Mi fantasía cumplida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lo conocí por Facebook, y pasamos por varios meses hablando por mensajes de texto sobre nuestras fantasías, lo que él quería hacerme, lo que yo quería que él me hiciera, pero sin embargo nunca lo habíamos hecho realidad. Me invitaba a su departamento para ir y hacer nuestros deseos realidad, pero yo siempre tenía algún motivo para no ir. La realidad es que me intimidaba, me imaginaba a Andy haciéndome todas esas cosas que me decía, y me producía cierta clase de miedo pero a la vez un nivel de excitación que me hacía masturabarme todas las noches pensando en él.
Un día, después de todos esos meses que desperdiciamos solamente texteando sin hacer nada, por cosa del destino nos encontramos en una fiesta. Nunca lo había visto en persona, era increíble nuestra conexión sexual, y me produjo tanta excitación al verlo que poco faltó para que saltara sobre él y me lo cogiera ahí mismo. 1.90, blanco pálido al igual que yo, completamente tatuado de pies a cabeza, con unos ojos celestes penetrantes, era exactamente como yo lo había imaginado: intimidante como el demonio. Me saludó, yo lo saludé y quedamos de ir a su apartamento en cuanto la fiesta terminara. Yo sabía lo que iba a pasar hoy. Ambos lo sabíamos.
Terminó la dicha fiesta, me llamó para encontrarnos e irnos. Nos subimos juntos al taxi. Camino a su departamento, yo con unas cuántas copas encima iba todo el camino imaginando todo lo que me iba a hacer, apenas poniendo atención a la conversación que él intentaba crear.
En fin, llegamos a su casa, nos sentamos en sus sillones, conversamos por un rato mientras yo me fumaba un cigarro para calmar mis nervios. Me dijo que entrara a su cuarto mientras él iba al baño, yo obedecí y esperé sentada en esa cama, observando las paredes pintadas con un estilo psicodélico, recordando todas las veces que me decía que ansiaba tenerme en su cama, esposada, puesta de 4 para darme así toda la noche.
Llegó, lo recibí con una inocente sonrisa tratando de ocultar lo nerviosa que estaba. Cerró la puerta del cuarto y se sentó en la cama al lado mío. Comenzó a rozar con una inesperada delicadeza su enorme mano en mi pierna, mi cabello y mi cara al mismo tiempo que me dijo "Te gusta lo duro, cierto? Muy duro, como me habías dicho". Yo solamente asentí con mi cabeza mientras sentía que se me formó una media sonrisa al mismo tiempo que yo mordía mi labio. Me besó y me agarró fuertemente del pelo, obligándome a acostarme en su cama. En eso se sacó su verga dura y tan grande como yo la había imaginado, siguiendo yo acostada se puso encima mío, puso su verga en mi cara y me comenzó a coger fuertemente por la boca mientras jalaba mi cabello.
Estuvo largo rato cogiendome por la boca sin piedad, hasta que me dio vuelta, puso mi culo arriba y mi cabeza en su almohada, en ese momento comencé a sentir las deliciosas nalgadas que siempre había soñado que me diera, sentía ese placentero dolor y sólo imaginaba las rojas marcas en mis nalgas de sus grandes manos. Seguía nalgueandome, y en un instante sentí cómo su gran verga entró de repente en mi vagina, que estaba mojada a chorros. Me cogía tan fuerte, rápido y profundo que hizo que gimiera como nunca había gemido, jalaba mi pelo mientras me cogía más duro como a una perra, y yo sólo gemía más y más a punto de explotar del placer.
Sacó su verga de mi mojado panochito, de nuevo me agarró del pelo, me ordenó que me arrodillara frente a él y que le chupara la verga. Yo se la chupaba con tantas ganas, ansiaba tanto tener ese enorme pene entre mis labios. Comenzó otra vez a cogerme duro por la boca y pasó así por otro largo rato. Después hizo que me pusiera de pie jalandome del pelo, me dio vuelta y sentí que me colocaba unas esposas. Me susurró al oído "Más te vale que me obedezcas y que hagas todo lo que yo te diga", me hizo tirada en la cama boca abajo y me siguió pegando nalgadas, me levantó el culo y me siguió cogiendo todavía más fuerte. Después de un rato salió del cuarto a traer algo, volvió y lo vi con una faja de cuero en su mano. Le dije "Qué me vas a hacer con eso?", mientras me quitaba las esposas me dijo "Te has portado muy bien, te voy a dar un premio con ésta faja". Ya con mis manos libres me ordenó que me arrodillara en su cama dándole la espalda y comencé a sentir cómo me nalgueaba con esa gruesa faja de cuero. Yo gemía de placer, le suplicaba que me pegara más fuerte todavía, lo estaba disfrutando tanto.
Ya después de un rato de una intensa sesión de nalgadas me acostó en la cama y comenzó a chupar mi mojada vagina como nunca nadie lo había hecho, la comió de una forma que me hacía gemir y gemir, hasta que me vine en toda su cara. Me besó para que probara mis fluidos, me cogió del pelo, me puso de 4 de nuevo y siguió cogiendome, era insaciable, mientras aruñaba mi espalda y mordía mi brazo con una fuerza increíble, yo sentía un ardor tan placentero que me excitaba todavía más. Me puso a chupar otra vez y me ordenó que hiciera que se viniera solamente con mi boca, y que tragara todo su semen sin dejar caer ni una sola gota. Efectivamente, se vino en mi boca y todo me lo trague.
Sólo sexo fuerte, sólo eso nada más es con Andy, y es lo que me encanta de él. Ya era tarde y tenía que llegar a mi casa. Cogí un taxi, llegué a mi casa que mi papá me estaba esperando y rápidamente fui al baño a ver todas esas marcas que me había dejado: el morete del delicioso mordisco del brazo, mis rodillas con marcas, y mis nalgas rojas y también con moretes gracias a los fajazos. En eso recibí un texto de Andy que decía "Me encantó que fueras mi zorrita bebé, vamos a vivir muchas aventuras intensas ;)". "Devinitivamente ;)))" le respondí.
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