Mi dulce gran amor, Silvia 3
Por fin fue mía regalándome su virginidad.
Este relato empieza hace 8 años, mi nombre es Raul en esa fecha tenia 31 años y me acababa de divorciar, vivo en Puerto Vallarta en una casa a la orilla de playa, me dedico a los bienes raíces y tengo una economía solvente sin problemas
Ya he relatado de que manera Silvita llego a mi vida y siendo ahora mi hija adoptiva
Desde que tenia 6 años descubri con ella un mundo nuevo de sensaciones,
A medida que avanzábamos en nuestra relación amorosa, recordé el consejo de la señora que nos atendia, acerca de que Silvita por su edad tuviera el apoyo de alguna persona femenina que la guiara en su desarrollo, pero teníamos el problema que debido a la relación sexual que teníamos, difícilmente alguien querria atender a mi niña con una compromiso de discreción, era muy dficil
En uno de mis negocios tenia un socio Pepe, el conocía mi situación, asi que un dia le comente lo que necesitaba que me ayudara a conseguirla, a los pocos días pepe me llamo para decirme que ya tenia a esa persona que fuera yo a su oficina a conocerla, fui a su despacho y con el estaba una mujer joven de no mas de 30 años, no fea, me explico que era licenciada en sociología, que no estaba muy de acuerdo con esa relación, pero que era una profesional y si había buena paga tomaría el empleo, en fin me salio en un ojo de la cara. La lleve a casa a presentarla con Slvita, mi niña como que no estuvo muy de acuerdo pero no dijo nada, Elena que asi se llama la joven era muy simpática extrovertida, su laboe consistía en atender a mi niña, llevarla y recogerla a la escuela y permanecer a su lado como su nana, entraba a las 8 de la mañana y estaba en casa hasta las cinco de la tarde, ffue muy claro que no tocaria el aspecto sexual de mi relación con Silvita, eso ha funcionado hasta la fecha
Y pasó el tiempo, 2 años para ser exactos.
Aun siendo así de chiquita,la niña me había demostrado en varias oportunidades que se estaba convirtiendo en toda una pequeña habida de sexo; queriendo estar siempre cerca de mí, su papi macho, y en especial de mi verga, pidiéndome leche y que le hiciera “cositas ricas”, como ella les llama a mis avances sexuales.
Pero eso fue hace tiempo, ahora yo me encontraba desnudo, sudando y acostado en uno de los sofás de la sala; en lo que mi niña cabalgaba ella solita mi verga, bien ensartada en su culito de 8 años de edad. Con tanta práctica regular, la niña ya había logrado soportar todos mis más de 18cm de virilidad bien clavados por su recto hasta el colon, y ella sola los gozaba subiendo y bajando por ellos, mientras me montaba
Ahora Silvia ya se veía más mujercita, que no sé ni cómo es eso posible a su corta edad; quizás todas las culeadas y el sexo oral que le daba desde pequeña hizo que ella desarrollara mucho antes, también contribuia y en mucho las clases de baile a las que asistia cada tercer dia Su cuerpecito seguía siendo menudito y con una suave piel blanca; pero ahora tenía los pechitos más formaditos y algo más puntudos, con las areolas más anchas y siempre con la tetillas sonrosadas y bien paraditas. Su culito también estaba más grandecito y redondo y muy firme ; aunque lo más rico era su coñito, ahora más carnoso.
Silvia ensartada por mi pene hasta el fondo, acelero sus movimientos no solo subiendo y bajando también se restregaba de adelante hacia atrás yo sentía su vaginita caliente expulsando fluidos, Silvita gemia al ritmo de sus movimientos, aghhhhhhhhh aggghhhhhh papi me vengo, papi, que rico, apretó su cuerpo se inclino sobre mi pecho y tuvo un gran orgasmo con un gritito que yo bien conocía, se volvió a incorporar jadeaba bañadita en sudor; en lo que no paraba de subir y bajar por mi trozo de carne, metiéndoselo rápido y duro adentro de su culo precoz
En eso yo la sujeté por su angosta cinturita y la ayudé a que se enterrara más de mi verga, con más agarre y velocidad; provocándome un placer exquisito. Ahí le dije que se estrujara las tetillas; ella lo hizo, mientras las cogidas a su culito se intensificaban, haciéndola gemir mucho más que antes y hasta soltó un chorrito de orina que mojó los pelos negros de mi robusto torso. Yo al cabo de un buen rato así, me vine en una explosión de esperma, soltándole todo mi semen dentro de los intestinos. Mi nena seguía gimiendo y me decía que podía sentir cada uno de mis chorros calientes de leche
A pesar de todo, la niña aún me miraba con inocencia; pues para ella lo que estaba haciendo era un simple e inocente juego, uno que ella pensaba era normal, creyendo que jugaba a ser mujer con su nuevo papá
Dias después una noche después de estar trabajando toda la tarde, note que np había visto a mi nena, subi .fui al cuarto de mi niña Cuando abrí la puerta encontré a Silvia en su camisoncito rosa, pero sin ropa interior, de rodillas sobre la cama y con su almohada entre las piernas.
La pequeña se estaba masturbando, frotándose el cojín contra su vulvita
—entré a su habitación y me acerqué a ella, acaeciéndole tiernamente una mejilla; mientras le sonreía complacido de ver cómo convertí a esa nenita, con apenas 8 añitos de edad)
— Sí, papi… al mismo tiempo que se sacaba la almohada, algo mojadita, y se acercaba a mí al pie de la cama)
Papi no aguanto las cosquillas en mi vaginita!!!!, llevo sus manos al resorte del bóxer que traía me lo bajo y mi pene salto bien tiezo, Silvita se arrodillo con sus manitas lo llevo a su boca y empezó a darme una de esas mamadas masturbadas que bien sabia hacer, al mismo tiempo que la nena me estaba mamando la verga de una forma extraordinaria, atorándose con todo lo que le entraba hasta la garganta, incadita y yo parado frente a ella, Ella abría bien su boquita y me dejaba follársela hasta la garganta a mi antojo, soportando las arcadas y produciendo unos sonidos guturales que me excitaban más.
Mi niña luego se puso a pasarme la lengua por todos los 18cm, cuando sentí que no aguantaría mas la eyaculación, la saque de su boquitaa, laa levante y lleve a la cama la tendi le abri las piernas, abri sus ya viscosos labios y sumergi mi lengua, dándole lengüetazos y absorbiend o los jugos de mi nena que tanto me gustaban, ella se retorcia y gemia despacito, acariciándola y chupando desde su anito hasta su vagina, no tardo en tener un orgasmo apretando mi cabeza contra su sexo, Con mi pene ya endurecido me quite la ropa subi besando y acariciándola, chupe sus pezoncitos ya duros por el deseo, la bese recibiendo su inquieta lenguita
Papito ya estoy grande, quiero me lo metas por mi puchita, tu dijiste que sentiría muy rico y que asi me harias tu mujer!!!!!! Yo quiero ser tu mujer papi ¡!!!!!!
¿Estás segura de que eso quieres, amor? ¿Aunque te duela?
— ¡Sí, eso quiero! ¡Por favor papi, quiero ser toda tuya
— Mmmm… ya soy niña grande, papi… Mmmm…¡Por favor papi, seré muy buena! Mmmm
Mi pequeña niña claramente me estaba rogado que la hiciera mujer
Observe su cuerpecito pequeño en comparación al mio sus nalguitas casi podía abarcarlas con mis manos, al estar boca arriba veía sus nacientes pechos ya se notaban y sus aureolas y pezones resaltaban, su cintura un poco mas ancha y su vulva carnosa y medio abierta, su carita hermosa y su pelo negro, una imagen perfecta, yo ya no tenia escrupulos acerca de lo que quería con mi niña, me traía loco,
Baje sobre su cuerpo, abri sus piernitas y abriendo su vulva observe que ya se le notaban sus labios mayores y menores con color rosa, su clítoris sobresalia de su capuchita y su oyito vaginal estaba ya mejor condicionado, no cabe duda que las grandes mamadas y chupeteadas que le dabades de hacia casi dos años habían acelerado su crecimiento, se veía mas mujercita, aún no tenía vellos, pero tenía unos labios vaginales de ensueño, que tanto me atraían , abri sus piernitas y vi su hermosa vaginita que tan feliz me hacia y que yo durante dos años disfrutaba, empecea darle lengüetazos chupando su clítoris y metiendo mi lengua en su oyito aun virginal, Silvia puso sus manitas sobre mi cabeza, abriendo mas sus piernas, sus fluidos impregnaban mi boca y yo los chupaba y tragaba de niña, mis ojos viendo ese cuerpecito precioso contornarse, mi olfato procesando ese olor maravilloso de su sexo que tanto deseaba y mis manos cuando se repuso un poco, procedí nuevamente con las caricias a su vulvita con mi boca y nuevamente experimentó otro órgano intenso…entonces como dando por sentado lo que tenía que ocurrir, la miré y vi nuevamente esa mirada de consentimiento para que la hiciera suya, para que fuera su primer hombre…
Me contuve y empece a chupetearla dándole fuertes lengüetazos a toda su vagina y poniéndole una almohada bajo las nalguitas mis chupadas llegaban hasta su anito, la niña al sentirme abrió mas sus piernas y con sus manos apretó mi cabeza contra su sexo, gimiendo despacito,
Ayyy papi que rico, dame mas,
No tardo Silvia en tener un pequeño orgasmo, lubricando mas su vagina volviéndola viscoza y resbaladiza, mi verga estaba muy erecta y baañada en precum seminal, yaa había suficiente lubricación para intentar hacerla mia y romper esa tan añorado himen, me acomodé boca abajo sobre ella, le abrí bien las piernitas blancas,
Ella al notar mis movimientos tenso su cuerpo y abrió al máximo sus piernitas,
Papi ya dámela por favor, me voy a aguantar
Me subí hasta su preciosa carita, y ella entreabrió los labios, como si quisiera decir algo pero solo balbuceó un poquito, todo estaba dicho… la miré con mucha ternura, ella también, entreabrió sus labios y me invitó a besarla, la besé como la primera vez, suave, tierno, nos compartimos nuestras lenguas, me fui acomodando, mis piernas entre sus piernas, fueron entreabrindolas, luego ella colaboró y las abrió suavemente, mi verga erguida como nunca estaba sobre su cintura, la tomé con mi mano y la puse entre sus piernas, de tal forma que la cabeza saliera entre sus nalguitas, comencé a fotar suavemente mi verga sobre su vulva, los abundantes fluidos favorecían el movimiento, la besaba apasionadamente mientras esto ocurría…mi niña Silvita gemia cada vez más fuerte, me erguí un poco y la cabeza de mi verga se acomodo en la entrada de su vaginita, la almohada failitaba la posición, ella entendió el momento y abrió un poco más las piernas, tomé su carita entre mis manos, la miré a los ojos, ella con los ojos un poco llorosos asintió respondiendo a una pregunta que no hice, empuje un poco mi verga en su vaginita, ella sintió el intruso y por instinto retrocedió, la besé suavementeme mientras empujaba de nuevo, nuevamente reculó y se quejó un poco, me susurró que era muy grande, que tenía miedo, le dije que no haría nada que le hiciera daño, y la besé nuevamente,
Ella respondió apasionadamente a mi beso, retiré mi verga un poco y comencé a restregarle por fuera nuevamente, yo estaba a mil, pero ni tenía intención de hacerle daño, seguí restregando su vulva con mi verga, entonces ella con un movimiento busco mi verga y se la acomodó otra vez en la entrada de su vaginita, tomé nuevamente su carita con mis manos y antes de besarla, susurró suavemente «hazme tuya papi ya »…la besé y empujé un poco mi verga,
y lo volví a intentar después de casi dos años. Hice presión con mi hinchado glande, sintiendo como despacito su coñito se dilataba más, con tanta lubricación fue cediendo poco a poco, mis abundantes líquidos seminales y los juguitos que su coñito ya escurría.
Maravillosamente, ahora con 8 añitos, la pequeña niña estaba logrando recibir mi miembro masculino; que sin darme cuenta le logré meter varios centímetros Mi nena no pudo evitar soltar un pujido y un grito en lo que se aferraba con sus dos manitos a mi fornido y velludo torso.
Silvia solo gemia aaaagghhh, aaaaggghhh…sentí que la cabeza de mi verga entró en su estrecha vagina, con mis manos intentaba qué me mirara, tenía su carita cerquita a mi cara pero ella cerraba los ojos mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas y gemía aaaggghhh, aaaggghhh…cuando sentí que se acostumbró un poco a la cabeza de mi verga, empujé un poco más y pude sentir, mi niña respiraba entrecortado y gemia mucho aaaggghhh, aaaaggghhg, aaaaggghhh ayyyy papi me duele un poco
Así que no me detuve y le metí más de mi verga; hasta llegar a su himen. Su interior vaginal era lo más delicioso que mi verga había probado en todos mis años de ser un macho. Era tan cálido, húmedo y apretujado que por un instante pensé que me correría prematuramente; me incorpore y vi el lindo rostro de mi nena debajo de mí, sudadito y con las mejillas coloradas, mirándome con sus ojitos miel; los cuales reflejaban auténtico amor, dolor y verdadero deseo por mí, su papi semental, su pequeño cuerpo, sus aureolas y pequeños y erguidos pezones, sus manitas agarraban con fuerza la sabana, su ombligito, abierta sus piernitas al máximo, mi verga medio metida en esa pequeña vaginita estirada al maximo, se veía inmensa, todo eso aumentaba mi lujuria, me volvi a acostar sobre de ella, sosteniéndome con los codos para no lastimarla
— ¿Te duele, mi amor?
— No papi… siento rico… ¡Nnnghh…ay!
Mi amor tengo que romper tu himen para lograr meterte toda mi verga, te va a doler un poco pero después vas a sebtir muy rico
Si papi, Fue su respuesta, aunque sé bien que no del todo cierta; la bese en toda su sudada carita, sus jugosos labios, le susurré qué abriera las piernas lo que más pudiera, ella accedió y con su rostro entre mis manos con una mano agarre mi verga la saque y di un empujon vigoroso, cuando empujaba sobre su himen me abrazaba con sus manitas, y pude ver la reacción de dolor en su rostro cuando la hice mujer, me ardia la verga de la estrechez, destroce su himen abriendo la puerta de su intimidad por primera vez, cuando recibió a su primer hombre que horadó lo más íntimo de sus secretos, por mi parte, agradecí por este momento sublime, y sostuve a mi Silvita por unos segundos para que se acostumbrara… ayyyyyyyyyyyyyyy ayyyyyyyy papi ayyyyyyy me duele mucho, no papi no ayyyyyyyyy y empezó a llorar con fuerza y desesperación, sus contracciones eran exitantes, luego empujé un poco más y Silvita resistía estoicamente, sentía un calor intenso en mi verga y a la vez un placer enorme al penetrar esa estrecha, delicada, caliente y resbalosa vaginita, su cuerpo se agitaba debajo de mi con movimientos incontrolables, yo la besaba y deje quierta adentro mi verga, sentía sus fuertes contracciones y lo apretada que estaba mi verga casi sin poder moverla era delicioso, espere asi varios minutos y cuando la niña se calmo un poco, empecé a cogerla despacito. Le empujaba con mi pelvis de adelante atrás, metiéndosela y sacándosela suavecito, Silvia no dejaba de llorar quejándose, ayyyyyy papi me duele ayyyyyyy, sentía sus piernitas tratando de apretar mi cuerpo, su vaginita ya había lubricado lo suficiente y mi verga ya entraba s salía con relativa facilidad, asi logre penetrarla a fondo, la niña aun quejándose empezó a responder levantando suu nalguitas, ya ahora se lo hacia cada vez más rápido y fuerte, Silvia respondia .
Hice un empuje final y toda mi verga quedó empotrada, ella no podía articular palabra solo se quejaba aaaagggghhh, aaaaaaggggghhhh, aaaaaaggggghhh, con quejidos más largos, yo seguía sosteniendo su rostro entre mis manos, y entonces saqué mi verga a la mitad y nuevamente la introduje, ella gimió igual que la primera vez, le pregunté si la sacaba, no respondió solo se quejaba, esos gemidos, el olor a seco virginal en el ambiente, me encendieron al máximo y entonces comencé a penetrarla con un poco más de ritmo, incrementando los quejidos de mi niña, que estaba como desmaayada con la carita roja de la exitacion, sus ojitos cerrados y su boquita entreabierta gimiendo con su vocecita de niña que me volvia loco, entonces la envolví fuertemente con mis brazos y la penetraba reiteradamente hasta el fondo, Silvita se convulsionó toda y estalló en su primer orgasmo por penetración, aayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy papi ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh me vengo papi ayyyyyyyyyy, sentí sus contracciones en mi verga y luego su fuerte derrame de fluidos y como siempre le pasaba un poco de orina, bañando su sexo, vientre, y derramando sobre sus piernas a las sabanas, subia sus nalguitas y se apretaba a mi, gimiendo como con desesperación y llorando, fue sublime
Yo ya transpiraba a chorros sobre ella, tanto por el calor como por la calentura depravada que sentía de estar desvirgando a esa criaturita de 9 años de edad a la dulce y adorable Silvia quien me amaba y yo a ella.
A este punto yo ya estaba queriéndola follar durísimo, acelerando mis embestidas cada vez más y bufando como una bestia embramada. Quería cogérmela como si no fuera una niña y más bien se tratara del coño de una mujer adulta; sintiendo como su menudo cuerpecito apenas y soportaba mis abates, y como mi verga topaba en el cérvix de esa pequeñita, lograba acoplarse de una manera fantástica y placentera.
— ¡Ooohhh… qué delicia de coñito tienes mi amor! (le decía entre jadeos y al mismo tiempo en que mis estocadas eran más enérgicas)
Ella se estremecía y contorsionaba cada vez que mi verga le entraba a fondo, y no dejaba de gemir como prolongando su Mi niña siendo tan pequeña y delgadita, que cada vez que yo se la clavaba bien profundo, la forma de mi gran glande se marcaba debajo de su plano vientrecito.
— ¡Ooohhh… no puedo más! ¡Aquí viene la leche de papi, amor! ¡¡OOOHHH!!
En el momento en que yo empece a , Silvita tuvo un orgasmo mas, o sé cuánto semen le habré botado dentro; pero aun así cuando le saqué la verga, seguí lanzando chorros de mi espesa esperma sobre ella; por lo que la niña quedó bañadita en nuestro sudor mezclado y mi leche de macho.
Nos quedamos inmoviles por unos minutos, su respiración volvió a la normalidad, mi verga aún conservaba algo de erección y la fui sacando suavemente, ella se quejó un poco, me tendí a su lado observando sangre en su entrepierna y las sábanas, ella se abrazó a mi con su mano en mi pecho y su pierna sobre la mía, alce su rostro con mi mano y le di un beso…
Que maravilloso era que esta pequeña todavía fuera tan dulce e ingenua; que, con el pecho inflado de amor por ella, me la comí a besos. Nos besamos como dos adultos, metiéndonos las lenguas y yo saboreando mi semen de su boca. Luego nos quedamos abrazados en la cama, hasta que ella por el cansancio se quedó dormidita en mi pelo en pecho, con una de sus piernitas sobre mi panza, y con el coñito muy abierto y escurriéndole todo el excedente de cremosa esperma, fluidos y algo de sangre que no había podido contener.
Después de la siesta la volví a follar, pero le dejé descansar el coñito; así que la cogí fuerte por el culo como, a ella ya tanto le gusta. Y ya para el inicio de la noche nos bañamos juntos, en donde ella me pidió leche; por lo que la dejé mamármela hasta correrme en su gargantita y llenarle la pancita
A partir de ahí mi Silvita y yo disfrutábamos del sexo en todas sus variantes, ella era una pequeña ya habida de sexo y yo un loco enamorado
Cuando la niña cumplio 10 años, tuvo su primera mestruacion, su cuerpo ya era de una jovencita, sus pechitos primorosos una cintura estrecha y un culito redondito y resaltado, previendo un embarazo la nana Elena me indico los días fértiles para no tener contacto, despues de que cumplio los 13 años su desarrollo vaginal ya permitio colocarle un diu y asi ya no tenemos problemas, seguimos felices, hemos pensado algún dia tener hijos, no se olviden que es mi hija adoptiva, para eso planeamos irnos a vivir a otro lado donde no nos conozcan
Buena colección de relatos te felicito es un premio tener una princesa en casa q le guste disfrutar de su papá o familiar espero más relatos con princesas de esa edad o más pequeñas