Me hice pasar por prostituta en una noche
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
De acuerdo a mis planes, debería estar en mis días más fértiles, debería ser un viernes por la noche y un lugar muy lejos de mi departamento y de mi lugar de trabajo los cuales ambos se encuentran en la colonia Polanco de la ciudad de México.
Días anteriores estuve buscando la ropa que destinaría para ese día, visité varias boutiques y tiendas de ropa y accesorios, fui comprando todo y cuando ya tenía todo preparado llego el día que había decidido para realizar mi alocado plan.
Ese día salí a las 6 de la tarde de mi trabajo y me fui a mi depa al cual en 15 minutos ya estaba en él, me metí a bañar y disfrute mucho el agua mientras imaginaba lo que podría experimentar esa noche, salí de la ducha, humecté y perfumé todo mi cuerpo, me puse mi bra y mi tanga, un coordinado muy lindo con encaje que compre especiales para esta ocasión al igual que toda mi vestimenta que tenía preparadas y listas en mi cama, me puse una minifalda color negro que estaba súper cortita, estaba escasos dos centímetros debajo de mi pelvis y tenía una abertura en el muslo izquierdo que le hacía verse muy sexy por eso me gusto, me puse una blusa color blanco que dejaba media espalda descubierta al igual que mis hombros, solamente una cinta rodeaba mi cuello cubriendo mi pecho con botones frontales y entallada, desabotoné solo un botón para que el escote se pronunciara un poco más, me puse unas zapatillas abiertas color negro de tacón muy alto del número 13, por lo regular no los uso tan altos, pero esta altura estiliza mas las piernas y provoca que tu cuerpo luzca mas femenino, ya que el trasero luce mas paradito de lo normal.
pase a la parte del maquillaje y a planchar mi cabello, como toque final un par de lindas arracadas, un collar de perlitas de varios tamaños, un juego de pulseras y unos anillos, fui al espejo y la imagen que vi me encantó, antes de salir guardé unos jeans dentro de mi bolsa, para poder cambiarme por si resultaba necesario.
Para evitar que cualquier vecino me viera salir vestida de esa forma, me puse un abrigo largo, tome mi bolso, mis llaves y baje a mi auto por el elevador, salí conduciendo y me dirigí a la zona que había elegido, al llegar a mi destino estacione mi auto pero antes de bajar los nervios me consumían, ya que a pesar de que había cuidado de que estuviera muy lejos de donde alguien pudiera reconocerme, el riesgo latente de que me encontrara a algún conocido o conocida me ponía sumamente nerviosa, venciendo mi miedo baje del automóvil, la calle estaba sola me había quedado a una cuadra de la avenida principal donde pensaba quedarme parada a esperar me abordaran, me quite mi abrigo, lo coloque doblado en mi brazo junto con mi bolso y viéndome en el vidrio de mi auto, desabotone un botón mas de mi blusa, en verdad me veía muy sexy, me acomode mi minifalda y comencé a caminar, al llegar a la avenida principal me detuve fingiendo esperar a alguien y vi mi reloj el cual ya marcaba quince minutos pasadas las 10 de la noche, inmediatamente varios autos pasaban lentamente y me decían muchas cosas, como preciosa, que linda, adiós guapa, algunos mas atrevidos decían cosas como mamacita, sabrosa, estas buenísima, yo me hacía la que no oía, a los pocos minutos se detuvo un auto y bajando el vidrio un chico de aproximadamente 28 años me pregunto ¿cuánto?, solo le dije estúpido y se arrancó, pero me hizo pensar en que no había pensado en ese punto, ¿qué cantidad le diría al hombre que resultara de mi interés?, no sabía cuanto cobran las chicas que se dedican a eso.
Casi seguidos en un corto tiempo se detuvieron un total de 8 autos, pero ninguno me parecía adecuado y les respondía de igual forma “idiota, estúpido, e.
tc.
” mostrándome molesta a todos para que se alejaran, hasta que finalmente se acercó un auto que era conducido por un hombre de aproximadamente unos 45 años de edad, cuerpo fornido, atractivo, ya pintaban algunas canas es su cabello y bigote, lo noté cuando se acercó a preguntarme ¿cuánto cobras muñeca?, venia vestido con camisa y corbata y despedía un aroma muy agradable y varonil, me incliné hacia la ventanilla para contestarle y le respondí dos mil ( no sabía si era mucho o poco), dio un pequeño silbido, titubeo unos segundos y algo me dijo de la habitación pero no le alcance a escuchar por el ruido, solo le respondí que si, se estiro y me abrió la puerta y me dijo súbete, en ese momento sentí que todo mi cuerpo tembló del nerviosismo y estuve a punto de irme corriendo hacia mi auto y olvidar toda esa locura, sin embargo me repuse y me dije Patricia ya estas aquí, sigue adelante.
Subí al auto del desconocido y al sentarme mi minifalda se me subió, me di cuenta por que al hombre se le salían los ojos viéndome las piernas, me dijo dame tus cosas y tomo mi bolso y mi abrigo y los colocó en el asiento trasero, segundos que aproveche para acomodar mi falda y bajarla lo mas que pude, lo cual no fue mucho por lo mismo cortita que estaba, la abertura de la mini quedaba justamente de su lado y me pensé, se va a ir echando un buen taco de ojo.
Arranco y en el camino fuimos platicando de cosas sin importancia, cuando volteaba a verlo, en varias ocasiones lo descubrí que me comía con los ojos y en su entrepierna se veía su bulto que crecía, después de unos minutos estábamos entrando en el estacionamiento subterráneo de un hotel, al entrar se le acerco un chico y le dijo que ya solo tenia habitaciones sencillas pero con cama King a lo que el respondió está bien, le pagó y el chico al entregarle la tarjeta, volteó a verme las piernas disimuladamente, al momento que le dijo, al fondo subiendo por el elevador en el piso 7 habitación 703, se estacionó y al bajarse me dijo aguarda, se puso su saco, tomó mis cosas del asiento trasero y se dio la vuelta abriéndome la puerta y me dio la mano para ayudarme a bajar del auto, cuando descendí me dijo que lindas piernas tienes, me sonreí y le respondí gracias, creo en todo el camino querías decírmelo, solo se sonrió y cerro la portezuela.
Cuando nos dirigíamos hacia el elevador me tomó por el talle acercándome hacia él y me llevo abrazada hasta el elevador, al sentir su mano tomándome de la cintura, traté de caminar contoneando más mis caderas, al entrar al elevador presionó el piso, se colocó detrás de mi y pasando sus brazos por mi cintura me dio varios besos en mi cuello y pego su cuerpo al mío, sentí todo su paquete en mi trasero y se frotaba mientras decía, que rico hueles.
Llego el elevador al piso indicado y buscamos la habitación me volvió a abrazar para llevarme a la habitación pero esta vez colocó la palma de su mano en mi cadera, creo que la cadencia que ponía en mi caminar parecía agradarle, ya que me acercaba hacia él con más fuerza.
Entramos a la habitación, tomo mi abrigo y mi bolsa, colocándolos en un silloncito que estaba en la entrada, se quitó el saco y la corbata y los dejó en el mismo lugar, al acercarse me vio de arriba abajo y tomándome de las manos me dio una vuelta y me dijo, eres muy bonita ¿sabes?, me abrazó colocando mis dos manos en mi espalda, su acercamiento hizo que percibiera su aroma muy varonil, entre abrí mis labios invitándolo a besarme y me planto un beso mordiendo suavemente mis labios y metía su lengua en mi boca, mientras sus manos acariciaban mi espalda, yo correspondí a sus besos y me colgué de su cuello, poco a poco nos envolvimos en un torbellino de pasión, besos y caricias, sus manos recorrían mi cuerpo, sentía sus labios morder el lóbulo de mis orejas, mi cuello, hacía que mi piel se pusiera chinita y a la vez provocaba mucha excitación en todo mi cuerpo, sus manos tibias y suaves tocaban mi espalda, sus manos pasaron a los botones de mi blusa los cuales fue desabotonando uno a uno hasta que logro despojarme de ella, dejándome solo con mi sostén, fue bajando, besando mi pecho, mi ombligo, mi abdomen, hasta quedar de rodillas frente a mi, subió mi pierna izquierda e hizo que colocara el tacón de mi zapatilla en su hombro, seguido de esto subió brevemente la parte frontal de mi minifalda e hizo mi tanga a un lado, comenzó a juguetear con su lengua en mi sexo, dando suaves mordidas en mis labios vaginales y frotaba con su lengua mi clítoris, estuvo llenándome de esa clase de caricias por varios minutos, bajo mi pierna y pasando sus manos a un costado de mi minifalda, quitando el broche y bajando la cremallera, hizo que mi falda se deslizara hasta mis tobillos, la saco y aventó en el silloncito, se levanto y cargándome en sus brazos me llevo y coloco en la cama, recostándose sobre mi, subió mis brazos y comenzó a comerme a besos, recorría todo mi cuerpo, este hombre en verdad me estaba prendiendo mucho, besando mis hombros, bajo los tirantes de mi sostén, me lo desabrocho y quito.
Tomaba mis senos entre sus manos, mordía mis pezones y chupaba mis senos alternadamente, metía su rostro en medio de ellos, fue bajando hasta llegar hasta mi tanga, la tomo de los extremos de los tirantes y me despojó de ella, comenzó una sesión de sexo oral, mientras hábilmente se despojaba de su ropa, yo enredaba mis dedos en su cabello y lo presionaba hacia mi para que continuara haciéndome todo eso que me estaba volviendo loca.
Se detuvo de momento y levantándose fue al silloncito y de su saco vi que tomo un paquetito de condones y se disponía a abrir uno, me levante y diciéndole, deja esto aquí, se lo quite y lo puse en el tocador, besé su barbilla, su pecho, su abdomen y así fui bajando hasta quedar ahora yo de rodillas frente a él, le quite sus bóxer que era la única prenda con la que se había quedado, al bajar sus bóxer su pene ya se encontraba erecto, comencé a darle pequeños besos y succiones en su glande, pasaba mis labios por los lados recorriendo todo el largo de su pene, cuando no ocupaba mis labios para masturbarle, lo hacia con mis manos mientras chupaba sus testículos, cuando volteaba a verlo, veía que lo estaba disfrutando ya que cerraba sus ojos y gemía, a ratos volteaba a verme y me sujetaba de mi cabeza y se movía de forma cadenciosa, estuve así por varios minutos hasta que poniendo sus manos en mis mejillas me retiro delicadamente diciéndome, basta nena me vas a hacer venir.
Me levante y tomándole de la mano le pedí que se acostara boca arriba, enseguida me monte en el poniendo cada pierna a cada lado de el, tomando su pene con mis manos lo dirigí a la entrada de mi vagina y sentí como se abría paso en mi interior hasta que logre sentarme completamente, apoyándome de su pecho comencé a mover mis caderas en círculos, subía y bajaba, comencé a sentir tan rico que siguiendo con el movimiento en mi cadera subí mis manos tomando mi cabello y haciendo mi cabeza para atrás sin poderlo evitar salían gemidos de mi garganta, el me tomo de mis caderas y fue marcando el ritmo cada vez mas y mas rápido, después de unos minutos, sentí como mi vagina empezaba a tener unos espasmos y la sensación extraordinaria de un orgasmo invadió todo mi cuerpo, él por su parte siguió moviéndose sujetando mis caderas, se detuvo y me pidió me recostara de lado, el se recostó de la misma forma en mi espalda, subió mi pierna derecha al aire y teniéndola así al vilo, dirigió su pene a mi vagina, penetrándome nuevamente, comenzó a hacerme el amor en esta posición, me bombeaba mientras besaba mi hombro, después de varios minutos, se salió de mi y me pidió me pusiera a gatas, sabiendo la posición en que quería que me pusiera, me puse en cuatro sobre la cama, hice mi cabello hacia un solo lado para poder voltear a verlo, separé mis piernas para darle espacio y traté de poner mi trasero lo mas paradito posible, colocándose de rodillas atrás de mi, se acerco, me daba pequeños golpecitos con su pene en mis nalgas, lo frotaba entre mis nalgas y entre mis labios vaginales, colocó una de sus manos en mi cadera y con la otra mano dirigió su pene a la entrada de mi vagina y de una sola estocada me penetró nuevamente, al principio el bombeo que me propinaba era pausado, pero poco a poco fue aumentando la intensidad, llego el momento en que con ambas manos me sujeto de mi cabello haciendo que hiciera mi cabeza hacia atrás, en ese momento me di cuenta que me tenía gritando de placer, sujetándose esta vez de mis hombros empezó a bombear muy rápido y de momento sentí dentro de mi un chorro de semen caliente inundando mi vagina, cuando esto sucedió escuche que se quejaba lo que me hizo voltear a verlo y estaba sumamente rojo y cerraba los ojos dirigiendo su rostro hacia el techo de la habitación.
Verlo así de excitado al igual que yo, fue una imagen que se me quedó muy grabada en mi mente, nos recostamos, el boca arriba yo coloque mi cabeza en su pecho acariciándolo y dando tiempo a que se recuperara, dejé pasar varios minutos y con mi mano derecha comencé a masturbarle suavemente su pene aun flácido, después de varios minutos mi trabajo comenzaba a dar resultados, fui besando su pecho, su abdomen y fui bajando hasta llegar a su pene, comencé a juguetear con mi lengua y besaba alternadamente, acariciando con mis manos sus testículos, las caricias comenzaron a dar resultado, estaba logrando sacarle una nueva erección, estuve disfrutando de acariciarle y besarle así por varios minutos, fui subiendo nuevamente besando y acariciando por su abdomen, su pecho, su cuello, hasta llegar a fundirme en un intenso beso, abrazándome giro conmigo dándome vuelta y colocándose ahora él encima de mi, besaba mis mejillas, mi cuello, sentía sus manos recorrer mi cuerpo, el cual hacía vibrar con cada toque de sus dedos, se incorporó poniéndose de rodillas y colocó una de las almohadas bajo mi cadera, subiendo mis piernas y sujetando ambos tobillos con una mano, dirigió su pene al interior de mi vagina, penetrándome nuevamente, teniendo así mis piernas juntas, las colocó ambas en su hombro izquierdo y comenzó a bombearme por varios minutos, después colocó mis piernas ahora en su hombro derecho y nuevamente siguió bombeándome por varios minutos, yo no podía mas con tanto placer y mis gemidos se hacían cada vez mas intensos, luego tomó cada uno de mis tobillos con cada mano y abriéndome en compas mis piernas, me propinaba nuevamente un delicioso bombeo, después de varios minutos soltó mis tobillos y dejo caer su cuerpo sin dejar de penetrarme cadenciosamente, seguía con el vaivén de sus caderas pero esta vez se apoyaba de sus manos en la cama, verlo así encima de mi penetrándome sin parar, me excito mucho, lo abracé con mis piernas, coloqué mis manos en sus nalgas y sentía el movimiento cadencioso que hacían sus caderas, dejándose de apoyar con sus manos dejó caer su pecho en el mío, sus manos tomaron mis senos, pellizcaba mis pezones, mientras me daba pequeñas mordidas en mi cuello, en ese momento sentí que se aproximaba un nuevo orgasmo y comencé a gemir intensamente, mis manos pasaron del vaivén de sus nalgas a su espalda y brazos, los cuales sentía fuertes y musculosos, mi cuerpo desesperado se ahogo en un suspiro y entregándome completamente a él, sentí como con las contracciones de mi vientre apretaba palpitantemente el pene de este hombre que me estaba haciendo llegar a la luna, en un impulso le susurre al oído, que rico lo haces papacito, no se si esto que le dije provocaría algo en él o fue simple coincidencia pero aceleró el bombeo que me estaba dando, lo hacía tan fuerte que sentí me sumiría por completo en el colchón de la cama, de pronto se puso rígido y varios chorros de liquido caliente sentí que inundaban mi interior, clave mis uñas en su espalda cuando sentí que estaba descargando todo su semen en mi, nuestro cuerpos estaban bañados en sudor y cada toque de su cuerpo en el mío lo sentía una delicia, nos dimos pequeños besos, se salió de mi y se recostó al lado mío, nos quedamos profundamente dormidos.
Al día siguiente desperté y vi que no había sido ningún sueño, ahí estaba completamente desnuda, entre las sabanas con un hombre completamente desconocido para mi hasta la noche anterior, me quede recostada viendo la habitación y a él dormido al lado mío, toda la habitación olía a sexo, estuve recordando todo lo que había vivido horas antes, me levante tratando de no despertarlo y me metí a duchar.
Estaba enjuagándome la espuma del jabón cuando escuche abría la puerta de la ducha y me dijo sonriendo, ¿aceptas un acompañante?, riendo también le respondí, mmm con un hombre tan atractivo como decir que no, nos duchamos juntos y al salir me dijo, déjame secarte, le di mi toalla y dejé que secara todo mi cuerpo, después le dije ahora a mi me toca, tomé la toalla y sequé todo su cuerpo, cuando sequé sus genitales, su pene estaba duro como una piedra y le pregunte dándole un beso en la boca ¿por qué estas excitado?, correspondió mi beso y me dijo, por que tu lo provocas, ¿yo? Le pregunte coquetamente, me tomó de la mano, se sentó en la tapa del inodoro y tomando su pene con la otra mano lo sacudió diciéndome, ven siéntate aquí, me acerqué viéndolo de frente, abriendo mis piernas dejé que dirigiera su pene al interior de mi vagina hasta quedar sentada en sus piernas, teniéndome completamente penetrada, nos quedamos quietos besándonos, con sus manos masajeaba mis senos y acariciaba mi cintura y mi espalda, tomándome con sus manos de mis nalgas, comenzó a hacerme subir y bajar pausadamente, poco a poco nuestras respiraciones se fueron agitando más y más, dando rienda suelta a la pasión desenfrenada que nos provocaba el roce de nuestros cuerpos, después de unos minutos me pidió que me volteara, se salió de mi, me levante y dándole la espalda nuevamente me hizo sentarme, cuando estaba completamente sentada en él, me apoye de sus rodillas, comencé a subir y bajar, me sujetaba con ambas manos de mis senos, mis gemidos surgieron nuevamente, estuve cabalgándolo por varios minutos hasta que estalló descargando su semen dentro de mi, casi de inmediato me separo de él, salimos del baño y nos dispusimos a vestirnos.
Me puse mi ropa interior y mi blusa, fui a mi bolso y saqué mis jeans, no pensaba regresar a mi depa con la minifalda puesta, pero cuando vio que me disponía a ponerme mi pantalón me detuvo y me dijo “no, mejor ponte tu falda, solo para mi, ¿si?” “anda, por favor, por favor”, me dio risa por que me lo pedía como un niño pidiendo un dulce, lo pidió tan tierno que solo le pregunte ¿por qué quieres que me la ponga?, el me respondió, me gusta mucho como se te ve, anda di que si, esta bien le dije, pero únicamente un rato mientras seguimos aquí.
Tomé mi minifalda y me la puse, agarré mi bolsita de cosméticos y comencé a maquillarme, él no perdía detalle alguno, ya estaba arreglado y me veía recostado en la cama, estaba por ponerme la mascara de pestañas, por lo que me incliné un poco para acercarme al espejo, vi por el mismo espejo que se levantaba y se dirigía hacia mi, me tomo de la cadera y pegó su cuerpo al mío, sentí su paquete muy duro entre mis nalgas y acercándose me susurró al oído “tengo tantas ganas de cogerte por atrás”, de inmediato me di la vuelta para verlo de frente y le dije que NO.
Pensé en ese momento que solo se lo había permitido a dos novios, ya hacía mucho tiempo y no me había resultado muy grato, no me disgustaba, pero tampoco era algo que yo deseara, por otra parte también pensé, este hombre me ha hecho pasar una noche increíble, creo que se lo ha ganado.
Interrumpió mis pensamientos diciéndome, déjame probarte por ahí, en verdad me gustas muchísimo y deseo hacerte mía de esa forma.
Le respondí esta bien, pero con una sola condición, que lo hagas despacio ¿de acuerdo?, el levanto la palma de su mano derecha y me dijo lo prometo, acto seguido me volví nuevamente de cara al espejo, me incliné un poco sobre el tocador, él levanto brevemente mi falda y sin decir más bajo mi tanga, me la quito y arrojó al piso, comenzó a besar mis nalgas, las mordía y acariciaba con sus manos, metía sus dedos en mi esfínter, supongo para dilatarlo y prepararlo para hacer lo que quería, después de juguetear un rato como lo estaba haciendo, con sus manos separo mis nalgas y escupió directo en mi esfínter, supe que era el momento, separé mis piernas, me apoyé con las palmas de mis manos en el tocador y me incliné un poco más tratando de parar mi trasero lo mas que pude para facilitarle las cosas, en ese momento por el espejo vi que se bajaba la cremallera de su pantalón y sacó su pene, el cual ya tenía tremenda erección, con una mano me sujetó de mi abdomen y con la otra apoyaba la punta en la entrada de mi esfínter, empujó y sentí como su pene se abría camino con dificultad, sentí un pequeño dolor y le dije espera, despacio.
Separé mas mis piernas y me incline hacia delante un poco mas, comenzó a empujarse mas y mas, sentía un breve dolor, estaba sintiendo que me partía en dos, en varias ocasiones le decía que más despacio que me estaba lastimando, el seguía metiéndose, hasta que llego el momento en que tome su muñeca de la mano con la que me estaba sujetando de mi abdomen y le dije, ya detente, para ya por favor, me estas lastimando.
Se acercó a mi oído y me dijo “tontita, si ya la tienes toda adentro”, en ese momento sentí como sus testículos tocaban la parte baja de mis nalgas, señas de que efectivamente ya estaba totalmente dentro de mi, se quedo quieto y me dijo, solo deja que tu cuerpo se acostumbre a tenerme dentro, por espacio de unos minutos quedándose quieto, besaba mi espalda y con sus manos acariciaba mi cabello, mis hombros, mis brazos, yo sentía como mi esfínter apretaba palpitantemente su hierro candente, después de unos minutos por el espejo vi que se incorporó y me dijo, creo que ya estás lista, subió mi falda a la cintura y sujetándose de mis caderas fue saliéndose lentamente de modo a que dejo solo la punta dentro y de pronto de golpe se metió nuevamente hasta el fondo, arrancándome un gemido que me hizo hacer mi cabeza hacia atrás, el al escuchar que estaba gimiendo, me pregunto ¿rico?, hizo lo mismo cinco veces, se salía dejando la punta, esperaba unos segundo y volvía a embestirme con fuerza hasta llegar al fondo, como oía que me quejaba, cada vez me preguntaba lo mismo ¿rico?, a la quinta vez que hizo lo mismo y yo seguía quejándome, me pregunto ¿te gusta?, dime si te gusta, yo moví mi cabeza en forma afirmativa, salió y volvió a embestirme con fuerza y me dijo, dímelo, dime cuanto te está gustando, le respondí quejándome, mucho me gusta mucho, me dio una fuerte nalgada y me dijo, esta bien entonces junta tus piernas, junte mis tobillos, traté de levantar un poco más mi trasero, lo cierto es que las zapatillas con el tacón alto me estaban ayudando mucho en ése momento para quedar a su altura, una vez que sintió que junte mis piernas, me tomó con fuerza de mis caderas diciéndome, ahora si vamos a coger rico nena y comenzó a bombearme pausadamente, extrañamente a lo que pensaba antes, comencé a sentir un delicioso placer, comencé a gemir y a morderme mi labio inferior sin poder evitarlo, nunca imaginé que pudiera sentir tanto placer siendo penetrada de esa forma, era tanta mi excitación que vino sin querer un orgasmo en mi cuerpo, los espasmos que sentía en mi vientre creo se traducían en apretarlo mas con mi esfinter, aceleró más el bombeo que me estaba propinando, yo lo veía por el espejo y estaba muy sonrojado de su rostro, ya había pasado mi orgasmo, pero el seguía bombeándome con fuerza, decidí dejar que siguiera haciéndomelo así hasta que se desahogara y siguió penetrándome, calculo por un par de minutos más, hasta que se puso tenso, cerro sus ojos y se sumió hasta el fondo quedándose quieto, fue cuando sentí un torrente de liquido caliente en mis entrañas, supe que se estaba viniendo, en ese momento se acercó a mi oído y me susurro, mamacita que rica estas.
Se salió de mi y levanto mi tanga del suelo y limpió su pene con ella, yo bajé mi falda y le reclamé, oye la vas a mojar y no traigo otra, él solo se sonrió y me la dio, cuando levante cada una de mis piernas para ponerme mi tanga, sentí un hilito de liquido saliendo de mi esfínter, el cual se escurrió hasta la parte interna de mi muslo, toque con mis dedos y me di cuenta que era semen que estaba expulsando de mi esfinter, me puse mi tanga y mis jeans.
Seguí arreglándome y en eso me dijo ¿te puedo hacer una pregunta y me contestas con la verdad?, ahora yo levante la palma de mi mano derecha como el lo había hecho y le dije, lo prometo.
Me preguntó, ¿no eres prostituta verdad?, No, no lo soy, le respondí al tiempo que también le pregunté, ahora tu dime ¿cómo lo supiste?, muy sencillo, me dijo, para empezar tu forma de desenvolverte, tu forma de hablar, tu propia persona, no encaja, la ropa, tu perfume, accesorios que vistes y usas, no son cualquier baratija, aparte el lugar donde te vi, no es un lugar donde se vean esa clase de chicas, aparte ninguna chica se queda con su cliente toda la noche como tu te haz quedado conmigo, ni permite tener relaciones sin usar condón, en fin no haré preguntas, tu tendrás tus razones, pero si me atreví a preguntártelo es por que no quiero ofenderte, tu y yo hicimos un trato de pago y yo no tengo ningún problema con eso, solo que me siento incomodo y como te repito, no quiero ofenderte y no se que hacer.
Sonriendo le dije, no hay problema con el dinero, la intensión era pasarla bien y así fue, ¿no?, el me respondió, siendo así espero no haberte desilusionado, yo por mi parte le dije, para nada superaste todas mis expectativas, espero también lo hayas disfrutado como yo, con su cara pícara me respondió, no te imaginas cuanto ¡¡
Tomamos nuestras cosas y salimos de la habitación, ya eran alrededor de las 10 de la mañana y me invitaba a desayunar, pero no acepté, le pedí me dejara en el mismo lugar donde me había recogido, antes de retirarse me dio su tarjeta de presentación y me dijo, cuando quieras verme solo búscame, nos despedimos con un beso, espere arrancara su auto y me dirigí caminando al mío, me subí y me fui a mi depa, posteriormente visité a mi ginecólogo y me dio la sorpresa que tanto anhelaba, señora está usted embarazada, brinque de alegría, actualmente mi bebé tiene un año y le puse el nombre de su padre, Gerardo.
No se que pase en el futuro, de lo que estoy plenamente consciente es que no quiero destruir ninguna familia, la cual seguramente tiene, tal vez algún día solo por curiosidad investigaré y tal vez me anime a buscarlo y confesarle por que hice lo que hice.
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