Me quede con el culito de Sofía y el virgo de Julieta.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cada vez que nos quedábamos solos, era el momento de sexo con Sofía.
Esta piba de11 años, se había convertido en una excelente chupa pijas, se tragaba la mitad de mis 21x7cms sin muchos preámbulos.
Les digo, cada vez que me tenía cerca, encaraba mi badajo con una desesperación tremenda.
Le gustaba estar empernada.
Y yo no la decepcionaba.
Pero yo tenía otra meta entre ojo y ojo.
Me estaba desesperando por metérsela en ese hermoso orto juvenil.
Las pajas que me hacía en su honor eran incontables.
Y el día llegó.
Se alinearon los planetas.
Mis padres son invitados a visitar unos parientes que viven en otro estado, son como 10 horas de viaje en auto.
Como ellos viven en zona rural, no hay mucho para que un pendejo como yo se divierta.
Aparte las pocas veces que fuí, terminé trabajando a lo perro.
En el campo siempre hay trabajo que hacer.
y la mano de obra no abunda.
En fin, tras un montón de recomendaciones de parte de mi Padre y otras tantas respecto a la casa de mi Madre, partieron en su camioneta.
Yo ya me sentía en plena libertad.
Podía comer cualquier cosa, tomar lo que sea y hacer mil macanas en casa, total tenía una semana para mí solo.
Y lo mejor, Karina había arreglado con mi madre para que me cocinara, y siguiera viniendo a mantener la casa en orden cuando ellos no estuvieran.
La verdad es que yo quería cogerme también a Karinas, está rebuena.
Me imagino esos labios atrapando mi pene, succionando desesperada hasta conseguir de mi el néctar sagrado.
Además, estaba Sofía y su culito.
También por qué no Julieta.
Sería un combo perfecto.
Pero todo a su tiempo.
Karina confiaba mucho en mí para el cuidado de sus hijas.
Obviamente no sospechaba nada, y ninguna de las dos pendejas había hecho comentario alguno.
Ese sábado, llegó Karina a casa temprano.
Cuando me desperté, ya esta como todas las mañanas terriblemente empalmado, mi tolette a pleno.
Y me olvidé que Karina esta en casa limpiando, salí desnudo hacia el baño y hoooo surprise!!! Karina con su culo en pompa, dentro de una calza re ajustada apuntando hacia mi pija, agachada limpiando unos adornos.
Creo que mi verga creció por ese solo hecho como tres centímetros más.
Y muy orondo de l tamaño de mi rabo, haciéndome el sorprendido, le digo; hola Kari, y me quedé parado en medio del pasillo, con la pija erecta apuntándole al culo de nuesatra empleada, orgulloso de mi badajo.
Karina, sin enderezarce y sin darse vuelta me saluda, con un cantarín hola, ya te levantaste, no quise hacer ruido.
Gira la cabeza para saludarme con una sonrisa y se encuentra con mi verga a 10 cms de su cara.
Abrió los ojos como el dos de oro.
Y con una verguenza terrible me suelta casi gritando, que hacés desnudo frente a mí!!!!! Y yo recién ahí me di cuenta que podía estar en problemas, ya que si le contaba a mi madre, se pondría complicada la cosa.
Sólo atiné a contestar, perdón, no sabía que estabas acá e iba para el baño.
Y estaba más colorado que un tomate.
Karina me miró a los ojos, y luego no pudo resistir al encanto de una buena tranca, y lamiendose los labios, lo que traiciono su condición de mala, me dice, dale andá rápido, no vaya a ser que te resfríes andando en bolas por ahí.
Pero no sacaba los ojos de mi tolette.
En ese momento sentí que tenía la batalla ganada, y que en algún momento tendría el premio del triunfador.
Y sonriendo, mostrando todo el esplendor de mi pija pasé a su lado, con mi pedazo bamboleante, hinchado, cabezón.
Preparó el almuerzo, recuerdo unas milanezas con papas fritas, mi plato preferido.
No se si estaba equivocado, pero ya Karina me miraba con ojitos chispeantes, como si interiormente tuviera cosas en mente para nosotros.
Vinieron a comer con nosotros Sofía y Julieta.
Sofía traía un vestidito playero con breteles, sin corpiño como era su costumbre, no se si me parecía solo a mí pero esas tetitas desde que cojíamos seguido, habían crecido y bastante.
Sus pezones apuntaban con mucho orgullo hacia el cielo, tensaban la tela del vestidito.
A mi se me antojaron enseguida.
Ya en la mesa tenía el nabo totalmente enervado.
Es más, me dolía de tan parado que lo tenía, y mi short de futbol no ayudaba a encubrir nada.
Encima Julieta que estaba sentada al lado mío, con su piernita permanentemente me estaba tocando, en un momento haciéndose la distraída, bajó su mano y por debajo de la mesa me agarra la verga.
No alcanzaba a abarcar el grosor de mi tronco, pero le ponía un empeño bárbaro, y disimulando, me empezó a pajear sin tener mucha idea, pero aplicada la nena.
Yo me retorcía en la silla.
Gracias a Dios, Karina miraba el noticiero mientras comíamos.
Sofía se dió cuenta de la situación y comenzó a hacerle señas a Julieta para que parara con los jueguitos.
La pendejita estaba obsesionada con mi pija.
Pero al fin la soltó y siguió comiendo.
Sofía me miraba hechando fuego por esos hermosos ojazos negros.
Estaba celosa de su hermana.
Ella quería la exclusividad, y yo quería darle verga a todo lo que se pusiera a tiro.
Incluìda Karina.
Transcurrido el almuerzo, Karina me avisa que se iba al shopping a realizar unas compras, pero como no sabìa cuanto iba a demorar, quería que Sofìa y Julieta se quedaran conmigo.
Que aprovecharamos para estar en la pileta, la verdad es que hacía mucho calor.
Las pendejas sonrieron y no pusieron ningún reparo a eso.
Así es que cuando su madre se fué, nos fuimos a la piscina.
Ahí me di cuenta que las pibas no traían traje de baño y de solo pensar en eso se me volvió a empalmar mi badajo.
Julieta la más osada y calentona, sin duda, se sacó toda la ropa.
Quedó en pelotas al sol, y me regaló la vista completa de ese hermoso cuerpo, su culito relleno y repingón, su conchita carnosa, gordita.
Obviamente sus pesoncitos pequeños, ya apuntaban a ser gloriosos.
Y se tiró al agua, parecía una sirenita con el pelo largo llegándole hasta sus firmes glúteos.
Toda una delicia.
Yo ni lerdo ni perezoso, también me saqué el short y quedando en bolas, con la pija a medio parar me metí a la pileta, comenzando a nadar a la parte profunda.
En esa zona, tiene dos metros de hondo, con lo que era imposible Julieta pudiera estar quieta sin undirse en el agua.
Se aproximó nadando a mi, y se sumergió.
Cuando quiero reaccionar, me había agarrado la pija debajo del agua y me estaba pajeando.
Esta pibita era tremenda.
Y mi pija también se puso tremenda.
Cuando saliò a tomar aire, se sonreía, y arrimándose me hecha los brazos al cuello y con sus piernitas me abraza la cintura.
Obviamente que mi pija quedó entre medio de los dos, ella al sentirla, simplemente se comenzó a masturbar frotandose la cabezota entre medio de sus labios vaginales.
Sofía al ver esto, fue acometida por los celos y desnudándose también, se tiró al agua.
Rápidamente nadó ahacia nosotros dos y sin más, metió su mano entre la concha de su hermana y mi pija apartándola, enojada.
Cómo le hacés esto a mi hermana, no ves que es chiquita todavía.
Julieta mirándola le dice, yo también quiero jugar con la pija como hacés vos.
Se soltó y nadó hasta el borde de la piscina donde se quedó quietita, casi llorando.
Sofía aprovechando que yo tenía la verga erecta, me agarró y me llevó a lo más playo, y agachándose, me comenzó a chupar la pija.
Julieta miraba y aprendía.
Con la calentura que yo tenía, no duré mucho con la verga en la boca de Sofía, y le llené la misma de leche, la que ella se tragó sin chistar.
Luego limpió muy bien mi tolette con su lengua.
Salimos del agua y nos tiramos al sol desnudos.
Yo con la pija a medio erectar, Julieta con una calentura tremenda y Sofía como ama y señora de mi verga.
Media hora después, ya el sol pegaba muy fuerte y nos fuimos adentro de la casa.
Prendimos el aire acondicionado del living, y dijimos de ver una película.
Yo con mis hormonas a mil, ya tenía en mente obtener el virgo de Julieta.
Claro si Sofía me dejaba.
Haciéndome el boludo, me voy a la planta alta, y derecho al cajón de la mesita de luz de mi padre, yo sabía que tenía un tubo de lubricante y pensaba usarlo.
Todo.
Bajé con el escondido en mi mano y lo puse entre los almohadones del sillón donde nos sentariamos.
Voy a la cocina a buscar gaseosa paralo tres y cuando estoy volviendo al living escucho una mini discusión entre Sofía y Julieta.
Me quedé escuchando detrás de la puerta y el tema es que Julieta a toda costa quería que la cojiera igual que a Sofía.
Amenazaba con decirle a su Mamá si no la dejaba.
Todo pintaba bién.
Sofía tenía miedo que el tamaño de mi verga la lastimara.
En definitiva hubo un acuerdo entre las dos hermanas.
Pasado ese momento entré al living y me sené entre medio de las dos calentorras.
Y conla verga ya medio enerada.
Julieta no le sacaba los ojos de encima.
Pusimos la película y claro yo había elejido una porno donde un pibe se cojía a sus hermanas.
Les daba por la boca, la concha, por el culo, y ellas felices.
A los cinco minutos, ya Julieta se había adueñado de mi badajo, y lo estaba zamarreando con la intención de pajearme.
Esta pibita aceleraba mi morbo, la líbido a mil tenía yo.
Y ya perdido los límites la acoste en el diván y habriendo sus piernitas, encaré su vaginita lampiña con mi lengua, ella solo cerró sus ojitos, a los dos minutos estaba colorada, y su vagina rezumaba jugos al por mayor, se retorcía como una angulia pero no dejaba de pujar con su conchita contra mi lengua.
Le metí dos dedos en cu conchita, y con sus propios jugos le embadurné el agujero del culo.
Chiquito, rosadito, pero receptivo, ya que apenas lo toqué con el dedo, se abrió sin restricciones.
Julieta estaba a punto.
Sofía ya caliente con los juegos previos a su hermana, reclamó su parte, y yo sentándome, le permití el acceso a mi pija con su boca nuevamente.
Lo chupaba con desesperación, nunca se lo había metido tan adentro, la cabeza pegaba contra su garganta, Julieta seguía con dos dedos en la concha y uno en el culo, de repente largando un gran suspiro y un gemido, se vino en un tremendo orgasmo, sus jugos chorreaban por sus piernas, mojaban el tapizado del diván, y luego otro más, y otro más.
Había perdido la cordura y eldominio de sí.
El sexo había ganado su cerebro.
Yo aprovechando ese momento, saqué a Sofía de encima mío, coloqué a su hermana colgando las piernitas del borde del diván, y habriendola al máximo puse sus piernas sobre mis hombros, su vagina era un volcán expulsando jugos, le apoyé la cabezota hinchada, y comencé a entrar en esa conchita de siete años.
Entraron unos poquitos centímetros y Julieta solo seguía con los ojitos cerrados, suspiraba y suspiraba.
La verdad es que a pesar de la abundancia delubricación, tenía la concha muy estrecha.
Yo sentía el calor, las pulsaciones de su vagina, pero tambien notaba que mi verga era muy grande para ese agujerito.
Tenía que tener paciencia.
Y tuvo sus frutos, enseguida comenzó a dilatar, y yolentamente entré hasta su hime, y no me detuve, simplemente me dejé ir dentro de ella, la presión sobre su cuerito fue intensa, y de repente se rompió permitiendo que mi badajo tomara posesión de ese canal en toda su longitud, entraron unos 10 centímetros y se atoró, claro había llegado a sus ovarios, le estaba remachando el útero hacia arriba.
Ella gritó, y medio se desmayó.
Quedó laxa y quietita.
Ya estaba hecho, ya su virginidad me pertenecía, ahora debía hacerla gozar para que supiera que yo sería siempre su macho.
Y lentamente comencé con el ida y vuelta, sacaba y metía, y Julieta reaccionó sintiéndose empalada, me miró y me dijo, que grande que es tu verga, me duele pero me gusta, seguí.
Yo no me hice rogar y seguí serruchando lentamente, cada vez más profundo, y la pendejita volvió a acabar, tuvo tres orgasmos seguidos y eso me llevó al éxtasis total.
Y sin dudarlo le disparé como cinco chorros de leche caliente en esa conchita que a partir de ahora sería mía cuando yo quisiera.
Pero Sofía estaba molesta ya que no le había prestado más atención mientras me cojía a su hermanita.
Cuando saqué mi rabo de adentro de Julieta, salieron chorros de leche, jugos y algo de sangre del virgo de la nena.
Sofía fue a buscar una toalla mojada y limpió a su hermana.
Luego tomo mi verga y también le hizo cosmética, pero sus movimientos eran totalmente sensuales, y se llevó la cabezota a su boca.
Mi pija estaba un poco remolona, lo que le llevó un buen rato hacerla parar de nuevo.
Julieta se durmió en el sillón.
Y Sofía quería guerra, cuando mi rabo estubo bien duro, ella se acomodó a caballito mío, de espalda a mí y se introdujo mi pene guiándolo a su canal.
Ya estaba totalmente lubricada, Le entró como anillo al dedo, esa concha ya sabía lo que era recibir mi badajo, se movía de arriba a abajo con una ganas tremendas, yo la tenía tomada de la cintura y me esforzaba por entrarle a fondo, ella gemía, en eso recuerdo el tubo de lubricante y no se me ocurrió mejor idea que hacerle el culo.
Tomé el lubricante y poniéndole unmontón en su agujerito, le metí el dedo pulgar.
Ella se paralizó por un momento, y decidió aceptarlo relajada.
Viendo eso, unté dos dedos y mientras seguía penetrándola a fondo, chocando mi cabezota contra su interior, sentía como su vagina pulsaba y contraía su canal, mi pija parecía estar en un guante apretado, era unplacer indescriptible.
Seguí con los dedos en su culo y luego ya metí el tercero, ella no decía nada.
Tomandola de las caderas, la levanté y apuntando mi pija a su agujerito ya abierto le apoyé la cabezota.
Quiso en un principio salirse, pero tomándola firmemente de su cintura la empecé a penetrar, la cabeza costó, ella gemía, pero no se salía, en un momento con sus manos habrió los cachetes del culo como dándole más espacio a mi pija que estaba terriblemente parada, sobresalían las venas de su lomo, de repente traspuse su esfinter y mi verga se hundió una tercera parte en ese estrecho canal.
Se la saqué, le puse más lubricante y la emperné de vuelta, esta vez entró hasta la mitad, Sofía solo gemía y decía me duele, me duele mucho, pero me gusta mucho también.
Se la saqué nuevamente y el agujero del culo parecía un gran tunerl rosado, unte un gran chorro de lubricante directamente dentro del agujero y amarrándola bien de la cintura y sin miramientos, se la metí toda hasta las pelotas.
Pegó un grito y conlas manos hacia atrás se la quería sacar, yo la tenía firmemente empernada.
Pasado unos segundos, se tranquilizó.
Tenía un culo muy apretado, parecía que me apretaban la verga con las manos.
Lentamente empecé a moverme, da a un centímetro por vez, iba y venía, despues el recorrido ya fue más largo, ella quietita, suspiraba, se abría los cachetes del culo cada vez que yo empujaba, se quería meter más pija adentro.
De repente comienza a rotar el culo, se lo sacaba y metía en redondel, empecé a volverme loco, el placer que esta pibita me daba era algo que nunca había sentido, el culo le latía y estaba tremendamente caliente, mi pija re apretada en ese canal, sus gemidos de placer prontamente se acompañaron con palabras pidiendo más, luego ya saltaba sobre mi badajo, se lo sacaba casi todo y se lanzaba con todo buscando el final del tronco.
Estuvimos así como 10 minutos y de repente noté como me empezaba a correr, simplemente no pude controlarme y la leche salía en chorros gruesos, largos, ella al sentirlos gritó y acabó en un tremendo orgasmo, yo aproveché a tocarle la conchita, su clítoris estaba totalmente inflamado fuera de su caperuza, y cuando se lo froté volvió a acabar estruendosamente, los chorros de sus jugos hicieron un charco bajo nuestro en el piso del living.
Finalmente se para de golpe, haciendo salir mi pija de ese hermoso culo, se arrodilla y me comienza a dar una mamada de novela.
Desde mi posición se podía apreciar el tremendo agujero del culo dilatado.
Cuando mi pija nuevamente se estaba poniendo dura, Sofía sin permiso, se acomodó nuevamente a caballito mío, y tomando mi pija por el tronco la dirigió nuevamente a su culo donde me enterré con todas las ganas, me cabalgó un rato y finalmente llegamos nuevamente ambos a un glorioso orgasmo.
Cuando nos tranquilizamos, y se nos aclaró la mente, descubrimos que Julieta nos miraba sonriendo y se pasaba la lengua por la boca.
Luego sin esperar respuesta nuestra mira a su hermana y le dice, yo tambien quiero que me meta su pija en mi cola.
Pero yo ya no podía más ese día, pero le prometí que la próxima vez se la metería toda.
como se llama el relato anterior,pues no no encuentro.
Quiero dos nenes asi, manoseo total y coger hasta por el orto, chuparles la pija y coger bien puta 🤤 la suerte de algunos