Mi chica se coge a mis DOS sobrinos
Este mi primer relato de muchas aventuras que podre escribir si hay buena recepcion del presente.
Empezare por presentarme, soy Nico, 29 años, vivo con mi chica en Viña del Mar, Chile, ella es Susana, guapa de 25 años si bien demuestra mucho menos edad, rubia de ojos verdes, delgada, mide 165 cms, con un culazo de infarto y tetitas pequeñas.
Tenemos una convivencia ya casi 7 años, open minds, con participación en tríos, reuniones swingers y otras actividades de mucho placer, todo ello consentido y por cierto muy disfrutado.
Iniciare mis relatos con éste que cuando lo he comentado con amigos les ha llamado mucho la atención, y es como se inició esta relación con mis sobrinos, Tomas de 18 y su hermanito Lucas de 16.
Siempre he tenido muy buena relación con los chicos, con mi hermana, su madre, hemos sido muy cercanos y por ello en mi soltería he convivido con ellos ciertos períodos. De ahí que los chicos nunca me han dicho “tío” sino simplemente Nico pues prácticamente crecieron a mi lado.
Y pues en las fiestas de fin de año se presentó un problema, mi hermana debió acompañar a su marido a un funeral de un pariente el día de navidad y los chicos se quedaron con nosotros en casa. Obviamente preparamos una cena y de todo lo que se estila en dichas fechas.
Iniciamos todo pues, una deliciosa cena y posteriormente algunos tragos, en especial champaña.
Debo mencionar que mis sobrinos tienen un cuerpo cada cual muy bien cuidado, amantes de los deportes pertenecen a un club de rugby local, además hacen natación y surfean.
Por la misma actividad deportiva, no son habituales de las bebidas alcohólicas, y el espumante los fue entusiasmando por lo dulce y de a poco se les fue subiendo a la cabeza, desinhibiéndose ambos, ante nuestra sorpresa y alegría natural.
Ya pasada medianoche cuando habíamos hablado de todo, alguien sugiere el típico juego de salón y con castigo al que fuera perdiendo, que consistiría en ir entregando prendas de la ropa. Debo aclarar para lectores de otras latitudes, que en diciembre acá en Chile es verano y por ende andábamos todos livianos de ropa.
Asi pues que se fue desarrollando el juego, y cada cual, cumpliendo con sus penitencias, hasta que llego el momento en que los chicos solamente estaban en boxers, mi chica en bikini y yo en boxer y polera.
El siguiente en perder fue Tomas, quien, si bien rezongó un poco, envalentonado por la ingesta de alcohol, simplemente se desnudó, dejándonos ver su espléndido cuerpo, muy bien formado, completamente depilado por su condición de nadador y con un pene de buen tamaño, algo grueso que morcillonamente caía sobre sus huevos. Susi y yo intercambiamos una mirada cómplice al ver aquel miembro en reposo.
Acá debo aclarar que algunas veces que habíamos estado con los chicos en la playa, ya habíamos notado que ambos mostraban buenos bultos en su entrepierna, sus trajes de baño muy ajustado no dejaban mucho a imaginación, al menos en sus tamaños y entre bromas le había insinuado a Susana que si se atrevería con ellos y siempre me respondía con una sonrisa y un….”Mmmm quizás”.
La siguiente en perder y pagar con una prenda fue Susana quien se retiró sin chistar la parte superior del bikini, para enseguida corresponder turno a Lucas, quien riéndose se sacó sus boxer lanzándolos sobre su cabeza y mostrando….ohhhh, vaya garrote. Un tremendo miembro grueso (mas grueso al medio) muy blanco, con el prepucio cubriendo su glande y que medía unos 22 cms según mi cálculo, lo que sacó un inesperado suspiro en Susana y lógicamente mi sorpresa que la verdad no esperaba tanto en un chico que aún no cumplía los 16 años lo que ocurriría recién en febrero.
Yo propuse un brindis para saludar la valentía de ambos chicos de cumplir con el juego a pesar de su natural vergüenza que producía el quedar completamente desnudos.
Y siguiendo el juego, nuevamente perdió Tomas, quien dijo que no tenia prenda para entregar, ante lo cual Susana le dijo que tendría que cumplir con un castigo, lo cual fue aceptado de inmediato…el castigo es QUE ME CHUPES UNA TETA.
Los hermanos se miraron y ambos me miraron a mí, incrédulos de la penitencia impuesta, a lo que yo sonriente le dije que simplemente cumpliera, que en eso estábamos. Yo creo a ambos se les escapó la borrachera con aquella posibilidad, ya que debo reconocer que mas de alguna vez los sorprendí cuchicheando en la playa cuando Susi con su diminuto bikini se metía al mar y luego salía mojada con su tanga muy apegada a su piel. Asi que podía estar seguro que no les desagradaba para nada.
Y fue Tomas y se sentó a su lado un poco tímido, Susana lo acurrucó bajo su brazo derecho y empujo su cabeza hacia aquel seno no tan grande pero muy bien formado y durito, con una aureola pequeña algo oscura y un pezón completamente erecto que denunciaba la calentura que en la chica producía la situación.
Empezó pues algo tímido a lamer y luego se puso a chupar cual un bebé con ansias y hambre de adolescente, su mano derecha empezó a acariciar el otro seno y recorrer todo el cuerpo femenino.
Susana miró a Lucas que con la boca abierta y prácticamente babeando ante la escena mostraba una erección de campeonato, ante lo cual ella le dijo, “Lucas, mira, acá tengo otra teta disponible…” el chico no esperó a que le repitiera y se abalanzó sobre ella y empezó a mamar con ansias y además lamer los contornos e incluso pasándose al seno que ocupaba su hermano iniciándose un torbellino de lamidas chupadas y besos. Susana empezó a tomara a cada uno y darle sendos besos en la boca lo que aumentaba aún más la excitación de los chicos, tanto asi que empezaron a deslizar sus manos hacia la parte inferior de Susi, quien respondió agarrando sus penes para iniciar una pequeña masturbación. Ya todo fuera de control.
Como estábamos sentados en el suelo, sobre la alfombra, no fue muy complicado que Susana acomodara a ambos chicos uno al lado del otro acostados sobre sus espaldas, ellos se dejaban hacer, luego, se desnudó y se acomodó a horcajadas sobre Tomas, que al igual que su hermano tenía levantado su miembro cual el mástil mayor de algún buque, y sin mayor espera, se empezó a ensartar aquel joven miembro, que si bien no del tamaño de su hermanito menor, al menos mide 19 cms, el que en un dos por tres desapareció en la vagina de Susi, arrancando un gemido a Tomás y ante la mirada atenta de Lucas, quien se masturbaba suavemente. Por mi parte yo simplemente miraba y me acerqué a Susi y le di un beso en la boca, aprovechando de lamer sus senos que aun tenían saliva de los hermanos. Mi mano izquierda bajó hasta la rosada vagina y pude sentir solo el tronco del pene de mi sobrino que estaba incrustado completo dentro de ella.
Ella lo empezó a cabalgar, mi mano sentía la humedad de su vagina subiendo y bajando y también me permitía sentir la dureza del pene del chico quien gemía mientras con sus manos acariciaba el cuerpo de su “tía” (jajaja). Luego de un par de minutos y ante un fuerte suspiro de Tomás, éste empezó a eyacular dentro de la vagina de mi Susi, gimiendo de forma descontrolada. Por su parte Susana en un susurro me comentó que ella había tenido 3 orgasmos hasta ese instante. Sin perder tiempo se levantó y se acomodó en la misma posición sobre el sobrino de 15 años, pero ya la tarea no sería tan sencilla dado que como ya expliqué aquel miembro además del tamaño tenía una conformación extraña ya que es muy grueso al centro. Me ubique a su lado y nuevamente ubique mi mano en la vagina que se clavó hasta la mitad aquel miembro, y de ahí empezó a moverse con mas calma, evitando asi hacerse daño, y poco a poco fue bajando, bajando (mi mano sintiendo todo) para lo cual fue una gran ayuda el semen que Tomas había depositado dentro que suplió cualquier lubricante. Al cabo de pocos intentos por fin se clavo completamente aquel verdadero espolón. Al hacerlo Lucas dio un gran suspiro y empezó a decir, perdón, perdón, perdón…el chico había eyaculado.
Susi le dijo que estuviera tranquilo, y se quedó encima de él, y como después me comentó, aquel miembro no perdió un ápice de la erección tras eyacular, por lo que en un par de minutos lo empezó a cabalgar mientras se tomaban de las manos. Tomas, se puso de pie junto a ellos seguramente para observar mejor y fue cuando Susi agarró su pene y se lo metió en la boca. Una vez mas mi sobrino me miró y yo le hice una seña con mi pulgar levantado lo que le dio la tranquilidad y empezó a follarle la boca mientras su vagina devoraba el miembro del jovencito de la familia.
Esta segunda vez fue mas larga para todos, es sabido que después de acabar una primera vez la segunda da mayor duración y aparejado un placer extenso, y esta no fue la excepción. Yo no me pide resistir y me ubique a un costado y chupaba y lamia sus senos, sus pezones sumamente erectos mientras mi mano seguía sintiendo el grueso pene de Lucas completamente desaparecido en la vagina de mi Susi. De vez en cuando incluso -invadido por el morbo- le di sendos besos en la boca con el pene de Tomas incluido, quien se dejaba hacer con los ojos cerrados viviendo junto con su hermanito la mejor escena erótica de cine XXX que hubieran imaginado.
Luego de varios minutos que no sabría decir cuantos fueron, primero fue Tomas que acelero la buco-follada en Susi, agarrándole de la cabeza para aumentar su ritmo, mientras exclamaba cosas como “ohhh que rico, asi, asi maaaaaassssss” para terminar descargándose abundantemente en la boca de su “Tía” quien trataba de tragar todo aquel néctar juvenil. Debo reconocer que mi morbo fue mayor dado que nuevamente bese sus labios saboreando también aquella leche familiar.
Por su parte Lucas al sentir y ver todo lo ocurrido también llegó a su clímax iniciando una verdadera inundación de semen en la vagina de mi chica, la que rebalsaba dada la gran cantidad que le fue inyectada. Yo sentía como chorreaba por mi mano que hasta ultimo momento se mantuvo tocando la penetración filial.
Habiendo ya terminado la acción, los cuerpos sudorosos y la habitación oliendo a sexo, nos pusimos de pie y le dije a los chicos que se ducharan y a dormir, nosotros haríamos lo mismo, lo que efectivamente hicimos.
A la mañana siguiente, nos levantamos cerca del mediodía, los chicos no salían de la habitación por lo que les llamé a desayunar que además quería hablar un par de cosas con ellos.
Quizas un poco preocupados llegaron a sentarse algo cohibidos, pero sonriente les pregunte que si habían disfrutado el regalo de navidad, a lo que se miraron sonrientes y dijeron que había estado “bakanísimo”. Les aclare que lo principal era la discreción, les explique que nosotros somos open minds en el tema sexual, pero que con ellos era algo especial dado que Lucas es menor de edad (15 años aun, en febrero recien 16) y más aún ambos son mis sobrinos, y por ende de ahí no debía salir, sobre todo si tenían esperanzas de repetir. Esto ultimo les hizo abrir tamaños ojos y asegurar, si, si, si….
Les hable de responsabilidad, el uso de preservativos fundamental si hay contacto con otras personas, y que en esta ocasión confiamos en ellos que son chicos sanos, y que si seguimos haciendo encuentros debemos estar seguro que nos cuidamos entre los 4 que uno que se equivoque las consecuencias las pagaríamos todos.
Les mencione además que Susi toma anticonceptivos, pero si hubiera una falla y se embarazara de alguno de nosotros tres, yo soy el padre sin entrar a hacer exámenes ni nada, total somos familia.
Bien mis lectores, espero que les agrade este primer relato y de ser asi podré contarles otras aventuras que con mi Susi hemos tenido en estos años viviendo juntos.
Fuaaaaa amigo… me voló la cabeza… lo leo una y otra vez y termino siempre igual. Me encantaría leer más de ustedes
Waww!
Me encantó el relato, espero haya más