MELISSA (14 años)
Melissa una joven adolescente descubre su sexualidad de la mano de este servidor..
Aún estaba en la universidad y tenía unos meses trabajando en una empresa que no me gustaba mucho, pero me permitía de vez en cuando ver niñas muy bonitas de diferentes edades, yo tenía 22 años y era una empresa de estudios de mercado y focus groups.
Ahí conocí a Melissa, sobrina engreída de una de las cabezas de la empresa, ella tenía 14 años y estudiaba en un caro colegio de niñas de mi ciudad. Ella participaba constantemente en los estudios de mercado para público adolescente, sobre todo cuando eran productos cyzone o cosas que a ella y sus amigas les interesaban, ya que siempre las marcas traían regalos, les invitaban a eventos o les daban descuentos.
Yo participaba en el equipo que se encargaba de la organización de las reuniones en las que las invitadas probaban los productos o degustaban una nueva marca, era por eso que constantemente la veía, logre conocerla y entablar una pequeña amistad en la que yo era un joven amable que se comportaba caballeroso con ella y sus amigas y que las hacía sentir especiales e importantes cada vez que asistían a la empresa.
Inventaba cosas para hacer que las marcas hicieran los eventos con nosotros de lunes a viernes y en un horario cercano al final de sus clases de colegio, para que no les dé tiempo de irse a cambiar y tengan que venir con su uniforme a la oficina, al hotel o al centro de convenciones donde a veces teníamos varios grupos en simultaneo.
Cada vez que las veía con su uniforme escolar de falda escocesa color azul oscuro y verde tenía una erección que no podía disimular, todas me excitaban un montón, pero Melissa me volvía loco, era pequeñita y delgada, tenía aún su cuerpo en desarrollo, no tenía mucho busto ni caderas, pero si tenía un culito paradito que de solo verlo quería morderlo, su piel era blanca y cuando jugaban o se agitaban en su grupo de amigas veía sus mejillas rosaditas, imagina como debía tener de rosadito su sexo y sus pequeños pezones, era linda, su corte de cabello castaño claro al hombro y sus lentes le daban una imagen tierna e inocente, una imagen que quería borrar al hacerla mía.
Durante varios meses fue una relación aparentemente inocente, solo era amable, nadie sospechaba nada de los deseos lujuriosos que tenía con ella y sus amigas, hasta que un comentario también inocente me hizo ver que había una oportunidad. Una tarde Irene, una compañera del equipo, empieza a reírse y un poco a burlarse de las cosas que ese grupo de niñas y amigas decían en las reuniones y yo queriendo hacer que no sea dura ni injusta con las niñas le dije que recordara que ella también fue niña alguna vez. Es ahí que ella me dice: «ahora entiendo todo», yo me quede pensativo y le insistí para que me dijera porque decía eso, le insistí tanto que me conto lo que había pasado unas semanas antes.
En la empresa habíamos hecho un mural por el día del niño con diferentes fotos de los trabajadores cuando éramos niños, Irene caminaba por el pasillo y paso junto a Melissa que estaba con Estefanía y Cynthia (sus amigas) viendo las fotos, Irene amablemente les
dice a ellas: «miren esta soy yo», las niñas se rieron y en respuesta Irene les pregunto si reconocían a alguien más y ellas no lo lograban hacer, entonces Irene les dijo «este es Oscar» y todas se sorprendieron y dijeron «wiuuuu», en ese momento Melissa las callo a todas y dijo «Oscar era muy lindo de niño, pero ahora es todo un hombre» y se volvieron a escuchar los «wiuuu» mientras corrían por el pasillo, Irene se rio por dentro, pero había olvidado de contarme este episodio y lo recordó al ver que yo era muy cercano con ese grupo de niñas.
Al escuchar esa historia mi mente voló, ¿será posible que esa niña sienta algo por mí?
¿tendrá un arranque adolescente de enamoramiento?, no dejaba de pensar en todo eso y tratar de encontrar la manera de saber que pasaba o saber que exactamente que sentía Melissa por mí.
Decidí ir por todo, decidí buscar en las fichas su correo y agregarla a redes para conversar por ahí más seguido de lo que la veía. Así que lo hice y le dije que lo hacía para que coordinemos y les pueda avisar más rápido sobre las marcas que vendrían. Así pasaron varias semanas de conversación y de ir conociéndonos más a fondo hasta que ya no podía más, necesitaba saber que pasaba por su mente, pero no quería asustarla, yo mismo sabía que era ilegal comunicarme así con ella, le dije que guardara el secreto para que no me despidieran, que lo hacía para que no se vayan a perder ninguno de los eventos, ella me creyó, pero igual sabia por nuestras conversaciones que ella tenía interés en mí, pero no sabía cuánto, ni en qué forma, así que se me ocurrió revisar su ficha y ver que grupos y páginas seguía en redes, así logre encontrarla en un grupo de Facebook. Me cree un perfil falso y empecé a seguir ese grupo y todo lo que decían que seguían sus amigas. Me puse a dar like a sus comentarios y participar de discusiones en las que ella aparecía. No demoro en morder el anzuelo y contactar este perfil falso.
Así empecé a hablarle y decirle cosas para sacarle información, eso me permitía hablar de temas de mujeres y que ella responda y pida consejos, así pude sacarle información valiosa, como que ya había tenido un beso, pero no de lengua, que obvio era virgen, que se había masturbado y que no lo hacía mucho y cuando lo hacía era con un cojín en una silla de su cuarto, pero lo más importante era que para ella yo era un sueño, que era lindo con ella, que pensó que jamás conversaríamos como lo hacemos por redes, que no sabía qué hacer con lo que sentía y que ella pensaba que yo jamás la miraría con otros ojos por la edad.
Me volvía loco con la info que le saca a través de mi perfil falso, decidí ir más lejos y le ofrecí mi ayuda para que me conquiste y aconsejarle en todo lo que necesitara para que no piense que es una niña, Melissa apuntaba todo lo que le decía y me mandaba mensajes contándome todo lo que pasaba cuando conversábamos y me pedía consejos y yo siempre terminaba derivando todo en temas sexuales y haciendo que eso le sea de interés y de cada vez más curiosidad.
Así con esa dinámica y a escondidas de todos logre salir con ella 3 veces unas horas a hacer plan tonto, fuimos a comer helados, fuimos al cine y dimos vueltas cerca a su casa (vivía en un barrio caro residencial de la ciudad y que era poco transitado). Para la cuarta salida ya estaba desesperado, yo sabía que no era tan inocente, que ya tenía un
despertar sexual, mucha curiosidad y necesitaba que ella se sintiera en confianza conmigo ya para hacer algo.
Entonces desde el perfil falso le comencé a dar ideas locas que sabía que no haría, pero que harían que ella continúe si yo daba el primer paso, entonces la llene de ideas tontas, románticas, audaces, sensuales y sexuales, Melissa se reía, pero conforme ella preguntaba y respondía a las cosas que le iba diciendo me daba cuenta que ya estaba lista, ella quería y estaba desesperada porque yo la vea como mujer y ella demostrarme que no era una niña. Así que para nuestra cuarta salida ella mintió y dijo que estaría en casa de su amiga que vivía cerca e hice que dijera que la traerían de regreso como a las 9 pm, así podía yo estar con ella desde la tarde caminado por las calles de su barrio vacío e ir calentando motores para que cuando oscureciera al fin tenerla en mis redes.
Desde que empezó la salida no deje de decirle lo muy linda que estaba, que me parecía especial, que era feliz así viéndola más allá de las reuniones, etc. Cuando empezó a oscurecer fuimos caminando como para llegar a un parque cercano, ahí tenía planeado caerle encima, dimos vueltas por el parque y le dije «Melissa yo sé que debes verme como un amigo mayor que te ayuda y todo eso, pero y tal vez pienses que soy un tonto, pero yo te veo tan madura y eres linda y perdona por lo que te voy a decir y si quieres dejarme de hablar lo entenderé, pero tú me gustas mucho», me hice el sensible y frágil y ella se la creyó todita.
Me hice el que estaba avergonzado, no la miraba y ella como queriendo animarme se acercó a mí y me dio un tierno beso en la mejilla y me dije aquí es. Rápidamente la tome de la cintura y la acerque más a mí para que me sintiera y le di pequeños besos aun inocentes en los labios, aun haciéndome el inseguro y preguntándole si ella sentía algo por mí, ella entre pequeñas sonrisas respondió que sí, que si le gustaba, y yo me hice el que era el ser más feliz del mundo.
Continúe dándole besitos en los labios y cada vez eran más largos e iba dejando notar mi lengua, le dije a Melissa que nos sentáramos en unas bancas que había ahí cerca en el parque, no era tan alumbrado y eso era mejor para lo que quería, me senté y la senté en mis piernas y no soltaba su cintura e iba dándole besos de mayor intensidad y cada cierto rato le insinuaba que era una niña, lo hacía indirectamente y que si quería que me detenga y volvamos a su casa me lo podía decir, con esto lograba que ella se esfuerce por hacerse ver mayor y buscara demostrarme que no era una niña y así empezó a devolverme los besos con mayor intensidad y nuestras lenguas ya jugaban juntas, ese era el momento para bajar una de mis manos a su pierna. Ella estaba con una falda jean de color blanco hueso así que podía sentir su piel en mi mano y acariciarla poco a poco, ella no mostraba resistencia, mi mano iba subiendo, trataba de no desesperarme porque podía asustarla y perder todo lo que había logrado, mis besos y mi lengua seguían haciendo efecto en ella y ella respondía bien, daba pequeños gemidos y sin pensar me dejaba su cuello para que lo visite y lo recorra con besos, eso le gusto e hizo que se despreocupara de mi mano en su muslo ya que un rato antes había colocado su mano sobre la mía.
Decidí atacar su cuello con furia y cuando empezó a gemir bese sus labios y subí mi mano a la parte interior de sus muslos, eso la hizo temblar y se despegó de mi un poco y yo jugándomela le dije «Melissa, tú eres grande y te voy a hacer caso, tú me dices hasta donde» y la volví a besar, esta vez mi lengua no tendría piedad y masajearía su lengua adolescente de una manera que esperaba nunca se olvide. Mientras todo eso pasaba mi mano seguía subiendo muy lentamente, yo pensaba que si me detiene que me detenga y que no haya algo que la asuste como para poder volver a tratar en otro momento, y así seguí subiendo, despegue mis labios un momento cuando sabía que estaba muy cerca y volví a decirle “tú me dices hasta donde” y ella cerro los ojos y continúo besándome, ahí yo termine de meter mi mano entre sus piernas, sentía un húmedo calor mientras acariciaba lentamente y sentía la tela de algodón de su ropa interior, Melissa respiraba profundo cerrando los ojos mientras dos dedos subían y bajaban por sus labios vaginales aún cubiertos por su ropa interior. Ella abría y cerraba sus piernas despacio conforme mi mano se movía en su sexo, volví a atacar su cuello mientras mi mano exploraba su entrepierna y sentía como sus pocos vellitos se marcaban en la parte frontal de su ropa interior. Mis besos subían por su cuello y al besar cerca de su oreja le dije susurrando “dime Melissa ¿te gusta esto?” Y con sus ojos vidriosos, sus mejillas rojas y una respiración agitada me dijo que nunca se había sentido así. Tome nota de eso para explorar con mi alter ego si ella se estaba masturbando bien o no.
Yo quería más, ya había invadido su intimidad, ahora quería sentir su humedad. La levante de mi regazo e hice que nos sentáramos en la banca frente a frente, volví a tomarla de la cintura con las dos manos y fui acercándola a mí para seguir disfrutando de mis besos y mi lengua. Cuanto más la acercaba a mí, sus piernas se separaban más, no le quedó otra que avanzar su cuerpo abriendo sus piernas y poniéndolas sobre mis muslos, ahí al fin tuve una vista total de su calzón blanco con bordes amarillos y un dibujo de un osito sobre su monte de venus, a mí me excito esa imagen, pero ella que seguía queriendo que la tome como una adulta se avergonzó y se cubrió con las dos manos volteándome la cara y mirando al piso, la tome de su mentón, gire tu rostro hacia mí y le dije “tú me vuelves loco, mira cómo me tienes”, tome su mano y la puse sobre mi verga para que sienta mi erección con su mano y pueda recorrerla, antes su muslo estaba encima de mi pene y no podía sentirla bien. Ella se sorprendió, era la primera verga que sentía, tome su brazo por la muñeca e hice que su palma me recorra de arriba abajo todo el miembro, ella seguí callada y sorprendida, retire su mano la tome de la cintura y le dije mirando a los ojos “se necesita ser muy mujer para ponérmela así y tú lo eres, ya la vas a ver, pero hoy no es el momento” tenía una mano en su cintura y la otra recorría su muslo en dirección a su vagina.
La besé y corrí la tela de su calzón para que mis dedos se sirvan de sus labios vaginales, me sentí en el cielo estaban tan calientes y húmedos, quería llevármelos a la boca y saborear sus jugos como si fueran miel, pero no quería mostrarme tan pervertido, era una delicia sentirla tan húmeda y saber que era todo nuevo para ella, nadie la había tocado, solo yo y ella que aparentemente no sabía tocarse bien, la tenía excitadísima como nunca había estado, mis dedos avanzaban cada vez más recorriendo su rayita y esparcía su humedad por sus vellitos, mi dedo medio buscaba su clítoris para darle golpecitos y volverla loca, seguimos besándonos y solo parábamos cuando ella no podía
ahogar sus gemidos en mis besos y tenía que retorcerse un poco de placer, seguimos así unos minutos hasta que estaba seguro de tener bien húmedos mis dedos y dirigí mi dedo medio a la entrada de su rosada vagina. Una vez que identifique la entrada la tome de la nuca y bese fuertemente a la par que introducía mi dedo de una sola vez y hasta el fondo, ella salto, pero no se despegaron nuestros labios, su mano sujeto la mía como queriendo que pare, pero retire un poco mi dedo y acariciaba con él sus paredes vaginales y eso hizo que se calme. Deje de besarla y mirándole a los ojos le dije “¿qué tal?” y ella solo dijo “en las nubes”, hice que se fuera un poco su cuerpo hacia atrás para que vea mi accionar y pueda ver mi cara de placer al hacerlo, yo jugaba con mi dedo dentro de ella buscando darle cada vez más placer y ella retorcía su cuerpo adolescente. Encontré un punto que le gusto y ella sujeto mi mano para que me concentrara en acariciar ahí donde le había gustado más, yo estaba feliz en éxtasis, esta niñita estaba descubriendo su cuerpo delante mío y yo le estaba dando educación sexual. Hice caricias más duras ahí donde ella me señalaba y empezó a ahogar pequeños gritos con los labios cerrados. Ella tuvo su primer orgasmo delante mío y me dejo su corrida en mi mano tuve que limpiar mis dedos en la banca, ella respiraba agitada y sentía que flotaba, nos paramos, la acerqué y le dije “no tengas miedo, ha sido algo espectacular, la próxima vez veremos hasta donde llegamos”, ella abrazándome y mirándome desde abajo me dijo “yo jamás te voy a detener”.
Me encantó.. me gustan la historias realistas, donde la niña es real. Lo q sucede es real. No me importa si sucedió o no. Pero que al leer uno diga, esto es real.
muchas gracias Federico, trate de asegurarme que se sienta real y verosímil.