Mi amiga y mi sobrino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El comienzo de esta historia se dio en una fiesta familiar, hace aproximadamente tres semanas, donde saqué a bailar a mi sobrino (hijo de una de mis hermanas) un joven de 20 años, alto, bastante flaco, no muy agraciado de su cara pero para nada feo (normal), muy callado, tímido y muy buen chico. Bailamos juntos por un rato, hasta que vi a un lado de la pista a mi amiga bailando sola. Ella es una mujer de 47 años, divorciada hace mas de 10 años, con dos hijos, la verdad es que no ha tenido suerte con sus últimas parejas y actualmente está sola. Es rubia con rizos, flaca y hace unos 5 años tomó la decisión de operarse las lolas. Al verla solitaria, la tomé de la mano y la puse a bailar con mi sobrino para que se divierta. Bailaron juntos por un rato y luego cada uno tomó su camino normalmente. Yo no le había dado mucha trascendencia a esa situación.
Luego de unos días me junté en casa a conversar con mi amiga (muy amiga por cierto). Nos encontrábamos a solas ya que mis hijas son grandes ya y no viven conmigo, y mi marido se encontraba trabajando. Charlamos de todo un poco (con mucha confianza, como siempre), me felicitó por la fiesta y comenzó a hablar sobre mi sobrino:
Ella: Que guapo, que grande está tu sobrino!
Yo: Si, es un amor ese chico.
E: Tiene novia me imagino ya?
Yo: No, la verdad que no. Nunca lo vi con nadie, el es muy tímido y tal vez no se atreve y no sabe cómo hablar con las chicas. Hasta creo que es virgen- dije y nos reímos.
E: No lo puedo creer. Te digo que lo noté bastante caliente en la fiesta, no paraba de mirarme el escote mientras bailábamos eh – exclamó ella y continuó: En cuanto lo arrimé un poquito a mi, sentí su miembro duro en mi cuerpo. El trataba de disimular, pero te debo confesar que me puso mucho la situación- dijo y yo con mirada atónita luego me reí.
Yo: Ay, mi sobrinito, un chico tan joven te despertó eso? – pregunté.
E: Amiga, -dijo- te voy a confesar que ahora de más grande tengo la fantasía de estar con un chico mucho mas joven, un veinteañero. Sé que la traen parada durante todo el día a esa edad, la tienen muy dura y son muy potentes en la cama, de durar mucho. Quiero probar esa aventura! – exclamó y continuó- Tu sobrino es un buen candidato para tal fin y, si es virgen como dices mejor, fantasía completa. Ser la primera en la vida de un hombre tampoco lo experimenté nunca.
Me reía algo nerviosa, tal confesión me dejó sin palabras. Pensar en que mi propio sobrino, estuviera con una mujer mayor nunca estaba en mis planes. Aunque debo confesar que me invadió el morbo al oír tal confesión sincera y a una amiga siempre se la quiere ayudar.
Yo: Y qué querés que haga?
E: Ayudame a llegar a él, luego yo me encargo de todo. Sé muy bien como calentar hombres! – nos reímos sin parar.
Yo: Bueno, el fin de semana mi marido sale de viaje con sus amigos. Es un buen momento el sábado para que vengas a visitarme e invito a mi sobrino (sin avisarle de tu visita) para ver que sucede. – le dije- Y entre mi pensé: después de todo es mi sobrino (no mi hijo), ya es grande y alguien lo debe avivar. Mi amiga lo va a cuidar, es de confianza y van tener una alegría ambos.
E: Ay amiga, sos una genia! – me dijo -. Te super agradezco.
Continuamos hablando de otras cosas y luego se fue sin antes recordarme que esperaba ansiosa el sábado. Yo a mi marido ni una palabra, debía ser un secreto entre nosotras. Luego llamé a mi sobrino, lo invité para el sábado a la tarde con la excusa de que me ayudara con cosas del hogar. El muy bueno e inocente accedió.
Llego el viernes por la noche, mi marido partió y hablé con mi amiga confirmando lo acordado.
El sábado por la tarde sonó el timbre, era mi amiga y nos saludamos muy a gusto. Se presentó con una musculosa blanca escotada y un short bastante apretado, debajo de la musculosa se notaba una lencería erótica roja y en sus pies traía tacos medianos rojos.
Yo: Veo que te viniste para la ocasión!
E: Y si, también traigo una caja de condones en la cartera. – nos echamos de la risa -.
Pasamos al comedor y charlamos un rato. Al rato preguntó:
E: Vendrá?
Yo: Si, tranquila.
Al rato sonó el timbre, era él. Le dije a mi amiga que me esperara y fui a abrir. Lo invité a pasar, a sentarse con nosotras y con intención lo senté al lado de ella. Las miradas que dio en ella eran inexplicables. Era el principio de algo. Bebimos algo y charlamos de cosas sin sentido hasta que:
Ella: Que hermoso sobrino tenés! – exclamó ella y le dio un beso en la mejilla mientras ponía la mano en su muslo y lo acariciaba. El se sonrojó por su parte. Se estaba calentando seguro el pobre.
Yo: Si, es muy lindo. – asentí.
Ella: Y decime, tenés novia? – preguntó.
El: No para nada.
Ella: Ni amiga con derechos, nada?
El: No nada. – respondió con la cabeza gacha-.
Ella: Qué pasa con las chicas que se pierden un chico tan lindo! – Mi sobrino reía.
El: Gracias, pero no se fijan mucho en mi!
Ahí mi amiga arrancó con todo a seducirlo.
Ella: Yo no puedo ser tu novia, pero tu amante si, si querés. – le dijo con tono sensual, el rojo como un tomate sonreía nada más-.
Yo: – intervine y dije – Dale un pico a mi amiga si te parece linda, la tía no se opone. – Se miraron, ella se acercó le agarró la cara y le dio un lindo besito- Muy bien sobrino, así se hace! -celebré-.
Ella ni lenta ni perezosa, lo agarró de vuelta y le comenzó a dar más besos. Luego con lengua. Mientras tanto me puse a acomodar la mesa y lavar. Siguieron un par de minutos, yo de espaldas.
Ella: Ay amiga, cómo está tu sobrino!
Yo: Vos no te quedás atrás. – reíamos los tres –
Ella: Dime amor, lo hiciste con alguna chica ya? – él lo negó con la cabeza, algo nervioso. Mientras tanto la cara de mi amiga brillaba de felicidad -. Te gustaría probar? – continuó -.
El: La verdad que a esta altura ya si. – dijo algo nervioso -.
Ella: Te irías a un hotel conmigo ahora? – contesto afirmativamente con la cabeza él e interrumpí -.
Yo: No hay necesidad de ir a un hotel. – no quería que lo vieran a él con una mujer mucho más grande – Se pueden quedar acá, les presto mi cuarto con total confianza. – ambos se miraron ante mi ofrecimiento y agregué – Me parce bien que aprovechen! Cuidalo – le dije a ella -.
Ella lo tomó de la mano, lo levantó (se veía un gran bulto en el pantalón de mi sobrino) y suavemente lo condujo a mi dormitorio. Cerraron la puerta.
Continué quedandome en el comedor mirando tv con volumen bajo, y al cabo de pocos minutos, escuche mi nombre diciendo que venga rápido. Era la voz de mi amiga.
Yo: Que sucede? -pregunté detrás de la puerta, sin abrir -.
Ella: Vení, pasá! – no entendía que sucedía -.
Al abrir la puerta me encontré a mi sobrino acostado en mi cama totalmente desnudo y con su pene bien parado. Ella, sentada a su lado también desnuda con su miembro en la mano izquierda y dándole las últimas mamadas y besitos para proseguir a colocarle un condón que llevaba en la otra mano. Debo decir que mi sobrinito estaba bien dotado. La situación era vergonzosa para mí pero muy caliente.
Ella: Viste que es todo hermoso tu sobrino, mirá esta verga. – no dije una sola palabra -. Querés ver el momento exactó en el que tu querido sobrinito pierde su virginidad? – me preguntó –
No se que me pasó, en ese momento perdí la noción de todo, me calenté y le contesté afirmativamente. Ella tomo el condón, se lo puso en su pene, se subió encima de él, acomodó el pene en la entrada de su vagina y comenzó a descender muy lentamente. Mientras tanto el miraba un poco asustado, pero empezó a disfrutar. Amasaba despacio las tetas de mi amiga que tanto deseaba. Ella al cabo de un par de minutos empezó a aumentar el ritmo y gemía, él empezó a pegar pequeños gritos también indicando su grado de disfrute, hasta que lanzo gritos más pronunciados indicando su eyaculación. Bastante bien para su debut. Ella se quedó arriba, reía con su pene dentro y lo llenó de besos en la cara.
Había presenciado la escena más caliente de mi vida. Nunca había visto sexo en vivo y el hecho de ver a dos personas tan queridas por mí y que para mi sobrino fuera su primera vez, lo fue todo (ni hablar de lo que hice con mi marido cuando volvió, no entendía nada pobre). Me acerqué a mi sobrino y le di un beso en la mejilla:
Yo: Felicitaciones, ya sos todo un hombre! – le dije-.
El: Gracias tía. Gracias a vos y a tu amiga… – suspiro. Mi amiga seguía arriba toda contenta -.
Yo: Bueno, disfruten. Los dejo a solas… – y le guiñé el ojo a mi amiga –
Entorné la puerta y volví al comedor pensando en todo lo que había visto. Ellos siguieron por una hora y media más, los gritos de mi amiga se escuchaban hasta donde yo estaba. Salió primero ella despeinada pero vestida con una sonrisa de oreja a oreja; y luego él en bolas prácticamente me pidió permiso para bañarse para volver prolijo a su casa a lo que accedí. Mientras él se bañaba mi amiga me contó que lo hicieron tres veces más, realizaron varias posiciones (él hasta le pidió una turca con sus tetas). Me dijo que fue lo que esperaba, incesante, y me agradeció mucho mi ayuda. El se terminó de bañar y vino con nosotras.
Ella: Ahí viene mi semental! – expresó mi amiga, reíamos los tres -. Me voy a arreglar un poco y me baño en casa. – dijo-.
Yo: Y? Contale a la tía cómo la pasaste… – me dirigí a él-.
El: Espectacular. Me encantan las chicas de mi edad, pero hacerlo con una madura era una gran fantasía. – me dijo –
Yo: Me alegro de que la hayas pasado bien!
Llego el momento de la despedida. Mi amiga se ofreció a llevar a mi sobrino a la casa y así lo hizo. Luego me llamó por teléfono diciendo que, durante el viaje, arreglaron para juntarse nuevamente en la casa de ella el próximo fin de semana ya que sus hijos lo pasarían con su padre (su ex marido). Mi sobrino metería la excusa de que iba a dormir de un amigo. Ella nuevamente me agradeció todo y me dijo que aclararon que sería solo sexo, sin compromisos. Parece que esta historia continuará y será un secreto de los tres que conservo bajo el anonimato.
Gracias, espero que lo hayan disfrutado!
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