Me quite las ganas con mi prima

Cuando chico, pasé un fin de semana donde unos primos y sin estar buscando, pude quitarme las ganas que le tenía a mi prima, finalmente pude probar su elixir comerme su cosita .
Casi toda mi infancia y adolescencia con mi familia visitábamos a una tía y primos varias veces en el año, son 2 primos y una prima, solíamos quedarnos en algunas ocasiones en la casa y cada quien tenía ya tenía su espacio asignado o con quien compartia cama, En una de las visitas pasé varios días con ellos y un fin de semana dormimos todos en la misma habitación en un camarote que tenían en ese momento, la primera noche sentí en la madrugada unos movimientos, unos ruidos de ropa y quejidos, era mi prima (siempre le he tenido ganas) dándose algo de Cariño en la cama de arriba para conciliar el sueño, no le puse mucha atención ya que yo estaba en la de abajo con su hermano pequeño y no podía salir sin despertarlo.

El dia siguiente estuve pensando en eso hasta la noche, podia oír todo el día en mi cabeza su respiración agitada, sus jugos cuando metía y sacaba sus dedos de su vagina, sus gemidos ahogados cuando llegó al éxtasis.

Esa mañana, casi sobre medio día nos pusimos a hablar casual y las cosas se calentaron un poco y llegamos al punto de tener contacto íntimo nos dimos una mano y estuve cerca de penetrarla, lamentablemente esa semana inició sus días y tenía un fuerte aroma me desanimó (en esa época aún no valoraba) ella se fue a bañar y el día transcurrió como si nada hubiera pasado.

Preparé todo para poder subir esa noche a su cama y continuar lo que habíamos iniciado.

En la madrugada salí de la cama, me fijé que los 2 hermanos estuvieran dormidos y subí a hacerle la visita nocturna, ella estaba dormida yo muy sutilmente me acosté con ella, le hacía mimos y comencé a darle cariño sobre la ropa, primero manosee sus suaves y firmes senos, bajé hasta su vagina, pero su tú toalla higiénica me detuvo, volví por debajo de su pijama hasta sus senos, los acaricié mientras le besaba sus ricos labios y ella comenzaba a dar leves quejidos.

Con el pasar de los minutos, yo tenía mi mano sobre su ropa interior tratando de estimular su vagina sobre la toalla higiénica cuando sentí que mandó su mano y movió la mía por debajo de su calzón, en ese momento me olvidé de todo y comenzé a masajear esa delicada y jugosa vagina, mientras ella tomo mi duro pene y comenzó a hacerme la mejor paja de mi vida hasta ese momento.

Nos masturbamos mutuamente mientras nos besábamos apasionadamente, le comi los senos como nunca, ella me masturbo con su boca por unos minutos, luego yo bajé hasta sus piernas y comí la mejor vagina de mi vida hasta que se vino, supe que no era su regla por que esa noche no tenía ese fuerte olor de la mañana, no me importaba si era orina, también me hubiera calentado lo suficiente como para seguir comiendola.

Finalmente me masturbó hasta que me vine en su mano y terminó llevándola a su boca para beber mi semen.

Luego de eso, dormimos juntos uniendo nuestros cuerpos hasta el día siguiente.