mi alumna Doris
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ella se portaba muy seria, demasiado, pero por cosas de la vida le di mi numero de celular y ella comenzó a escribir, con mensajes muy bonitos y con comentarios que pareciera nunca hacia, así creció la confianza pero solo por cel.
Un día terminada la clase ella se fue pero me enviaron un mensaje vacio a mi cel. De su número, yo pensando que necesitaba algo le escribí y le dije si quería conversar conmigo y la cite en el parque y me dijo que mejor en mi oficina donde no nos viera nadie, en ese momento me imagine muchas cosas.
así que la vi en mi oficina abrí la puerta y ella solo hablada de muchas cosas menos de lo que me había escrito, no aguante más me senté a su lado y la intente besa pero no se dejaba, así estuve un buen rato hasta que me canse y le dije parece que no quieres, ella me dijo, “las cosas que se quieren hay que pelearlas” no fue más que tome fuertemente su cabeza y la bese a la fuerza y entonces ahí comenzamos a besarnos de manera apasionada, llego la noche y la lleve a una zona oscura de la oficina porque deje apagadas las luces solo tenía prendida una donde estábamos besando.
en ese lugar oscuro al calor de nuestra pasión la puse de espaldas a mí y comencé a besar su cuello mientras mis manos sobaban sus pechos y los sentí algo aguados lo que me dio a entender que no era virgen, tampoco lo esperaba, pero inmediatamente al ver que no reaccionaba le levante la blusa y le quite el sostén , la voltio y comencé a chupar, lamer, y saborear sus pezones, mientras mis manos acariciaban su espalda y mi pene duro atrapado en mi pantalón lo apretaba contra su monte de Venus, ya no aguantaba, le dije que la quería mía y ella me dijo que cualquier cosa menos eso.
bueno igual mientras la seguía acariciando, tome una colchoneta y la tire al piso saque mi pene y dirigí su mano hacia él, ella lo tomo y se hacia la que no sabía lo que hacía, le pregunte cuando había sido su ultima vez y me dijo hace tres años, ósea ya estaba cerrada, besos van besos vienen, ella decía no mientras sujetaba mi pene y yo la recostaba en la colchoneta, una vez ella acostada me recalco que no quería hacerlo y me dijo que el sexo no le gustaba, entonces al escucharla firme en eso me resigne a no hacerlo, entonces le dije que no la penetraba pero que me permitiera hacerle sexo oral.
entonces sonrió como dándome permiso, le afloje el pantalón, inmediatamente se lo quite y le baje sus calzones que eran de color crema muy delgados de esos que tapan todo, una vez abajo pude ver su monte de Venus con no mucho pelo, ya ella sin ropa acerque mi cabeza a su zona inguinal, ella tenía las piernas abiertas y las rodillas dobladas, entonces quería meter mi boca en su entre pierna y nada que dejaba, en mi desesperación le abro las piernas con mis rodillas y le cojo las manos y siento como con sus pies me mueve hacia ella.
quería que la penetre y como mi pene estaba afuera solo comencé a empujar, mi prepucio se encontró con unos labios muy mojados ella retrocedió su cuerpo, pero la seguí con mi pene, su cabeza toco con la pared no tenía a donde ir y entonces mi pene ingreso su cabeza sin mucho esfuerzo, pero al meter todo mi pene ella grito de dolor, y entonces comenzó a golpear su monte de Venus y concha con palmadas como solo lo había visto en pelis porno, eso me excito, pero al mismo tiempo me preocupe y le pregunta qué pasaba.
Me dijo que mi pene era muy grande que no lo meta todo, algo que me sorprendió porque mi pene solo tiene 18cm de largo y 6.5cm de diámetro, pero recordé que en la sierra y en el oriente de mi país los hombres tienen penes más pequeños y que además ella seguro lo hizo con un muchacho de tal vez la edad de ella en su ultima vez, así que seguía metiendo y sacando mi pene no todo pero algo es algo.
luego comencé a escuchar el sonido clásico del chapoteo de una vagina bien lubricada y decidí empujar todo mi pene adentro, ella ahora gemía y al mismo tiempo hacia como que se quejaba, ya de tanto dar y dar sentí como dio un respiro muy profundo yo estaba llano de sudor y de repente me doy cuenta que se deja ir y da un suspiro, eso me excito de sobremanera y termine dentro de ella, fue algo rico ella cerró los ojos mientras mi pene seguía erecto dentro de ella, luego de un rato me pidió que lo sacara que tenía que irse, así que nos pusimos nuestras ropas, a los dos días me cambiaron de lugar de trabajo y hasta ahora no la he vuelto a ver pero que rico sexo.
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