Mi compañera «petite’
En el último año de universidad tuve relaciones con la más pequeña de mis compañeras, parecía muy tranquila, pero le fascina el sexo duro, su novio no la llenaba..
Un relato del último año en la universidad, para el proyecto final hice equipo con una compañera, la más pequeña del grupo, 1:50 de altura aproximadamente, pero con 22 años bien puestos, en un sensual cuerpo, ella era algo delgada, de senos pequeños, cintura bien marcada, un culo bien parado y unas nalgas que eran el deseo prohibido de todos en el salón, .
Seleccionamos la misma área de especialidad, hicimos equipo de trabajo en dos cursos, de manera que nos reunimos por los proyectos; trabajábamos en la universidad casi siempre y cuando era necesario en su casa; avanzamos los proyectos, nos poníamos de acuerdo rápido y en otros momentos los discutíamos, todo nos llevó a tener platicas más abiertas, de diversos temas, hablamos de sexo, amor, gustos, ropa, viajes, de los ex; dónde habíamos tenido sexo y de las preferencias; un día hablando de sexo le dije, -con tú pequeño tamaño, -te cargan en los brazos y te lo hacen-, -cómo, no entendí?-, -si… te cargan de las piernas, tú te agarras del cuello y te mueves-, -haber no me sé, muéstrame cómo se hace?-, -bueno… abrázame del cuello, ahora, brinca y rodea mi cintura con tus piernas-, -no me digas, que no lo has hecho asi-, -nunca-, nos reímos un poco, -esos novios tuyos, no te aprovecharon, jajaja-, -no te burles y ahora qué?-, -muévete-, con los brazos la subí y bajé varias veces, alrededor de un minuto, unos cuantos roces en los vientres bastaron para excitarnos, -bueno ya!, que estás muy pesada, jajaja y nos puede ver tú mamá-, la bajé, nos reímos de nuevo, -ya!, a trabajar- le dije-, me volteé, para que no se fijará, con los roces, se me había parado, se notaba el bulto debajo del pantalón, seguimos en el proyecto y más tarde me despedí.
Los siguientes días fueron normales, clases y avanzar los proyectos, hasta que un día en la cafetería platicando, surgió el tema de las posiciones de nuevo, -y en esa posición lo haces con tus amigas-, -a veces, no siempre-, -ya sabes, vas cambiando de posición, para hacerlo rico y disfrutar los dos-, -y cómo lo haces con tú novio-, -si cambiamos, pero no hacemos tantas posiciones-, -bueno, ya lo harán, dile que te cargué-, -se sonrió y seguimos con del proyecto.
Para la entrega final, nos apuramos la última semana, aprobamos y todo salió bien, sin problemas, el último día salimos con el resto del grupo a cenar y tomar una copa para celebrar el fin de cursos; cuando la llevaba de regreso a su casa, me dijo, -vamos a tu casa o un motel, para celebrar, que hicimos buen equipo y el proyecto fue perfecto-, me quedé un segundo en silencio y le respondí, -si, me gustaría mucho estar contigo-, unos minutos después llegamos, al entrar tomé su cara para besarla, saboreaba su deliciosos labios, los mordía, chupaba, sentía su lengua impaciente, ella lo deseaba, yo la deseaba, tocaba su espalda, bajaba las manos a sus nalgas, las apretaba, las abría, eran momentos deliciosos; nos detuvimos un momento, para desvestirnos.
Cuando quedamos desnudos la recosté en la cama, abrí sus piernas y me perdí en su vientre, lamia, chupe, mame su deliciosa concha, la recorrí con la lengua innumerables veces, sentí su primera venida, gemía una y otra vez, aaaggg-, -sigue, así, así, chúpame, aaaggg-, sus calientes líquidos inundaban mi boca, probé el sabor de su placer, mientras gemía sin parar, -cómeme, soy tuya, aaaggg-, -así, así, aaaggg-; seguí comiendo su vagina y su hinchado clítoris, me paré, coloque sus piernas en mis hombros; -espera cårgame, méteme la verga-, sé paro en la cama, se agarró del cuello y sus piernas envolvieron mi cintura; la sostuve con los abrazos, tomé mi pene y lo coloqué en la entrada de su caliente vagina, empuje, le entró la cabeza, nos miramos apasionadamente, nos besamos, ella empezó va mover rápidamente, subía y bajaba, mientras yo empujaba, penetrándola hasta el fondo, fue un vaivén frenético; sentí su venida escurriendo entre mis piernas; la baje, la puse de espaldas, recargada en un mueble, le abrí las nalgas, le metí los dedos, puse la verga de nuevo en su vagina y se la deje toda, -aaaggg, dame fuerte, más duro, aaaggg-, la agarre de la cadera y acelere las metidas, -toma, me encantas, que rica estás-, -voy a cogerte todos los días-, -no sabes cuánto deseaba tenerte asi-, -entonces no pares, dame bien duro, así métela toda, aaaggg-, sus palabras, sus gemidos me prendían más, seguimos varios minutos cogiendo duro, la sacaba toda y se la metía de nuevo con fuerza, hasta que ya no podía aguantar más; -me voy a venir-, -aguanta un poquito más, también me vengo, aaaggg, aaaggg-, de nuevo sentí caliente las piernas, entonces se la saque y me vine en sus deliciosas nalgas, -aaaggg, aaaggg, que rico es coger contigo-, la apreté fuerte, la rodeé con los brazos, dándole besos en el cuello, ella se tocó las nalgas, tomando en sus dedos la leche, -huuuum, que rica-, dijo chupándose los dedos, luego nos besamos; nos metimos al baño y luego de refrescarnos, nos recostamos; -no pensé que fueras tan caliente, siempre tan bien portada en clase-, -te tardaste en darte cuenta, hace tiempo que esperaba, me buscarás-, -con tu novio, no me parecía que me hicieras caso-, -él es muy tranquilo, no se da cuenta y a mí me fascina el sexo-, -sin duda-, mientras conversábamos, nos acarciabamos, así que ya estábamos calientes de nuevo; tenía mi manos acariciando su conchita, sobándole el clítoris, así que ya estaba gimiendo de nuevo y me masturbaba con fuerza, no tardo mucho en subirse encima, colocar mi pene a la entrada de su vagina, se lleno de saliva su mano, la embarro toda y volvió a metérsela toda de nuevo, se movía maravillosamente, me tenía gimiendo sin parar; aaaggg, aaaggg, aaaggg, así putita, cógeme, métete mi verga, sácame toda la leche, dale duro, que deliciosa putita-, -si, soy tu puta, dame más leche, la quiero toda-, le apretaba sus tetas, las nalgas, la bajaba, completamente, para que le entrara toda. -vsmos putita, dale duro-, cada vez que le hablaba, más fuerte sentía sus sentones, hablarle un poco sucio la calentaba más, le apretaba fuertemente las nalgas, la nalgeaba, para que siguiera, -dale fuerte puta-, plap!, plap!, muévete más; le pasaba los dedos por el ano, -aaaggg, gemía y suspiraba fuerte-, seguro le encanta le den por el culo, -que rico culito tienes, me lo vas dar putita?, -si papi, va hacer tuyo, pero hoy no!-, -cuando putita-, -otro día papi-… aaaggg, arqueo su cuerpo, se tenso y se corrió intensamente, sentí tan caliente todo, que ya no podía más, -me vengo-, se bajó, se sentó en mis piernas y empezó a masturbarme, unos segundos después me vine, ella siguió hasta sacarme todo, limpiaba mi verga con sus manos, se las llevaba a la boca y se chupaba; se puso de pie, me tomó de la mano y nos metimos a bañar otra vez. Después nos vestimos y la llevé a su casa, en el trayecto hablamos del proyecto y de otras cosas; a partir de ese día hemos salido varias veces, su novio sospechaba un poco, ya que seguimos viéndonos, tiempo después terminaron; tuvimos otros encuentros, los que contaré en otro momento.
Espere se hayan entretenido con este relato, ya tiene su tiempo, pero me la pasé muy bien con mi compañera.
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