Mi estudiante [pt 2]. El segundo mirón
Luego de follarme a mi colega-amigo. Planeamos una forma en la cuál no solamente yo pudiera ver al jovencito exhibicionista, sino que también él pudiera echar un ojo y disfrutar del show..
Esa noche después de tener sexo con mi amigo-colega de trabajo, pleneamos una forma de anticipar la llegada de Luis al baño que estaba dentro de mi sala de clase. Pasé dos semanas durante mi tiempo libre fuera de mi sala de clase, trabajando en la biblioteca, en el comedor, en la sala de los profesores que no eran de tiempo completo. En uno de los descansos, se me acerca Luis en el patio del receso y me dice:
L: Profe, ¿Por qué no lo he vuelto a ver en su sala? ya he pasado como 3 veces y no lo he visto
Yo: Luis, no siempre puedo estar en mi sala, debo asistir a otras reuniones, remplazos, o simplemente quiero tomar aire libre, Así que tienes que avisarme en la mañana cuando tengas planeado pasar.
L. Eso le quita emoción, me gusta más llegar de sorpresa.
Y. No siempre se puede, además de ser peligroso. ¿Recuerdas ese día que usaste mi baño cuando alguien entró a llamarme a la reunión? Pues si me avisas, además en mi agenda podré decir que estoy ocupado y nadie interrumpirá
L. Muy inteligente profe, por algo eres el profe de la materia más difícil.
Y. Gracias Luis. Por ahora quedamos así. Avísame ese mismo día en la mañana o durante el receso y yo me encargo de que tengas público para tu show.
Luis no sabía que por público, no solo me refería a mí, sino a mi colega que tenía más ganas que yo de ver al joven Luis masturbándose.
Como acordamos, Luis me avisó durante una mañana que iba a pasar en el tiempo de mi hora libre a mi sala a usar el baño. También como acordamos mi colega y yo, del baño “inhabilitamos por daño” el cubículo central de los tres que habían, que luego de varios análisis concluimos que desde arriba de aquél cubículo podría verse la entrada perfectamente, yo simulando ser Luis y mi colega tratando de tener la mejor vista del show, aunque yo sería el VIP.
La ansiedad empezó a apoderarse de mí, mi cuerpo empezó a llenarse de adrenalina, y mi verga a llenarse de sangre. Tocaron la puerta, era Luis, ya traía su erección, poniendo en evidencia que no solamente era yo quien ya tenía la verga lista y dura para el trabajo manual.
Y. Ya sabes Luis, te debes quedar en la puerta del baño, yo puedo estar un poco más cerca y con confianza ya que nadie interrumpirá.
L. Listo Profe, no hay problema.
Mientras entraba al baño, se detuvo en la puerta, se bajó los pantalones mostrándome el culo primero, giró y con la verga en la mano empezó a masturbarse. Con la otra mano, subió su camiseta, esta vez dejando ver completamente su torso lampiño y con unas lindas tetillas. Jugaba con una de ellas mientras que con la otra mano se masturbaba.
L. Profe. Se te nota la verga tiesa.
Y. -tocándome el paquete- un poco.
L. Profe, yo nunca he visto otra verga cerca, ¿Se la puedo ver?
Y. Tendríamos que intercambiar posiciones, por si alguien llega.
L. Profe, una mirada rápida, sáquesela, se la jala unas tres veces y se la vuelve a guardar. Es sólo que quiero ver una de cerca.
Sin saber por qué, accedí. Me desabroché el cinturón, el pantalón, me saqué la camisa, me bajé el cierre, tiré el elástico del slip hacia abajo y me saqué la verga. Desde que empecé a desabrocharme el cinturón Luis no levantó la cabeza, aproveché para ver dentro del baño, y ví a mi colega indicando que me moviera un poco, también quería ver mi verga aparentemente. Una vez hube sacado la verga del slip escuchó a Luis.
L. Wow, ¡es enorme! es muy gruesa y venosa profe. ¿Cuánto le mide?.
Y. -sonrojado- un poco más de 17cm.
L. ¿Y a las mujeres si aguantan una así de gruesa?
Y. -Perplejo por su pregunta, pensé “no sabe que soy gay”- No sabré decirle Sr Luis, no soy mujer para saberlo.
L. Ay profe, no sea así. Es una simple pregunta.
Y. Suficiente, quería ver una verga, ahí la vio. No trate de tomar ventaja de la situación.
L. Uffff, profe, debería ser actor porno, ya me lo imagino culeándose a una tetona, y llenándola de leche, o tratando de meterla por el culo. ¿Será que le cabrían dos como esa?
Claramente empezó a imaginarme en una escena pornográfica de aquellas que suele ver. Su masturbación empezó a crecer en intensidad, velocidad y fuerza.
L. Uy profe, se imagina llenando a una vieja tetona de leche, mejor dicho, llenándola los dos de leche, al tiempo.
Luis resopla ligeramente y empieza a soltar leche, esta vez disparó la leche más lejos, cayendo cerca de mi zapato. Deja la leche en el suelo indicándome como siempre que alguien tiene que limpiarla. Se sube el pantalón con su aún evidente erección.
P. Luis, no puede salir así -mientras le señalo la verga erecta bajo el pantalón-
L. Gracias profe. esperaré un poco. ¿Profe, de verdad se imagina cómo será llenar una mujer tetona con dos vergas como la suya? O sea, como la de nosotros, porque son muy parecidas, pero la suya más gorda.
Y. Luis, eso requiere demasiado contacto entre los hombres, usted no creo que quiera eso.
L. Si he visto profe, los trios HMH, la mujer se ve que lo disfruta. Y ver la vagina bien abierta mientras se la cogen. Aunque si me da un poco de asco cuando la leche de uno cae sobre el otro.
Y. Ya es suficiente charla Sr. Luis,. Ya lleva mucho tiempo fuera de clase, vuelva a la sala porque sus notas sé que no son las mejores y menos en mi clase. Así que adiós que tengo otra reunión que atender.
Saqué a Luis de mi sala, yo estaba confundido y luego de compartir comentarios con mi colega, también estaba confundido. ¿Era realmente heterosexual este chiquillo? Claramente está explorando su sexualidad. A mi colega le fascinó el show, comentamos lo rica que se le ve la verga, y lo caliente que se puso al ver como yo me saqué y le mostré la verga a mi estudiante, estaba deseoso de que tuvieramos una masturbación junta Luis y yo, algo que evidentemente no pasó y seguramente no pasaría basados en la información recolectada hasta ese momento. Me comentó como se masturbó y eyacularon al tiempo con Luis, obviamente sin Luis saberlo.
A partir de ese día y durante 4 meses más, yo me mantuve en mi sala esperando las veces que Luis decidiera aparecer en mi sala. Opté por cerrar la sala por dentro mientras no estuviera Luis, así a su llegada, mi colega podía correr al baño a poner el letrero de “fuera de servicio” y masturbarse mientras Luis hacía su show, claramente mi colega no podía estar el 100% de las veces. Así que en la mayoría de las ocasiones éramos solamente Luis y yo. En otras pocas mi colega estaba en mi sala y se encerraba. Algunas veces le mostraba mi verga, algunas veces le daba un par de jaladas hasta que empezaba a lubricarme, así que me la guardaba y mientras lo veía me chupaba mis dedos llenos de precum. 4 meses en los que disfrutaba verlo cada momento, pero yo quería tocarlo, se acercaba el fin de año escolar y sabía que podría también ser el fin de esta corta aventura voyerista-exhibicionista.
El próximo relato cierra esta historia, era demasiado bueno lo que vivía para que durara tanto; sin embargo se aprovecho hasta el último instante, y era el momento oportuno para dar un paso más. ¡Tocar a Luis, el jovencito vergón.
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