Mi Educación Sexual y como me convertí en maestro a poca edad – La primera vez que le quite la virginidad dos de mis alumnas, mis prima menores
Este es un relato ficticio de como un niño de 6 años es introducido a el sexo y los placeres entre niños. Es otra lección que convierte al protagonista en el maestro sexual de varios nenes y nenas de edades entre los 5 y 13 años..
Mi Education Sexual y como me convertí en maestro a poca edad – El aprendiz se vuelve maestro – La primera vez que le quite la virginidad a una de mis alumnas, mi prima y luego lo repetí con su hermana menor
Este es un relato ficticio de como un niño de 6 años es introducido a el sexo y los placeres entre niños. Es otra lección que convierte al protagonista en el maestro sexual de varios nenes y nenas de edades entre los 5 y 13 años.
Esta etapa de mi vida sucedió un año después de mi ultima escapada con mi prima Annette. En ese entonces yo ya tenia 12 años y Ella 11. Mis primas Annette y Ana se habían mudado de regreso a nuestro pueblo porque sus padres se estaban divorciando. Durante los primeros días mis primas se hospedaban en la casa de mis abuelos al igual que mi familia. Estando en la misma casa nos dio mas oportunidades a mis primas y yo de jugar nuestros juegos sexuales, o mejor dicho me dio la oportunidad de seguir enseñándoles el sexo a mis alumnas preferidas. Estos actos los hicimos cuando los adultos no nos prestaban atención y las ocasiones fueron bastantes. En estos eventos Ana fue siendo mas entregada y poco a poco se volvió una de mis mejores aprendiz, a su corta edad de 8 años Ana quería hacer todo lo que su hermana mayor hacia conmigo. Una vez para convencerme de hacer las cosas que Annette y yo hacíamos me chantajeo en decirle a nuestros padres lo que Annette y yo hacíamos juntos cuando estábamos a solas. Este chantaje no fue difícil en aceptarlo porque yo tenia miedo de que mis padres se enteren de mis enseñanzas incestuosas y también porque tendría a mi disposición otra panochita virgen. Que niño morboso, como yo de 12 años, rechazaría a otra panochita para satisfacer sus sueños sexuales. En este caso sabiendo que Ana le gustaba nuestros encuentros y quiera mas me indico que no la estaba abusando si no que se convirtió en mi nueva amante.
Nuestra primera aventura sexual ocurrió el día en que se mudaron. Los adultos estaban entretenidos en la sala, que se encontraba en la parte oposita a el almacén del trasero de la casa. Le susurre a Annette que fuéramos al almacén. Anna nos vio en camino y nos siguió. En el camino le dije a Ana “tu vienes conmigo después de que Annette y yo regresemos del almacén.” Ana no se quejo y nos espero en la recamara junta al almacén creo se acordó de todas nuestras aventuras que siempre tuve a solas con ellas y sabia que era mejor estar sola conmigo cuando toque su tiempo.
El el almacén yo ya había puesto varios de los rollos de tela de una manera que parecían una cama igual como lo había hecho el año anterior. Agarre a Annette de la mano y la guíe a nuestro escondite incestuoso. A dentro no perdimos nada de tiempo y nos emprendimos hacer el amor como si nunca hubiéramos perdido practica. A esta edad yo ya había empezado la pubertad, mi verga había crecido un poco y me empezaron a salir bellitos en mis huevos y my pene. De inmediato al entrar al almacén Annette y yo nos empezamos a desnudar quedando solo en nuestros calzoncillos. Guié a Annette a nuestra cama y me acoste a su lado como de cucharitas de la misma manera que mi maestro Edil me había enseñado. De esa manera seguí las enseñanzas de Edil metiendo mi mano en la parte de enfrente de la pantaleta de Annette. Al entrar mi mano sentí unos bellitos en la panochita de Annette, mi hermosa prima también estaba empezando la pubertad. En ese momento me sentí orgulloso que ella se estaba convirtiendo en una mujercita, mi mujercita. Pero también me entro un poco de tristeza el saber que ya no tendría a esa panochita licita de una niñita. En ese momento me acorde de que Anita todavía tenia 8 años y yo tendría su panochita licita para mi placer por unos años mas y eso me puso feliz. Este día le termine enseñando a Anita mas cosas que nunca.
Annette y yo seguimos de cucharitas por unos minutos hasta cuando yo le baje sus pantaletas y me baje mis calzones. Primero le mame su panocha y terminamos en un 69 satisfaciéndonos oralmente. Como 20 minutos después, uno de nuestros encuentros mas largos, le dije a Annette “nos esta esperando Anita afuera.” Annette no quería para ni yo tampoco. A ella no le parecía bien que me estuviera prestando a su hermanita pero no le quedo de otra. Nos vestimos y nos salimos del almacén.
En la recamara de a lado Anita nos estaba esperando. Le dije a Annette que se regresara con los adultos mientras Anita y yo estuviéramos en el almacén. En ese momento no sabia que los adultos habían salido de compras y los primos se quedaron solos. Estando solos los adultos nunca se enteraron de nuestra aventura especialmente porque ni mi hermana ni mi prima Englantina sospechaban de nada o quizás nos dejaban solos porque sabían que yo era el mayor y el único niño y no me querían molestar. Pero me imagino que sabían muy bien que le estaba enseñando “malas cosas” a mis queridas primitas.
Cuando Annette salió de la habitación yo tome la mano de Anita y la guíe al almacén. Al entrar, le dije a Anita que se acostara en los rollos de tela. Me acerque a ella y le empece a quitar su playera. Seguí mis pasos jalándole el botón de sus shorcitos y bajándole el sierre. Con mucho cuidado le baje sus shorcitos hasta que quedo solo en sus pantaletas. Deje sus prendas a lado y no tarde en quitarme la ropa para quedar con solo mis calzones también. Me acoste a su lado de cucharita y le empece a manosear su panochita sobre su pantaleta. Mi verga se acomodaba muy bien en la rajita de sus nalgitas. Con mi mano en su panochita y mi verga atrás de ella Anita empezó una risita de niñita traviesa. Al oír su sonrisa me hizo realizar que ella no tenia ningún escrúpulo de las enseñanzas de su primo mayor y quería aprender mas. Momentos después le empece a meter la mano a dentro de sus pantaletas. Despacio le acaricie su Conchita con un dedo, nunca antes le había acariciado su panochita de esta manera y al parecer le gustaba que su primo le tocara sus partes privadas. Como yo pensaba que los adultos todavía estuvieran en la casa seguí con mi lección. Le dije a Anita que se acostara de espaldas y enganche mis dedos en sus pantaletas bajándolas poco a poco. Cuando le quite todos sus calzoncillos me quede viendo su rajita licita de niña de 8 años. Hasta este día puedo recordar esa imagen igual que la imagen de su hermana desnuda cuando tenia casi la misma edad listas para mi placer.
Teniendo a Anita encueradita me baje mis trusas enseñándole mi verga de niño adolescente. Ella se quedo plasmada porque nunca me la había visto cuando le enseñaba sus lecciones. Al final de este encuentro me dijo que no esperara que mi verga sea tan grande y que le sorprendió que tenia bellitos. También me dijo que era la primera verga que había visto.
Estando completamente al aire libre los dos, baje mi cara a su panochita y se la empece a mamar. En ocasiones anteriores solo le había dado un besito a su vaginita, esta fue la primera vez que alguien le chupara su virginidad. Estaba introduciendo a Anita a muchas cosas a su corta edad y en muy poco tiempo de la misma manera que Edil me introdujo a mi a los placeres sexuales. Le seguí lamiendo su feminidad y ella seguía su risita de niña traviesa al igual que gemía de placer. Su rajita olía y sabia casi igual que la panochita de su hermana Annette. Termine mi examen oral y me incline para alinear nuestros órganos sexuales. Cuando mi verga toco su panochita los dos sentimos un escalofrío muy bueno. La panochita de Anita se sentía super caliente mas que la de su hermana. Al parecer los dos estábamos super calientes al tener esta aventura. Con tiempo le empece a frotar su virginidad con mi miembro pero esta vez sentí algo similar a mis otras venidas con una diferencia. Mi verga se sentía que temblaba de la misma manera que las vergas de Edil, Hugo y mi tío temblaban ádrenlo de mi anito cuando me penetraban. Me gusto este placer yo estaba bien cachondo. A mi poca edad ya me habían ocurrido venidas secas pero no fueron tan intensas como esta venida. En ese momento no lo sabia pero estaba cerca de sacar mi primera lechita, eso sucedió un mes después. Cuando mi verga se aplaco le dije a Anita que nos vistiéramos y salimos del almacén.
Ese mes seguí mis lecciones incestuosas con mis primitas. Para nuestra fortuna durante esos días el cuarto cerca del almacén fue amueblado por mis tíos. Este cuarto se convirtió en nuestro nuevo escondite incestuoso, solo tenia dos muebles un vestidor y una cama. Esos fueron los únicos muebles que necesitaban 3 niños aprendiendo hacer el amor incestuoso. Ese mes mis primitas y yo seguimos nuestros encuentros en el otro almacén, la azotea, los baños y las recamaras (en medio de las camas para mantenernos escondidos sin que los adultos sospechen de nuestros juegos). Al parecer los tres estábamos bien cachondos o mejor dicho yo era un niño morboso de 12 años acompañado por dos niñas calientes, una de 11 años y otra de 8 años. Las dos listas para explorar y aprender lecciones de incesto con su primo mayor, su maestro.
Al fin del mes, se nos ocurrió usar la nueva habitación. Ese día los adultos salieron de paseo al zocalo con mi hermana y mi prima Englantina, dejando a Anette, Anita y yo solos en la casa. Ese día cambiara nuestra relación. Inmediatamente cuando nuestros parientes se fueron Annette y yo nos dirigimos a nuestro nuevo cuarto. Anita se dio cuenta y nos siguió. Antes de entrar a la habitación le dije a Anita que nos esperara viendo la tele de la sala. Al principio se negó pero le dije que ella y yo tendríamos nuestro tiempo solos. La convencí y Annette y yo entramos a nuestro cuarto incestuoso.
Entre yo primero jalando a Annette de su mano. El cuarto tenia un olor medio viejo, hasta hoy en día cuando huelo algo así se me para la verga de inmediato. También cuando visito ese cuarto de adulto me pone bien cachondo que termino haciéndome una chaqueta recordando mis aventuras con mis primitas.
Adentro de la habitation Annette y yo nos vimos a los ojos y nos empezamos a besar como dos amantes en celo. Nunca jamas nos habíamos besado de esa manera, este encuentro fue nuevo y en ese momento ya no me sentía como el maestro de Annette. Con nuestros labios entretenidos le empece agasajar sus nalgitas. Segundos después paramos nuestro beso y nos miramos a los ojos. Con esa mirada sabíamos que este encuentro nos llevaría a la ocasión mas inmensa y intima de nuestras cortas vidas. Despacio la empece a desnudar, primero le quite su blusa parando solo para seguirnos besando. Al mismo tiempo de nuestro beso le quite el botón de sus shorcitos y le baje el sierre. Con cuidado le baje sus shorcitos y la deje solo en sus pantaletas. Pare nuestro beso lo suficiente para quitarme la ropa hasta quedarme solo con mis calzones de niño blancos. La abrace de nuevo y seguimos nuestros besos. En este momento mi verga y su panochita se acariciaban adentro de nuestras respectivas prendas intimas. Sentí su panochita causando un poco de humedad en sus pantaletas y mi calzón. Mi verga que en ese tiempo media unos 10 centímetros, como les había contado las vergas de mis parientes solían ser de buen tamaño y la mía no faltaba, también estaba produciendo mi primer liquido seminal. Nuestros órganos sexuales estaban dispuestos al placer mas bello entre un hombre y una mujer lo único que nos interrumpía en este momento eran nuestros calzoncillos. Aunque fuéramos primos y este sentimiento sea prohibido ninguno de nosotros lo íbamos a parar. Le empece a introducir mis manos adentro de sus pantaletas acariciando sus nalgitas al mismo tiempo que nos besábamos. Con mis manos en sus nalgitas la volte y le empece a manosear su panochita que estaba un poco húmeda. Detrás de Annette la guíe hasta la cama besándole la nuca. Con nuestros cuerpos a la orilla de la cama nos besamos de nuevo y la deslíase el la cama. Con mi prima, mi amante y alumna en la cama, le empece a lamer su cuerpo empezando con su nuca y bajando mis lamidas en ruta a su panochita. Cuando llegue a su cintura, le baje sus pantaletas viendo de nuevo su panochita con los pocos bellos de una mujercita dispuesta a perder su virginidad al lado de su primo, su maestro y amante. Hasta este día no he visto semejante vista y su olor me causo locura. Dicen que la puerta al cielo se encuentra en medio de las piernas de una mujer hermosa, en ese momento comprendí este dicho pero pienso que el dicho es mejor de esta manera: Mi puerta al cielo se encontraba en medio de las piernas de mis primas Annette y Anita las mujeres mas bellas del mundo. A mi adulta edad suelo soñar con tener esa experiencia de nuevo. Me desperté de mi sueño y le empece a lamer su panochita.
Al mismo tiempo que le hacia el oral a mi primita Annette ella gemia como una mujer con su amante. Sin mucha interrupción me a aleje de ese manjar y monte a Annette arriba de mi. Le dije “Annette me la puedes mamar?” Ella entendió mis palabras me bajo mis calzones saco su lengua y empezó a lamer la cabecita. Siguió sus movimientos enterrando mi verga en su boquita. Annette sabia muy bien como complacerme oralmente pero esto no nos distrajo de nuestra meta final. Con mis manos la interrumpí de su obra y le acerque sus rostro al mio. Nos besamos y nos di la vuelta para quedar encima de ella. Nuestros miembros sexuales seguían sacando sus propias humedades. Nos vimos a los ojos interrumpiendo nuestro beso y en ese momento sabia lo que tenia que hacer al parecer ella lo sospechaba también aunque realmente no sabia lo que iba a ocurrir. Me aleje un poco de su cuerpo, dirigí mi verga a la entrada de su panocha y le rocie la cabeza de mi pene en sus labios vaginales. Ella cerro los ojos como si estaba dispuesta a lo siguiente. Con la punta de mi palo busque su entrada vaginal. Al encontrar su apertura le empece a meter mi verga. Nunca antes había penetrado a ninguna persona, solo me acordaba un poco del video que Edil me enseño de una señora recibiendo el pene de un señor en su panochita cuando yo tenia solo 6 años. Mi memoria no era muy buena después de 6 años pero al parecer mi pito sabia muy bien lo que tenia que hacer, me imagino que todos los hombres nacen con un conocimiento animal de como coger. Mi verga se empezó a esconder en la panochita de mi prima Annette. De repente sentí una barrera cuando tenia aproximadamente dos centímetros adentro de su vaginita. Yo no sabia nada des esto y le seguí metiendo mi verga pero no daba acceso. Cuando Edil, Hugo y mi tío Jesus me penetraron mi culito puso un poco de resistencia pero no como la panochita de mi prima Annette lo estaba haciendo ahorita. Empuje un poco fuerte segundos después y entro mas de mi verga como si fuera roto una bolsita de plástico. Annette gimió fuerte cundo enterré mi verga, su gemido se oía un poco lleno de dolor. El día siguiente me dijo que le dolió cuando me entere en su panocha pero el dolor no le duro mucho. Con mi pito adentro de la panochita de Anette empece un mete y saca como lo habían hecho Edil, Hugo y mi tío Jesus en mi culito años atrás. Yo estaba en extasías, en ese momento comprendí la razón por la cual Edil le gustaba cogerme, y aunque a Hugo le gustaban las niñas mi culito le provoco ricas sensaciones también y por ultimo entendí la razón porque le gustaba tanto a mi tío violar a niñas pero mas a niños apretadizos como yo. Esta primer penetracion heterosexual fue una de las mejores memorias de mi vida, aunque años después conocí que penetrar a un niño también causaba casi el mismo placer. Pero lo que siempre recuerdo es que las penetraciones entre primos son las mejores experiencias sexuales especialmente cuando el primo mayor recibe la virginidad de sus primas o primo menores. Siguiendo el mete y saca adentro de la panochita de Annette mi verga se sentía super caliente. Entre la humedad de la panochita de Annette, mi liquido preseminal, y un poco de sangre que le causo mi penetracion a Annette, mi verga se deslizaba bien aunque las paredes de su vagina la apretaban mucho. Finalmente había terminado mi maestría con mi pene adentro de otra persona no lo podia creer que era la panochita de mi prima de 11 años. No tarde mucho y de repente sentí las vibraciones que había sentido con Anita el mes pasado y en todas las lecciones del mes con mis primas. Pero esta vez algo diferente ocurrió, mi verga empezó a producir un liquido que salía como disparos de mi pene. Por un momento pensé que me estaba orinando en la panochita de Annette pero recordé el liquido que dejaron mi tío, Hugo y Edil en mi culito cuando me cogieron. En ese momento comprendí que me había hecho hombre con mi prima Annette. Con cada disparo de mi semen en su vagina yo gemía y ella también. Fueron años después que aprendi que en esa ocasión podría haber preñado a Annette con un hijo, me hubiera gustado tener hijos con ella pero no sucedió su cuerpo todavía no esta desarrollado lo suficiente para tener niños.
Después de tres o cuatro disparos de mi verga empece a besar a mi prima sin sacar mi verga. Todo parecía como un sueño, mi prima Annette me había dado su virginidad. Los dos estábamos en un trance que nadie nos podia quitar con nuestros cuerpos unidos cansados de nuestra primer follada. Minutos después mi verga salió solita de su apretadiza panochita. Cuando paramos nuestro beso, pude ver que tenia sangre en mi verga y le pedi perdón a Annette pensé que la había maltratado como lo hizo mi tío cuando yo tenia 9 años. Ella vio mi preocupación y me dijo, “Ivan me dolió un poco pero después de un rato se sentía muy bien. Fue el mejor sentimiento que había sentido y me gusto mucho.” Con esas palabras me sentí un poco mas tranquilo y también orgulloso de que mi primita le gusto y que se sentía segura de lo que habíamos hecho. La bese de nuevo y le dije, “es mejor que nos vistamos ya tenemos tiempo aquí y Anita se va a enojar si no juego con ella.” Yo no quería que este momento terminara y al parecer tampoco Annette porque se quejo. Con nuestras quejas buscamos nuestra ropa y nos vestimos. Antes de salir del cuarto la abrace y nos besamos una ultima vez como nuevos amantes.
Al salir vimos a Anita esperándonos. Ella nos pregunto “ya me toca a mi?” Le dije a Annette “nos avisas si regresan nuestros padres.” Ella aceptó y yo tome Anita de la mano y la dirigí a el cuarto de aventuras incestuosas. Adentro en el cuarto me recordé que Anita solo tenia 8 años y por esa razón debería tomar mi tiempo yo también quería descansar un poco de mi ultima aventura con Annette pero Anita y mi verga tenían otras ideas. Cuando estábamos parados a lado de la cama empecé a desnudar a Anita y al igual que nuestras otras lecciones me desnude también dejándonos con nuestros calzoncillos. Acoste a Anita en la cama, enganche mis dedos en sus pantaletas y se las baje dejando su licita panochita en frente de mi cara, pensé “que rico.” Cogerme a su hermana minutos antes me había drogado por tener a otra panochita a mi disposición. Empece lamiendo los labios de su panochita y Anita gemía un poco. Le di un buen oral y mi verga quería mas panocha. Me monte sobre Anita alineando my verga con su panochita. Al principio de este evento me había prometido llevar el paso lento con Anita y en lugar de meterle mi verga solo la roce en sus labios vaginales. Montado sobre Anita le seguí frotando mi pene en su vagina. En uno de esos movimientos sentí su agujerito y la cabeza de mi verga se enterró un poco. Pare por un momento y deci seguir esa entrada. No quería lastimar a Anita pero siendo un niño de 12 años con una panochita virgen cerca de su verga la tentación me gano y quería penetrarla. Anita sintió mi verga en su panochita pero no me paro. Con la cabeza adentro Anita se sentía un poco mas apretadita que Annette y pensé quizás su vagina de 8 años no pueda soportar mi verga de niño de 12 años. Al parecer Anita hizo una decision al sentir la cabeza de mi verga y levanto su cintura forzando mi verga mas adentro de su panocha. Sentí por un momento la misma barda que sentí con Annette. Anita bajo su cintura provocando que mi cintura se deslizara abajo porque mi verga no quería perder ese manjar que la apretaba muy rico. En ese momento Anita decidió subir su cintura de nuevo y al bajar mi cintura la penetre lo suficiente para romper su barrera y enterrar casi toda mi verga en su panochita virgen. Anita grito algo fuerte y pensé que hasta Annette la hubiera oido pero luego me entere que Annette no había oido nada porque estaba en la sala esperando a nuestros padres. En ese momento había desvirgado a la segunda niña en el mismo día y me sentí como un rey, pero me di cuenta que Anita estaba llorando. Estalle de dolor al ver a Anita sufriendo aunque mi verga esta super apretada por sus paredes vaginales de niña de 8 años. Yo no quería que ninguno de mis alumnos sufriera como yo habría sufrido cuando mi tío Jesus me violo. En ese momento me sentí como un monstruo. Empezó a sacar mi verga de su panochita y le dije, “Anita perdona que te lastime no fue mi intención.” Ella sintió que mi verga se empezó a salir y me dijo, “espera Ivan, si me duele pero me aguanto.” Le dije, “Pero Anita estas llorando y no quiero que te duela.” Ella respondió, “espérate tantito si me sigue doliendo paramos de acuerdo?” Lo pensé y decidí seguirle la corriente. Como mi verga casi afuera Anita se relajo un poco y me dijo. “Haber metemela un poco mas.” Le metí mas de mi verga y se sentía muy bien en mi palo pero vi que Anita seguía llorando. Le dije “mejor hay que parar.” Ella me pregunto, “hiciste esto con Annette?” Yo nada mas respondí que si. “Entonces quiero hacer lo mismo si Annette pudo yo puedo también.” Trate de convencerla pero no pude. Toda esta conversación hizo que los dos nos relajáramos un poco y con mi verga adentro de su panocha todo ese tiempo el dolor cedió un poco. Anita dijo, “Ivan ya no me duele tanto hay que seguirle.” Como un niño morboso de 12 años después de coger por primera vez con mi otra prima teniendo mi verga en la panocha de mi prima de 8 años recientemente desvirgada me tomo animo. Empece un mete y saca despacio. Con tiempo las lagrimas de Anita cambiaron a gemidos. “Ivan ya se siente mejor.” Seguí cogiendome a Anita y no tarde mucho en disparar mas de cuatro tiros de lechita en su vaginita. Mi lechita hizo que mi verga se pudiera deslizar en su vaginita un poco mas. En cada disparo yo gemía y ella también. Al ultimo tiro ella me pregunto “que fue eso?” Le dije “es mi lechita de niño.” Ella no entendió ese comentario pero acepto que no era algo malo. Yo la bese y le saque mi verga poco a poco. Cuando mi verga estaba al aire libre vi la cantidad de sangre que le produjo a Anita esta cogida. Me limpie rápido para que Anita no viera esto y note que también tenia mi lechita y sangre en sus labios vaginales. La empece al limpiar y ella me pregunto “que haces Ivan?” Le dije, “se estaba saliendo mi lechita de tu panochita y te la pimple para que no se manchen tus pantaletas.” Ella solo accedió. Luego me dijo “mi panochita me duele un poco.” En ese momento me creía como un monstruo por haber lastimado a mi querida primita. En ese momento pensé que después de este evento ella no querrá seguir con nuestra lecciones. Dias después ella me comento que esa noche y las dos siguientes le dolía su panochita y que tubo que tirar a la basura dos de sus pantaletas porque tenían sangre. Le pedi disculpas de nuevo y le dije que nunca le haría daño de nuevo. Ella me respondió “Entonces no podemos hacer lo que hacíamos?” “Pero Ivan yo te quiero mucho y aunque me dolió cuando me metiste tu pito un mi panochita yo no quiero que paremos de jugar.” Al parecer a su inocencia Anita seguía pensando que nuestros encuentros solo eran juegos de niños y no una relación de incesto entre niños que es prohibida por la ley y la sociedad. Después que nos vestimos salimos de la habitación y nos fuimos a ver la tele con Annette. Todo el tiempo que esperamos a que nuestros padres regresaran me quede pensando de mi suerte de haberme follado a mis dos primitas pero también me quede viendo a Anita para verificar que no la había lastimado. Solo vi que se acomodaba mucho mas que otros días en el sillón pero ella me sonrió varias veces al igual que su hermana. Las dos se veían orgullosas de haberse convertido en mujeres de las lecciones de su primo mayor. Quizás ellas no estaban orgullosas quizás solo fue mi orgullo de haberle tomado su virginidad.
Esa semana Anette y yo fajamos dos veces mas en nuestro cuarto incestuoso. Ella y yo seguimos follando en otras ocasiones. Con Anita no la penetre por un buen tiempo pero si seguimos practicando nuestras otras lecciones. Cuando Anita cumplió 9 años follamos de nuevo pero esa fue nuestra ultima vez. De adulto sigo recordando como tube estas relaciones incestuosas con mis primas y quisiera que se repitieran con ellas o cualquier otra niña de mi familia que tenga una panochita licita y dulce como las de mis primas Annette y Anita.
1. Mi primera lección
2. La Primera Vez Que Me Tocaron y Que Vi a Otros Niños Desnudos
3. Mi maestro Edil me enseña a mamar verga
4. Edil me penetro por primera vez quedándose con mi virginidad
5. Edil me enseña a coger en varias posiciones y me entrega a Hugo por primera vez
6. El aprendiz se vuelve maestro – Mi primera alumna
7. Nuevas lecciones mas atrevidas, Edil me enseña lecciones en zonas publicas
8. Celebrando el cumpleaños de mi Maestro Edil y Nuestra penultima cogida
9. El aprendiz se vuelve maestro – Mi nuevos alumnos de mi propia sangre
10. Un encuentro incognito con mi maestro Edil meses después que nos cacharon en nuestra ultima lección
11. La primera vez que le quite la virginidad a una de mis alumnas, mi prima y luego lo repetí con su hermana menor
12. La primera y ultima vez que me hicieron putito
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