Mi compañerita de jardinería – 1
Anabela, a sus 10 años ya se mostraba curiosa respecto a los hombre y que tenemos entre las piernas, tanto insistió que al final lo logró..
Anabela, hermosa chiquilla, mezcla de sangre nórdica y mulato centro americano. Una preciosidad por donde se la mire. Sus ojos verdes parecen dos diamantes, sus piernas largas y rellenitas terminan en dos hermosos y turgentes glúteos, que son la atracción de la mayoría de los pibes y jovatos del barrio. Mi relación con ella se remitía a los días que iba a cortar el césped a la casa de sus padres, tienen un terreno grande, con mucha vegetación y árboles de todo tipo. Ella se encarga de las flores, le gusta la jardinería, y la verdad es que hace bastante tiempo que yo admirando su hermoso cuerpo pensaba mucho en enterrarle el tronco. Obviamente que a mis 19 años, ya había tenido varias novias, y con casi todas el sexo fué genial. Es que gozo de buen físico y una buena poronga, son 23x6cms, bastante nervuda y cabezona cuando se pone dura. Siempre he podido satisfacer a mis compañeras.
Pero avancemos con Anabela, esta tarde en particular cuando dió comienzo a nuestro idilio sexual, hacía mucho calor, el termómetro marcaba 37°C, estaba insoportable el sol. Yo cortaba el pasto ya que necesitaba la paga para el fin de semana. En eso aparece la niña llevando una jarra de refresco con mucho hielo y me ofrece, no podía rehusarlo, hacía un calor de puta madre. Yo estaba sin remera, solamente con mi short de trabajo, ella vestía una pequeñas bikini, que ya le quedaba algo chica, por lo que los cachetes de su culito se tragaban la tela, y apenas tapaba su vagina. Ni hablar de sus tetitas, desbordaban el corpiño, la nena se estaba poniendo muy buena. Al mirarla como una futura presa, se me empezó a erectar el miembro, lo que no pasó desapercibido por la niña, de hecho se sonrojó, pero no quitó la vista de mi entrepierna, prestando atención a su mirada, veo cual era el objeto de su intriga, y aprovechando el momento, me lo acomodo para que ella vea bien el pedazo. Me acerco a ella y le pregunto, oye Anabela, quieres verla de cerca? Ella primero se puso colorada y se agitó su respiración, yo insistí, quieres o no?. Ella tímidamente dijo que sí con la cabeza, yo tomando mis precauciones por si alguien nos veía, la llevé al prado entre los árboles, allí estaba mas al resguardo.
Ella me siguió sin chistar, al llegar le hago prometer que es un secreto entre ella y yo, no podía decírselo ni a sus amigas. Ella aceptó, entonces sin más me bajé el short y liberé mi pija, que ya estaba bien dura y gordota. Ella abrió grande los ojos, me acerqué y le dije, tócala, ella extendió su manita y tomo mi pedazo desde el tronco, me acerqué más a ella y le dije suavemente, chupala como cuando comes un helado, solamente con los labios. Anabela levantó la vista, y sonriendo abrió la boca y se zampó sin más la cabeza de mi verga, apenas le cabía, pero lamió y chupó con muchas ganas, yo aproveche y me adueñé de sus tetitas, estaban sus pezones duritos y parados, luego comencé a acariciarle sus glúteos y pasaba cada tanto un dedo por su agujerito trasero, ella gemía y cada vez se metía mas pija dentro de su boca, yo estaba a punto de acabar dentro, se la saqué y la hice darse vuelta, apuntando su culito hacia mí y le bajé la bombachita del bikini, o Dios, que hermosura de culito, me arrodillé detrás de ella y abriendo sus nalgas metí mi lengua bien profunda en su oyito, ella gimió y se le aflojaron las piernitas. Seguí lengueteando su culito y desde atrás su vaginita, ella solo gemía. Me recosté en el pasto con la verga bien parada y le pido que se siente encima, ella medio no quiere pero está muy excitada, finalmente se sienta de frente a mi, entonces le explico que se la voy a meter, y que ella va a decir cuanto quiere que le entre, se hizó un poquito para dar lugar a que yo apuntara la pija hacia sus labios vaginales que ya chorreaban juguito, y le dije, dale princesa ahora, y ella se apoyó sobre mi verga, la que ingresó lentamente entre su gorditos labios lampiños, de a poquito se iba sentando y penetrándose sola, hasta que llegó a su himen, allí ya no entró más. La tomé de la cintura, le avisé que le dolería un poquito y sin más la penetré hasta el fondo, ella gritó, su grito fue ronco, mas un gemido, pero ya estaba totalmente penetrada, la tomé entre mis brazos y la acuné suavemente, ella lentamente se fue acostumbrando al tamaño de la verga, y yo comencé a mecerla lentamente, de a poquito cada vez se la sacaba más y la penetraba mejor, ella ya se relajó y comenzó a disfrutar de mi palo, empezó a gemir, y cada tanto me decía, me gusta, mucho, me gusta, y se daba unos sentones más fuertes hasta que de repente casi desvaneciéndose tuvo su primer orgasmo, fué intenso, su vaginita latía y apretaba la cabeza de mi palo, me brindaba un placer indescriptible, y entonces me dejé ir, llenándole la conchita de semen. Ella al sentir el calor de mi lechita volvió a tener otro orgasmo y quedó exausta sobre mi pecho, lentamente mi verga se fue achicando y finalmente salí de dentro de ella, dejando tras de mi palo un reguero de semen y sangre de su virgo, ella se asustó, pero al explicarle que eso era natural la primera vez, se tranquilizó. Luego nos fuimos a lavar al piletón del patio. Ella sonreía, le recordé que no debía comentárselo a nadie, menos a sus amigas. Ella mirándome fijamente me dice, claro, ahora que soy tu novia es un secreto nuestro. Y se fue corriendo y saltando hacia la casa grande. Yo sabía que había ganado un carnecita que cuidándola bien duraría mucho. Tuve el presagio de que pronto sería dueño de su hermoso culito.
23×6? buena fantasía
La niña ya queria conocer lo que es una verga no quitaba la vista de tu short ella veía como se notaba tu bulto y deseaba ver afuera la verga cuando la vio le gusto la tomo con sus manos te mamo la verga y aprovechando el momento se la clavastes en su conchita le dolió despues a gozar rico delicioso continua con tu relato
Muy excitante espero la continuación