Mi colegiala
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por follador234.
Ella es rubia, de ojos verdes y alta, un metro setenta. Lo mejor de Jazmín, y es lo que me enamoro, es la cara de gatita viciosa, con unos labios que ya han hecho un buen labor con su novio. Además, tiene unos pechos que entran perfectamente en mis manos, una cinturita finita y piernas bien torneadas, largas. Y su atributo mas deseado por mí, su cola redondita, la cual que todavía no pude hacer que me la entregue, se niega rotundamente al sexo anal.
Pasado un año ya de salir con ella, y tener sexo en todas sus variantes menos el sexo anal ya mencionado, Jazmín salió del colegio y ya no tuve más a mi colegiala en uniforme. Igual, ella se coloca a veces su uniforme que ya le queda chico cuando estamos solos para darme el gusto… un jueguito de novios. Pero después de un año de noviar, comencé a ir a su casa cada vez mas seguido, sobretodo estos últimos meses.
Sus padres me tienen ya confianza y saben que lo mío con su hija es una relación seria, Pero en estas visitas, cuando cumplía mi rol de novio visitando a su novia, había veces que Jazmín no estaba, y me quedaba en su casa esperándola. A veces estaba la hermana mayor de Jazmín, Luciana, mina que esta muy buena… o mas que buena. Es un camión con acoplado. Algo petiza, pero tiene un cuerpo infernal, con dos tetasas que son enormes, dos sandias, y un culo grande y redondo… Es una mujer muy voluptuosa… Luciana tiene novio, un tipo con el que siempre me lleve de mil maravillas cada vez que lo vi. Resumiéndolo, como ella y su novio tienen casi mi misma edad, y nos hicimos amigos.
Otras veces, la mayoría de las veces que me quedaba a esperar a que llegara Jazmín en su casa, me quedaba charlando o mirando TV con su hermana menor, Jesse… Jesse, nombre en honor de su abuela yanqui (por algo son todos rubios en esta familia) es la nena mimada de la casa. Es la bebota de papá, y la cuidan y minan como sí fuera de porcelana fina. Jesse es una jovencita que heredo toda la belleza de sus padres y hermanas. Chiquita de estatura al igual que su hermana Luciana (la única alta era Jazmín), con cabello rubio ondulado hasta los hombros, con unos bucles naturales encantadores.
Una mirada color cielo, una sonrisita encantadora… tiene una carita de niñita inocente y muy bonita. Además, su cuerpo ya esta tomando forma de manera abrumadora, sus tetitas en menos de un año se inflaron de golpe, y son hasta incluso un poco más grandes que las de Jazmín. Pero sus padres le visten con ropa holgada para ocultar el cuerpo de su “nena”… pero yo pude verlo en ropa interior una vez que entre sin golpear la baño de la casa. Jesse se estaba desvistiendo para bañarse, justo yo abrí la puerta y la vi. Un cuerpo perfecto, pechos no muy grandes, pero que en unos años si lo van a ser, una cinturita finita y estrecha, y una cola redondita y firme… todo en una piel blanca como la leche, perfecta. Desde esa vez, hace unas semanas, comencé a mirar a la hermanita de mi novia con más detenimiento.
Y el gran factor que hace que la nena sea comida por mis ojos, es que va al colegio secundario, a un colegio privado, donde años antes asistieron sus hermanas. Y por ello, es la única de la familia que usa uniforme colegial aun. Su sumamos eso mas mi adicción a las polleritas…
Si estoy con ella miramos TV, a Jesse le gustan las películas románticas, la música tranquila, lee poesía… Es tímida, no dice malas palabras… le encanta retocar el Jardín… en fin, es una nena amorosa, inocente e ingenua…
Me encanta verla sonreír cuando le cuento un chiste. Sonríe de una forma enternecedora, llevándose la manito a la boca mordiéndose el dedo índice. Además, le gusta que yo le hable de mi facultad, como estudio dibujo artístico en la Facultad de Bellas Artes, Jesse quedo fascinada con eso. Me mira fijamente cuando hablo de mis estudios, analizando el sentimiento de las pinturas clásicas y de lo artista que soy, una vil mentira, pero me gusta hacerme el bohemio con las chicas.
Ese año, para le día del amigo, a Jesse le había regalado un collar hippie que había comprado en la calle por menos de dos pesos. Ella me había abrazado fuertemente cuando se lo di, diciendo: “ayy… que bonito, gracias!!”. Desde ese día nunca mas se lo saco, lo lleva siempre puesto. Jazmín me dice chistosa que su hermanita se enamoro de mí, y me jode con que yo no me aproveche de eso, mas porque me gustan las colegialas, pero siempre en chiste.
Y en unos meses de ver seguido a Jesse, me encariñe con ella, tomando bastante confianza. Ella me contaba sus cosas, decía que yo era el único que la comprendía realmente. Que tenía pocas amigas, y que se estaba dando cuenta de que sus padres la cuidaban demasiado (más que demasiado tal vez para su edad) y no podía hacer nada. Que sus amigas ya salían solas a divertirse, algunas tenían ya un novio… y que ella siempre tenia que quedarse en su casa. “Sos muy chiquita todavía” le decían sus padres sin tener en cuenta que su nena ya estaba grande.
-Ni siquiera puedo comprarme la ropa que me gusta…- Me dijo cierta vez. Yo comprendía más o menos a sus padres, si Jesse ya comenzaba a salir y a usar ropa más sugerente… La casa se convertiría un hervidero de pretendientes.
-¿Y en la escuela no hay alguien que te guste? ¿Algún noviecito?…- Le había preguntado una vez mientras esperaba a Jazmín. Jesse y yo mirábamos Mtv aburridos.
-Nooo… no me gusta nadie de la escuela…- Dijo ella agachando la cabeza y excusándose rápidamente. Jesse pocas veces me miraba fijamente a los ojos, y esta vez además de eso, se puso roja como un tomate.
-Pero debes que tener muchos enamorados, porque sos re bonita… ¿Que le pasa a estos chicos de ahora?- Le decía yo. Igual, a eso se lo decía siempre, me parecía una chica muy bonita de enserio. Y siempre me gusto verla sonrojarse cuando solo le decía “que linda que estas”.
-Ay, gracias, pero no, nadie que yo sepa…- Me decía media triste y un poco menos colorada.
-Vamos ¿no te gusta nadie?…- Seguía yo, pero ella solo me mira fugazmente y contesto que si con la cabeza ya totalmente colorada. Note como se agarraba las manos y se las retorcía, como hace cuando esta nerviosa.
-No te puedo decir…- Susurro Jesse, y comprendí que no debía preguntar mas. Los dos estábamos sentados en un sofá de tres cuerpos, uno al lado del otro. Ella hace menos de una hora que había llegado del colegio y tenía su uniforme: una camisita blanca con pollera y corbata escocesas. Yo la miraba y por mi mente perversa y fantasiosa me la imaginaba haciéndome un strip-tease… Pero a esa imagen la borraba rápidamente de mi mente, era la hermanita de mi novia.
-Yo… yo…- Comenzó a balbucear ella luego de unos segundos de silencio. Comenzó a sollozar de repente. Yo no sabia que hacer, se me partía el corazón al verla así. Trataba de decirme algo, y me sentí la peor persona por provocar eso.
-Es malo… yo…- Seguía ella tratando de hablar, mientras sus ojitos celestes se le llenaban de lágrimas. Yo pasando mi brazo alrededor de ella, la atraje hacia mí y la abrace. Jesse se aferró a mí fuertemente, hundiendo la cabeza en mi hombro sollozando. Hasta ese momento yo estaba enternecido por chica… Pero al tenerla entre mis brazos, estrechándola con una mano en la espalda y otra de la cintura, me comencé a excitar. Intente separarme de ella, pero mentalmente, porque mis brazos no reaccionaban, la seguían estrechando.
-¿Que es malo?…- Le preguntaba comenzado a acariciarle la cabeza, mientras con la otra mano le frotaba la espalda. Se sentía tan bien… olía tan bien… tenia un perfume suave de flores que me estaba volviendo loco.
-Es que… es que…- Decía Jesse, y hay levanto un poco la cabeza y me miro a los ojos. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, sus labios carnosos estaban muy cerca de los míos. No me podía controlar, ver a esa cosita tan bella en mis brazos, tan cerca me estaba descontrolando.
-¿Qué?…- Le decía sacándole un par de lagrimas de las mejillas suavemente con mi mano, ella suspiraba. Luego le acomode un mechón de pelo tras la oreja… No podía controlarme, estaba haciéndole él chamullo del amigo consolador, y sabia bien a donde llegaba eso.
-Es que… vos… me gustas vos… y…- Yo no lo podía creer, Jazmín me jodia con eso, pero no me la creía de enserio. Nunca pensé seriamente que pasaría si Jesse gustaba de mí.
Fantaseaba, pero como lo hace cualquier hombre ante una mujercita de buen ver… Mi mente perversa me decía que aproveche la situación.
-Está mal, porque salís con Jazmín…- Seguía diciendo ella desahogándose. Estaba tan cerca de mí, que sin pensarlo, me iba acercando más a Jesse, ella a mí, hasta que la bese suavemente. Ella suspiró y dejo de balbucir, estaba como drogada. Le agarre la cara con mis manos y seguía besándola. Sus labios eran muy suaves, me enloquecían, cada segundo que pasaba la besaba con más pasión. La aferré mas a mi cuerpo, estrechándole de la cintura. Sus pechos se oprimían en mi pecho. Ella suspiró y abrió la boca, metí mi lengua. Jesse torpemente comenzó a besar con su lengua. Me moría de placer al sentir que era tan inexperta. Su lengua giraba alrededor de la mía, y la mía se metía por todos los rincones de su boca. No parábamos de besarnos.
Yo estaba fuera de mí… Despacio, la fui recostando en el sofá, hasta dejarla acostada sin dejar de besarla. Una mano mía fue hasta sus piernas, y comenzó a recorrerlas, frotando sus muslos. La otra acariciaba su panza, se metía por debajo de su camisa de colegio…
-Mmmm… aahh… no… para… ahhh…- Susurraba Jesse cuando mi boca no estaba contra la suya… Pero lo decía tan poco convincente, que me incitaba más a seguir sobandola. Comencé a besar su cuello, mis manos recorrían su cuerpito suave y firme. Mi mano llegó a su entrepierna, deslizándose bajo su falda. Jesse no oponía resistencia, solo se retorcía en el sofá bajo mi cuerpo. Eran tan bajo mi cuerpo, que estaba a mi total disposición.
-Aahhhhhhh…- Jadeo ella cuando comencé a frotar su vagina por encima de la tela de sus bragas. Mi otra mano se había metido bajo su camisa y masajeaba uno de sus pechos… Dios, eran más grandes que los de mi novia, mas firmes, mas esponjosos…
-Aaahh… no… para… ahh…- Seguía jadeando Jesse retorciéndose, arqueando su espalda por mis frotes en sus bragas. Mis dedos rápidos se metieron bajo la tela, y no tuvieron problema en encontrar su vulva, luego el clítoris, para comenzar a jugar con él. Mi otra mano había desabrochado unos botones de su camisa, sancado un pecho afuera… Pellizcaba suavemente su pezón duro como una espina.
-Aahhh… aahhhh… aahhh…- Gemía Jesse agarrada con sus manos al sofá. Sus jadeos me enloquecían, no podía parar. Mi verga estaba por estallar dentro de mi pantalón. Mis dedos estaban ya metidos en el interior de su vagina completamente mojada, dos de ellos entraban y salían. Abrí más su camisa y saque su otro pecho afuera, bajando su sostén. Comencé a mamárselos, chupárselos, morderlos. Jesse jadeaba cada vez más fuerte. Me rodeaba con sus piernas y me apretaba la cabeza contra sus pechos, hundiéndola contra sus tetas.
-Aaah… aahhhh!!… ahhh!!…- Estaba por acabar, lo sabía. Yo estaba súper caliente, hervía. Así que saque como pude mi verga del pantalón. Agarre la mano de Jesse y la lleve hasta mi pene.
Ella lo agarró sin dramas, ya ni sabia lo que hacia… Comencé a mover su mano, para que me pajeara. Su manita era suave, me la apretaba dé tal manera que me estaba por hacer eyecular. Mientras seguía chupando sus pechos, deje su mano y ella solita me pajeaba. Seguía con la mía ahora que ella me satisfacía… Metía mis dedos en su cueva más rápido, haciéndola gritar. Jesse me apretaba la verga más fuerte y la movía más rápido, sus movimientos torpes me encantaban.
-Aahhh!!… aahhhh!!!… -Comenzó a temblar, a gritar, su mano que no me pajeaba me clavo las uñas en la espalda. Estaba acabando. Yo no daba mas, era demasiado lo que sucedía. La manita de Jesse me apretaba tanto la verga, que comencé a acabar en ella, embardunandole toda la mano con semen. Quedamos jadeando, yo arriba de ella, ella abrazándome. Luego comencé a besarla de nuevo. Me correspondió apasionadamente, aprendió a besar en menos de 20 minutos, era increíble. No podía creer que había hecho eso con la hermanita de mi novia, la nena de la familia, la bebota de mi suegro.
Jesse me miraba embelesada, luego atrajo su mano a la cara y la miro, estaba chorreando mi semen. Yo estaba encima de ella acariciando sus espléndidos senos y piernas con mis manos, me encantaba acariciar su pequeño cuerpo de piel de seda.
-¿Que es esto?- Me pregunto ingenuamente. Yo sonriendo le dije, si dejar de tocarla, porque veía que ella seguía gimiendo y respirando fuertemente a causa de mis sobos.
-Es mi leche, probala que te va a gustar…- La mire expectante… Jesse, sin peros, se llevo la mano a la cara. La olió un poco, y sacando su lengua, la paso por sus dedos.
-Mmm… no es feo…- Eso me enloqueció, haciendo que mi verga comenzara a crecer de nuevo. La miraba fijamente como comenzaba a introducir sus deditos en la boca… se tragaba todo mi semen, se chupaba los dedos, pasaba su lengua por su mano hasta dejarla limpia y brillante. La nena era increíble. Yo estaba loco, pensando en lo que podría hacer con ella.
Me senté en el sofá, con mi verga afuera y completamente dura. Jesse me imito, se sentó, toda despeinada y con los pechos afuera de la camisa, pero parecía no molestarle eso. Solo me miraba a mí, pero cuando vio mi verga se la quedo mirando fijamente, con la respiración agitada.
-Porque esta así, tan… ¿grande?…- Me pregunto ingenuamente. Yo la miraba a ella, me excitaba mas ver que estaba con los pechos afuera, con la corbata del colegio cayendo en medio de sus globos, con la faldita enrollada, dejando ver todas sus piernas… y era tan inocente… no entendía nada de nada. Era como si viviera en una burbuja de cristal.
-Esta así por vos…- Le dije y ella sonrió tontamente.
-¿Nunca habías visto un pene erecto?…- Jesse, con toda la naturalidad de una nena, me dijo que no con la cabeza. Yo no lo podía creer, era tan inocente que le podía decir lo que yo quisiera y ella se lo creería… Total no sabia nada.
-Nunca vi… un pene así… solo en una foto a un nene…- Me dijo así, como que se dice algo al pasar. Yo, sonriendo y aprovechando lo que había pasado, y ver que Jesse seguía excitada, le dije…
-Harias algo por mi…?-
-¿Que?- Me dijo ella expectante.
-¿La chuparías? Eso me aria muy feliz…- Jesse me miro confundida, seguro no tenia ni idea del sexo oral. Yo agarraba mi pene con mi mano y me comencé a pajear.
-¿Y esta bien eso? ¿Porque te la frotas así?- Me pregunto inocentemente. Dios, esto era demasiado para mí.
-Me estoy masturbando, nunca lo hiciste?…- Jesse dijo que no con la cabeza sonriendo. Y le explique sin dejar de masturbarme. ¿Como era posible que no supiera nada?
-Sentate abriendo tus piernas, y pasa tus deditos donde yo te toque recién…- Ella me miro y lo hizo sin chistar. Soltó una risita al sentir las sensaciones.
-Aaahhh… Me hace cosquillas!…- Dijo tocándose más rápido. No entendía como ella nunca se había masturbado, pero eso no importaba mucho, yo me pajeaba viendo como la nena se metía sus deditos enfrente a mí sin problemas.
-¿Te gusta lo que haces?…-
-Si… aah… mucho…- Decía ella apenas conteniéndose. Agarre su mano libre y la lleve a mi verga. Jesse la agarro y sin que le diga nada, comenzó a bajarla y a subirla, masturbándome mientras ella se pajeaba a si misma.
-Aprendiste rápido…- Le dije y ella se rió poniéndose colorada. Sus jadeos suaves aumentaban, estaba perdiéndose en un nuevo mundo antes desconocido para ella. Y yo quería que me la chupe, quería sí o sí eso. Lentamente, agarre su cabeza, la atraje hacia mí verga. Jesse se dejaba llevar. Hasta que la deje con la cara a centímetros de mi pene. Ella no dejaba de tocarse y pajearme.
-Abrí la boquita y chúpala Jesse…- Ella no hizo nada, pero hice un poco de fuerza en su cabeza, haciendo presión entre sus labios y la cabeza de mi verga. Cuando ella abrió la boca para jadear, metí me verga en su boca, lentamente, hasta llegar a la mitad.
-Mmmmmm… mmmmmm…- Emito Jesse. Suspire al sentir como su lengua frotaba mi verga, degustándola. Estire mi mano hasta su cola y comencé a frotársela. Con mí otra mano comencé a subir y a bajar su cabeza lentamente, deslizando mi verga por su pequeña boca.
Ella chupaba si saber bien que hacer, pero no me mordía. Sin que le diga nada ella mamaba mi verga. Mi mano se metió con la suya en su vagina… entrecruzábamos los dedos dentro en su cueva.
-Mmmm… mmmmmm…- mamaba espectacularmente, torpemente y con inocencia, y eso me encantaba. Acariciaba su cabeza. Le iba indicando que hacer. Ella sostenía mi verga con una mano por la base, la sacaba de su boca y pasaba la lengua como yo le decía, me chupaba los huevos, me pajeaba con la mano… La tragaba hasta donde podía. Lo hacia jadeando y respirando fuerte, a causa de su mano y la mía que la masturbaban rápidamente.
-Mmm…. aahhh!!… aahhhhhh!!!…- Gritó ella sacándose mi verga de la boca, en un orgasmo. Luego se volvió a meter mi pene en la boca, y lo chupo más rápido. Yo trataba de meter un dedo en su cola. Lo ensalive, frotaba su esfínter, hasta que lo deslicé un poco en sus entrañas. Jesse se quejo un poco, pero aparentemente le gusto, porque me dejo seguir.
-Mmmm… mmm!!… MMM!!…- Jadeaba chupándome la verga, hasta que sentí que estaba por eyecular, así que sostuve su cabeza firmemente, clavándosela hasta la garganta. Un dedo mío se movía, entrando y saliendo de su ano. Ella se pajeaba al mismo tiempo que yo comenzaba a eyecular en su boca. Jesse comenzó a succionar, para no atragantarse con mi semen, luego le solté la cabeza y ella saco mi verga de su boca, y unos chorros salpicaron su cara mientras ella gritaba en otro orgasmo.
-Aaahhhhhhh!!!!!!!…- Gimió para luego pasar su mano por su carita… Junto mi leche que chorreaba allí, y se la llevo a la boca, comiendo mi leche golosamente, con una sonrisa en la cara. Luego quedo recuperando el aire acostada en mis piernas. Yo saque mi dedo de su ano y la contemplaba. Había sido el mejor sexo de mi vida, y eso que no la había penetrado.
-¿Estuvo bien así?…- me pregunto. Yo me reí, le dije que sí. Luego, mientras ella se arreglaba la ropa y yo también, le explique que no debía decir nada de lo que había pasado.
-… Pero cuando estemos solos, hacemos que somos novios como hoy las veces que quieras…-
-¿¿¿Sí???.. Pero si Jazmín se entera se va a enojar con vos… y conmigo…- Me dijo media triste y asustada. Ella con lo inocente que era, no sabía bien lo que había hecho. -si vos no decís nada, yo tampoco…- Y Jesse me miro sonriendo. Le di un beso en sus labios, y ella me dijo “estoy re contenta” al oído.
-No veo la hora de que estemos de nuevo solos…- Me dijo mientras se iba al baño a cambiarse. Yo me quede en el sofá transpirado.
Mi mente corría a mil, podía hacer lo que quisiera con Jesse. Ella estaba dispuesta a todo. Además, era ingenua y no sabia nada de nada, y yo le podía enseñar tantas cosas… Desde ese día se convirtió en mi colegiala predilecta. Si estaba solo en mi casa, me pajeaba pensando en ella, esperando impaciente un nuevo encuentro, no veía la hora de tener sexo con ella… penetrarla por todos sus agujeros. Y mi mente corría, me imaginaba a Jesse y a Jazmín juntas conmigo, a las dos hermanas juntas mamándome la verga… o mejor, las tres, las tres hermanas juntas… Desde ese día me obsesione con Jesse, y cada vez que tenia sexo con Jazmín, me imaginaba que era Jesse. No había dejado de querer a Jazmín, pero Jesse era un sueño hecho realidad. Y el nuevo encuentro de dio a las dos semanas.
Yo estaba que explotaba por Jesse, me recontra calentaba. Las veces que iba a casa de Jazmín y la veía, nos mirábamos insinuantemente. Jazmín ni se daba cuenta de esto. Aprovechaba cualquier momento para manosearla un poco. Si Jazmín estaba en su cuarto, yo bajaba a la cocina o iba al baño con la intención de encontrarme con Jesse. Si se daba la casualidad, y no había nadie que nos viera, la agarraba apretándola contra mi cuerpo y le estampaba un beso apasionado. Ella siempre se dejaba hacer… Le manoseaba la cola y los pechos, ella suspiraba. Pero eran encuentros fugases. Además, me gustaba dejarla así, caliente a Jesse, así cuando tuviéramos bastante tiempo… Jesse estaría que explotaba como yo.
Era un juego para mí. Amaba a Jazmín, me excitaba su hermanita. No pensaba seriamente en lo que hacia o en las consecuencias… No lo hacia porque no quería…
Continuara
Pd: Este relato no es mio lo encontre en una pagina y me gusto y decidi publicarlo
Hola, excelente el relato! Solo le agregaría una mayor descripción del tema central: la colegiala de uniforme, detallando no solo la ropa, sino también las medias y el calzado de su uniforme, que según el relato del muchacho centrado en su gusto por las colegialas de uniforme, hace al tema. También describir como estaba vestido el muchacho, para tener una mayor idea de la escena hermosa sobre el sofá relatada.
Claro el tema central seria su uniforme, dejarla solo con sus mediecitas puestas y humillarla y hacerle cualquier cosa sucia porque se deja y no sabe nada de sexo