Memorias incestuosas 2
Mi tía calenturienta, hermana de mi madre (100% real).
Memorias incestuosas 2
Mi tía calenturienta, hermana de mi madre (real)
Heterosexual
Incesto
Masturbacion Femenina
El siguiente relato es real al 100 por ciento.
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Con el paso del tiempo uno encuentra tiempo a solas y llegan memorias de la niñez de manera repentina. Esta es una que en su momento me dio unos buenos orgasmos.
Mis padres solían vender en un tianguis o zona de comercio informal y nos dejaban en casa de mi abuela materna. En aquel entonces, todos sus hijos de mi abuela casi no se aparecían por su casa porque la mayoría trabajaba y vivía en la ciudad. Sus otras hijas también salían a trabajar y solamente una de ellas, la menor, se quedaba en casa, su nombre era Rosa.
Ella era de piel morena, no muy oscura pero tampoco clara, trigueña o apiñonada quizá; como suelen decir. Su pelo era largo y negro, rizado por naturaleza. Era delgada y vanidosa. Procuraba estar bien bañada con ropa limpia aunque fuera ropa vieja y desgastada. En aquel entonces la apodaban «la prieta,» entre sus hermanos; supuestamente era de cariño, pero a mí nunca me han gustado los sobrenombres y en alguna ocasión le pregunté cómo se llamaba. Ella me sonrió y me contestó: «Pues, Prieta» Yo quería que me dijera su nombre porque me parecía muy bonita y la respetaba y la quería.
Creo que la saqué de su rutina, estaba cocinando y se quedó pensando; se sonrió y me dijo: «Rosa.» Y entonces pregunté: «Y cómo te gusta que te digan?» «Rosy, con ´y´ griega» me respondió con una sonrisa. Yo recuerdo que yo era muy pequeño pero no sé qué edad tenía con certeza. Quizá yo estaba en primero de primaria o segundo y ella estaba en sexto de primaria o primero de secundaria. Las fechas y edades me traicionan.
Yo recuerdo que le dije que desde ese momento le llamaría Rosy y se alegró. Dejó de hacer lo que estaba haciendo y fue a abrazarme con más afecto de lo que ya lo hacía. Pasaron unos meses y creo que ella ya estaba a punto de salir de sexto o a punto de entrar a la secundaria. O quizá eran vacaciones de verano. No importa; por alguna razón un tío le prestó unos cuartos a mi mamá para que nos durmiéramos allá mi hermana y yo. Mi tía se quedaría con nosotros para «cuidarnos».
Recuerdo que llegó la hora de dormir, en esos cuartos no había energía eléctrica. Por lo tanto, nos metimos a la cama después de que se metió el sol y solamente había una vela encendida. Pero era un poco temprano, mi hermana y mi tía parecían guacamayas y no paraban de hablar. Yo me quedé dormido. Pasaron unas 3 horas quizá y medio desperté debido a que sentí movimiento en la cama que estábamos compartiendo en ese momento. Mi tía se había quedado a dormir entre ambos y se estaba moviendo mucho.
Miró que moví la cabeza para ver qué pasaba y me quiso arrullar para que me durmiera. Después de unos minutos me quedé quieto y quise continuar durmiendo; cerré mis ojos y volví a sentir el movimiento. Yo me quedé tapado con la sábana y actúe como si estuviera dormido. Poco a poco mi tía se comenzó a mover más y más y yo no sabía qué estaba pasando. Ella gemía de vez en cuando.
Hubo un punto en el que se comenzó a mover con más fuerza y de repente tomó mi mano y la llevó a su vagina y comenzó a frotar su vagina adolescente de secundaria; caliente y mojada. Mi mano estaba siendo usada como un instrumento erótico de masturbación femenina adolescente. A mis escasos 6 ó 7 años estaba dando mi primer manoseada orgásmica a una menor de edad. Yo no sabía qué sucedía en ese momento obviamente. Sólamente sé que ella llegó a su clímax y se estremeció. El cuarto estaba totalmente a oscuras y después de eso ella se quedó dormida y me tapó con cariño antes de comenzar a roncar. Recuerdo que pude sentir lo peludo de su monte venus y lo húmedo y pegajoso de su vagina. Si pudiera regresar con una máquina del tiempo hoy, regresaría para quitarle su virginidad con una cogida memorable. Qué delicia!!! En ese momento quizá fue un poco rara la sensación pero ya como adulto le lamería hasta el culo a una morrita de esa edad. Qué delicia!!!
Yo me quedé despierto sin hacer ruido y trataba de comprender lo que había pasado. Ella en ese momento era menor de 15 años. Quizá tenía entre 12 y 14 pero definitivamente no era mayor de 15 porque recuerdo bien su fiesta de 15 años.
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Espero que les haya gustado mi relato 100% real. Ese recuerdo me ha regalado unas pajas buenas y en su momento las disfruté porque son parte de lo prohibido ante nuestra sociedad llena de hipocresía.
¿Quién no quisiera tener relaciones incestuosas con sus familiares? ¿habrá alguien? Quizá sí. Sin embargo, creo que el deseo incestuoso es parte de la naturaleza humana. Y basándome en mis memorias incestuosas con mi hermana de apenas 8 ó 9 años de edad yo diría que nuestra sociedad pasa por alto el hecho de que la naturaleza humana nos lleva a ser curiosos acerca del sexo desde niños y todas esas leyes estúpidas que existen han sido creadas de manera hipócrita. Dale 5 estrellas a mi relato si acaso te calienta el incesto. Saludos!!!
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