Mi amigo "El feo"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MaylonFarx.
Saludos, mi nombre es Raúl, actualmente estudio la universidad, la historia que quiero contarles sucedió cuando yo asistía al bachillerato, en ese entonces tenía 18 años.
Yo me juntaba con un grupo de chavos buena onda de mi grupo, pero pasado un tiempo se nos unió Mauro que venía de otro grupo, pero como no lo querían se vio obligado a cambiarse al nuestro.
Mauro es feo, muy feo en verdad, de cuerpo delgado y demasiado alto y era un año menor que nosotros.
Al principio nos llevábamos bien con él, aunque siempre lo insultábamos por su aspecto, a veces nombrándolo “Monstruo”, sabíamos que estaba mal, pero lo hacíamos por que la mayoría del tiempo se la pasaba acosando a las chicas y hablando vulgaridades de ellas incluso lo escuchamos hablar asquerosidades de nuestras novias.
Después de un tiempo, una amiga mía del bachillerato me conto que Mauro estaba hablando vulgaridades sobre mi novia, diciendo que “La novia de Raúl tenía unas ricas nalgas y una cara de putita chupa vergas, y algún día me la voy a coger”, eso me hizo enfurecer, pero no le dije nada, y fue gracias a esto a que comencé a llevarle siempre la contra y a insultarlo, aun así, no lo rechazábamos del grupo ya que siempre era divertido insultarlo, al menos para mí.
Pero lo peor empezaría cuando en el bachillerato nos dejaron una serie de proyectos por equipo, y en mi equipo estaba mauro y mis amigos, estábamos eligiendo el lugar donde estaríamos trabajando y si todos eligieron mi casa ya que nunca habíamos hecho trabajos ahí antes.
Yo realmente no los quería llevar a mi casa, por mi mamá, su nombre es Laura, es madre soltera y es muy bonita, tiene su piel blanca y mantiene su figura que no era difícil para ella ya que el único hijo que había tenido hasta ahora fui yo.
El día lunes llegamos todos del bachillerato a mi casa, y le presente a mis amigos a mamá y todo normal, comenzamos a trabajar y por un momento me despreocupe por la presencia de Mauro, pero para la hora de la comida se comportó muy acomedido y le ayudo a mi madre a poner la mesa, estuvieron un rato en la cocina y cuando me di cuenta deje a míos amigos continuar con el trabajo y me acerque detrás de la puerta de la cocina para escuchar de que hablaban, pero solo era una plática común y corriente, pero mi madre no paraba de reírse.
La semana estuvo tranquila, avanzamos con los proyectos y tareas, menos el jueves, mis amigos se tuvieron que ir temprano excepto Mauro que me pido que jugáramos en la consola y se quedó más tiempo en casa, y antes de la comida se levantó de la sala con el pretexto de ir al baño, mientras yo seguía jugando, me di cuenta de que no volvía, así que fui a buscarlo y en la cocina escuche voces y risas, eran mi madre y mauro, me acerque un poco detrás de la puerta y la abrí para mirar que hacían:
Laura: "Hay maurito hace mucho que no me reía tanto, toda esta semana me has hecho reír jijiji".
Mauro: "¡Ya ves Laurita!, soy muy graciosos jejej".
Yo estaba perplejo, desde cuando se hablaban con diminutivos y se tenían esas confianzas".
Laura: "Disculpa si te incomodo maurito, pero no entiendo como un chico como tú no tiene novia".
Mauro: "Creo que es porque soy muy feo.
Dijo agachando la cabeza".
Laura: "No digas esas cosas Mauro, no te subestimes así.
No eres feo, créeme para mi eres un chi muy lindo y agradable".
Dijo acercándose a consolarlo.
Mauro: “Gracias señora es muy linda conmigo.
Igual pienso que usted es una chica muy hermosa”.
Laura: “Como crees maurito si soy una vieja comparada con las compañeritas de tu escuela”.
Mauro: “Claro que no, si usted es muy linda y tiene un cuerpo hermoso, además tiene un rico culito que me encanta”.
Mauro se aproximó a ella y el tomo de la cintura acercándola, hasta que se quedaron mirando muy de cerca.
Laura: “Mauro no seas grosero, respétame, además mi hijo podría escucharte jijijijii”.
Mauro: “Pues que me escuche, es la verdad”.
Mi madre le volvió a sonreír.
Laura: “Bueno ya mauro, tengo que terminar de preparar la comida”.
Mi madre se dirigió a la mesa para cortar unos vegetales, pero ese maldito feo se acercó a ella para tomarla de la cintura por detrás y aprovechar para arrimarle su bulto y ponerlo entre las nalgas de mi madre.
Laura: “Mauro, no, no por favor, para, soy la madre de tu amigo y soy mayor, para”, entonces el bastardo de Mauro le planto un beso en la boca, y mi madre solo se quedaba quieta.
Quería entrar e interrumpirlos, pero me decepciono que mi madre no lo detuviera por sí misma.
Se besaron un largo rato hasta que el monstruo feo dirigió sus manos a los pechos de mi madre y se apodero de ellos:
Mauro: “Pero que ricas tetas Laurita, me encantan tus melones maduros”.
Laura: “Mauro ya para por favor jijijii”.
Mi madre logro detenerlo por momento y termino de preparar la comida, pero mauro no le apartaba la vista de encima, el muy cerdo la desnudaba con la mirada.
Después de terminar, mi madre le pido a Mauro que le ayudara a poner los cubiertos, antes de que mauro saliera de la cocina mi madre lo comenzó a besar y este aprovecho para acariciar y apretar sus nalgas, mientras yo volví a sala de estar como si nada hubiese pasado.
Realmente estaba furioso, y solo pensaba en cómo evitar que este desgraciado se cogiera a mi mamá.
Durante la comida estuve recordando lo que vi y escuché mientras ellos platicaban y se reían, sentía que ese hijo de puta se reía de mí.
Mi tarde se volvió un infierno ese día y aún faltaba más.
Pasado un rato, terminamos de comer y ayude a mamá a juntar la mesa y no deje que ese cabron estuviera solo con mi madre de nuevo, al menos un momento.
Mauro y yo regresamos a los videojuegos, quería que ya se fuera de nuestra casa y no volviera más.
En ese instante, llamaron a la puerta y tuve que atender, eran de esas personas de los testigos de jehová, maldije su llegada y mientras atendía a las personas, mauro se me escapo de mi vista, ya no se encontraba en la sala de estar, termine de atender a aquellas personas y con sigilo subí a la segunda planta.
En mi mente solo esperaba lo peor, cuando llegue a al segundo piso, revise el baño por si mauro estaba, como me hubiera gustado que hubiese sido así, entonces escuche voces que venían del cuarto al final del pasillo, del cuarto de mi madre, la puerta esta entre abierta, camine despacio hacia la habitación y los pude ver, estaban de pie frente a la cama de mi madre.
Ese bastardo estaba saboreándose a mi madre, la tocaba y besaba toda.
Y de repente mauro bajo su bragueta y le dijo a mi madre:
Mauro: “Saca mi verga Laurita, ya estoy como piedra”.
Laura: “No, como crees, mi hijo podría llegar en cualquier momento”.
Mauro: “Vamos, ya sácala”.
Mi madre metió su mano dentro de los pantalones de mauro dando un peque sobresalto.
Laura: “¡Dios mío, Mauro que cosota!”.
Libero el pene de mauro para después empezar a tocarlo todo.
Mauro: “¿Te gusta mi pitote, nena?, ¿si te gusta?”.
Laura: “Si mi amor, ijjiji”.
Dijo mi madre soltando una risita, después los dos se besaron un largo rato mientras ella palpaba el pene de ese engendro.
Pasado un rato, mauro comenzó a desnudarse por completo, para después tomar a mi madre entre sus manos y empezar a desnudarla.
Primero se deshizo de la blusa de mi madre y siguió con sus jeans.
Luego el comenzó a sobarle los pechos a mi madre por encima del sostén.
Mauro: “Pero que tenemos aquí, jejejej, que ricas tetotas tienes Laura”.
Laura: “jijjiji”.
Prosiguió a desabrochar el sostén y deshacerse de los pantys de mi madre.
Mauro: “Uffffff, que rico coñitooo”.
Decía mientras frotaba el coño de mi madre con sus dedos y ella soltaba unos gemidos.
Después la llevo a la cama y la acostó boca abajo.
Mauro: “Por fin muñequita hasta que se me va a hacer cogerte jejejeej”.
Dijo soltándole varias nalgadas.
“A ver mamita, levanta ese rico culito, ya quiero entrar en tu coñito maduro jejej jejej”.
Mi mamá comenzó a levantar su cadera y mauro a provecho para tomar una almohada y colocarla por debajo del abdomen de mi madre para que no se cansara.
Laura: “Despacito Mauro, estas muy grande para mí”.
Mauro: “No te preocupes muñequita, ahorita tu coñito se acostumbra a mi vergota jejej”.
El muy bastardo acerco la punta de su pene a la entrada de mi madre y la rozo por un rato relamiéndose sus labios.
Mauro: “Ahora si Laurita, agárrate, que te voy a rellenar como empanada ejejej”.
Enseguida dejo caer con fuerza su verga dentro del coño de mi madre y empezó a cogérsela duro.
Laura: “Hahaa hahaha papito más despacio, más despacio, haaaaa no metas todaaa, es muy grandota”.
Mauro: “Uffff así ricura, que rica cola, que buena hembra me estoy cogiendo y que rico coño uffff tan apretadito”.
Todas esas palabras que salían de la boca de mauro me dolieron tanto, no podía creer que ese feo monstruo estuviese cogiendo a mi mamá.
Y otro golpe para mi orgullo fue ver a mi madre correrse por culpa de mauro:
Laura: “Haa hahaaa papito, me vengo, me vengo hahahah que ricooo haaaaaaaa”.
Mauro: “Así nena, uffff, correte, correte para mí jejejej”.
Laura: “Haaaa mauro que rico, que rico me coges, haaaaaa”.
Dicho esto, mi madre estallo soltando algunos jugos sobre la verga de mauro y manchando las sabanas de la cama.
Aun así, mauro no para y continúo cogiéndose a mi madre.
Estuvieron un largo rato así, hasta que mauro no pudo más:
Mauro: “Huy mamita, me voy a correr, ufffff nena te voy a llenar, ufffff”.
Laura: “No mauro, sal, no me llenes”.
Pero mauro no hizo caso y el bastardo se corrió dentro de mi madre.
Mauro: “Uffff que rica hembra, ufffff”.
Después del acto mauro se tumbo encima de mi madre sin sacar su pene de dentro de mi madre, y quedaron así durante un largo rato.
Yo me retire sin hacer ningún ruido, y me encerré en el baño, estuve llorando un largo rato y después me masturbe recordando lo que vi.
Por último, baje a la sala de estar y al poco rato lo hizo Mauro, quien se acerco a mí para despedirse y decirme que nos veríamos mañana.
El bastardo llevaba una sonrisa de oreja a oreja, debido al triunfo que había conseguido el día de hoy.
Ya entrada la noche, subí a mi habitación y antes de irme acostar a dormir, di un vistazo al cuarto de mi madre, que seguía tumbada en la cama, aun durmiendo, y pude ver el coño enlechado de mi madre, pero eso no se iba a quedarse así, mañana le haría frente a ese mal nacido.
FIN
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