MI BUENA MAMÁ ME COLABORA. (Primera parte).
Un hijo se perturba al ver a su propia madre a punto de empezar una filmación pornográfica. .
Escrito por Siremis.
Era una noche fría. Me bajé del bus y caminé a casa. Por el camino recibí una llamada al celular, contesté y me puse muy nervioso, pues era Nina, la actriz que yo había conseguido y que don Roco iba a contratar para su película.
A Nina se le había presentado una urgencia y me había llamado a última hora para cancelar su participación en el filme, para colmo, el rabietas de don Roco era supremamente estricto en las fechas de rodaje, no acostumbraba a posponer las grabaciones y yo no tenía otra actriz disponible con esas mismas características para realizar un pronto reemplazo.
Me acosté, pero no pude dormir, toda la noche estuve pensando en qué diablos decirle a mi jefe al día siguiente, con qué explicación le iba a salir ahora, no era mi culpa, pero el obstinado de don Roco me iba a responsabilizar solo a mí por echar abajo todo el rodaje del día.
Al otro día, me levanté sin haber podido pegar el ojo. Mamá estaba en la cocina con su acostumbrada batica blanca, ya se había bañado y desayunado, y solo estaba buscando un pepino para hacerse su mascarilla después haber enviado a mis hermanitas al colegio con Marcelita, la criada. Ella me vio y quiso prepararme ella misma el desayuno. Comí sin ganas, y ella observó mi gran preocupación y mis ojos llorosos llenos de tristeza.
MAMÁ: ¡¿Qué te ocurre? Manolito! ¡Te noto preocupado, meditabundo y triste!
YO: ¡Nada, mamá!
MAMÁ: ¡¿Cómo que nada?! ¡¿Estas enfermito?!
YO: ¡No, mamá, no te preocupes!
MAMÁ: ¡Cómo no me voy a preocupar, tú siempre eres un chistorete y un bromista completo! ¡Eres un cansón y un pillo desde que te despiertas hasta que te vuelves a dormir y hoy me sorprendes porque te has levantado muy callado y quieto! ¡Dime que te pasa! ¡Debe ser algo grave porque es la primera vez que te veo así de apagado!
YO: ¡Solo tengo un problema, mami! ¡No es más!…
MAMÁ: ¡Pues tienes una cara de asustado e intranquilo la cosa más espantosa, mijo! ¡Parece algo de vida o muerte! ¡¿Qué te ocurrió?!
YO: ¡Nada!… ¡No te preocupes, mami!
MAMÁ: ¡Cuéntamelo!
YO: ¡No, mami, no es necesario! ¡Solo problemas en mi trabajo! ¡No te estreses conmigo, mami hermosa!
MAMÁ: ¡Anda, confía en mí, hazlo como siempre lo has hecho, amor! ¡¿Peleaste otra vez con ese grosero y pesado director de cine?!
YO: ¡No, mami, no he peleado con él, pero si no resuelvo este problema en estos pocos minutos que me quedan precisamente eso es lo que va a ocurrir, una espantosa pelea! ¡Don Roco me va a romper la jeta! ¡Ese señor me va a matar!
MAMÁ: ¡Ahora me preocupaste a mí, cariño! ¡Vamos, cuéntame todo, hemos sido confidentes desde siempre!
YO: ¡Está bien, mami, te contaré!
MAMÁ: ¡Soy toda oídos, mi amor!
YO: ¡Figúrate que la actriz de la sesión de hoy me quedó mal, a última hora me avisó que no podía ir a filmar y ahora don Roco me va a matar! ¡Ese viejo es un tipo peligroso y pues quedé en llevarle a una actriz madura, de por lo menos 45 años de edad, a primera hora!
MAMÁ: ¡Caramba! ¡¿La actriz que me dices es Nina Ferrer? ¿la señora que me presentaste y que conseguiste la semana pasada para la película de don Roco?!
YO: ¡Así es, mamá, Nina me quedó mal! ¡Y ahora no sé qué hacer! ¡¿De dónde voy a sacar una actriz madura como ella a esta hora?! ¡Ya casi van a comenzar a rodar! ¡Nos están esperando en el set de grabación para realizar el contrato y empezar a filmar!
MAMÁ: ¡Pero yo no le veo problema al asunto! ¡Si aún no la habían contratado ella no está obligada a ir y tú tampoco a llevarla!
YO: ¡Es que yo le aseguré a don Roco que la iba a llevar hoy a primera hora, ese es mi trabajo!
MAMÁ: ¡Hijo, ese problema no es tuyo! ¡Tu cumpliste con conseguirla! ¡Si ella no puede ir, y te avisó muy tarde, no es problema ni asunto tuyo, papi!
YO: ¡Me comprometí en llevarle una actriz a don Roco con las características que él estableció! ¡Debí de haber localizado al menos a otra actriz más en caso de que una no pudiera ir, pero por tonto me confié! ¡Y don Roco no escucha razones, él solo quiere que uno sea una máquina perfecta a la que nunca se le presenten problemas y todo lo haga insuperable y cumplidamente!
MAMÁ: ¡Pues muy de malas don Roco, es culpa de él por no contratarla con tiempo! ¡Debió de haberla conocido y contratado desde hace días y no dejar todo para última hora! ¡Tú no te preocupes que no es tu culpa, sino de él mismo! ¡Tan bobo ese Roco!…
YO: ¡Mamá, tú sabes cómo es don Roco de extraño, mala gente, grosero, hampón, agresivo y porfiado! ¡Aunque sea culpa de él mismo el viejo no lo va a aceptar y me va a echar la culpa solo a mí!
MAMÁ: ¡Qué embarrada! ¡A Nina se le debió de haber presentado un afanoso contratiempo para no poder ir a filmar! ¡Desde que me la presentaste me cayó muy bien la señora! ¡Se nota a legüas que ella es una dama muy cumplida y responsable tanto como mamá como profesional!
YO: ¡Así es, mamá! ¡Ella es de lo mejor en actrices y como persona es una maravilla! ¡¿Pero ahora yo qué hago?! ¡Don Roco me ha estado llamando al celular y no le he contestado porque no sé qué decirle ahora! ¡Él no acepta ninguna razón o justificación! ¡Ahora me va a pedir la plata que me había adelantado y yo ya me la gasté!… ¡Mira, preciso otra vez me está llamando!…
MAMÁ: ¡Vaya problema!
YO: ¡No sé qué hacer!
MAMÁ: ¡¿Y la actriz tiene que ser específica y necesariamente de esa edad?!
YO: ¡Si, mamá! ¡Necesariamente tiene que ser de esa edad, mínimo de 40 años! ¡Don Roco me va a sacar del negocio para siempre si no le llevo una actriz madura ya!
MAMÁ: ¡Eso no puede ocurrir, hijo! ¡Debemos encontrar una solución! ¡Tenemos que hallar una actriz de esa edad!
YO: ¡Pero ¿cuál? ¿y dónde?!… ¡Ya faltan pocos minutos para que empiecen a rodar y don Roco me sigue llamando desesperadamente! ¡Me voy a enloquecer!…
MAMÁ: ¡Ya veo!… ¡Mijo, hagamos una cosa! ¡Llama a don Roco!
YO: ¡Pero mamá ¿no escuchaste todo lo que te acabo de contar?!
MAMÁ: ¡No te preocupes! ¡No me gusta verte así de nervioso y afanado! ¡Llámalo y dile que ya llevas a su actriz!
YO: ¡No te entiendo, mamá! ¡¿Cuál actriz?! ¡No puedo conseguirme a una actriz madura ahorita! ¡Don Roco dijo muy bien que necesitaba una madura y una madura es precisamente la que no tengo!
MAMÁ: ¡Confía en mí! ¡Ya tengo en mente quién nos puede colaborar! ¡Tú solo llama a tu jefe y tranquilízalo para que no te siga llamando! ¡Dile que vas a llegar un poco tarde, pero con tu actriz!
YO: ¡¿Me puedes conseguir una actriz ya mismo?!
MAMÁ: ¡Si, mijo, desde luego, y así de rápido y fácil! ¡Ya sé quién nos puede ayudar! ¡No te preocupes, confía en mí!…
YO: ¡Eres una maga, mamá!… ¡Te debo una!…
MAMÁ: ¡Ve, llama a tu jefe, debe estar desesperado el señor! ¡Llámalo y cálmalo mientras yo llamo a mi amiga y me visto para irla a visitar, ella será tu nueva actriz!
YO: ¡Eres lo máximo, mami! ¡¿Pero cómo puedes estar segura que ella aceptará?!
MAMÁ: ¡Ella aceptará encantada, yo sé que sí! ¡No te preocupes, mi vida, ella no puede negarse a un trabajito!
YO: ¡Uff!… ¡Qué descanso!… ¡Qué bendición!… ¡Nunca pensé que tuvieras una amiga que fuera actriz de esas películas! ¡Quién creyera en mi suerte!…
Mamá tomó su celular para llamar a su amiga que me iba a servir como actriz y salió de la cocina. Mientras tanto yo llamé al viejo gritón de mi jefe, el barbudo y gordiflón director de la película, y comenzó a decirme un chorrero de terribles groserías, me preguntó dónde demonios estaba y que por qué motivo no llegaba. Yo le dije que no me regañara que aún me quedaban unos minutos para llegar a la hora acordada, que me diera un poco más de tiempo para poder llegar.
Logré calmar al jetón de don Roco. Mamá apareció con su cabello bien recogido dentro de su fino gorrito de dama pulcra y de clase alta, y muy elegantemente vestida, perfumada y arreglada estaba lista para ir por la actriz que me había dicho.
YO: ¡Listo, mamá! ¡El viejo estaba furioso, pero ya lo logré calmar un poco! ¡¿Ahora dime, quién es la actriz?!
MAMÁ: ¡Muy bien mijo! ¡Ahora salgamos, saquemos el carro para no llegar tan tarde! ¡Pero apúrate, papi, no debemos hacer esperar más a tu jefe! ¡Yo medio distingo a don Roco y sé que ese señor es muy bravo y grosero, un atarván completo! ¡Aunque así son todos los directores de cine! ¡Además debemos pasar a recoger a Pepita, la dama que va a ser tu nueva actriz! ¡Eso nos llevará tiempo!
YO: ¡Pero!… ¡¿Y tu mascarilla?!
MAMÁ: Jajaja… ¡La mascarilla de pepino puede esperar un día más!… ¡No te preocupes!… ¡Vamos!…
Me tranquilicé en gran manera, mamá me había salvado y me empecé a poner muy contento. Salimos en el carro, pensé que íbamos a pasar por la casa de la tal Pepita, quien se suponía que iba a ser mi nueva actriz, para recogerla y llevarla con nosotros, pero mamá cambió de planes, me dijo que ya era tarde y que mejor fuéramos primero al estudio de grabación para no perder tanto tiempo y evitar así que don Roco se enojara aún más, y, a la vez, para poner en claro un asuntico importante con él antes de llevar a Pepita.
Se me hizo raro ese cambio de opinión de mamá, pero le hice caso sin chistar ya que siempre he confiado plenamente en su palabra y ella ya me había salvado de otros muchos problemas en otras partes y trabajos. Seguramente mamá iba a charlar con don Roco sobre la cantidad de dinero que su amiga le habría de cobrar y llegar a acordar un pago justo antes de llevarla.
Muy entusiasmado pisé el acelerador y llegamos casi a tiempo al inmenso grupo de bodegas donde quedaba ubicado el estudio de grabación, un celador nos abrió las rejas e ingresé con el carro. Busqué un espacio en el parqueadero de ese lugar, preciso encontré uno cerca del vehículo de don Roco.
YO: ¡¿Ves ese lujoso carro?!
MAMÁ: ¡Si! ¡Es muy bonito! ¡Debe ser de alguien muy importante!
YO: ¡Es el carro de don Roco!
MAMÁ: ¡Wow!… ¡Se ve que ese señor nada en dinero! ¡Qué rico!…
YO: ¡Él es millonario! ¡Pero yo algún día tendré un carro mejor a ese!… ¡Bien, bajemos!
Mamá y yo penetramos al inmenso grupo de bodegas caminando rápidamente.
YO: ¡Es en la bodega número tres, mamá! ¡Queda por aquí!…
MAMÁ: ¡Cielos! ¡Estas bodegas son grandísimas!
YO: ¡Donde filmamos es grande, pero no tanto como esas otras bodegas!
MAMÁ: ¡Supongo que debe ser un estudio con todas las de la ley!
YO: ¡Así es, mamá! ¡Dentro de la bodega hemos colocado unos separadores, ya que se ha dividido en dos grandes secciones! ¡Obviamente se hizo así para tener diferentes platós de grabación, oficinas, cuartos de maquillaje y de vestuario, cuartos de edición, de cámaras, sistemas, etc.! ¡En la primera sección están esos cuartos y esas oficinas y en la segunda los platós!
MAMÁ: ¡Me muero por conocer ese lugar!
YO: ¡Mira, es aquella bodega!…
Oprimí el botón del timbre de nuestra sección de bodegas y locales, saludamos al negro, inmenso y fisiculturista portero Jimmy, y entramos al estudio.
Don Roco, junto a sus asistentes, al encargado del guion, a los ingenieros, a los técnicos y operarios de cámaras, luces, sonido y demás aspectos, se encontraba acabando de alistar todo lo necesario para la filmación.
Mi jefe y director de la película me miró con ira y con fuerte voz me dijo delante de todos:
ROCO: ¡Jueputa vida! ¡Hasta que por fin llegó este marica! ¡Qué malparido tan retardado!…
Todos me miraron. En realidad, no había llegado tan tarde, solo me retrasé cinco minutos, pues aceleré el carro hasta donde más pude para lograr llegar lo más próximo posible a la hora acordada.
YO: ¡Buenos días, don Roco!
ROCO: ¡Qué buenos días ni qué hijueputas! ¡Métele tus buenos días a tu puta madre culo arriba, gran huevón de mierda!
Don Roco no conocía a mamá y pensaba que se trataba de Nina, a la cual tampoco conocía. Mamá, al escuchar esas vulgares y atrevidas palabras del hombre, carraspeó un poco y dijo:
MAMÁ: ¡Buenos días, señor Roco!
ROCO: ¡Qué buenos días van a ser!… ¡Jueputa!… ¡Manolo carechimba treintahijueputa! ¡Tú si eres la megahijueputa cagada! ¡Puta la perra madre que te parió, malparido!
Al escuchar todas las fuertes vulgaridades y las salvajes mentadas de madre que me profirió don Roco Mamá hizo tremenda cara de asombro, y mi asqueroso jefe prosiguió su tremendo regaño:
ROCO: ¡Puto, te estábamos esperando con desespero, hermano! ¡Ve y lleva a la puta a donde la Paulita para que la maquille mientras Alejo le hace el contrato!
MAMÁ: ¡¿Qué?!… ¡¿Cómo me dijo?!
Don Roco era un completo gamín, trataba así de feo a todas y todos los empleados. Vi a mamá un tanto abochornada al escuchar las espantosas palabras de don Roco y al ver su terrible actitud. Y abrazándola le dije:
YO: ¡Tranquila, mamá!…
Muy avergonzado y con mucho temor miré a don Roco, y adquiriendo, con mucho esfuerzo, una gran paciencia, añadí:
YO: ¡Es que verá don Roco! ¡La actriz aún no ha llegado!
ROCO: ¡¿Cómo? hijueputa!… ¡¿Cómo así que no ha llegado?!… ¡¿Y la fémina que viene a tu lado es que es invisible o qué putas?!
YO: ¡No señor, es que ella no es la actriz! ¡Ella es mi querida y respetada señora madre!
ROCO: ¡Ah, jueputa!…
Todos quedaron asombrados y algunos rieron al escuchar que ella era mi mamá, y quedaron impactados cuando mi madre, muy sonriente, me apartó un poco con su carterita en su mano, y dirigiéndose a don Roco le dijo.
MAMÁ: ¡Señor, perdone usted! ¡Mi hijo está equivocado! ¡Con todo respeto yo sí soy la actriz que han estado esperando!
YO: ¡Pero qué demonios!…
MAMÁ: ¡Amor, por favor, déjame hablar!…
Quedé estupefacto, y mi mami, dirigiéndose nuevamente a don Roco, le dijo:
MAMÁ: ¡Don Roco, permítame presentarme! ¡Soy la actriz Genoveva Grimaldo de Altamira! ¡Como ya bien lo dijo mi Manolito yo soy su madre! ¡Y quiero participar en su película!
No sé qué demonios se estaba proponiendo mi lanzada madre, ella no era actriz y mucho menos de este tipo de películas, claro que no, y no sé por qué rayos estaba diciendo esas cosas, yo estaba realmente confundido.
Don Roco, muy entusiasmado por lo que mamá había acabado de decir, la miró morbosamente de pies a cabeza con cara de demonio degenerado, y dijo:
ROCO: ¡Wow!… ¡Por una carrotancada de deliciosa mierda caliente!… ¡¿De verdad eres la madre del imbécil del Manolo? ricurita!
MAMÁ: ¡Si, como no, señor Roco! ¡Y hoy voy a ser su actriz madura! ¡Tengo 42 años de edad! ¡Y tengo todas las características para interpretar el papel!
YO: ¡Pero… qué diablos dices, mamá!… ¡¿Te volviste loca?!…
ROCO: ¡Eso es mentira! ¡Usted ni es actriz ni es la madre de este bellaco! ¡No me como ese cuentico!
MAMÁ: ¡¿Por qué tendría qué mentirle?!
ROCO: ¡Señora, no me time! ¡Yo no nací ayer!… ¡Muéstreme su cédula y la comparamos con los datos que nos ha entregado el tonto de Manolo y con los datos de otras productoras! ¡Si dice la verdad la contrato inmediatamente, jueputa!…
Mientras mamá sacaba su documento de identidad de su glamurosa carterita y delicadamente se lo entregaba a don Roco, el barrigón señor se sentó en un banquito frente a un computador que había sobre una mesita, y empezó a verificar y comparar datos con la cédula de mamá.
El viejo no se creía que mamá fuera actriz, obviamente no lo era, pero lo que más quería verificar ese vulgar señor era el hecho de que fuéramos realmente madre e hijo, yo lo conocía muy bien y sabía que pensar eso le entusiasmaba en gran manera.
Mientras tanto, el principal asistente de don Roco, el afeminado Alejo se acercó a mamá y le dijo:
ALEJO: ¡Disculpe la molestia, mi señora! ¡Y disculpe a don Roco, él a veces se sobrepasa! ¡Sin embargo, es necesaria la verificación!
MAMÁ: ¡No veo porqué tenga que ser necesaria tanta cosa! ¡Pero en fin!…
ALEJO: ¡Comprenda que no solo se tiene que verificar lo que usted nos dijo, sino también su historial médico y que no tenga enfermedades de transmisión sexual!
MAMÁ: ¡Yo no tengo enfermedades!
ALEJO: ¡Pues toca verificarlo, mamita! ¡Además sepa usted que aquí el caballerito de su hijo es un verdadero bromista y ya nos ha salido con varias mentiras y burlas pesadas! ¡No creemos que usted sea la verdadera mamá de este muchacho ni que sea actriz!
MAMÁ: ¡Lo sé, mi estimado señorito!…
ALEJO: ¡Señorita!
MAMÁ: ¡¿Cómo?!
ALEJO: ¡Soy señorita! ¡Por favor, dígame así!
MAMÁ: ¡Está bien, señorita! ¡Yo sé que mi hijo es muy bromista, pero también sepa usted, mi estimada señorita, que yo no le digo mentiras! ¡Yo soy actriz y soy la madre de este joven!
ALEJO: ¡Eso ya nos lo dirá la confirmación que haga don Roco!
YO: ¡Mamá!… ¡¿Qué planeas?!
MAMÁ: Jejeje… ¡Tranquilo, hijo! ¡Tú no te preocupes que yo te soluciono el problemita!… ¡Confía en mí, papi!
Y guiñándole un ojo al homosexual de don Alejo, mamá añadió:
MAMÁ: ¡Yo soy la actriz perfecta, no lo dude, señorita! ¡Y sí… en efecto, usted tiene toda la razón, mi hijito es muy bromista, y así lo amo totalmente!
Mamá me dio un gran beso en la mejilla, luego me hizo un beso esquimal y después me jaló los cachetes delante de todos, me ruboricé nuevamente.
ALEJO: ¡Así es, querida! ¡Manolo se pasa de bromista! ¡Ya muchas no nos lo aguantamos! ¡Él es muy cansón! ¡Parece pulga en mala parte! ¡Es una piquiña en el culo!…
YO: ¡Alejo, cállate! ¡No me hagas quedar mal ante mamá!…
En ese momento don Roco llamó al amanerado Alejo para decirle algunas cosas mientras comparaba mis datos con la cédula de mamá, era obvio que se dio cuenta que ella no era actriz, y yo aproveché para regañar a mi colaboradora y atrevida progenitora:
YO: ¡Mamá… ¿se puede saber qué diablos pretendes?! ¡Esto es inconcebible!…
MAMÁ: ¡Papi, confía en mí! ¡Haré un buen papel! ¡Para que después no andes diciendo que no te colaboro en tiempos difíciles!… ¡Todo lo hago por amor a mi bebé hermoso que eres tú, mi vida!
YO: ¡Yo nunca digo que no me colaboras! ¡Tú siempre me has colaborado en todo, pero ahora lógicamente me tengo que quejar, es que colaborarme ¿en esto?!…
MAMÁ: ¡Ya te lo dije, papi, lo hago por el gran amor que te tengo!
YO: ¡No, mamá, esto no puede ser!… ¡Cómo se te ocurre!… ¡Esto es algo inaudito! ¡¿Eres consciente de lo que estás haciendo y de lo que quieres hacer?!
MAMÁ: ¡Claro que soy consciente, mi vida! ¡¿Acaso por qué no puede ser?! ¡¿Qué tiene de malo ayudarte cuando tienes problemas?!
YO: ¡¿Y tu amiga?! ¡La señora que dijiste que nos iba a servir de actriz?! ¡¿Qué pasó con ella?!
MAMÁ: ¡Ah, Pepita!… ¡¿Te acuerdas que la llamé cuando aún estábamos en casa?! ¡Pues hablamos, pero después de tanto insistirle me dijo que no! ¡Me precisó que en ese momento tenía que hacer otras cosas urgentes! ¡Llamé a otras amigas más, pero todas me dijeron que no podían!
YO: ¡¿Por qué no me lo dijiste?!
MAMÁ: ¡Ay, mi vida!… ¡No quise quedarte mal, cariño! ¡Tampoco quise seguir viéndote así de preocupado y triste, mi amor! ¡Así que como buena mamá decidí yo misma meterme al ruedo, amor! ¡Las buenas mamás hacen lo que sea por el bienestar de sus hijos! ¡Y quién quita que me vuelva una actriz famosa, tendrías una mami de la farándula! ¡Quiero que te sientas orgulloso de mí!
YO: ¡Quééé!…
Antes de poder decir algo más y de oponerme a eso, don Roco, manoteándole afanado al homosexual Alejo, dijo con fuerte voz:
ROCO: ¡Bueno, bueno, como sea, hombre… no se hable más, hijueputa!…
Era lógico que el barrigón, barbudo y dientipodrido de don Roco se había dado cuenta que mamá no era actriz, pero que en realidad sí era mi madre biológica. El viejo mostró gusto de saber al menos que ella si era mi mamá, se acercó a nosotros y dijo:
ROCO: ¡Ya está la actriz aquí!… ¡Así que no se hable más!… ¡Toma tu cédula, mamita, y ve a que te maquillen y te vistan, amor! ¡Alejo se dedicará a formalizar tu contrato mientras tanto!
Me impacienté al escuchar eso. A don Roco no le importó que mamá no fuera actriz, simplemente la contrató por ser mi madre y ver mi reacción, apenas me miraba con burla, maldito viejo ese.
Mamá recibió su cédula, y, mientras la guardaba en su fina, delicada y bonita carterita, muy sonriente y contenta, le dijo a don Roco:
MAMÁ: ¡Gracias, muchas gracias, don Roco!… Jejeje… ¡No se va a arrepentir de haberme contratado! ¡Mi gordito hermoso!…
YO: ¡Mamá!… ¡Qué confiancitas son esas!…
No sé qué diablos le pasaba a mamá, asombrado había quedado al ver que mamá, con una confianza y atrevimiento increíbles que yo no le conocía hasta ahora, con su mano le jaló un cachete a ese viejo asqueroso, le dio unos cuantos besos y le hizo unos cuantos mimos.
YO: ¡Pero… qué diablos!… ¡¿Qué demonios viene a contener esto?! ¡Mamá, exijo una explicación!
Y el viejo gruñón dijo:
ROCO: ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya!… ¡Déjate de Zalamerías, mamita!… ¡Así son todas cuando se trata de buscar contratos de más! ¡Interesadas estas!… ¡Ve a que te maquillen ahora sí, ricurita!
MAMÁ: ¡Verá, don Roco, primero quiero hablar con usted sobre mi pago!
ROCO: ¡Jah… yo sí decía!… ¡De una vez te digo que no te puedo pagar mucho, corazón!…
Don Roco miró a Alejo y, con voz fuerte y botando saliva a diestra y siniestra mientras le gritaba, le ordenó lo siguiente:
ROCO: ¡Alejo, huevón, lleva a nuestra nueva actriz a donde Paulita para que la maquille y mientras tanto háblale de su pago, fírmale el contrato y dale su puto dinero de una vez!…
ALEJO: ¡Bien, como usted diga, don Roco!… ¡Ven por aquí, amiguita!…
MAMÁ: ¡Muchas gracias don Roco, no se arrepentirá de mi servicio, gordito!
ROCO: ¡Gracias las que hace el chango, mamita!… ¡Ve con el marica del Alejo!… ¡Pero rápido, hermana, no te quedes mirándome la puta jeta!… ¡Mueve ese culo, petarda!… ¡Que se te noten las ganas de trabajar, para eso te pago!… ¡Muévete! ¡Para ayer es tarde, mamita!… ¡Jueputa vida con estas que no se mueven rápido!…
El viejo gordinflón y cascarrabias de Don Roco, atrevidamente, le dio una fuerte nalgada a mamá para que se moviera, ella se estremeció y, Alejo, el afeminado asistente principal de don Roco, se la llevó a donde Paulita, la maquilladora. Me sorprendió que mamá se hubiera portado así y que no se hubiera enojado al ser nalgueada por ese viejo horroroso, no se hizo respetar en lo más mínimo.
Ustedes, los lectores de este relato, se preguntarán porqué yo me sentía tan incómodo al ver que mamá quería actuar en una película, algunos ya lo habrán presentido y notado, pues lo que pasa es que no se trataba de cine normal y convencional, sino de cine para adultos, en otras palabras, puro porno, y del más fuerte, cochino y rudo.
¡Dios santo!… No podía creer que mamá se hubiera prestado tan alegre y fácilmente para ser nada menos ni nada más que la PRINCIPAL ACTRIZ PORNOGRÁFICA de hoy.
Me quedé estático y parado frente a la pared, sin entender nada. Quedé muy preocupado y rascándome la cabeza pensando porqué mi santa madre, quien era una excelente dama, una señora responsable, de alta sociedad, muy fiel a su marido, buena madre, persona decente y mujer de su hogar se había ofrecido de semejante manera para trabajar en una cochina película de sexo, pues ella bien sabía que yo trabajaba para una productora dedicada al cine para adultos.
No me explicaba qué pudo pasarle a mamá para que hubiera querido ser la actriz porno de la secuencia a filmar hoy ¿sería que se habría vuelto loca? es posible, pero de tanto analizar la situación por fin llegué a la conclusión acertada, era clara como el agua y evidente como el girar del planeta ¡Qué idiota soy!… resulta que mi hermano John trabaja en películas convencionales y normales, películas de acción, comedia, romance, drama y suspenso, y yo soy el único sinvergüenza que anda trabajando en películas de porno como la persona encargada de localizar y conseguir actrices para que don Roco y sus asistentes las contraten, y era palpable e indudable que mamá se había confundido, estaba pensando que el de las películas de porno era él y el que trabajaba en películas normales era yo, eso tenía que ser, ella se veía tan entusiasmada porque pensaba que iba a convertirse en una actriz del cine convencional, o sea el que todo mundo ve y que no es pornográfico.
Creo que la cagué por completo, jueputa, la cagué, la cagué por completo, no me podía haber ido peor el día de hoy, soy un imbécil, metí a mi propia madre en tremendo lío, ella nunca me lo iría a perdonar, ni yo mismo me lo perdonaría, tenía que encontrar la solución a tan garrafal problema y a este maldito malentendido lo antes posible.
Empecé a temblar, a sudar, a agitarme, mis ojos se pusieron rojos y llorosos y mi corazón latía tan rápido y mi cabeza estaba tan caliente que me sentía a punto de colapsar en un ataque cardiaco y nervioso a la vez.
Me dirigí, con mucho temor, hacia el ocupado don Roco para explicarle el mal entendido, traté de hablar con él para lograr un nuevo acuerdo y que ni por el Putas pusiera a mamá a actuar en su sucia película de duro sexo anal profundo, pero fui intencionalmente abordado por el encargado del guion para preguntarme unas cuantas huevonadas y así librar a don Roco de mi fastidiosa presencia.
El viejo sabía que yo estaba bastante molesto y que le iba a pedir que no contratara a mamá, y por supuesto, el señor no me quería atender para no echar para atrás la oportunidad de hacer una secuencia pornográfica con la linda mamá de su empleado y frente a él. Era obvio que mamá no sabía que la película en la que iba a participar era de porno, ella pensaba que era un filme de los convencionales.
Hubo un momento en que don Roco se desocupó, pero el idiota de Jacinto, o sea el encargado del guion y pareja sentimental y sexual de la loca del Alejo, no me soltaba, ese fastidioso maricón me seguía acariciando, jalando las mejillas y hablando pendejadas, era lógico que don Roco lo había mandado a que de alguna manera me mantuviera lejitos de él.
Don Roco se ocupó de nuevo y cuando Jacinto, el encargado del guion, me terminó de hablar y molestar, otra vez fui a hablarle al viejo barrigón y barbuchas, quien no me puso ni pizca de atención, ni siquiera me miró el hijo de puta.
Fui al cuarto de maquillaje a tratar de hablar con mamá y ponerla al tanto de la situación, pero Paulita, la malgeniada y egocéntrica chica maquilladora, me recomendó no molestar mientras hacía su trabajo y, la gafufa tetona esa, quién se creía hija de don Roco, se atrevió a sacarme prácticamente a la fuerza del cuarto, empujándome y dándome unas pataditas, sin siquiera dejar que le explicara.
Estaba muy confundido e intranquilo, si por lo menos mamá me hubiera dicho, cuando veníamos en el carro, que la actriz que ella me había conseguido era ella misma, ahorita no tendríamos tremendo problemón.
Me preocupé muchísimo más que cuando me enteré a última hora que no podría contar con mi actriz Nina y me estaba muriendo de susto, nerviosismo, ansiedad y turbación. Era más que obvio que no me agradara para nada la idea que mamá fuera a ser obligada a actuar en una asquerosa película pornográfica, eso empezó a carcomer mi ser y no supe qué más hacer, nadie me ponía atención.
La puerta del cuarto de maquillaje permanecía abierta. Intenté entrar, pero nuevamente fui sacado por la malgeniada Paulita la cual le recomendó a Jimmy, el inmenso, fornido, calvo y negro portero del set de grabación, que por favor no me dejara entrar porque yo era muy cansón y podía estropearle su trabajo.
Traté de hablar con el fuerte y rudo portero mientras me sacaba a empujones, pero tampoco me hizo caso. Yo estaba desesperado. Apenas podía mirar desde afuera cómo mi sonriente madre era hermosamente maquillada por la niña malgeniada de los cosméticos y de las gafas puntudas y de estilo felino llamada Paulita. Le hice señas a mamá, pero ella no me entendía y se veía feliz de ser maquillada, ella estaba dichosa y esperanzada en ser actriz y llegar a ser muy famosa en el mundo del cine convencional, se notaba que no tenía ni idea que iba a participar en una sucia película de porno anal salvaje.
Pasado un buen tiempo, Paulita llamó a Iveth, la encargada del vestuario, quién entró al cuarto de maquillaje y salió afanadamente con mamá rumbo al cuarto de vestimentas. Iveth no era tan malgeniada como Paulita, pero yo tampoco le caía bien.
YO: ¡Mamá!…
IVETH: ¡Quítate de aquí! ¡Chino marica!… ¡No molestes, Manolo! ¡¿No ves que vamos de afán?! ¡Necesitamos que tu mamá esté lista cuanto antes! ¡No estorbes el paso, por favor!…
Jimmy se interpuso, me agarró fuertemente y sin ponerme ninguna clase de atención solo se limitaba a decirme: ¡Tranquilo, brother, tranquilo!…
Todos estaban seguros que yo estaba jodiendo, pues me conocían, yo siempre era muy bromista y ellos acostumbrados a mis chanzas y fastidios se ofuscaban porque se la pasaban ocupados y trabajando para que don Roco no los fuera a regañar y a humillar frente a todos y no tenían tiempo para mis pendejadas.
Iveth se encerró con mamá en el cuarto del vestuario, yo no podía creer lo que estaba sucediendo. Intenté hablar nuevamente con don Roco para encontrar alguna solución al problema, alguna que fuera diferente al hecho de que a mamá le tocara ser la actriz porno obligada, pero el viejo cascarrabias ni me prestaba la menor atención, se ponía a hablar con el marica encargado del guion, con el jefe de cámaras, con el técnico del sonido, con el ingeniero de las luces, con el de sistemas, con sus asistentes, hasta con la chica de los tintos, con todo mundo menos conmigo.
Era claro que don Roco quería humillarme haciéndome ver con mis propios ojos cómo finalmente mamá protagonizaría una secuencia porno, ese viejo era malvado y altamente morboso y le excitaba la idea de que yo viera a mi amada y tierna madre culear con uno de sus actores más feroces y agresivos, y de repente, el viejo gritó lo siguiente con voz de trueno:
ROCO: ¡A ver… ¿dónde está la puta?!… ¡¿Ya está lista?!…
El muy malparido se estaba refiriendo a mi madre. Todos me miraron y se rieron sin importar nada. Me provocaba darle un golpe a ese viejo miserable de don Roco ¿cómo era posible que ese canalla se atreviera a decirle puta a mi propia madre y frente a mis narices? Lo quise matar, pero no hice nada, mi turbación, mi nerviosismo y mi temor se acrecentaron.
El marica del Alejo, se acercó a mí, se ensalivó sus delicados dedillos y peinándome las cejas con ellos me sonrió y con su acostumbrada fina vocecita de homosexual me dijo:
ALEJO: ¡Aaayyy!… ¡Pero saca ánimos, Manolito! ¡No estamos en un funeral sino en la preparación de una película de buen sexo duro! ¡Al menos sonríe un poco, querido!
El marica me dio un baboso besito en la mejilla, inmediatamente yo me la limpié con asco y Don Roco, a punta de groserías, volvió a solicitar a la puta de mi madre, y sin hacerlo esperar más se abrió la puerta del cuarto del vestuario e Iveth le dijo desde ahí que la actriz ya iba a salir. Casi me da un yeyo, temblé como si tuviera mucho frío y sudé a ríos.
Segundos después mamá salió ante la vista de todos y para mi mayor enojo salió muy natural, contenta y riendo. Casi sufro un colapso nervioso al verla, pues estaba más desnuda que vestida. Los presentes aplaudieron y silbaron morbosamente a la actriz, pues estaba con las tetas al aire y así mismo su peludita, pero recién arreglada chochaza.
Me empequeñecí de la vergüenza tan terrible que me dio, sentí que todo el mundo se me venía abajo. Lo primero que ella hizo al salir fue buscarme ansiosamente con sus grandes y coquetos ojazos, los cuales tenía llenos de exagerado maquillaje erótico, y para sorpresa mía, cuando me encontró visualmente, entre toda esa cantidad de gente, me saludó a distancia agitando los deditos de su manita derecha, guiñándome un ojito y sonriéndome, se veía muy feliz exhibiendo su desnudez y su pinta de puta ante todos los presentes y ante mí, su mismísimo hijo biológico.
ALEJO: ¡Oohh!… ¡Wow!… ¡Congratulaciones, Manolito querido! ¡Tu mamita quedó preciosa, cariño!… ¡Enhorabuena!… ¡Manolito, te felicito en gran manera por tener semejante mamasota tan buenota como madre! ¡Ya quisiera tener yo esas tetotas, ese culazo y esas curvotas que ella se manda!…
Me quedé mudo y petrificado, mamá no se veía nada apenada más bien todo lo contrario, se veía alegre, como si lo estuviera disfrutando, y eso significaba que mamá, aparte de ser ahora una vulgar exhibicionista, siempre supo perfectamente que la película, en la que iba a actuar, era de porno y que mi conclusión, de que ella se había equivocado, había sido errónea todo el tiempo.
Se me escurrieron un par de gruesos lagrimones, el marica del Alejo me los limpió con sus pequeñas manos y trató de consolarme abrazándome.
Mi mami de verdad iba a tener sexo anal con un gigantesco actor porno y estaba de acuerdo con eso… ¡Dios mío, en qué momento mi mami se había vuelto tan puta e indecente! ¡En qué momento a mi mami se le había acabado el juicio y la educación!… ¡Lo hizo de un momento a otro!… Ahora sí quedé completamente desconcertado, perplejo y sin explicaciones.
ALEJO: ¡Ay, mi niño!… ¡No te atormentes, amor! ¡Piensa en que tu linda mamita hoy podría empezar a convertirse en una actriz famosa, cotizada y millonaria!… ¡Ooohhh!… ¡Qué emoción!… ¡Cómo me gustaría ser ella!…
A mamá le habían puesto tremenda pinta de puta callejera, no tenía calzones, solo tenía puestas unas obscenas botas negras de tacón alto y caña larga, unas medias sobresalientes desde la parte alta de sus botas, calcetas que gracias a unas finas ligas eran sostenidas por un vulgar portaligas ajustado a su fina cinturita, todo era de color negro, también llevaba una especie de brasier cuyas copas no existían y dejaban las tetas por fuera y bien levantadas.
YO: ¡Jueputa vida!… ¡¿Por qué? mamá ¿Por qué lo hiciste?!…
Aparté mi vista de mamá y empecé a llorar como una nenita, me parecía inaudito e irreal todo lo que estaba pasando, era como si estuviera en una pesadilla, y el marica del Alejo me tomaba de las manos y me daba besos cada vez más cercanos a la boca.
ALEJO: ¡Calma, mi amor! ¡No seas nenita! ¡Por primera vez veo que no haces bromas y que estás aplacado!… Jejeje… ¡Así me gustas más, amorcito! ¡Si no fuera porque tengo a Jacinto me casaría contigo, mi vida!…
Volví a mirar a mamá esperando a que se hiciera un milagro y viera que no se trataba de ella sino de otra mujerzuela y que todo fuera solamente un mal sueño, pero era una tontería, allí estaba mi mismísima madre vistiendo como ramera y portándose como tal. Sentí morirme al ver a mamá así, tal como si fuera una puta irrespetada, tuve la reacción de querer tapar con mi chaqueta el soberbio cuerpazo de mamá, pero Alejo se dio cuenta, me dijo que no hiciera eso, que madurara, y me detuvo agarrándome de un brazo, muy cortésmente me dio unas palmaditas en la espalda para que me calmara y me dijo algunas tontas frases de falso consuelo.
ALEJO: ¡Contrólate, cariño!… ¡No te pongas triste, amor, sé feliz!… ¡Y deja que tu mamita también sea feliz y todos los que estamos aquí presentes!… ¡Ay!… ¡No la vayas a amargar, la señora Genoveva merece hacer aquello con lo que se siente bien! ¡Se nota que esto le gusta y que es lo suyo! ¡Se le ve en los ojitos la ilusión que tiene de ser una famosa actriz porno!… ¡Si la amas déjala ser feliz haciendo lo que le gusta!…
Jacinto se nos acercó y ayudando a su novio Alejo también comenzó a consolarme mientras me daba unas palmaditas en las nalgas.
JACINTO: ¡Manolito, papito, tu mamá está hermosa, hermosa, hermosa!… ¡Totalmente divina!… ¡Es toda una diva!… ¡Deberías estar orgulloso y feliz de tener a semejante hembrota como madre!… ¡Yo tuviera una madre así le alcahuetearía de todo, mi vida! ¡Ven anímate y observa la presentación de tu mamita!…
Don Roco, sujetando a lo alto la manita de mi preciosa y loca madre, le hizo dar unas vueltas sobre su propio eje exhibiendo así todo su esbelto cuerpazo mientras el muy maldito la miraba con ojos de pervertido devorador, le decía piropos altamente groseros, le daba palmadas en el culo, sendos besotes en la boca y le tocaba las tetas como bien se le daba la puta gana, para mi martirio ella le correspondía muy bien y sonrientemente todos esos abusos, realmente no sabía qué demonios le estaba pasando a mamá, tal vez la habían drogado o se habría enloquecido.
Alejo y su novio, Jacinto, desde ahí, también le lanzaban piropos a mamá, el par de locas saltaban emocionadas. Ver todo eso casi me saca de casillas, pero Alejo volvió a intentar calmarme, no obstante, yo estaba demasiado acalorado, pues sudaba y sudaba sin parar. Mi corazón palpitaba como pistón de un caliente y acelerado motor de combustión.
ROCO: ¡Uuff!… ¡Jueputa!… ¡MIREN ESE CULAZO!… ¡Uuff! ¡Qué ricurota de vieja! ¡Hijuemadre!… ¡Está buenísima esta perra!…
El infame Roco volvió a nalguear y a morbosear el culo de mi esplendorosa madre como bien quiso, con agresividad le metió los dedos entre las nalgas, me dio la impresión de que se los estaba metiendo por entre el ano, e incluso se agachó y le lamió las nalgas y le pasó la lengua por entre la raya de su perfecto trasero, ella se dejaba y antes paraba su rotundo traserote con el fin de facilitar los manoseos y lengüetazos de mi vil e infame jefe.
Yo estaba abochornado, anonadado y petrificado, pensé en defender a mamá, pero mis extremidades se quedaron paralizadas de ira, de pena y de pavor.
ROCO: ¡Cosa más grande caballero!… ¡Qué rico culote tiene esta perra!… ¡Jueputa!… ¡Qué putaza tan rica y tan buenota!… ¡Estoy que me la como ya mismo!…
Todos se reían alcahueteando cada palabra que pronunciaba ese proxeneta asqueroso, incluso Alejo y Jacinto lo hacían. Eso me tenía al borde de la locura.
YO: ¡Viejo hijueputa!…
ALEJO: ¡Cálmate, cariño!
JACINTO: ¡No te alteres, mi vida!… ¡Don Roco en el fondo es un buen sujeto, de seguro tendrá en cuenta a tu divina mami para filmar otras películas que tiene en proyecto! ¡Es que a semejante mamasota tan rica cómo no la va a contratar de aquí en adelante siempre!
Mamá estaba completamente irreconocible, su negro y largo cabello había sido idealmente alisado y era sostenido por una balaca de tela blanca que tenía sobre ella un lindo y gracioso corbatín rojo, y estaba muy maquillada.
ROCO: ¡Y esas tetotas de vaca tan ricas! ¡Son de una hijuemadre vacota lechera! ¡Pero de una vacota hermosa y bien acuerpadota, carajo!
Don Roco nuevamente le agarró con mucha fuerza y ordinariez las exuberantes tetotas a mamá y se atrevió a darle sonoras palmadas en ellas mirando su bonita y atrayente vibración y osó a chupárselas sin más ni qué, ella estaba que no podía de la risa, parecía una tonta.
ROCO: ¡Mmmmm! ¡Mmmmm! ¡Mmmmm!… ¡Qué ricas tetazas se manda esta puta!… ¡Mmmmm! ¡Mmmmm! ¡Mmmmm!…
Con un gordo y largo pezón metido dentro de su sucia, babosa y vulgar bocota de viejo verde el jefe añadió:
ROCO: ¡Qué buen par de tetazas se manda esta marrana!… Jejeje… ¡¿Dónde está el imbécil del manolín?!… ¡Ah, allá está!… Jejeje… ¡Entre los maricas!… Jejeje… ¡Oye, Manolín, está muy rica la puta de tu mamá, hiciste bien en traerme a esa zorra, gran marica!… Jejejeje…
Casi me le voy a don Roco encima con la intención de golpearlo, pero Alejo y Jacinto, una vez más me detuvieron con fuerza. El viejo verde empezó a morder y echarle muela como bien quiso a los provocativos, gruesos y largos pezones y a las blancas y generosas tetotas de la estúpida facilona de mamá.
Don Roco tenía dientes podridos y torcidos, no sé por qué no se los había mandado a arreglar si era un hombre de muchísimo dinero, creo que lo que pasa es que le gusta tener apariencia de depravado y hampón.
Mamá seguía sonriendo y acariciando tiernamente la piojosa cabeza de don Roco a la vez que juntaba sus santas tetazas a su maldita cara de sucio y depravado demonio. Luego me miró, levantó su manita y con fuerte voz me dijo desde allá:
MAMÁ: ¡Hola, mijo! ¡Papi ¿no has venido a felicitarme y a contemplar mi belleza? amor!… ¡Ven, no te quedes allá tan achicopalado, bebé!… ¡Ven a disfrutar de esta fiesta, amor!…
Mirando con odio a mi obscena madre yo me tapaba mis oídos y repetía a baja voz lo siguiente:
YO: ¡Cállate! ¡Cállate, mamá! ¡No te soporto!…
Realmente, mi señora madre estaba comportándose de manera totalmente diferente a la sana, recatada y buena mujer que yo siempre conocí, y para más piedra también era cierto que había quedado mucho más bonita que cuando ella misma se maquilla y se peina, parecía ser otra mujer, y debo aceptar, con todo el dolor de mi alma, que ella estaba convertida en toda una despampanante y putísima actriz de porno.
Yo me estaba sintiendo muy mal, y es que casi me muero del impacto de ver a mi propia madre prácticamente desnuda, manoseada, irrespetada, morboseada y piropeada por don Roco y otros colaboradores, pues no tardaron en lloverle encima un montón de deseosas manos varoniles que aprisionaron con fuerza sus inmensas tetotas, sus ricas nalgotas y sus torneadas piernotas. Incluso otras mujeres la empezaron a manosear después, entre ellas Iveth y Paulita.
Caí pesada y agobiadamente sobre un sillón, totalmente desecho y sin fuerzas, y Alejo y su novio me dieron unas cuantas palmaditas en los hombros y en las piernas para tratar de consolarme y no sentirme tan mal, pero me estaba sintiendo como un reverendo culo y eso no se podía evitar, pues ¿a quién diablos le gustaría ver a su adorada y querida madre biológica en esas fachas y en esa situación?
ALEJO: ¡Vamos! ¡No te sientas mal, Manolito!
JACINTO: ¡Vamos, papi! ¡Tu siempre eres el bromista y el más alegre de aquí! ¡No te desanimes por tan poca cosa!
Jacinto me empezó a tocar la verga sobre la bragueta de mi pantalón, y yo le quité su sucia y mañosa mano con agresividad.
YO: ¡Ojo! ¡No me toque, Jacinto!… ¡Pilas!… ¡Yo no soy marica como ustedes!…
ALEJO: ¡Perdona a mi novio, mi amor!… ¡Es que no nos gusta verte así de triste, mi Manolito!
YO: ¡¿Cómo se les ocurre que no vaya a estar triste si están emputeciendo a mi mami frente a mis narices?!… ¡Jueputa!…
JACINTO: ¡Yo estaría feliz porque don Roco me emputeciera y me tratara así como le está haciendo a tu mamita! ¡Qué rico sería!… ¡Si quieres mi novio y yo te chupamos un rato la verga para que dejes de estar tan triste, amor!
ALEJO: ¡Ay!… ¡Sí!… ¡Yo quiero chuparte el guamo, Manolito, siempre he querido meterme tu verga a mi boca!
Juntos maricas empezaron a acariciarme el falo por encima de mi pantalón, me molesté y les grité:
YO: ¡Ni se les ocurra, par de maricas!… ¡Respétenme! ¡Ya les dije que no soy marica!… ¡Estoy de mal genio como para ponerme a escuchar sus maricadas!…
Mientras las dos maricas me seguían toqueteando la verga sobre la tela del pantalón me decían:
ALEJO: ¡Ve el lado bueno de todo esto, mi amor! ¡Te lo repito, tu mamita se podría convertir en una gran actriz porno! ¡En la más puta de las actrices triple X!…
JACINTO: ¡Sí! ¡Manolito hermoso! ¡Mi amorcito Alejita tiene toda la razón! ¡Yo daría lo que fuera porque mi mamá quisiera actuar al menos en una simple escenita! ¡Ella tiene carita de prostituta y un cuerpazo de diosa, creo que un día de estos le voy a proponer a esa puta que venga a un casting!
YO: ¡Pues ve y trae a esa perra para que se la metan por el puto culo, homosexual hijo de puta!
Retiré con fuerza las manotas de esos dos hijos de puta de mi entrepierna, y Alejo me dijo:
ALEJO: ¡Uuyy!… ¡Pero no te pongas así, cariñito!… ¡No seas grosero!… ¡Y deja la brusquedad! ¡Casi me arrancas la manita!…
JACINTO: Jajajaja… ¡No te enojes, Manolín!… ¡Pues por mí fuera yo sí traería a mi mamita a un casting de porno salvaje!… Jejeje… ¡Tengo que convencerla!…
YO: ¡Ustedes son unos malparidos, par de locas hijueputas!
JACINTO: ¡Y tu eres un huevoncillo de aquí a la luna, mi amor! ¡Deberías estar feliz de ver a tu madre metida en porno!… ¡Sácate la verga que te la vamos a chupar!…
YO: ¡Jacinto malparido!
ALEJO: ¡Manolito!… ¡Relájate, hermano!… ¡No voy a permitir que ofendas a mi novio!… ¡Alégrate y disfruta estos momentos! ¡¿Qué te sucede?! ¡Tú siempre eres el bromista aquí, el hombre de las risas y del ambiente! ¡Anímate, amor!
YO: ¡Cállate la jeta, Alejo marica!
JACINTO: ¡Para que te contentes, Manolito, Alejito y yo podríamos darte culito! ¡Si quieres vamos tras de esas cajas y hacemos el amor en trío!
YO: ¡Basta ya, malditos! ¡Apártense de mí! ¡Déjenme ir!
Me iba a levantar con la intención de irme, pero esos malditos maricas no me dejaron y me hicieron sentar de nuevo.
ALEJO: ¡Ay!… ¡A dónde vas, cariño!… ¡Nosotras tratando de ser bonitas contigo, Manolito, y tu insistes en ser un gamín con las dos! ¡Así no se puede, mi amor!
YO: ¡Que te calles, puerca!… ¡Y déjame ir!
JACINTO: ¡Manolito!… ¡Grosero!… ¡Y como no quieres que te lo mamemos entonces mejor chúpanos las vergas tú a nosotras!…
Noté que Jacinto y Alejo tenían ganas de violarme, ya se estaban sacando sus vergas, pero fui salvado por la campana, pues todos hicieron bulla debido a que de un vestier masculino, había salido, desnudo y masturbándose, un erecto, gigantesco y fornido actor que en el mundillo del porno se hace llamar Torpedo. Temblé y me llené de miedo al ver a ese King Kong, al recordar lo sucedido hacía un tiempo con él y al saber que él iba a culearse a mi mami.
Los homosexuales de Alejo y de Jacinto apenas vieron al inmenso y musculoso Torpedo se emocionaron, saltaron inquietamente como si fueran dos felices nenitas porristas, gritaron y le lanzaron piropos a ese titánico actor pornográfico, esas locas estaban sumamente emocionadas y entusiasmadas, lo miraban con ojos salidos y de pervertidas.
ALEJO: ¡Ay!… ¡Qué hombre tan lindo!… ¡Hermoso gladiador pajero! ¡Qué cosota tan grande y cabezona! ¡Ohhh!… ¡Me derrites, papasote!… ¡lleva a esta loca entre tus musculosos brazotes, papi!… ¡Ven mi Torpedus precioso! ¡Ven y te lo mamo, amor!
JACINTO: ¡Mira esos musculotes, Alejo! ¡El Torpedote cada vez se pone mejor!… ¡Qué manguerota tan grande la que masturban sus endemoniadas manotas!… ¡Oohhh!… ¡Loca, me desmayo!… ¡Sostenme que me caigo!… ¡Uuff!… ¡Torpedote, mi amor, abusa de mí!… ¡Con todo tu pesar, Alejito hermoso, pero yo te cambiaría por una noche con el Torpedo!… ¡Torpedote yo te doy culo! ¡Ven, Torpedote, hazme tu mujer!…
ALEJO: ¡Embarázanos el culo a juntas con tu potente y gigantesco Torpedote, mi hombre!…
El Torpedo, era uno de los actores más queridos de don Roco, pero el más odiado por mí. Ese maldito no me agradaba para nada, alguna vez me destrozó el culo en una violación y me tuvieron que llevar al hospital, me dieron muchas semanas de incapacidad por no poder caminar, y en otra ocasión me obligó a meter mi cabeza al inodoro que estaba tapado y que estaba repleto de la mierda y la orina de todos los presentes y me hizo comer y beber toda esa porquería.
Mamá no conocía a ese hampón, pero sabía muy bien que un tal Torpedo me había ultrajado y me había obligado a comer toda esa mierda y a tomar toda esa orina en esos tiempos, no obstante, después de que le dijeron que ese gorila que se acercaba era el famoso Torpedo ella lo miró de pies a cabeza, enfocándose en su inmenso mástil de verga, la cual observó demostrando muchísimas ganas, pues vi muy bien cómo ella puso cara de puta y se mordió y se relamió los labios al ver su potente vergota. Era imposible que ella no recordara que un sujeto llamado Torpedo había dañado parte de la vida de su hijo.
ROCO: ¡Muy bien, amor! ¡Te felicito, putona! ¡Así me gustas!… ¡Ahora mira, te presento al Torpedo, le dicen así por eyacular varias veces a gran presión, a gran distancia, con mucha potencia, por un buen rato y con mucha precisión!… Jejeje… ¡¿Te gusta este Torpedo? perrita!
Mamá, poniéndose de manera muy sexy un dedito en su boquita y sin dejar de ver el poderoso tronco de verga del Torpedo pronunció ante todos:
MAMÁ: ¡Wow!… ¡De manera que tú eres el famoso Torpedo! ¡Eres el que le rompiste el culo a mi Manolito con semejante poste y el que le hiciste comer mierda y beber orines!
TORPEDO: ¡Así es, muñeca! ¡Ya me contaron quién eres tú! ¡Eres la mamita!… Jejeje… ¡Y así como le rompí el culo al marica de tu hijito te lo voy a romper a ti ahora, perra!
MAMÁ: ¡Qué rico! ¡Quiero que así sea porque me encanta tu Torpedote, mi amor!
Escuchar eso de mi mami fue totalmente destructivo para mí, y verla escurriendo babas al ver a semejante bestia gigante y a tremenda vergota casi me hace parar el corazón, y mucho más fuerte me dio el hecho de ver que ella se le acercó a ese abusivo macancán y empezó a agarrarle la verga por su propia cuenta.
MAMÁ: ¡Con que esta fue la voraz anaconda que se devoró el culo de mi Manolito!… ¡Uuff! ¡Te la quiero chupar, mi vida! ¡Quiero mamar la culebrota que dejó a mi hijo en el hospital con dolor de ojete por tantas semanas!
TORPEDO: ¡Vaya!… ¡Me tienes sorprendido!… ¡Definitivamente eres mi clase de puta preferida! ¡Nos vamos a llevar muy bien, cerdita!
Mamá lamió lascivamente el pecho del Torpedo mientras sus manos masturbaban el cipote del maldito.
ROCO: ¡Wow!… ¡Bien hecho, amor!… ¡Yo sé que estás muy excitada, pero mira, presta mucha atención ahora, putita! ¡Quiero que durante diez minutos le practiques una buena mamada al Torpedo para que una vez entren a la escena él esté bien, pero bien erecto ¿me entiendes? putita!
MAMÁ: ¡Uy qué rico, papi!… ¡Bien, no hay lío!… ¡Como usted diga, mi Roquis! ¡Yo a esta bestia le chuparía hasta el ojo del culo!… Jejeje… ¡Será un verdadero placer!…
ROCO: ¡Bien!… ¡Manos a la obra!… ¡Andando, puta!… ¡Y todos vayan tomando sus puestos! ¡En diez minuticos empezaremos a rodar!
El tal Torpedo era un gorila como de dos metros de estatura y de grandes músculos por todo su cuerpo, su vergota era una monstruosidad, era un arrogante y un canalla como don Roco.
Yo, personalmente, ya había tenido varias peleas y alegatos con el maldito del Torpedo, nos caíamos mutuamente como un culo. Lo más traumático para mí fue cuando ese monstruo me aprisionó en sus brazotes y me violó metiéndome esa terrible vergota por el culo una y otra y otra vez, y también cuando en otra ocasión me metió de cabeza entre un cagadero y me hizo comer mierda y beber orines en ese viejo inodoro mientras las aseadoras reían, aplaudían y animaban mi desgracia.
No sabía que ese hijueputa Torpedo iba a ser el actor de esta secuencia fílmica, pensé que posiblemente iba a ser el buen Cleto, otro de los muchos actores, también gigante, pero mejor persona que el maldito Torpedo, sin embargo, para aumentar mi desgracia el actor escogido por don Roco fue ese vil y maldito Torpedo, reconocido por darle bien duro por el culo con su terrible cosota a todas las actrices dejándoles el ano completamente destrozado y dolorido.
Casi me muero cuando vi que Torpedo le dio una sonora bofetadita a mamá y ella muy gustosa y dócil le correspondió agachándose frente a su vergota y empezándosela a pajear, besar y lamer desesperadamente.
También casi estallo de la ira y de los celos cuando vi que mamá comenzó a chupar impetuosamente esa poderosa y bestial vergota. Iba yo a intervenir, pero Alejo y Jacinto por enésima vez me detuvieron, me sentaron de nuevo y trataron de calmarme y apaciguarme otra vez acariciando mi pecho, dándome besitos sobre los labios y diciéndome locas palabras que lejos de tranquilizarme antes más me enfurecían.
Mamá se veía feliz chupando esa estúpida vergota violadora y eso me tenía supremamente enojado y súper celoso. Si papá se enterara de lo que ella estaba haciendo se armaría un gran problema. Pensé en llamar a papá para que él llegara y parara toda esta locura, pero estaba viajando muy lejos por cuestiones de trabajo, como siempre.
Doña Genoveva, mi sensual y ahora putísima madre, estuvo mamando felizmente esa violadora vergota, el mismo inmenso guamo que hacía unos años había horadado abusivamente mi destrozado culo, mamá sabía eso y, sin embargo, chupaba y consentía ese monstruoso cipote con gran vigor y devoción mientras me miraba con sus maquillados y coquetos ojazos de burla, morbo y deseo.
Una que otra cámara de mano filmaba esa fabulosa y cochina mamada para colocar esas tomas en el “detrás de cámaras” de la película. El Torpedo a veces le agarraba la cabeza y salvajemente le introducía su vergota hasta lo más profundo de su garganta, pensé que el desgraciado me iba desarmar a mi hermosa e intrépida progenitora, pero ella demostró tener una gran experiencia y manejar la situación como si fuera una excelente profesional y una verdadera experta del sexo oral y la garganta profunda.
Torpedo me miraba y me hacía muecas, el muy desgraciado estaba disfrutando mi colapso, hasta que decidió decirme lo siguiente delante de mi arrodillada mamá:
EL TORPEDO: ¡Muérase de la ira, marica hijueputa!… Jejeje… ¡La hija de puta de su madre me lo está mamando muy rico y decididamente, y ya pronto le destruiré ese cagado culazo con mi babosa macana así como hice con el tuyo!… Jejeje… ¡¿Cierto? mamá del Manolín!…
Mamá se sacó el salvaje miembrote de su mamadora bocaza para contestarle al gigante:
MAMÁ: ¡Por supuesto, mi gigantón hermoso!… ¡Destrózame el culo con esta inmensa cosota como bien quieras, amor!…
El risueño y ofensivo gigante le hizo engullir su enorme falote a mamá hasta lo más profundo de su garganta asfixiándola por un buen rato mientras me hacía vulgares gestos de burla y de odio.
Otra vez intenté levantarme para frenar lo que estaba ocurriendo, y Alejo y Jacinto, para evitar mi acción, cada uno se me sentó sobre cada rodilla dejándome inmovilizado para actuar y empezaron a besarme y a lamerme el cuello, no sé por qué razón me dejaba como un idiota marica.
Mamá prosiguió con su buena mamada mientras los operarios y asistentes pasaban afanadamente por sus lados llevando y trayendo cosas, lámparas, cámaras y cables. El gracioso y rojito corbatín que tenía mamá sobre su blanca balaca se agitaba de una manera obscena al son de los lascivos movimientos de la suculenta y babosa mamada.
Las mejillas de mamá lujuriosamente se inflaban llenas de verga, cipote que llegaba a bajar por toda su garganta, eso se veía muy bien, pues su garganta se inflaba y desinflaba de acuerdo al exquisito e intenso ritmo de la pavorosa mamada. Yo estaba que lloraba de la impotencia y del fastidio.
Alejo me pasó una cerveza para desacalorarme y quitar mi sed, y yo tuve la tentación y toda la intención de ponerle esa botella en la cabeza al grandulón ese que se estaba follando por la boca a mi tierna mamita. Yo pasaba esa botella de cerveza de una mano a otra aumentando, por cada segundo que pasaba, mi deseo de realizar esa violenta acción, pero no lo hice, pasé saliva y dejé la botella en el suelo.
Mientras la parejita de homosexuales ya se besaban, se tocaban y se amaban entre ellos, aún sentados sobre mis rodillas, miré fija y desagradablemente la ruda mamada que mi suculenta madrecita le practicaba al detestable gigante, y por mi mente pasaron diversas escenas de mi vida con mi mami que mi memoria me hizo recordar, los mejores momentos con ella, cumpleaños, paseos, viajes, idas al cine, almuerzos, fiestas, días de la madre, muchos bonitos y especiales eventos ocurridos con ella desde cuando yo era muy niño hasta los malucos momentos de ahora. Me parecía increíble que mi buena y dulce madre ahora estuviera haciendo esa cochinada con toda la sinvergüencería habida y por haber como si eso fuera lo más normal del mundo.
Es que de verdad era inaudito, mi madre se lo estaba mamando a mi peor enemigo, abusador y violador, y ella lo sabía muy bien, no sé qué se proponía con eso la indecente señora, ¿acaso mi propia mamá estaba en contra mía y a favor de la gente que me hace daño y quería matarme de un colapso nervioso y de ira? Mi mamá sabía desde hace tiempos que yo trabajaba en la producción de películas porno, a ella eso no le agradó al principio, pero luego me apoyó con mucho amor en ese proyecto. Aunque mamá me hubiera apoyado en ese trabajo ella siempre había sido una mujer decente y fiel, nunca me imaginé que hoy ella fuera a estar haciendo cochinadas de esa magnitud y naturaleza, y eso me estaba atormentando la existencia, no podía creer que ella se hubiera convertido en una puta de la noche a la mañana y que le estuviera gustando tanto serlo.
Alejo y Jacinto se sacaron sus vergas y se estuvieron haciendo mutuamente la paja sentados sobre mis rodillas, me tenían inmovilizado, no podía ir a detener la mamada que mamá le practicaba al canalla del Torpedo y solo podía mirarla desde aquí, a solo unos pocos metros de distancia.
Ahí seguía doña Genoveva mamando alegre y decididamente la verga de mi enemigo mortal.
Torpedo me miraba con victoriosa sonrisita burlona mientras que con sus manotas y su espantoso rostro me hacía gestos obscenos sobre mi madre.
Mamá siguió mamando gustosa y emotivamente esa largota y gruesota serpiente hasta que finalizó el tiempo y don Roco los llamó al plató para empezar la grabación dando tremendo grito a través de su ridícula cornetita de cartón.
ROCO: ¡Que entren los actores!…
CONTINUARÁ…
Escrito por Siremis.
Hola amiga tengo una relación insestuosa con mi mamá de los 12 años ahora yo 50 ella 68 comenzó cuando mi mamá se emborraba todo los días durante 2 años.. ahí me inicio bote semen por primera vez jamás me había masturbado menos salir semen
De esa noche sentí una cosquillas muy fuerte cuento corto me enseñó todo lo del sexo..y empezé a tocar a mi hermana de 8 años
¡Wow!… Amigo, te felicito por esa gran oportunidad incestuosa y te invito a contarnos tus buenas experiencias.