentada en un camastro a que saliera. Y finalmente lo vi, el pene mas grande que había visto hasta ese día, largo, grueso, venudo, ya lo tenía duro y la verdad intimidaba -me prestas una toalla?- dijo, pero yo sonreí y nege con la cabeza, dijo algo que realmente no entendí y después se me acercó, se puso justo frente a mi y su verga grande y dura quedó en mi cara, me quite las gafas y tome esa verga para lamerla, me hinque en el pasto, prefiero así que sentada, y él me tomó con sus manos fuertes mi cabeza y comenzó a meter ese pene por mi boca, yo me dejé follar y él la metía más y más a mi garganta. De vez en cuando me soltaba para que pudiera sacarme ese pene inmenso y pudiera respirara, se lo lamía y se lo chupaba como sabía hacerlo, pero despues volvía a tomarme de la cabeza y me lo metia tan adentro que sentía que me atravesaria la nuca, pero en lugar de eso se iba a mi garganta y esa sensación me fascinaba. El decia cosas como putita, perrita, y que rico la mamas, cosas así que solo ayudaban a excitarme mas. De pronto la sacó de mi boca y con un alarido de placer soltó su semen en mi cara, sin avisar. Fue tanto que me llenó la frente, las mejillas, los labios, la barbilla y el cuello, estaba incada y llena de semen caliente y blanco, extasiada.
Me había pasado antes que cuando se corrían significaba que ya se había terminado el sexo, por eso estaba un poco decepcionada, pues solo se la había mamado. Pero me di cuenta que a él no se le bajaba la erección, su pene seguía duro, no me dio tiempo de limpiarme cuando me volteó, me puse de perrita, en cuatro, me quitó el hilo dental (durante la mamada yo me había quitado ya el bra) y sin preguntar me lo metió duro, brusco, rico. Me apretaba el culo, las tetas, me daba nalgadas. Eres mi perrita fresa, me decía. yo solo gemía de placer mientras me lo metía. Me tomó del pelo y me jalaba hacia atras, yo sentía aun su semen en mi cara, su verga dura entrando y saliendo, su mano fuerte apretando mis nalgas, el pasto en las rodillas. Tuve un orgasmo, luego otro y otro. Finalmente se detuvo y me ordenó voltearme, nuevamente se corrió en mi cara, yo abrí la boca pero parecía tratar de no atinarle, solo un pequeño chorro me calló dentro. Me metió una vez mas la verga en la boca y yo succione para vaciarlo bien -debo volver al trabajo -dijo mientras iba a su ropa para ponersela, yo seguía incada con su semen en la cara, jadenado, extasiada, lo miré vestirse y regresar a la construcción. Recuerdo que no me limpie la cara, me gustaba sentir su semen sobre mi, tibio y abundante, realmente mucho.
Pasó un rato y me puse de pie, me eché un clavado desnuda a la alberca, nade unos minutos, salí y me cambie. Al día siguiente fue el otro albañil a trabajar también, noté por sus miradas que le había contado, él me saludo y yo lo ignoré y pude escuchar como el viejo le decía -sabía que mentias- y comenzaron a discutir, no volví a hablarle, la construcción duro un par de días más y no volví a verlo. La verdad es que por él me encantan las corridas en la cara.
También les hablaré hoy de Natalia, esa amiga que les conté hace rato. Tiene mi edad, iba conmigo en la prepa, es castaña pero ahora se esfuerza para hacerles creer a todos que es rubia, y la verdad es que si le crees, tiene piel blanca y unas pecas, ojos color miel, es guapa de labios gruesos, es delgada aunque con tetas no tan grandes como las mias.
Ella es mi amiga bisexual, compañera de lujuria. La primera vez que tuve sexo con ella fue a los 16, la invité a quedarse en mi casa. Estabamos ya dispuestas a dormir y de pronto, acostadas una frente a la otra, sólo dijo "besame" y aunque primero lo tome como broma, después lo hice. No se por que, sólo lo hice. Y del beso pasó a las caricias y después a desnudarnos. Con ella me habia ido a depilar, a tatuar, ya me habia visto desnuda y yo a ella, pero en esa ocasión verla y que me viera me provocaba morbo, excitación. Toqué sus senos y ella los míos, le toqué la vagina que tambien se había depilado y ella la mía. pero fui yo quien perdió la concentración, me dejé llevar por esa nueva sensación y ella se aprovechó. se puso entre mis piernas y comenzó a lamer mi clitoris y a meter su lengua y sus dedos a mi vagina, me mordia la pubis y mis labios vaginales, y yo sólo trataba de no hacer ruido para que no escucharan mis padres. Estaba perdida en la sensación y me retorcía mientras ella me agarraba los pezones y me lamía como una profesional. Después me hizo voltearme y levantar el culo, me metió dos dedos en la vagina y uno más me acariciaba el clitoris, me mordió las nalgas y después comenzó a hacer algo nuevo para mí. comenzó a lamerme el ano, su lengua trataba de entrar en mi ano y yo sentía tan, pero tan rico que no pude evitar unos gemidos. Por suerte no me escucharon.
Natalia estaba lamiendo mi ano, tenía dos dedos en mi vagina y otro mas en mi clitoris, la verdad es que era lo mas glorioso del mundo y lo fue durante un par de años. ella si que sabía darme placer. después saco uno de los dedos de mi vagina y lo metio en en mi ano, con una sola mano me manipulaba esos tres puntos y lo hacia tan rico que me puse a moder el colchón. Comenzó a frotar mis senos y besarme el cuello. Me decia -te gusta? – pero no le contestaba por que sabia que lo haría gritando. Cuando terminé me dijo que era mi turno, yo nunca había hecho eso con una mujer, pero ella se tumbó y abrió las piernas y yo estaba tan excitada que al ver esa vagina depilada, suave y hermosa no pude evitar lanzarme a ella, la lami, saboree y mordí, le hice lo que me imaginé que me gustaría que me hicieran y al mismo tiempo lo que deseaba hacerle. Y parecía gustarle pues tambien gemía y se retorcía, ella sola se volteo y levantó el culo, me lo puso prácticamente en la cara. Debo admitir que fue más incómodo hacerlo asi, pero me excitaba aun más, también le lami el ano, la masturbe. Me pidio que le metiera un dedo por el culo, luego otro y al final tres. Me hizo acostarme y se puso sobre mi, un 69 -no dejes de meterlos- me dijo. Entonces ahi estaba yo, con Natalia sobre mí lamiendome el clitoris y masturbandome, mientras yo le lamía su clitoris y le masturbaba el culo. Cuando terminamos nos acostamos desnudas, ella uso mi pecho de almuada y durmió mientras me acariciaba la pierna. Lo hicimos muchisimas veces despues y aun lo hacemos.
En una ocasión, en su casa, nos pusimos a jugar un video juego en el que teníamos que bailar frente a la pantalla. Estabamos solas y como es costumbre en nosotras nos desnudamos. Por que? Por que amamos estar desnudas y vernos, tocarnos y exhibirnos. Bailabamos desnudas y nos dio hambre y decidimos hacer aquello de recibir desnudas a un repartidor de pizza. Buscamos un negocio de pizzas que no acostumbraramos pedir y llamamos. Pasaron 20 minutos y sonó el timbre, Natalia fue a abrir, yo seguía en la sala bailando sin ropa.
Cuando abrió le dijo que dejara la pizza en la sala, yo no sabía que iba a hacer eso pero me excitó mucho, cuando volteé a verlo mientras seguía bailando fingí sorpresa y con una mano me tape los senos y cln la otra lo saludé, pero obvio deje pasar tiempo par que me viera bien. El pizzero era un joven regordete con el casco aun puesto, estaba como en shock. Me veia de pies a cabeza, y despues a Natalia que fingía no encontrar el dinero, dejé de cubrirme los senos y seguí bailando, me esforzaba por hacer que rebotaran y por supuesto de verme sexy. Podía ver su erección a traves del pantalón y cuando Natalia por fin encontró el dinero y le pagó fuimos las dos a despedirlo hasta la puerta. En cuanto cerramos nos dimos cuenta que estabamos tan excitadas que ahí mismo tuvimos sexo. La pizza estaba fría cuando la comimos.
También con ella fue en una ocasión a las playas de los cabos e hicimos lo mismo pero ahora con atencion a la habitación. En esa ocasión yo abrí la puerta y ella estaba en la cama.
Bueno, creo que me emocione contándoles, ya esta muy largo el texto, espero que les guste, y si los comentarios son buenos seguiré publicando mis historias. Gracias.
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