Mi base secreta en la chatarreria fue testigo de mis actos (Andrea y Saray, mellizas de 8 años)

En este relato contaré un poco de mi historia, como mis problemas en casa me llevaron a conocer estas mellizas y como comence a culiarlas.

Bueno, nosé como empezar pero me presentaré… Me llamo Claudio, tengo 27 años, soy chileno y quiero contar mi historia, llevo tiempo leyendo confesiones e historias que son publicadas en esta página y me animé a contar la mía. Es una historia que ocurrió hace ya varios años atrás cuando tenía entre 15 y 17 años, era un joven delgado de piel trigueña, mi estatura en esos años era de 1.68, para ese entonces mi pene ya era más grande que el promedio y mis ganas de tener sexo solo incrementaban. Crecí en una casa con una familia disfuncional, mis padres eran alcohólicos y pasaban discutiendo o golpeándose, por ese motivo no me gustaba estar en casa así que me iba a esconder o más bien refugiar a un chatarrería que quedaba a unos 20-30 minutos de casa la cual usaban más como un cementerio para autos, un lugar demasiado grande para ser supervisado, no había seguridad y en ese lugar transcurrió está historia prohibida. Me disculpo de ante mano si es muy larga pero les daré mucho contexto sobre cómo llegue a hasta ese punto.

Un día el cual mis padres discutían como era habitual salí de casa solo para caminar, camine varias horas sin rumbo esperando para llegar a casa y meterme a dormir. Ese día en particular pase por la parte trasera de la chatarrería cuando volvía a casa y mientras caminaba por ese desolado lugar me di cuenta que el muro de concreto tenía un gran agujero lo suficientemente grande como para pasar, sentía curiosidad de ver que había dentro y que podía encontrar así que entre por ese agujero y para mí sorpresa, luego de haber cruzado había un muro de chatarra apilada sobre autos de unos 6 metros de alto y ahí escondida había una Chevy van g20 que estaba chocada, oxidada y olvidada. El choque era algo superficial pero no tenía motor, el parabrisas estaba roto pero las demás ventanas estaban intactas sentía mucha curiosidad de saber que había dentro y abrí la puerta para revisar, adelanta no había nada interesante solo algunos fragmentos de vidrio, pero la parte trasera era otra cosa, no tenía asientos, en su lugar había una base como para una cama, estaba algo sucio y tenía muchisima basura pero tenía mucho espacio, lo iba a limpiar pero me di cuenta que comenzó a oscurecer así que me tuve que ir a casa prometiendome que vendría a limpiarlo al otro día. Bueno al otro día para sorpresa de nadie la discusión de mis padres continuó temprano en la mañana y como no quería estar ahí agarré mi mochila con algunas cosas y me fui nuevamente a la chatarrería, llevaba algo de comida para todo el día, agua y ropa para el frío, mientras caminaba pase por un terreno baldío que la gente solía usar para tirar su basura antes de que fuera recogída, pase por ahí ya que siempre encontraba cosas interesantes y esa vez no fue la excepción, por alguna razón habían varias colchonetas amarradas que estaban en perfecto estado, unas luces navideñas y mucho cartón, pensé que sería buena idea llevarlo todo así que guarde las luces y lleve las colchonetas junto con el cartón hasta un lugar para que nadie más las encontrará, lleve lo que pude cargar y después durante la mañana volví a buscar el resto. Después de 3 viajes porfin había terminado de acarrear todo.

Durante el resto del día limpie la van, lo mejor que pude y comence a ordenar las cosas que había llevado, puse cartón en el parabrisas roto, algunos en el piso y con el resto que sobró tape las ventanas por donde entraba mucho sol, las colchonetas las acomode en donde estaba la base y quedaron perfectas, no era tan cómoda como una cama pero era mejor que estar en el piso, las luces navideñas eran antiguas y usaba pilas, las colgué por todo el contorno interno de la van hasta que pudiera conseguir pilas, pero la van ya estaba bastante mejor de como la encontré. Esa tarde sentí curiosidad por saber que más había así que trate de pasar entre los autos y la chatarra para explorar, camine en una solo dirección para no perderme hasta que llegue a un camión que estaba destruido me subí a la tolva y desde ahí me di cuenta que podía ver al dueño junto a sus hijas, una de ellas me vio parado encima de la tolva y asustado me baje y corrí para esconderme y que no me encontrara el dueño, pasaron unos minutos y por algúna razón no vino, estaba saliendo de mi escondite cuando escucho la voz de una niña.

Niña: que haces aquí? Mi papi se enojara si te descubre.

Yo: eeeeh… No hago nada, ya me voy pero no le digas a nadie que me viste porfavor.

Niña: está bien no diré nada… Pero la puerta está por allá (señaló en dirección contraria a la que yo caminaba)

Yo: si lose, pero buscaré mis cosas y me iré.

Niña: está bien, si quieres te acompaño.

Yo: no gracias, iré solo, te puedes perder cuando vuelvas.

Me devolví de prisa a la van a buscar mis cosas mientras está niña de no más de 10 años me miraba con atención, supuse que le contaría a su padre y comence a pensar que no podría volver. Al otro día tenía que ir al colegio y durante esa semana me tocaba volver a casa caminando, solo iba medio día ya que casi siempre me arrancaba a medio día, en el trayecto a mi casa decidí tomar la ruta que pasaba por fuera de la chatarreria y para mí sorpresa cuando iba pasando por la puerta, veo a la misma niña que me encontre días antes, estaba con su hermana y su madre, cuando me vio me saludo y yo le devolví el saludo, su madre me quedó mirando y me sonrió, después de eso seguí mi camino a casa y así fue durante el resto de la semana y poco a poco está niña, su hermana y su madre comenzaron a hablarme, para mí sorpresa estás hermanitas eran mellizas, no se parecían mucho pero aún así eran igual de bonitas que su madre. Con el pasar de los días me fui convirtiendo en amigo de ellas, su madre se dio cuenta de mi situación ya que un día paso por fuera de mi casa mientras mis padres discutían y me vio escapando por la ventana.

Luego de un mes de hacerme amigo de estas hermanitas y teniendo más confianza con su madre le conté más a detalle mi situación y le pregunté si podía ir más seguido, ella sintió compasión y me dijo que no había problemas pero que tuviera cuidado con el padre de las niñas, ya que había días en los que se ponía a beber demasiado. Ya teniendo una relación más amistosa con Andrea y Saray ambas de 8 años, Andrea fue la niña que conocí primero, me animé a contarles sobre mi escondite haciéndoles prometer que lo mantendrían en secreto. Un día en que su madre no estaba y su padre estaba ahogado en alcohol y tirado en el suelo pareciendo cadáver le dije a estas mellizas que si querían podía mostrarles mi escondite y ellas emocionadas dijeron que si, caminamos hasta llegar al muro les expliqué cómo tenían que pasar, ya una vez que pasaron pase yo y abrí la van, ellas entraron y estaban sorprendidas, Después de un mes de estar arreglando y personificando el interior de la van ya era mucho más acogedora, mis colchonetas ya eran más cómodas, había traído mantas con las cual taparme del frío, las luces navideñas solo prendían del color blanco pero servían para iluminar, tenía una cortina tapando los asientos delanteros, tenía revistas, libros para leer y colorear cuando me aburría, improvise almohadas con ropa vieja y las niñas estaban muy asombradas. Comenzó a atardecer y su madre estaba por llegar así que nos fuimos en dirección a donde quedaba la entrada, pues a unos cuantos metros más aca estába su casa, pero al llegar me di cuenta que el papá de las niñas seguían en la misma posición que había quedado cuando nos fuimos. Le pedí a las niñas que esperarán mientras iba a ver a su padre y cuando comienzo a moverlo me di cuenta que no respiraba, toque su mano y estaba heladisima, en ese momento llegó la madre de las niñas y al ver a su esposo tirado ahí se desesperó, tomó su pulso y para nuestra impresión ya estaba muerto, luego de unos minutos llego la policía, la ambulancia y mucha gente, después de casi dos horas pude irme a casa. Cuando llegue estaba todo oscuro y al entrar veo que mi padre y mi madre estaba teniendo sexo en la cocina, ambos estaban ensangrentados y desnudos, me quede observando como mi madre gemia y pedía más mientras que mi padre la penetraba con mucha fuerza, los observé unos 5 minutos, cuando mi padre me vio, dio un grito y me mandó a mi habitación, si no hubiera hecho caso me hubiera golpeado hasta dejarme inconsciente como castigo, ya lo había hecho antes, ya en mi habitación podía escuchar a mi madre gemir y comence a tener una erección e inevitablemente comence a masturbarme, tanto por el ruido y la imagen de mi madre desnuda.

Pasado unos días, una noche luego de que mi padre me golpeara en el estómago hasta hacerme vomitar porque me había comido su rebanada de pizza, decidí irme de casa ya cansado de la situación en casa tomé un bolso y metí algunas de mis cosas en el mientras mis padres dormían para luego irme de ahí, camine hasta la chatarrería y me metí a la van para dormir. A los 3 días después cuando iba a la escuela quejándome por el hambre pase por el frente de la chatarrería y la madre de las mellizas al verme me preguntó si podía cuidar de sus hijas cuando salieran del colegio y me daría algo de dinero a cambio, le dije que no tenía problema y cuando me estaba por despedir me pidió que me acercara, me dio algo de comer y con lágrimas en los ojos le agradeci, ya en este punto ella tenía mucha confianza en mi. Llegue a la escuela y como era costumbre a medio día me escape del colegio y me quedé esperando a las niñas justo afuera de la chatarrería hasta que llegaron, su madre ya había avisado que yo las recibiria por lo cual no hubo problemas. Durante el resto de la tarde nos fuimos a la van a jugar, nos divertimos mucho hasta que a Saray le dio sueño, aún estaban con su uniforme escolar y comenzaba a ponerse helado, cuando me di cuenta Saray estaba acostada durmiendo así que la tape y me quedé con Andrea jugando otro rato ya que aún era temprano.

Andrea estaba sentada frente a mi mientras yo leía un libro recargado contra la pared de la van, la mire y en la posición en la que ella estaba sentada podía verle su vaginita lampiña y rosada ya que su calzón rosita estaba muy corrido, no podía quitar la mirada de su vagina y por algúna razón me acordé de la vez que vi a mis padres tener sexo, comence a tener una erección mientras la veía y ella no se daba cuenta, mire a Saray que seguía dormida y nos daba la espalda, volví a mirar a Andrea y ya con el corazón latiendo a mil le pregunté si quería jugar de nuevo y ella muy contenta dijo que si.

Yo: a que quieres jugar Andreita?

Andrea: la verdad … Nosé… Puede ser lo que tú quieras jugar.

Yo: enserio Andreita… Yo puedo elegir el juego?

Andrea: siii.

Yo: está bien déjame pensar…. Quieres montar a caballito? O quieres jugar a la mamá y al papá y cuando despierte Saray la incluimos como si fuera nuestra hija?

Andrea: eeeh… Yaaa primero al caballito bueno? Pero que tengo que hacer?

Yo: solo tienes que subirte a mis piernas y yo las comenzaré a mover como si estuvieras a caballo.

Andrea: oki está bien.

Me acomode para que Andrea pudiera subirse en mis piernas, le pedí que se afirmara de mis hombros y le pregunté a que velocidad quería que fuera el caballito, dijo que despacio al principio, comence a moverme mis piernas simulando el galope de un caballo mientras andrea se reía y poco a poco comence a acercarla más a mi pene, ella se estaba divirtiendo y yo estaba algo nervioso ya la tenía sentada en mi pene erecto y no sabía si se daba cuenta, seguía galopando y riendo hasta que me detuve, pregunto porque había parado así que le dije que el caballito se cansó pero ella podía seguir moviéndose si quería, lo pensó unos segundos y comenzó a moverse. Su vagina se frotaba contra mi pene y solo nos separaba la ropa, mire el rostro de Andrea que comenzaba a ponerse colorado por el movimiento, le pregunté si estaba casada a lo que dijo que si, entonces cambiamos al otro juego que le había propuesto.

Nos subimos a las colchonetas y nos tapamos con las mantas, moví a Saray más al fondo y le dije a Andrea que se acercara más a mi, pregunto cómo se jugaba a lo que le respondi que tenía que hacer lo mismo que yo, me miró y asintió con su cabeza.

Yo: Andreita como ahora somos una mamá y un papá tenemos que hacer lo mismo que ellos está bien?

Andreita: si está bien.

Yo: pero será un secreto que tenemos que mantener en la van de acuerdo?

Andreita: de acuerdo, pero que hacen los papás?

Yo: muchas cosas Andreita… Por ejemplo, se hacen cariño, se abrazan y muchas cosas más.

Andreita: y haremos muchas cosas?

Yo: si Andreita muchas cosas…. Pero tenemos que tener cuidado con nuestra hijita Saray no despierte, está bien?

Andreita asintió mientras reía tímidamente y comenzamos a jugar, primero con abrazados hablando un poco hasta que entendió el juego, luego de unos minutos le dije que nos besabariamos como un padre y una madre, ella asintió y yo la acerque más a mi cuerpo asegurándome que sintiera mi erección.

Andreita: que es eso duro que siento?

Yo: es mi pene Andreita, no te preocupes es parte del juego

Andreita: y porque se puso duro tu pene?

Yo: como te explico… Verás mi pene se pudo duro porque tiene ganas de saludarte.

Andreita: saludarme? Y como me saludara?

Yo: es sencillo Andreita, hay tres formas para que mi pene te saludé… Quieres saber cuáles son?

Andreita: Siii si quiero saber.

Yo: está bien Andreita, la primera forma es con tu mano, tienes que tocarlo mucho tiempo pero por debajo de la ropa, la segunda es con tu boca, esa toma menos tiempo y la tercera es con tu vaginita, esta forma es la más rápida…. Ahí ves tú cual eliges.

Andreita: aaah entonces empezaré saludando con la primera.

Yo: está bien Andreita, puedes empezar.

Andreita guío su mano hasta mi pene y comenzó a tocarlo por encima de la ropa mientras lo apretaba un poco, luego me baje el pantalón hasta las rodillas dejando mi pene al aire y nuevamente comenzó a tocarlo, lo agarraba y apretaba mientras se reía, tuve que decirle como saludarlo correctamente así que agarré su mano y le acomode, le pedí que apretara un poco y cuando sentí la presión justa comence a mover su manito, entendió rápido como hacerlo y en apenas unos minutos Andreita estaba masturbandome, la sensación de su mano era muy distinta a la mía y era increíble.

Yo: Andreita puedo saludar a tu vagina también?

Andreita: si está bien, si puedes.

Guíe mi mano hasta su vagina y la metí por debajo de su calzón, solté un gran suspiro y comence a tocar su vagina que en poco tiempo comenzó a humedecerse, pasaba mi dedo por toda su rayita y tocaba su pequeño clitoris mientras Andreita comenzaba a suspirar y soltar tímidos gemidos, mi pene de lo duro que estaba comenzaba a soltar líquido preseminal dejando la mano de Andreita toda mojada y en ese momento le dije.

Yo: Andreita creo que ya es hora de pasar a la segunda forma de saludar… Quieres hacerlo o seguimos así?

Andreita: eemmm… Están bien si quiero.

Yo: ya… Entonces me parare y tú te sientas aquí está bien?

Andreita: está bien.

Procedí a levantarme pasando por encima de ella mi pene estaba justo a la misma altura que su vagina que estaba algo descubierta y fingí caerme aprovechando de pasar mi pene por su vagina, me quedé en esa posición un minuto y el calor de su vagina era increíble, Andreita estaba rojisima y me pidió que me lavantara. Me pare al frente de ella mientras ella se sentaba y agarré mi pene, le pedí que abriera su boca y cuando lo hizo lo metí, Andreita tenía mi pene en su boca y no sabía que hacer y nuevamente tuve que explicarle, comenzó a chuparlo torpemente pero de todas formas se sentía increíblemente rico, era la primera chupada que recibía y lo estaba disfrutando, pero mi disfrute duro poco ya que saboreo el líquido preseminal y no le gusto, se detuvo y me miró raro así que le dije que era mi turno de saludar con la boca así que le pedí que se sentará con los pies arriba de las colchonetas y abriera las piernas, me arrodille frente a su vagina y baje su calzón, la mire unos dos minutos mientras la tocaba y cuando vi que comenzaba a ponerse babosita comence a lamer y chupar su vagina, al principio tenia un leve olor a orina pero no duro mucho, no sabía si lo hacía bien o no, ya que era mi primera vez pero a Andreita parecía gustarle. Chupe su vagina varios minutos y Andreita suspiraba y soltaba pequeños gemidos de placer, estábamos a nada de pasar a la tercera forma y en ese momento Saray comenzó a despertar, me subí rápidamente el pantalón y acomode la ropa de Andreita. Saray pregunto que hacíamos y solo dijimos que estábamos jugando y como no podíamos seguir nos fuimos a la casa a esperar a su madre, saray se fue adelante de nosotros y yo le dije a Andreita que mañana usariamos la tercera forma, luego de unos 30 minutos llego su madre, me invito a cenar y me dijo que mañana las niñas saldrían más temprano y ella saldría muy tarde, Le dije que no tenía problema en cuidarlas y darles de comer hasta que ella llegara.

Al otro día fui a casa solo para ver cómo estaban mis padres y para mí sorpresa no estaban, me lleve algunas cosas que necesitaba y aproveché de ducharme, al rato después fui a esperar a Andrea y Saray que llegaran del colegio, cuando llegaron nos fuimos a la van, comimos un poco y jugamos un rato esperando a que Saray volviera a dormirse pero no fue asi, Saray tenía mucha energía, Andrea y yo nos mirábamos fijamente como diciendo que queríamos volver a hacer lo de ayer y de un momento a otro Saray dijo que tenía que ir al baño, salió rapidísimo de la van, salió al otro lado del muro de chatarra y la vi correr a casa, Andrea me miró y me dijo “creo que a Saray le dolió la pansa y no volverá en un rato”, nos pusimos a reír de Saray y le pregunté si quería jugar a lo mismo de ayer y muy emisiónada dijo que si. Abrí la puerta de la van para que Andreita subiera primero y antes de entrar la agarré de su cintura y le dije que esperara un segundo, la quite su calzón y comence a tocar su vagina, Andreita sonrió y me dijo que nos metieramos a la van para hacer eso y rápidamente nos subimos. Me baje el pantalón y el boxer para luego subir la faldita de Andreita, Andrea lo saludo con su boca, le dio un besito y comenzó a chuparlo unos minutos y nuevamente se detuvo por el sabor del líquido preseminal, le dije que era mi turno y nuevamente me arrodille entre sus piernas para comenzar a chupar su vagina, se la chupe varios minutos mientras que Andreita suspiraba y le salían pequeños gemidos.

Yo: oye Andreita… Pasamos a la tercera forma o quieres que continúe así?

Andreita: ay… Esta bien… Que tengo… Que hacer?

Yo: nada por ahora solo abre bien las piernas yo haré todo.

Andreita: está bien…

Me levanté lo suficiente para que mi pene quedara a la altura de su vagina y comence a frotarlo, al principio Andreita reía y decía que sentía cosquillas, pero cuando comenzó a mojarse y yo comencé a frotar su clitoris nuevamente comenzó a suspirar, su vagina estaba demasiado húmeda. Le dije que pasaria a la segunda parte de esta forma de saludar y ella asintió, su rostro estaba colorado y aún con el frío de afuera podía notar que comenzaba a sudar, agarré mi pene y coloque el glande en la entrada de su vagina y le dije que ahora lo haría, Andreita volvió a asentir con su cabeza y entonces comence a hacer presión, mi glande poco a poco empezaba a abrir su vaginita lampiña y apretada, lo saque nuevamente y le deje caer saliva, mire el rostro de Andreita que tenía los ojos cerrados y nuevamente comence a hacer presión, está vez use un poco más de fuerza logrando encajar todo mi glande en su huequito y en ese momento Andreita soltó un fuerte gemido y abrió sus ojos poniendo una mirada de sorpresa, Le pregunté si podía continuar y ella respondió que si pero que tuviera cuidado. Ya tenía mi glande en su apretada vagina y solo necesitaba hacer más presión así que agarre sus piernas y las abrí un poco más comenzando a mover mi cadera lentamente, podía sentir como iba estirándose su vagina al anchor de mi pene mientras ella se quejaba y gemía, mi pene estaba por llegar a la mitad pero ya no aguantaba más, le dije que me movería rápido y que porfavor aguantará, ella me miró confundida y entonces comence a moverme más rápido logrando así penetrar su vagina estrecha varias veces, mientras que Andreita gemía por dolor «ay… Ay… Me duele…ay», le dije que ya no tardaría y cuando estaba por venirme sus gemidos cambiaron de tono, sonaba más placentero y decía ‘oh si… Se siente bien… Ay que rico» y en ese momento al escucharla disfrutar termine eyaculando en la entrada de su vagina.

Andreita: ooh… Que bien… Se sintió…(Mientras recuperaba el aliento)

Yo: si Andreita… Se sintió gen…ial

Andreita: al principio me ardió… y me dolió pero después se sentía muy rico… Esa era la tercera forma de saludar?

Yo: si Andreita… Esa era… Espero que te gustará…

Andreita: si me gustó…. Pero que es eso caliente y espeso que salió de tu pene?

Yo: aaah eso?… Eeeh…. Verás se llama semen y sale cuando el saludo le gusta demasiado. Pero déjame limpiarte.

Andreita: aah entonces si le gusto mi saludo… Que bueno

Yo: si Andreita y más que gustarle, le encanto… Podría saludarte todos así todos los días…

Andreíta: sería divertido que lo hicieras… Pero el líquido es raro…

Yo: jejeje si es raro… Pero no te preocupes yo ahora te dejo limpia.

Saque papel de mi bolso para limpiar su vagina que estaba llena de mi semen y cuando ya la dejé limpia me detuve a mirarla, su huequito que hace algunos minutos estaba completamente cerradito ahora estaba más abierto, podía ver que había un poco de mi semen dentro así que le metí el dedo para sacarlo y en ese momento soltó un gemido y nos reímos, comence a subir mi pantalón y cuando estaba por subirle el calzón a Andreita sentimos a Saray gritar «oigan me ayudan me quedé pillada». Salimos a ver y claramente estaba pillada en el asiento del auto que usábamos como puerta y cuando me metí para sacarla no pude evitar tocar su vagina, le dije que fue un accidente y que porfavor no le dijera a nadie. Nos quedamos un rato más en la van jugando y a eso de las 5 de la tarde le volvió a dar hambre así que nos fuimos a la casa, Saray se fue primero y Andreita me espero mientras guardaba algunas cosas.

 le pregunte si quería volver a hacerlo ese día o mañana y Andreita dijo que le había gustado pero ya no podía porque tenía que hacer tareas. Salimos de la van y Andreita pasó primero por el auto hacia el otro lado y en el momento que se agachó le arrime mi pene en su trasero diciendole «ojalá me dejes hacerlo de nuevo, aquí abajo hay algo que te extraña», mi miró sonriendo y me agarró el pene diciéndole «tendrás que esperar, ya nos saludamos hoy jejeje» y continúo su camino luego pase yo y caminos hasta su casa, donde Saray nos esperaba, entramos y mientras hacían sus tareas prepare algo para que comieran, a eso de las 7 como peticion de su madre las mandé a bañar y mientras lo hacían yo observaba desde la puerta sus cuerpos desnudos. Luego comimos los tres juntos y a las 9 de noche ya estaban acostadas a punto de dormir, yo me quedé en el living esperando, cuando comenzó a llover y con toda la paz que se sentía me quedé profundamente dormido.

Y asi comenzó esta historia, donde por casualidad conocí a estas mellizas y a su madre, que me trataron como a uno más de su familia luego de que perdieran a un integrante de la suya. Dejaré esta parte hasta aquí y pronto subire la segunda parte. Espero que les haya gustado.