MI ESPOSA Y NUESTRO EMPLEADO DEL ALMACEN
En aquel momento mi esposa tenía alrededor de treinta y cinco años, un cuerpo hermoso; el pecho firme y siempre con su coño totalmente depilado del que yo estaba prendado. Teníamos una vida sexual muy dinámica y satisfactoria con fantasías y follábamos en lugares muy extraños.
En aquel momento mi esposa tenía alrededor de treinta y cinco años, un cuerpo hermoso; el pecho firme y siempre con su coño totalmente depilado del que yo estaba prendado. Teníamos una vida sexual muy dinámica y satisfactoria con fantasías y follábamos en lugares muy extraños. Ella es una mujer a la que muchos hombres quieren follarse, pero hasta el momento no se de ninguno que la haya logrado convencer.
Con mi esposa tenemos un almacén de ventas al por mayor y contratamos un eficiente joven negro quien siempre busca una excusa para conversar con mi esposa, ella es muy sociable y le escucha con atención lo que él le habla. Su nombre es Wilson.
Ella se sorprendió cuando un día le dije que yo creía que a Wilson ella le gustaba y me respondió que no creía que ese fuera el caso, sólo que él era muy atento y socializaba con ella. Mas adelante después de algunas visitas mi esposa me confesó que si le parecía que yo tenía razón, que a él le gustaba ella. Pero agregó… de pronto estamos equivocados al pensar que Wilson pudiera estar interesado en una ama de casa de mediana edad. Aunque en realidad ella tiene una figura estilizada, no es una reina de belleza, pero si es atractiva.
Yo le propuse que le coqueteara un poco la próxima vez para ver cómo reaccionaba y si lo lograra excitar. Ella hizo la prueba y ese día cuando regresamos a casa nos estuvimos riendo sobre cómo Wilson estaría fantaseando con ella el resto del día después de esa conversación con temas picantes y uno que otro acercamiento físico, además mi esposa fue vestida con un traje de falda corta e hizo todo lo posible para lucirle sus hermosas piernas y algo más, en las siguientes visitas el juego de coqueteo se repitió.
La última vez fue cuando se estaba cerrando el almacén y después que mi esposa le estuvo coqueteando, utilizando un poco el doble sentido en sus palabras, le pregunté si había logrado provocarle lo suficiente como para generarle una erección. Me confeso que no se había fijado en ese detalle, así que le propuse volviera a entrar con cualquier excusa y lo comprobara estando sola sin mí cerca.
En principio ella no aceptó, pero le aposté a que no era capaz de entrar sola y excitarlo. Ella reaccionó al sentirse retada y me dijo… ¿Crees que no soy capaz? Claro que lo haré. Pero para facilitarle las cosas la desafíe a que entrara sin el sostén y bragas, solo el vestido.
Se negó diciendo que no podía hacer eso, pero me di cuenta que estaba excitada por la idea. Le dije que debería hacerlo si quería calentarlo rápidamente, buscando que pronto se emocionara al verla así y luego dejarlo con una erección de regresos a su casa. Y reí jajajajajajaja.
Ella también se rió, se quitó el sostén y las bragas dejándolos sobre el asiento. Pude ver, a través del delgado vestido, que cuando salía del auto para regresar al almacén sus pezones se le habían puesto muy duros.
Mi esposa llevaba casi veinte minutos dentro, así que decidí ir a ver qué estaba pasando. Abrí la puerta del almacén y entré. Las luces estaban apagadas, solo había iluminación en la parte de atrás, en la bodega. En medio de la obscuridad pude escuchar unas risas nerviosas y al acercarme más, escuché a Wilson diciéndole a mi esposa que ella era una mujer muy bella, y aunque le daba pena decírselo, ella le fascinaba por su forma de ser y le resultaba muy atractiva. Mi esposa le dijo… Pero tú sabes que estoy casada, incluso mi esposo esta afuera esperándome. Si lo sé, por eso hasta he pensado retirarme del trabajo, ya que no quiero crearle problemas.
En ese momento mi esposa estaba recostada contra la mesa de trabajo y Wilson pegado a ella, los separaban escasos centímetros. Y de pronto se quedaron callados mirándose y alguna señal le debió enviar mi esposa porque él puso sus manos alrededor de ella y le dio un beso que ella correspondió.
Ella se separó de Wilson y comenzó a escribir en su celular, de inmediato sentí que me llegaba un mensaje. Lo abrí y era ella que me decía… Discúlpame, pero no encuentro la carpeta, espérame diez minutos y si no la encuentro nos vamos, lo hizo simplemente para preservar su dignidad frente a Wilson. Porque enseguida la escuche decir… le estoy avisando a mi esposo que en diez minutos salgo.
Me acerqué lo suficiente y vi como Wilson le recogía el vestido apareciendo su cuerpo desnudo, particularmente su concha, la que él comenzó a acariciar y ella a gemir. Esto se sucedía mientras se besaban apasionadamente. En este tiempo mi esposa le bajo el cierre del pantalón, metió su mano y sacó a la vista una tremenda verga, lo normal de su raza y a continuación le dio unos masajes, lo cual la hizo crecer más.
Los dos estaban muy excitados y pronto mi esposa dirigió esa enorme verga hacia su concha y allí parados ella levanto una de sus piernas para facilitarle la penetración a Wilson. Pero, como follar así les resultaba difícil, él la tomo por la cintura y la sentó al borde de la mesa. Ella separo las piernas y él en seguida la penetro, ella soltó un augggggg, él se detuvo y le dijo… ¿qué paso?, ella le respondió… es que tu miembro es muy grande, hazme suave. Él lo entendió y reiniciaron el mete y saca sin que Wilson la penetrara totalmente. Ella empezó a gemir y le dijo… ¿esto es lo que estabas deseando de mí?
Siiii, verla aquí es un martirio para mí y envidio a su esposo que la tiene todo el tiempo a su lado.
Bueno entonces aprovecha esta oportunidad y fòllame como tú sabes, regálame un orgasmo inolvidable y ella puso sus manos sobre la mesa y recostándose un poco hacia atrás, separo todo lo que pudo sus piernas y Wilson comenzó a mover su cadera como un desesperado y ella gemía cada vez más fuerte hasta que alcanzo su orgasmo, entonces se levantó y se abrazó a Wilson y le dijo… gracias, gracias, fue maravilloso. Y se bajó de la mesa para salir diciéndole…que pena, pero me tengo que ir, mi esposo me está esperando, hablamos.
De inmediato regrese al auto y escasamente pude sentarme cuando mi esposa apareció con sus mejillas rosadas y le pregunte… ¿Lograste excitarlo?
Ella me respondió… Creo que sí, se debe estar masturbando si no quiere tener un cólico, jajajajaja
Me di cuenta que a ella esto le había gustado mucho. Porque cada vez que Wilson empujó su cuerpo hacia adelante, ella gemía con fuerza, como si la estuviera taladrando o algo así. No pude hacer otra cosa que mirar desde la oscuridad mientras él le estuvo clavando su verga, la sacaba y se la volvía a empujar. No había notado hasta ese día que Wilson tenía hombros anchos, nalgas y piernas fuertes, y mientras se la cogía todo su cuerpo parecía haber sido construido con el único propósito de meter su verga grande y negra profundamente en el coño de mi esposa.
Ahora no sé qué hacer, por un lado, me encantó ver a Wilson usando el cuerpo de mi esposa para su placer y también pude ver que a ella le encantó su verga. Sigo escuchándola gemir incontrolablemente en mi imaginación, mientras él se la clavaba y comparo con lo que ella gime cuando yo lo hago. Sé que está mal y que no debería haber permitido que esto ocurriera. Quedé preocupado porque mi esposa no me contó lo que pasó, ya que vi disfrutando más que conmigo.
Entonces decidí enfrentarla y decirle lo que había visto aquella noche y ella me respondió… pero si no paso mucho, ¿tu no querías que lo excitara?, me hiciste quitar el sujetador y las bragas, entonces fue normal que, al excitar este joven negro, él me quisiera follar, aunque nunca termino, pero me preocupa que lo deje bastante iniciado y quiera terminar lo empezado.
Como vi que ella no le daba mucha importancia, decidí hacer lo mismo y le propuse… Para calmarlo, pídele que te traiga algo aquí a casa, cuando él llegue le dejas ver que estás sola y que yo me fui con amigos de fiesta y así pueden terminar lo que iniciaron en el almacén.
Ella me respondió…Piensa bien lo que propones porque creo que hace un momento me estabas reclamando por lo acontecido aquella noche, pero tú mismo me incitaste a que lo hiciera.
Para tranquilizarla le dije…Solo es que como nunca te había visto follando con otro hombre me dieron celos, pero a la vez me excito y ahora quiero que lo disfrutes totalmente e igual yo.
Bueno si no te vas a arrepentir lo haré. ¿Pero estas seguro?
Si, totalmente.
Ok mañana lo llamo, lo concreto y te aviso.
Mi esposa lo concreto para dos días después diciéndole, que lo que le pedía no era urgente que se lo llevara, pero Wilson le dijo si es urgente esta noche paso a llevárselo.
Cuando Wilson llego, venía muy elegante sin el uniforme de trabajo y se veía más atractivo, según me comento mi esposa después.
Él le entrego un sobre, estuvieron hablando algo intrascendente y ella le ofreció tomar algo. Él dijo…Bueno muchas gracias, un refresco esta bien.
Y mi esposa le abrió la puerta diciendo…Noooo, algo más fuerte, así me acompañas un rato, hoy que mi esposo no está en casa.
El muy sumiso le dijo… Lo que usted decida está bien.
Ella trajo dos copas con tequila que ya tenía listas, le entregó una a él y ella con la otra dijo… Brindemos por un gran trabajador como eres tú. Y el replicó… y por una excelente y hermosa patrona que es usted.
Bebieron el licor y de frente mi esposa se acercó y le dijo… Creo que dejamos algo empezado y comenzaron un beso apasionado que poco a poco se hizo más erótico y sus pelvis se empezaron a rozar con mayor intensidad. Wilson no paraba de acariciarle las nalgas a mi esposa y ella con sus brazos alrededor de su cuello lo dejaba en total libertad y así fue que él subió las manos por su cuerpo e inició a acariciarle los senos.
Él en medio de sus caricias noto que el vestido de mi esposa pendía del nudo que estaba en la parte de atrás del cuello de ella y se aventuró a desatarlo con la gran fortuna que el vestido enseguida se deslizo y cayó al suelo, apareciendo el cuerpo de mi esposa cubierto solo por su ropa interior.
Wilson se separó de ella y la admiro de arriba a abajo y le dijo… envidio a su esposo, usted tiene un cuerpo maravilloso. Y ella le dijo. Si te gusta tanto esta noche será todo tuyo.
Él se volvió a pegar a ella, le soltó el sujetador apareciendo los senos de mi esposa, en los que se concentró, besándolos chupándolos, y hasta mordiendo con sus dientes los pezones erectos de ella.
Pero mi esposa quería su premio y bajo el cierre del pantalón y se lo deslizo hacia abajo junto con el bóxer y enseguida salto como un resorte la poderosa verga de Wilson. Ella la tomo con su mano, la observo por unos segundos y comenzó a meterla en su boca hasta donde pudo, chupándola como si fuera una golosina y Wilson empezó a respirar más agitado y le dijo…gracias señora, esto es maravilloso.
Pero como mi esposa quería una verdadera follada, se detuvo y tomándolo de la mano lo llevo a la habitación y allí le pidió que se quitara las prendas que aún conservaba quedando los dos totalmente desnudos.
En este punto mi verga estaba que reventaba, sabía que si la tocaba iba a explotar y quería estar en forma para después correrme dentro de mi esposa.
Allí en la cama se acariciaron mutuamente y él la llenó de besos por todo el cuerpo, pronto estaban haciendo un sesenta y nueve y los dos respiraban agitadamente.
Y cuando los dos se encontraban al limité, ella le dijo que quería que follara su concha y se corriera dentro de ella, pero con preservativo para evitar un embarazo. La verdad es yo le había pedido, se protegiera para estar luego conmigo.
MI esposa le alcanzo el preservativo, él se lo puso con alguna dificultad por el tamaño de su miembro, y al estar listo, ella se acostó, separo sus piernas y Wilson se acomodó sobre ella y su verga comenzó a penetrarla. Desde mi lugar a sus espaldas pude ver como esa verga fue entrando poco a poco en la concha de mi esposa y observar esto, en segundos me excito tanto que creí me iba a correr allí mismo, sin siquiera tocarme.
A continuación, Wilson comenzó a aumentar se velocidad y fuerza follando con total energía a mi esposa y ella fue subiendo el tono de sus gemidos, más que aquella vez en el almacén. Ella estaba tan excitada que levanto las piernas y las subió sobre los hombros de Wilson y así le entro la parte de la verga de Wilson que aún había permanecido fuera en un comienzo. La forma como gemía mi esposa era tal que comenzó a decir cosas que jamás le escuche…uhmmmm fòllame como quieras, siento tu verga muy adentro, y me gusta, acabaste con lo que quedaba de mi virginidad, sigue, sigue, uhmmmm que rico, ayyyy, eso, eso, así, dame, mas, por favor, ya estoy llegando eso, eso, uhmmm mmmmm y comenzó a respirar con la boca abierta. ha, ha, ha y disfrutó su orgasmo.
Al recuperar el aliento le pregunto a Wilson ¿ya te corriste? y él le respondió…No, el preservativo se rompió y ella dijo riendo… jajajajajajaja No puede ser. ¿Entonces?
Wilson le dijo…Veo que tienes un culo precioso. ¿Si me dejas por allí, así no te voy a preñar?
Ella le dijo…Nunca lo he hecho así. ¿Me puede doler?
Él le respondió… con suavidad y cremita lo vas a disfrutar.
¿Dónde encuentro una crema o aceite?
Ella le dijo en el baño. Él fue y regreso con un frasco y ella le dijo… Si, Si esa está bien.
Ella se puso en posición de perrito y Wilson comenzó a aplicarle crema en el culito, le metió un dedo y estuvo frotándoselo, luego lo hizo con dos dedos y ella no se quejó, entonces esparció bastante crema en su verga y se la acerco para penetrarla. Trato la primera vez, pero al empujarla se resbalo hacia arriba, otra vez y hacia abajo y así varias veces no logrando penetrarla. Desde mi lugar veía difícil que la pudiera penetrar, y ella se lo dijo, pero el insistió… ya verás que si se puede y te va a gustar.
Y a la sexta vez el logro que entrara la cabeza de su verga y ella movió su cuerpo hacia adelante y soltó un augggggg. ¿Te dolió? Wilson le pregunto, y ella dijo… un poquito, y siento mucha presión. Luego él empujo su cuerpo entrando al menos la mitad y ella no se quejó, solo dijo, ya bajo la presión.
Entonces Wilson comenzó con un mete y saca suave al tiempo que empezó a frotar el clítoris de mi esposa con la yema de sus dedos y ella dijo… uhmmmm, me empieza a gustar, y en la medida que se fue excitando y su respiración acelerando ella misma comenzó a empujar su cuerpo hacia atrás y se fue tragando hasta el último centímetro de la verga de Wilson. Él cuando la excito lo suficiente la tomó de las caderas y empezó un mete y saca con más energía y ella soltaba en cada entrada un agggg, agggg, agggg, comenzando él a chocar su pelvis contra las nalgas de mi esposa y los dos respiraban acaloradamente hasta que Wilson le dijo…señora, señora no aguanto más me voy a correr dentro y ella le dijo… Si Wilson adelante córrete, córrete, llena mi culo con tu leche y él exploto y se inclinó sobre ella. A continuación, él sin despegarse retomo sus caricias en el clítoris de mi esposa y pronto ella estaba disfrutando su segundo orgasmo.
Los dos quedaron extenuados y al despegarse comenzó a fluir el semen del culo de mi esposa, ella lo detuvo con su mano y se fue al baño. Al pasar por mi lado me levantó el dedo pulgar de la otra mano en señal que había estado buena la follada.
Al regresar, Wilson ya se había vestido y dándole las gracias a mi esposa le dijo que había sido maravilloso, estaba muy agradecido y que no la volvería a molestar.
Mi esposa desnuda lo acompaño hasta la puerta y al despedirse le dio un beso y le dijo… estuvo maravilloso, pero me dejaste mi culito en candela. Y los dos rieron…jajajajajajaja.
¡Pero te gusto? le pregunto él y ella le respondió… poniéndose un dedo en los labios…al comienzo no, pero a la final sí.
Cuando escuche cerrar la puerta, sali de mi escondite y al encontrarme con mi esposa ella se rió…jajajajajajaja, ¿eso era lo que querías?
Si, lo disfruté, pero tú también bandida, ahora vamos por mi premio y al entrar a la habitación comencé a desnudarme, ella se acostó, yo sobre ella y como su concha estaba muy bien lubricada mi verga entró como cuchillo caliente en mantequilla, después de varios minutos de entrar y salir de su concha escuché su primer gemido y luego siguieron otros más sin parar. Pronto los dos volábamos de excitación, llegando ella a disfrutar otro orgasmo más y yo a correrme dentro de su concha.
Ahora Wilson sigue trabajando con nosotros y hasta el momento después de un mes no se ha presentado ninguna novedad, sigue muy respetuoso con mi esposa y muy eficiente con su trabajo, por eso recordando lo acontecido me dedique a recopilar cada momento y lo he escrito para compartirlo con ustedes. Gracias por tomarse la molestia de leer mi relato.
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