Me gusta la vida fácil

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo novio desde que tenía 14 años, con el perdí la virginidad.
Siempre que voy de la mano con mi novio, me doy cuenta como los hombres me miran.
Mido 1,55, un culete pequeño de nalgas redondas y bien levntadas, mis tetitas no soy muy grandes pero si firmes y duras.
Me gusta usar ropa muy provocativa, trasparente a ser posible.

Ahora en verano me gusta salir con una camiseta, unas chanclas y nada más abajo.
Mi novio tiene 18 años y yo 16, nos gustan mucho las cosas de marca,.
salir de fiesta los fines de semana, pero con su sueldo no nos alcanza.
Así que empecé a lucirme, a provocar descaradamente.

Un hombre adulto me preguntó cuanto cobraba por dejar que me folle, pero le dije que, por 20 euros me dejaba manosear y le hacía una pajilla, y así empecé a ganar dinero rápido.
Mi novio no estaba muy de acuerdo con lo que hacía, hasta que empezó a ver dinero.
Un medio día estaba caminando por la ruta y un hombre de una furgoneta me pregunta cuanto cobro, me ofreció 50 euros para follarme el culete, le dije que por ese dinero me dejaba follar el coño.

Yo nunca hice nada por el culete, me daba miedo.
Ese señor me dijo que por el coño y una chupada me daba 30.
«Por 35 euros lo hacemos», le dije, me miró de arriba abajo y me dijo que si.
Nos fuimos a la estación del tren que está abandonada, sacó su polla y yo se la chupe un poco, me quité los pantalones y cogiendo su polla la acomode contra mi coño y mientras él me follaba me subió la camiseta y me chupaba las tetas.

Era mi primera vez follando con un desconocido y por dinero, estaba nerviosa y no pude evitar excitarme y nos corrimos juntos.
Su polla era mucho mas grande que la de mi novio, sentía como me llenaba el coño, como me apretaba las nalgas chupando mis tetas, como me hacía mover sobre él y aunque traté, no pude, y me corrí, sintiendo como él también se corría dentro de mi coño.
Nos arreglamos las ropas y me llevó de nuevo al pueblo.

Había ganado 35 euros en veinte minutos y disfrutado de una buena polla.
Segui caminando y otro hombre me dio 20 euros por dejarme manosear y hacerle su pajilla.
Cuando me encuentro con mi novio, lo vi tenso, mal, le pregunté que le pasaba, «no me gusta lo que haces», me dijo, «pero cariño, lo hago por los dos», le dije y vi como cambió su cara cuando le di el dinero que había hecho.

Para ser el primer día con dos personas había echo 55 euros.
Al otro día fui a la panadería y un hombre me iba siguiendo, «hola», le dije, nos pusimos a hablar y me dijo que cuanto le cobraba por ir a follar a su casa.
«50 euros con una chupada», le dije, «vale, vamos», me dijo.
Llamé a mi novio y le dije, que iba a atender un cliente.
Fuimos hablando hasta que llegamos a su casa, yo estaba nerviosa, no quería que me pase como me pasó ayer con el hombre de la furgo.
Un hombre de unos 35 años, alto, bien parecido.

En su casa me empezó a besar, aunque yo le decía que no, pero sus besos eran tan dulces, me gustaban tanto, que dejaba que no solo me bese, sino que me vaya desnudando.
Me tendió sobre la cama besando todo mi cuerpo, mis tetas, iba bajando por mi tripa, su mano acariciaba mi coño, que lo sentía muy mojado, separa bien mis piernas y empiezo a gemir cuando siento su lengua en mi coño, lo besaba, lo chupaba, yo gemia y movía mi cuerpo para los costados.
Me hace dar la vuelta y siento como me besa las nalgas, pasa su lengua por la raja, mete una de sus manos por entre mis piernas y me empieza a acariciar el coño cuando me dice que me abra las nalgas.

Yo estaba super cachonda cuando me empezó a lamer el ano y a meter uno de sus dedos en mi coño.
Sentía su lengua en el ano y su dedo acariciar mi clítoris.
Yo gemia, casi gritaba de placer.
No se en que momento se había quitado sus pantalones y siento como apoya su polla contra mi ano, ya estaba tan excitada, tan cachonda que no dije nada, sólo empecé a gemir de dolor y placer cuando sentía su polla entrar en mi culo.

Pasa su mano por debajo de mi tripa, y mientras me seguía rompiendo el culo me empezó a acariciar el clitoris.
Yo daba fuertes gemidos de placer, mientras ese hombre me terminaba de meter toda su polla en el culete y me empezó a follar con toda delicadeza.
Me estaba haciendo gozar tanto, que no me importó que me haya roto el culo.
Lo sentía entrar y salir de mi ano, sus dedos acariciando mi clítoris.

La saca, me hace poner boca arriba y me levanta las piernas, yo no tenía voluntad ninguna entre sus brazos, la volvió a meter en mi culo y lo siguió follando.
Yo no paraba de gemir, empecé a gritar de placer cuando volvió a acariciar mi coño y siento como mete uno de mis pies en su boca y pasaba su lengua por entre mis dedos.
Su polla no dejaba de entrar y salir de mi culo, sentía como me abría más y más el ojete.
Empecé a gritar como una loca cuando me empecé a correr.
Me estaba corriendo mas fuerte de lo que me había corrido ayer.

Movía los dedos de mi pie en su boca, con mi mano cogí la suya y pasaba las dos manos por mi coño gritando de placer.
Ese hombre que ni su nombre se, la saca dede mi culo y me hace arrodillar frente a él y mete su polla en mi boca.
Yo como en sueños se la empecé a chupar, hasta que me la mete casi hasta la garganta y se empieza a correr en mi boca, que no me quedó mas remedio que tragar para no ahogarme.
«Disfrutaste?», me dijo ayudándome a poner en pie.

«Mucho», le dije empezando a vestirme, sentia como mi ojete me pujaba, como me latía, pero realmente estaba tan satisfecha que de buena gana me hubiera acostado a dormir.
«Te espero la semana que viene?», me dijo dándome los 50 euros.
«La semana que viene?», le pregunté guardando el dinero, «si quieres ven antes, pero no me cobres», me dijo besando los labios.
«Si me follas como me has follado ahora, no te cobro», le dije devolviendo el beso.
Fue increible lo bien que me folló, no me importó que me haya roto el culo, había disfrutado tanto, que cuando vuelva voy a seguir dejando que me folle el culo, y si quiere le vuelvo a tragar su semen.
Ese día pintaba muy bien, ya tenía 50 euracos y todavía no había salido a trabajar, mi novio iba a estar contento.