Me pervirtieron desde niño (parte 4)
Sigo contando las experiencias que me volvieron adicto al sexo.
Como les conté en la parte anterior, a los 13 años me hice novio de una chica llamada Stefany de 12 años. Era una chica muy hermosa, blanca con el cabello negro largo y ondulado, un poco gordita y con el culo gigante. Tenía un hermano llamado Jesús de 14 años, una hermana de 18 y vivían los tres con su madre a la cual nunca le agradé.
Precisamente como no le agradaba, Stefany y yo nos veíamos fuera del colegio y de la casa, nos sentabamos en una plaza o simplemente caminábamos por ahí, y siempre nos estábamos besando muy apasionadamente. Muchas veces la gente de la calle nos decían cosas ya que durábamos mucho rato besándonos, pero no nos importaba ya que no podíamos hacerlo en otro lugar.
Siempre fuimos así de apasionados, y luego de un par de meses de relación, decidí ir a su casa para hablar con su madre y decirle que, aunque yo no le agradara mucho, era mejor ver a Stefany en su casa y no en la calle después de clases ya que podía ser peligroso, cosa que entendió y pues aceptó a que la visitara dos veces a la semana.
Normalmente iba los martes y los viernes en la tarde, pero una vez no pude ir el viernes asi que fui el sábado, y ese sábado su mamá y su hermana mayor tenían que ir a la iglesia, así que dejaron a Jesús «supervisandonos». Jesús y Stefany siempre habían tenido una buena relación de hermanos así que nos pareció perfecto.
Estábamos en el cuarto donde dormían ellos dos, Jesús estaba en la computadora y Stefany y yo estábamos en la cama sólo hablando. Luego nos empezamos a besar y la situación fue escalando en intensidad, hasta que tomé su mano y la puse sobre mi verga. Stefany sonrió y siguió besándome mientras masajeaba mi verga sobre el pantalón. Luego de unos minutos empezó a desabotonar mi pantalón y luego sacó mi verga y empezó a masturbarme más cómodamente, y todo esto sin dejar de besarme.
Yo estaba preocupado por la reacción de su hermano, pero al ser Stefany la que lo había hecho supuse que sabía hasta qué punto podía llegar frente a él. Mientras ella me seguía masturbando, Jesús finalmente se percató de lo que sucedía y exclamó: «¡Hey! ¡No coman frente a los que tienen hambre!».
– «Tranquilo, Jesús, sólo es una pajita» – dijo Stefany entre risas.
– «Y si Dios quiere, una mamadita también» – dije yo, también entre risas.
– «¿Y yo qué? ¿Los veo?» – preguntó Jesús.
Acto seguido y entre risas, Stefany se acercó a Jesús y le dió un beso en los labios, cosa que me dejó asombrado ya que no sabía que tenían ese tipo de relación.
– «¿Mejor?» – le preguntó Stefany luego de besar a su hermano apasionadamente durante varios minutos.
– «Sí, un poco mejor» – dijo Jesús.
Stefany volteó hacía mí y se dirigió a mi verga para empezar a mamarmela muy rico enfrente de su hermano que sólo nos veía. Yo la tomaba por el pelo y la empujaba hacia mi verga y ella se dejaba hacer. No le cabía completa en la boca pero ella trataba de que sí. De vez en cuando yo volteaba mi mirada hacia Jesús y veía que se estaba tocando por encima del pantalón viendo a su hermanita con una verga en su boca. Luego de varios minutos empecé a eyacular en su boquita y ella felizmente recibió toda mi descarga y se la tragó completita, y luego de tragar todo me besó muy apasionadamente. Nos abrazamos y nos quedamos acostados, volteamos a ver a Jesús y empezamos a reír por la locura que habíamos hecho. Jesús también reía y dijo: «Bueno voy al baño» y al levantarse de la silla frente a la computadora vimos su evidente erección bajo el pantalón, lo que nos provocó aún más risa.
Luego de ese día, hablando con Stefany, me contó que sí suele besar a su hermano pero no en contexto sexual, sino cuando se saludan, se despiden, si alguno logra algo en otro lo felicita y le da un abrazo y un beso, y ese tipo de cosas. La verdad sí hay muchas familias que tienen esa costumbre: padres que besan a sus hijos en la boca o hermanos que se besan entre sí, pero nunca es en contexto sexual. Claro que en esa conversación, Stefany también me confesó que esa había sido la primera vez que besó a su hermano en contexto sexual, que nunca lo había besado apasionadamente ni con lengua, pero que le había gustado, y era obvio que a él también. Toda esta conversación me tenía bien caliente, así que le dije: «¿Por qué no lo haces de nuevo?».
– «¿Tú crees? La verdad sí me gustó pero es mi hermano» – me respondió.
– «Sí pero ¿qué importa? Nadie lo va a saber» – le dije, y ella accedió. Siempre me ha encantado el porno de incesto, y esto sería como ver una porno enfrente de mí.
Sabía que los sábados estaríamos sólo nosotros tres, así que fui el sábado siguiente y efectivamente, su mamá y su hermana mayor habían salido. La cosa empezó igual que la vez pasada, Stefany me estaba masturbando mientras me besaba y su hermano nos veía. De repente Stefany se detuvo y se acercó a su hermano para darle un rico beso con lengua que su hermano correspondió, y así estuvieron varios minutos mientras yo los veía y me masturbaba. Cuando se separaron y Stefany volvió hacia mí, yo empecé a quitarle su camisa, dejando sus tetas al aire ya que en su casa ella no solía usar sostén. Luego yo me quité la camisa y empecé a besarla mientras mis manos jugaban con sus tetas y pellizcaba sus pezones, y ella tomó mi verga y me masturbaba. Luego me separé y me acosté en la cama, ella lo entendió y se dirigió a mi verga para empezar a mamarla, todo esto ante la mirada de su hermano, que ya se sobaba la verga por encima de su pantalón. Decidí quitarme el pantalón en su totalidad y quedarme completamente desnudo, luego detuve a Stefany de la mamada que me estaba haciendo y mientras la besaba también le fui quitando su pantalón, quedando completamente desnuda frente a mí y su querido hermano. La acomodé en la cama y le abrí las piernas, metí mi cara entre sus piernas y empecé a hacerle un rico sexo oral. Pude ver de reojo cómo Jesús sacaba su verga y se masturbaba frente a nosotros, era obvio que quería cogerse a su hermanita, pero aún no sabía si Stefany era capaz de llegar más allá de sólo unos besos con su querido hermano, así que decidí averiguarlo. Luego de hacer acabar a Stefany con mi boca, me puse de rodillas en la cama y con una mano tomé a Stefany por detrás de su cabeza, mientras que mi otra mano se la extendí a Jesús para que se acercara, y cuando tuve a los dos a mi disposición los fui acercando hasta que se besaron nuevamente. Mientras se besaban sus lenguas jugaban entre sí, ví que Stefany mordía el labio inferior de su hermano y vice versa, de verdad se deseaban, así que tomé la mano de Stefany y la puse en la verga de Jesús. Ella automáticamente empezó a masturbarlo, y en ese momento Jesús detuvo el beso y bajó su mirada para ver la mano de su hermanita masturbando su verga, lo que lo hacía jadear de placer, para luego volver a subir su mirada y encontrarse con la de su hermana, que no pudo evitar besarlo nuevamente.
Yo miraba esto muerto de placer: mi novia estaba besando y masturbando a su hermano justo enfrente de mí y me sentía en el cielo.
Nuevamente los tomé a ambos por la parte de atrás de sus cabezas y los separé. Ambos jadeaban. Decidí ir más allá, así que lentamente fui guiando la cabeza de Stefany a la verga de su hermano, y ella ya totalmente excitada la empezó a mamar con locura. Jesús empezó a gemir, disfrutaba sentir en su verga el calor de la boca de su hermanita. Fue tanto la excitación que no pudo contenerse mucho tiempo, y empezó a eyacular en su boca. Stefany recibió y tragó hasta la última gota, y cuando ya su querido hermano dejó de eyacular, ella sacó la verga de su boca, se acostó en la cama boca arriba, y se acomodó de modo que abrió sus piernas justo frente a mí. Yo saqué un condón que tenía en mi pantalón que estaba en el piso, me lo puse y empecé a penetrarla, lo cual fue fácil ya que estaba totalmente mojada. No le provocó dolor a pesar de ser su primera vez, luego me enteraría que era porque ella solía masturbarse metiéndose uno, dos y hasta tres dedos.
Me cogí a Stefany por primera vez enfrente de su hermano, que luego de acabar sólo se dedicó a mirar cómo su hermanita disfrutaba y gemía. No duramos mucho tiempo ya que ambos teníamos toda la excitación acumulada, y en cuestión de pocos minutos ambos estábamos gimiendo del orgasmo tan intenso que tuvimos al mismo tiempo. Stefany y yo nos besamos y luego yo, completamente desnudo, salí del cuarto y me dirigí al baño para botar el condón. Cuando regresé, los hermanos estaban acurrucados besándose muy tiernamente, parecían dos enamorados. Me acosté a su lado y Stefany volteó y me empezó a besar suavemente. Yo sabía que luego de ese día, Stefany y su hermano iban a coger siempre que pudieran, y no me equivoqué.
Al sábado siguiente, volví a ir a su casa y me abrió la puerta ella totalmente desnuda, sudada y despeinada. Cuando pasé, Jesús estaba sentado desnudo y sudado en el mueble de la sala con un condón puesto. Stefany me saludó con un beso en los labios y luego fue hacia su hermano y se montó encima de él, metió la verga de su hermano en su vagina y empezó a saltar mientras gemía. Yo miraba la escena sin hacer nada al respecto, sólo la disfrutaba. Me dirigí a la cocina, me tomé un vaso de agua y volví a la sala donde me empecé a desnudar. Cuando me estaba quitando el bóxer, Jesús empezó a gemir, señal de que estaba acabando. Stefany lo besó intensamente y luego se levantó, se dirigió hacia mí y me dijo: «Ahora te toca a ti mi amor, te extrañé mucho». Acto seguido se arrodilló y empezó a mamarme la verga.
Todo esto pasó cuando teníamos unos 5-6 meses de relación. Era nuestro secreto entre los tres. A los 11 meses de relación, Stefany y yo terminamos por motivos externos, a pesar de que nos seguíamos queriendo. Luego de varios meses yo conseguí otra novia, pero a veces me encontraba con Stefany y nos besábamos a escondidas. Incluso luego de algunos años, yo ya había terminado la secundaria y ella estaba en su último año, y a veces cuando estaba solo en casa ella se escapaba del colegio para ir a verme y cogíamos como locos. Ella me contaba que a veces seguía cogiendo con su hermano pero no tan seguido como cuando estábamos juntos, sino que lo hacían tal vez 1 o 2 veces al mes, cuando ambos tenían tiempo sin tener sexo con nadie más, sólo para quitarse las ganas.
Tristemente su hermano tuvo un accidente y falleció. Yo sigo en contacto con Stefany aunque ya no nos vemos como antes, actualmente sólo somos amigos.
En este relato me adelanté unos años al final para darles el contexto general de cómo terminó esta historia, pero aún tengo algunas experiencias que me pasaron luego de los 14 años.
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