Mi amiga la gordita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La volví a encontrar ya siendo una muchacha mayor de los
23 o 24 años, y nuestra única comunicación era un "hola"
como saludo.
y nada más, ahora vivíamos (o vivimos)
en rumbos totalmente opuestos, sin embargo su familia
sigue viviendo por donde antes ella vivía, y cierta tarde
iba yo saliendo de mi casa cuando la ví unos metros adelante
caminando, le dí alcance y empezamos una platica amena.
Si bien poco la había yo tratado, sabía su forma de ser,
muy abierta y con amplio gusto por el relajo, y eso lo pude
constatar esa misma tarde, en donde de vez en cuando soltaba
un lenguaje algo obsceno, que incluso pudiera rayar en
lo vulgar, pero en fin, solo era una plática de amigos,
de nuevos amigos, posterior a eso nos fuimos haciendo los
grandes amigos, intercambiamos números de teléfono,
chateabamos y saliamos a pasear un rato por las tardes,
de hecho hasta un poco confidentes nos hicimos.
Es una mujer bonita, gordita pero cachonda, cada que la
veía se me antojaba más el robarle un beso, el darle una
nalgada .
y otras cosas más, sin embargo me contenía
porque no quería equivocarme, ella no me daba motivos
para interpretar las cosas de otra manera, sin embargo
si le hablaba y me dirigía a ella pícaramente, con doble
sentido le decía las cosas.
pero hasta ahí.
al paso del tiempo fue ella la que me dijo una ocasión que
quería hablar conmigo pero que no la malinterpretara.
-Somos adultos-me dijo- Y no quiero que pienses que me enamoré
de tí, me gustas como creo yo te gusto a ti, ambos tenemos
un noviazgo con otras gentes, pero ¿Te gustaría si pasara
algo más entre nosotros?
-Claro que si, la verdad hace mucho que me daban ganas de
invitarte a pasear a algún lado, pero no quería que eso
fuera motivo de un distanciamiento entre nosotros.
Total aclarado el asunto solo faltaba el ponernos de acuerdo
donde y cuando nos veríamos, tendría que ser un poblado
vecino porque como es sabido pueblo chico infierno grande,
aquí casi todos nos conocen y lo que buscabamos era discresión.
En ese lapso hubo cachondeo, besos a escondidas manoseo
y más hasta que por fin hubo la oportunidad de escapárnos,
Como comenté antes, nos veríamos en otro poblado y salí
en pasajero, ella iriía pero en el que saliera después
para no levantar sospechas, durante el trayecto empecé
a recibir mensajes en el celular por parte de ella diciendome
que estaba nerviosa, que le prometiera no contar nada a
nadie, que no pensara mal de ella y todas esas cosas, yo a
cada mensaje pensaba que todo se frustaría y hasta que
llego el momento en que le respondí que si no estaba segura
me lo dijer ay no pasaba nada, no podía obligarla, ante
esta respuesta me dijo ya voy en camino, no hay vuelta atrás
pide el cuerto y me avisas.
Asi lo hice, me dieron el cuarto en el hotel y aproveche el
tiempo para darme un baño pues hacía mucho calor y ya había
sudado mucho.
Estaba viendo la televisión esperando impaciente, pero
no le llamé para ver si ya estaba ahí, no quería presionarla
y ya tenía la seguridad de que no iría, justo eso pensaba
cuando escuche unos leves toquidos a la puerta, me asome
a la ventana y la ví ahí, nerviosa a la puerta del cuarto,
abrí y la hice pasar-
-¡Uyyy corazón que nervios tengo! No la deje decir más, la tome entre mis brazos y comencé
a besarla, ella igualmente lo hizo de una manera desesperada,
hasta alocada.
Como que era un escape a a tanto estres acumulado, la fuí
devistiendo poco a poco hasta que quedo con el pecho desnudo,
su piel blanca contrastaba con el color café de sus senos
que estaban poniendose erguidos, los chupe, tome gran
parte de sus senos entre mis labios y ella gemía y su mirada
estab perdida.
Ella tomo también la iniciativa y me despójo de la camiseta
que vestía, asi como del pantalón, el cual no se le dificulto
puesto que después de mi ducha no me lo abroche, al quedar
incada frente a mi me bajo el boxer y se apodero de mi miembro
y golosamente me empezo a dar una exquisita mamada, no había
nada que decir, no hubo palabras, solo gemidos de ambas
partes, la tome por las axilas y la recosté en la cama, la
despojé de sus pantaletas y al abrirle sus piernas vi su
rajita muy mojada, con un color rosado y sus vellos brillaban
ante la luz por lo mojada que ya estaba
Me coloqué el condón y la pentre lentamente pero sin ninguna
dificulatad, nuestras bocas se buscaron, nuestras lenguas
jugaban una con la otra, con sus piernas apoyadas en mis
hobros no pude aguantar mucho y me vacíe, al recuperarnos
un poco, soltó una carcajada y un grito como de triunfo
-Jajaja, al finnn!, uyyyy corazón no puedo creer lo que
acabamos de hacer, tenía miedo mucho miedo, no se a que
pero tenía miedo.
-olvida los miedos ricura, lo hecho, hecho esta y bien disfrutado.
Conversamos un rato sobre el tema, abrazados y se levantó
-me voy a dar un regaderazo-dijo- Pero te voy a pedir algo
¿Me podrás complacer?
-Dime de que se trata
-Me gustaría que me me mamaras mi cosita
-Mmmmm por su puesto ricura
Al salir del baño se recosto a mi lado y llevaba aún gotas
de agua sobre su piel.
-¿Como sabías que tengo sed?- le dije al tiempo que con
mi lengua y labios chupa esas gotas de agua.
Me beso los labios
y se colocó de manera que le chupara sus pezones.
Seguí besando hacia abajo hasta llegar a su rajita, me fui abriendo
paso entre sus vellos hasta llegar a su clítoris excitado,
el cual solo al tocarlo ví como empezó a escurrirse mientras
con sus manos me agarraba con fuerza de los cabellos.
Poco a poco se fue dando la vuelta hasta quedar boca abajo,
le mordí sus nalgas y mis manos urgaban tanto su culito
como su rajita, me coloqué el condón y asi como estaba
la penetré de nuevo, en ese momento ella se fue levantando
un poco hasta casi quedar a gatas, pero lo más rico de todo
fue como su vagina empezo a apretarme la cabeza del pene,
de tal manera que yo no me movía, siendo ella la que practicamente
me estaba ordeñando.
hasta que me saco una gran cantidad
de leche.
Pasado el tiempo de recuperación, la volví a besar y abrazados
me tomó el miembro masturbandome deliciosamente,
mi erección no tardó en darse y ella al sentirlo,
bajo a darle otra deliciosa mamada, esta vez con furia,
la verdad no imaginé que fuera tan activa, que ella tomará la iniciativa,
hubo un momento en que sentí explotar
Entre sus mamadas y la masturbada que yo me estaba dando le advertí
-¡Ya no aguanto ricura, me voy a venir!
-Hazlo en mi boca, echamelos todos.
No me lo dijo dos veces, le dejé ir todo lo que contenía
y ella golosa los recibió con su boca,
los chupaba succionandome la verga y escupiendolos sobre la cama
hubo un momento en que en un descuido
se tragó gran parte de ellos y empezó a toser,
se tiro a los pies de la cama a escupir dejandome
ver sus grandes nalgas paradas frente a mi
Yo estaba exhausto, sin embargo me dí un tiempo para darle unas fuertes mordidas
Me levanté y fui a darme otra ducha
No tardó en entrar ella y decirme a manera de reclamo
pero riéndose, que a punto estuvo de atragantarse,
y que se había tragado una gran cantidad de mis mocos.
Terminamos de bañarnos y nos recostamos un rato dormitando
Estuvimos casi toda la tarde ahi cogiendo .
y planeando
las próximas aventuras que tuvimos
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