Mi despertar sexual: El maestro Cayetano

En mi primer relato cuento mi primera vez y como mi profesor de matematicas me enseñaria mucho mas que solo fracciones.
Después de publicar mi primera anécdota y de ver que fue de el agrado de algunos de ustedes estuve pensando en la siguiente anécdota que me gustaría compartirles y creo que lo ideal sería compartir mi primera anécdota, sin embargo para eso creo que debo hablar un poco de mí misma y del entorno en el que me he desarrollado espero no alargar mucho esta historia y espero que igual que la primera sea de su agrado.

Comenzaré por decir que en mi niñez yo fui una niña que se desarrolló físicamente un poco antes que el resto de mis compañeras que eran contemporáneas, por lo que de alguna manera resaltaba un poco entre las chicas de mi edad, esto creo yo se debe en gran medida a la genética puesto que debo decir que mi madre es una mujer bastante atractiva y que siempre mantuvo una figura muy bonita, esto me trajo las las consecuencias que eran de esperarse para una chica con mis características físicas, era común que algunos chicos tanto de mi edad como un poco mayores se me acercaran con la intención de tener algún una relación conmigo, sin embargo mi padre siempre fue muy estricto y tajante conmigo al referirse a los hombres y al noviazgo dejándome muy en claro que él no aprobaba ni autorizaba que yo tuviera alguna relación de cualquier tipo con un hombre, hasta que fuera una mujer adulta y hubiese encontrado un hombre para casarme

Esta situación a mí no me conflictuó en ningún momento puesto que pese  al interés que tenían los hombres en mí yo no tenía ninguna intención de tener algún tipo de relación con alguno en particular, es aquí sin embargo donde comienza no solo esta historia sino la historia de mi despertar sexual

Tenía 12 años estaba por cumplir los 13 me encontraba en el primer año de la secundaria y como ya se los he contado desde pequeña le llame la atención a los chicos, por lo que a esa edad ya tenía varios pretendientes sin embargo yo no tenía ningún interés en alguno muy por el contrario en gran parte por las indicaciones de mi padre, prefería alejarme de ellos aún recuerdo la primera vez que pensé en un hombre de una manera distinta, me encontraba en el patio de la secundaria estaba sentada en una de las mesas del comedor entre mis mejores amigas y un par de chicos con los que compartíamos la clase no recuerdo claramente el porqué pero comenzamos a hablar de algunos maestros de sus características graciosas, de las cosas extrañas que a veces hacían o decían, de su carácter, de lo típico que habla cualquier alumno de su maestro en ese entonces cuando tocó el turno de hablar del maestro Cayetano, a mi en lo particular el maestro Cayetano siempre me pareció un hombre bastante amable siempre tenía una sonrisa y no dudaban en detenerse a charlar con algunos de los alumnos pese que era un maestro estricto también solía ser muy empático y amable, como profesor también me parecía que era muy bueno pues siempre se tomaba el tiempo de explicar y no avanzaba hasta que la mayoría hubiésemos comprendido los temas, puedo decir sin duda que el maestro Cayetano siempre fue mi profesor favorito

Ese día algo cambió en la forma en la que yo lo veía, mis compañeros comenzaron a bromear acerca de que el profesor Cayetano solía acercarse mucho a las chicas uno de mis compañeros incluso mencionó que estaba seguro que en ocasiones mientras se acercaba una de las alumnas para revisar su trabajo o darle alguna instrucción metía una de sus manos en el bolsillo para tocarse por debajo de la ropa en su momento ese comentario honestamente me pareció muy desagradable y de muy mal gusto para mi profesor favorito, sin embargo me resultó curioso que incluso mis compañeras reafirmaron esa acusación pero lo que realmente me impactó y cambió mi manera de ver al profesor, fue el comentario que mi mejor amiga haría pues ella afirmaba que en varias ocasiones había notado que el profesor no podía evitar tocarse cuando estaba cerca de mí, acto inmediato fue que otra de mis amigas mencionó que también era muy notorio que le gustaba verme al trasero y así continuaron bromeando por un rato, yo me mantuve tranquila aunque honestamente algo definitivamente había cambiado y no era solamente la forma en que veía el maestro Cayetano como maestro, algo cambió lo comencé a ver como un hombre, un hombre que se interesaba en mí y honestamente un hombre en el que a partir de ese momento me sentí interesada.

Pasaron los días y  todo lo que habíamos hablado mis amigos y yo ese día, se me quedo en la mente pensé que quizás sería bueno prestar un poco más de atención en la manera en que el maestro Cayetano se comportaba conmigo y comencé a observar cómo se acercaba a mis demás compañeras, comencé a ver cómo les hablaban en especial aquellas que yo consideraba eran las más bonitas pues quería tener un punto certero de comparación con respecto de su trato hacia mí, recuerdo que se me hizo incluso una obsesión comencé a notar los comportamientos que consideraban más relevantes hacía incluso en ocasiones comparativas en cómo se portaba con mis compañeras y cómo lo hacía conmigo me fui interesando mucho en su clase aunque debo decir que desde siempre fui una chica bastante aplicada me gustaba que los maestros y también mis padres me reconocieron como una buena alumna y la materia de matemáticas independientemente de mi interés por el profesor siempre fue una de mis favoritas, luego de algunos meses de haber iniciado el ciclo escolar el profesor Cayetano nos informó que dado que había observado algunos de mis compañeros tenían algunos problemas en su materia comenzaría con un programa de mentorías con algunos de los alumnos él considerara que podían apoyar a los más atrasados, tendrían a su cargo dos o tres compañeros para trabajar no me resultó extraño cuando el profesor gracias a mis calificaciones me pidió ser parte de su taller de mentorías más aún me solicitó ser vocal de su materia esto por supuesto me traía trabajo extra pero dado mi interés tanto en la clase como en el profesor no me pareció nada fuera de la razón

Así entonces comencé como tutora en sus clases serían finales de año estaban cerca las vacaciones de diciembre recuerdo que para ese entonces yo ya había notado que en efecto el profesor Cayetano demostraba un interés bastante más marcado en mí que en mis compañeras, sin embargo aún recuerdo la primera vez que me dejó en claro que había algo más me encontraba en el salón de clases estábamos realizando una actividad en grupos pequeños los mentores nos encontrábamos sentados en forma circular en nuestras butacas con los chicos a los que apoyábamos alrededor, recuerdo claramente que mientras los chicos con los que yo trabajaba terminaban la actividad dispuesta por el profesor yo me encontraba sentada observándolos pues ya había terminado, se me acercó entonces el profesor por la espalda colocó una mano en mi hombro y me agradeció por ayudarlo haciendo hincapié en lo mucho que parecían estar avanzando los chicos con los que yo trabajaba entonces su mano cambió de mi hombro a mi espalda aún recuerdo la sensación aunque no puedo asegurarlo creo que fue la primera vez que sentí excitación sexual recuerdos su mano en mi espalda bajando lentamente hasta llegar al dobladillo de mi falda sus dedos apenas con las yemas parecían buscar algo más creo yo que quizás por estar en el aula y rodeados de otros alumnos se detuvo pero me dejó en claro su interés por buscar algo más conmigo

Estoy segura que después de ese día él notó que no me era desagradable su interés aún más el intento que había tenido por tener algo más ese día puesto que fue notorio que después de ese día se atrevía más a tocarme de una manera más insinuante, recuerdo claramente esos abrazos fueron más orientados a tocar mi cuerpo como un hombre lo hace hacia una mujer por la que siente deseo, que de la forma en que un maestro agradece a su alumna por un apoyo, con toda honestidad me parece natural su interés y ánimos por buscar roces y acciones más descaradas, puesto que yo notoriamente respondía a esas búsquedas por tocarme acomodando mi cuerpo de tal forma que su interés se cumpliera así nos mantuvimos con una relación un tanto estrecha y cercana por un tiempo, sería alrededor de un mes finalmente cuando todo culminó como era de esperarse.

A mediados de diciembre la última semana de clases antes de las vacaciones por las fiestas recuerdo que fue un miércoles, era la última clase que yo tendría con él no solo esa semana si no del año pues no lo vería hasta la segunda semana de enero cuando regresaríamos a clases, su clase transcurrió con toda normalidad sin embargo ya durante el receso el profesor Cayetano me pidió si podía quedarme después de clase a apoyarlo, pues quería que trabajara con él en su ccubículo un momento para calificar algunos trabajos de los chicos que recibían apoyo, con un notorio gusto accedí. Dado qué era la vocal de la materia desde hacía algunas semanas en casa sabían que era comoùn retrasarme los días que tenía clase de matemáticas de igual forma no solía llevarme más de 30 o 40 minutos y siempre el profesor Cayetano me llevaba a un local donde mi madre tenía una tienda por lo que sin problema acepté a trabajar con él ese día como de costumbre trabajamos con normalidad yo solía sentarme en un pequeño pupitre frente a él, quien se encontraba en su escritorio generalmente es ahora aún se encontraban todos los profesores de la escuela en sus cubículos correspondientes la mayoría de los cubículos estaban formados únicamente por un pequeño espacio fabricado con tablas por lo que era común que absolutamente todo lo que se hablara dentro de ellos pues he escuchado por los demás profesores aún recuerdo ese día particularmente solo había dos cubículos más ocupados a media jornada alcancé a escuchar al profesor de geografía cerrar su cubículo y marcharse por lo que únicamente nos encontrábamos el profesor Cayetano, la maestra de español y yo

Después de unos 30 minutos todo este trabajo el profesor Cayetano me dijo -bueno creo que hemos terminado por hoy no me parece justo que pases el primer día de tus vacaciones trabajando hasta más tarde yo terminaré lo que haga falta en mi casa recoge tus cosas y espérame afuera te llevaré donde tu mamá-, tomé mi mochila la llené con mis útiles y como él ordenó me salí del cubículo mientras él terminaba de acomodar y poner orden en sus documentos y escritorio salió cerró con llave la puerta de su pequeño cubículo y caminamos por el estrecho pasillo, pasamos por enfrente del cubículo de la maestra de español quién se encontraba recogiendo sus cosas también, al pasar por enfrente el maestro Cayetano se despidió de ella y le deseo felices fiestas lo mismo hice yo, caminamos charlando hacia el estacionamiento de la secundaria para subir al auto del profesor Cayetano, alcancé a notar que no muy atrás caminaba la profesora también en dirección hacia su automóvil, al llegar al automóvil del profesor este comenzó a buscar las llaves de su carro sin embargo dijo haberlas olvidado en su cubículo o quizás haberlas extraviado, me pidió que regresara con él a buscar las llaves, asenti con la cabeza y caminé detrás de él al interceptar a la maestra esta le preguntó al profesor que había ocurrido quien brevemente describió el acto, a lo cual la profesora solo se dignó a soltar una risa y despedirse, ya en la zona de cubículos me resultó curioso pensar que el profesor había cerrado con sus llaves su cubículo llavero en el que se encontraba también la llave de su auto sin embargo no dije nada y seguí caminando con él, por una pequeña ventana alcancé a notar el carro de la profesora que ya marchaba por la calle a un costado de la escuela, fue notorio que el profesor Cayetano también lo había notado, ya dentro del cubículo el profesor me comentó bueno vamos a buscar las llaves y nos vamos sin decir nada yo solo fingí buscar las llaves pues sabía que ya las tenía en sus manos incluso porque acababa de verlo abrir la puerta con ellas, no demoró nada en comentar -bueno las he encontrado marchémonos, ya nos hemos demorado y quizás tu madre estoy preocupada-.

Tome entonces mi mochila me la coloque en los hombros y entonces el profesor con una sonrisa me dijo -sabes qué bueno que olvide mis llaves pues había olvidado algo más- abrió un cajón de su escritorio y sacó una pequeña caja de terciopelo de color vino, en ella se encontraban unas aretes de plata con algunos pequeños detalles en oro el profesor dijo que quería hacerme un obsequio por mi esfuerzo y apoyo en su clase respondí que no podía aceptarlos pues me parecía que eran demasiado costosos y quizás mis padres se molestarían, entonces me pidió que no se los dijera y que los usara solo en la escuela o cuando saliera de paseo por las tardes incluso me pidió que los usara en ese momento pues quería ver cómo se me vería, me quité unos pequeños pendientes que mi madre me había regalado hace tiempo y me coloqué los que el profesor Cayetano me había dado en ese momento acercó su mano para mover mi cabello y poder verlos

-Te lucen hermosos-, dijo al tiempo que con su mano acariciaba muy suavemente mi cuello

recuerdo que mientras tanto con su otra mano me tomaba suavemente del brazo y mientras me acercaba hacia él me pidió darme un abrazo por la Navidad yo accedí me apretó contra su cuerpo con bastante suavidad pero lo suficientemente fuerte para notar a la altura de mi vientre un bulto bastante notorio que provenía de la zona de su pantalón, tengo que decir que me emocionó muchísimo sentir el miembro de mi profesor tan cerca de mí aún más siendo consciente que era por mi causa la notoriedad de su miembro, con una voz un poco nerviosa no pidió quitarme la mochila para darme un abrazo más cálido a decir de él, me soltó  lo suficiente como para obedecerlo nuevamente se acercó con cautela a mí y me abraso esta vez en efecto el abrazo si habría sido más sentido sus brazos anchos y largos me rodeaban por completo, pese a que el era bastante alto me sentía bastante cómoda en sus brazos incliné mi cabeza colocando mi cara sobre su pecho lo rodeé con mis brazos apretándolo suavemente hacia mí entonces sus manos bajaron desde mi espalda hacia mis nalgas, al principio apenas fue un roce más con las yemas de los dedos que con la palma de la mano pero no tardó en cambiar la situación al ver que no me resistí sus manos apretaron mi trasero cada una de ellas ocupa una de mis nalgas masajeandoles cada vez más fuerte manteniendo una de sus manos en mi trasero la otra subió hacia mi cintura empujándome lo suficiente como para darme un beso en la boca nunca antes había besado, no había dado mi primer beso lo que fue muy notorio, mi nerviosismo, mi emoción por estar en esa situación que había deseado había causado una carcajada en mi profesor, al besarme me sentí un poco incómoda por eso, sentí que lo había decepcionado, no pudo evitar notar mi vergüenza sin embargo, tan gentil como solía ser me dijo que no me preocupara que él me enseñaría cómo se debe hacer con una de sus manos tomó mi barbilla y me llevó nuevamente hacia él, me besó suavemente colocando mi labio inferior entre sus dos labios moviendo los lentemente como si estuviera comiendo un helado lo inmité y fue notorio que le agradó el beso subió un poco de intensidad no te va su respiración agitada sus manos comenzaron a tocar nuevamente mi trasero solo que esta vez lo hacían por debajo de la falda por encima de ropa interior sentía sus manos frotándome, me apretaba casi me pellizcaba él era un hombre bastante alto y bastante corpulento mi trasero no era muy pequeño pero no dejaba de ser una niña y cada una de mis nalgas cabia en cada una de sus manos a la perfección es como si estuvieran hechas para sus manos y él lo disfrutaba de vez en vez bajaba sus manos hacia mis piernas las recorría entonces una de sus manos se pasa hacia el frente, ingresó por debajo de mi ropa interior comenzó a tocar mi vagina me acariciaban lentamente muy suave sus dedos pasaban sin entrar entre mis labios yo me encontraba muy excitada aunque en ese entonces no estaba muy segura de las sensaciones que tenía lo que sí sabía era que estaba disfrutando mucho ese momento durante todo ese tiempo nunca dejo de besar haciendo breves pausas para tomar aliento sobre todo porque notaba que yo no sabía cómo hacerlo.

Entonces me dijo yo sabía que tú querías tanto esto como yo, hoy que nos hemos quedado solos, no te veo como una de mis alumnas te veo como una mujer, como la mujer de la que los chicos hablan por los corredores, con aquella que tus compañeros dicen que quisieran cogerse, me excita tanto cuando escucho los comentarios vulgares de tus compañeros me excita porque sé que solo yo puedo hacer eso, mientras me comentaba esto desabotonaba mi suéter para luego continuar con mi blusa dejando mis senos únicamente cubiertos por mi brasier comenzó a besar mi cuello mientras masajeaba mis pezones yo lo disfrutaba mucho sentía un placer gigantesco,  jamas en mi vida habría imaginado que hacer estò se sentiría tan bien mi respiración se comezo agitar sin saberlo comencé a gemir y mis gemidos le gustaban notaba como cada vez que saltaba el sonido su respiración también se ha alteraba se hacía más fuerte su tacto, se hacía más brusco sus besos, más toscos de vez en vez su lengua entraba en mi boca parecía que quería devorarme, entonces desabrochó mi brasier y lo arojo al piso para luego tocar nuevamente mis nalgas con sus manos por debajo de la falda y esta vez por debajo de mis calzones las sacóa solo para desabrochar mi falda y dejarla caer sobre mis pies luego entonces hizo una pregunta extraña que no entendí en ese momento, me pregunto si mi madre aún lavaba mi ropa le comenté que no, con una sonrisa un poco siniestra, con sus dos manos tomo mi ropa interior por la parte de enfrente y la jaló arrancándola de un tirón, -no notará entonces qué te hace falta un calzón verdad- dijo mientras reia un poco burlonamente sin embargo eso me  éxito aún más al sentir mi ropa interior cayendo entre mis piernas me abalancé de nuevo hacia él comencé a besarlo, él comenzó a besarme el cuello, el pecho se pegó a mis senos con su lengua y sus dientes recorriendo, mordiendo y chupando y cada centímetro de ellos se sentía tan bien yo me sentía tan bien, por primera vez en mi vida me sentía como una mujer y no como una niña por primera vez encontré sentido al interés que los hombres tenían y me encantaba, disfrutaba esa sensación de sentirme deseada y en este caso sentirme siendo tomada por un hombre, me tomo por las nalgas y me cargó me sentó sobre su escritorio me dejó sentada con las piernas abiertas frente mientras se desabrochó el pantalón que solo dejó caer hasta sus tobillos igual que sus calzones, por debajo de su camisa entonces se asomó ese enorme pedazo de carne con él que muchas veces había fantaseado cuando veía llevar sus manos hacia sus bolsillos al acercarse a mí, pero esta vez lo tenía frente a mí, era para mí y lo sabía y lo deseaba deseaba ser suya deseaba que mi profesor me convirtiera en su mujer y así fue masajeó mis cenos mientras su pene tocaba mi vientre lo sentía mojándome mientras me besaba y acariciaba mi cuerpo, por la altura de mi profesor su pene golpeaba mi abdomen suavemente impregnándome de un líquido un poco viscoso entonces me jalo hacía él me bajó del escritorio y me dio la vuelta puso sus manos en mis tetas comenzó a besar mi cuello esta vez sentía su pene entre mis nalgas sentía como si quisiera entrar en ellas pero también sentía que no quería apresurarse estaba tomando su tiempo estaba reconociendo mi cuerpo yo no quería que se apresurara quería que el tiempo se detuviera, quería que se tomara su tiempo para convertirme en una mujer pero entonces sin aviso y de golpe con una de sus manos dirigió su miembro hacia mi vagina y sin preguntar lo introdujo de golpe en mí no pude evitar soltar un grito de dolor, no fue placer, fue dolor un inmenso dolor al sentir esa masa de carne dentro de mí, mis ojos se llenaron de lágrimas y algunas escaparon de ellos, sin embargo el tapó mi boca con una de sus manos mientras me decía que no gritara pues aún estaban los conserjes, me empujó contra el escritorio tomó mis piernas por debajo de los muslos los dirigió hacia el y con su miembro dentro de mí, sin moverlo me dijo no grites solo disfrútalo te prometo que te va a encantar levanto mis piernas sobre sus hombros recuerdo que mis pies apenas y alcanzaban sus hombros y comenzó a bombearme recuerdo la sensación al inicio era de un dolor gigantesco no solo era mi primera vez el profesor Cayetano, no se estaba tomando el tiempo esta vez de ser un maestro gentil noté que quería que aprendiera la elección de golpe y así lo hice en breve el dolor cambió por placer inmenso placer que me obligaba a gemir, en su cara veía la satisfacción cada uno de mis gemidos le provocaban una sonrisa él no dejaba de cogerme era duro bastante duro aún recuerdo el sonido que provocaban mis nalgas chocando contra sus piernas cada vez que me enbestía era como si aplaudieran como si el público ovacionara tal actuación de mi profesor entonces comencé a gemir como nunca no pude parar  y cada vez gritaba más fuerte, me colocó entonces una mano en la boca con mis pies aún en sus hombros su otra mano comenzó a pellizcar mi cenos mientras me cogía y me penetraba con su miembro cada vez más rápido cada vez más duro sentí como si me estuviera orinando y entonces, él por primera vez comenzó a gemir aún recuerdo su cara sus ojos medio cerrados su boca apretándose como queriendo callar ese grito y entonces se detuvo del golpe con su miembro completamente dentro de mí se echó hacia atrás lentamente me soltó, bajo mis piernas con sus manos mis piernas yacían colgando de su escritorio yo completamente recostada, mientras él caminaba lentamente hacia atrás con sus pantalones y su ropa interior aún en los tobillos alcancé a notar una pequeña gota de un líquido blanco que colgaba de su pene, me encontraba agotada y ni siquiera sabía por qué pues no había hecho nada solo había estado ahí dispuesta para él, él había hecho todo de principio a fin, él había sido quien no había decidido tomarme y convertirme en parte de él entonces me pidió que me vistiera con las piernas un poco temblorosas me levanté del escritorio, al filo del mismo alcancé a notar una pequeña mancha de sangre por la que no pude evitar espantarme de profesor me explicó que era normal la primera vez que después con el tiempo me dejaría de pasar eso tomó un poco de papel que guardaba en uno de esos cajones y me pidió que me limpiaran apenas y salió manchado con un poco de sangre también salió un líquido de mi vagina pero no fue mucho me vestí entonces dejando mi ropa interior rota y me dijo que la guardaría, abrió un cajón la metió en él y cerró con llave y me pidió que nos marcharamos para no ocasionarle molestias a mi madre, entonces caminamos fuera de los cubículos y hasta el estacionamiento esta vez bastante rápido no hubo mucha charla no hubo muchos comentarios al respecto de nada subimos a su auto encendió el radio aún recuerdo que cantaba cada canción que salía en la estación, un poco antes de llegar a la tienda donde se encontraba mi madre, se detuvo bajo el volumen del estéreo volteó hacia todas partes y me besó una última vez, me pidió que me quitaran los aretes que me había regalado que los mantuviera en secreto igual que lo que había pasado en su cubículo ese día, arrancó el auto y continuó hasta la tienda de mi madre donde me bajé y donde él luego de tocar el claxòn se despidió con un saludo cordial hacia mi madre quien le regresó el adiós desde el mostrador de su tienda, recuerdo que ese día mi madre me preguntó si me sentía mal, me espanté un poco pues creí que quizás notaría lo que había pasado le dije que sí me había sentido un poco mal que me dolía la cabeza pues había estado trabajando un poco duro pues tenía mucho trabajo pendiente con el profesor me dio un abrazo y me dijo que estaba orgullosa de mí por todo mi esfuerzo, aún hoy recuerdo eso con un poco de vergüenza pues pienso en lo que había hecho ese día haberme entregado un profesor dejar que ese maestro me usara ese día fue lo más maravilloso que he hecho en mi vida, mi madre me dijo entonces que comiera y que me diera una ducha y seguro me sentiría mejor así lo hice y en efecto después me sentí mucho mejor, debo decir que ahora mismo pienso en retrospectiva que fue bastante riesgoso y de la suerte que tuve de no haber terminado embarazada ese día pues el profesor nos hizo protección que un recuerdo de llegar a casa una sensación bastante grande de querer orinar y al hacerlo recuerdo ver salir un enorme cantidad del líquido blanco viscoso aunque debo decir que me arrepentí de orinar pues no quería que mi profesor se saliera de mí,

Espero que esta historia les haya agradado si les agradó más adelante puedo volver a contar algunas historias que tuve con mi profesor Cayetano pues he resaltar que durante los tres años que duró mi educación secundaria, fue siempre mi maestro favorito y fui yo siempre su alumno favorita