Medias …
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por cristi_64.
Imagina un par de buenos amigos hablando en una fiesta. Ella, se siente juguetona y busca sitio tranquilo, para seguir con la conversación.
La chica, de pronto se quita las medias y sin más le venda los ojos al chico.
El chico, sorprendido por la situación, le sigue la corriente… Las medias todavía huelen a ella…
– Vamos a jugar…
– Mientras tengas los ojos vendados, yo mando en ti. Puedo dirigir tu boca hacia cualquier parte de mi cuerpo y tú me lamerás hasta que yo diga. Después, te podrás quitar la venda y ponérmela a mí. Entonces, yo me someteré a ti… ¿mola?
– ¿Estás segura? Me está apeteciendo mucho…
La chica coge la cabeza del chico entre sus manos y la dirige directamente a su sexo. No lleva bragas. Está muy excitada, completamente empapada. El chico, le lame, le besa y le mordisquea con mimo esos labios tan carnosos. Ella, le dirige la boca hacia su clítoris. El lo apretuja suavemente entre sus labios, rozándolo levemente con la punta de la lengua. A continuación lo absorbe con cuidado mientras la penetra con sus dedos…
Ella está muy excitada pero quiere retrasar su orgasmo. Con una mano, se descubre los pechos. Vuelve a coger la cabeza del chico y dirige su boca hacia uno de sus pezones. Está completamente erecto. Mientras él juguetea con su lengua en la aureola, saca sus dedos completamente empapados de la vagina y moja con ellos el otro pezón. Ella, le dirige la boca hacia el pezón mojado.
Así está mucho más rico… A continuación le dirige la boca hacia su boca y lo besa. La boca de él sabe a su sexo…
Está excitadísima, completamente empapada. Nota latidos en su clítoris, está a punto de correrse, por lo que dirige la boca del chico de nuevo hacia su sexo. La lengua del chico lame con delicadeza la entrada de la vagina. A continuación, con la punta, recorre el espacio que le separa del clítoris y cuando llega hasta él, lo aprieta entre sus labios y su lengua, haciendo que ella se estremezca en un intenso orgasmo…
Ella, está tan excitada que decide terminar su parte del juego y le quita la venda al chico. Él, le coge las medias y las vuelve a oler. Se guarda una para siempre y con la otra, decide continuar con el juego. Le venda los ojos a su amiga. Ahora, manda él.
Con los ojos vendados, la besa en la boca, la coge en brazos y la lleva hasta la cama. La tumba y con suavidad le ata los brazos y las piernas a los extremos de la misma.
Silencio.
Se escuchan pasos hacia la puerta de la habitación. La puerta. Más pasos…
Ella nota que ahora hay cuatro manos recorriendo todo su cuerpo. Dos más rudas las otras dos más suaves y delicadas. No sabe cuales le gustan más. Una boca le está besando en la boca. La otra, en un pecho.
Ahora las dos bocas le están besando los pechos, uno de los cuales todavía sabe a ella…
Con los ojos vendados, la sensibilidad de su piel parece no tener límites y quiere disfrutar del momento a cámara lenta. Sin perder ni un detalle, ni una caricia.
Ahora nota que está siendo penetrada lentamente. Está tan excitada, que no tarda en correrse por segunda vez. Ahora tiene una lengua recorriéndole los pies, mientras la otra la besa sin cesar.
Las manos no paran de acariciarla. Ahora siente una de ellas que le está apretujando con suavidad en el sexo. No es capaz de distinguir donde se encuentran las otras. Vuelve a correrse. Se corren los dos a la vez.
Tras unos intensos minutos, tres cuerpos descansan tumbados en la cama. Ella, sigue atada.
Se vuelven a escuchar pasos. La puerta se cierra.
Ella, no sabrá nunca la identidad de la otra persona. Ni siquiera si se trataba de un hombre o una mujer…
Él nunca le rebelará si fue él, el que la penetró.
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