MI FANTASIA ENTREGAR MI ESPOSA A MI AMIGO

Mi esposa se llama Elsa ella recién cumplió sus cincuenta años y se conserva muy bien según dicen sus amigas y otras personas, hasta he notado que su cuñado Efraín daría lo que fuera por follársela. Yo tengo cincuenta y cinco años y considerando que nuestra relación intima se ha enfriado.
Mi esposa se llama Elsa ella recién cumplió sus cincuenta años y se conserva muy bien según dicen sus amigas y otras personas, hasta he notado que su cuñado Efraín daría lo que fuera por follársela. Yo tengo cincuenta y cinco años y considerando que nuestra relación intima se ha enfriado, me ha nacido la fantasía de ver a Elsa follando con otro hombre. El punto es conseguir alguien que sea muy discreto, pero conocido, ella no lo haría con cualquiera.

La primera vez que se lo propuse me dejo de hablar varios días y me dijo que, si yo creía que ella era una cualquiera y bla, bla, bla.

Pasó el tiempo y una noche que regresamos de una fiesta bastante alicorados, nosotros dos seguimos la celebración y a la madrugada estábamos muy borrachos, follemos en todas las formas hasta tuvimos sexo anal por primera vez, y ese día aproveche para mencionar nuevamente mi fantasía y la respuesta de ella fue… ¿y no crees que puede ser peligroso para nuestra relación? Yo le dije… yo a ti no te voy a dejar nunca, seguiremos unidos hasta el final, pase lo que pase.

Ok, si es así, lo haremos, ¿pero con quién?

Le dije buscare alguien que te agrade por supuesto. Así quedamos y yo me llevé a Elsa a la cama, me la cogí como nunca, estaba empapada y caliente y me decía en medio de su borrachera… ya te voy a cumplir tu fantasía, me voy a coger a quien tu digas y te voy a hacer cornudo, jajajajaja.

Meses atrás en unos tragos que había compartido con mi amigo José que es cura, en alguna parte cuando ya estábamos alicorados le pregunte si alguna vez no había deseado tener sexo con una mujer y él me dijo que si pero que ya siendo cura le quedaba muy difícil porque podía generar un escándalo.

Esto me dio a entender que, si le gustaría, lo fundamental era discreción.

Entonces hablando con Elsa le mencione que como ella tenía una muy buena relación con José, si aceptaría tener sexo con él y enseguida me dijo… pero él es cura, que va a querer tener sexo conmigo.

Le amplie la pregunta… ¿y a ti te agrada José como persona?

Me respondió que si que era una persona muy agradable. Incluso me recordó que alguna vez la mama de él le había soltado algunas indirectas pensando que los dos podíamos tener algo.

Ok le dije, entonces te contare lo que hable con él.

Días después hable con José lo invite a almorzar, nos tomamos unos vinos y de pronto le dije… Alguna vez habíamos hablado sobre el hecho que tuvieras sexo con una mujer y me dijiste que eso era muy complicado porque se podía generar un escándalo, pero ahora te voy a preguntar sabiendo que no habrá escandalo… ¿Te gustaría tener sexo con Elsa? él se sorprendió muchísimo y se puso muy nervioso. Me dijo ¿es una broma?

Le respondí… No, es en serio y ella esta dispuesta a hacerlo contigo.

Bueno, pues me sorprendes, déjame asimilar lo que me acabas de decir.

Le dije… ok piénsalo y me avisas en esta semana.

Al día siguiente me llamó y me dijo que estaba dispuesto a hacerlo, pero que tuviéramos en cuenta con Elsa que el no tenía ninguna experiencia, solo teoría.

Le dije, ahora más tarde te envió un video para que te actualices. Y te esperamos el viernes.

Al llegar el viernes Elsa se preparó, arreglándose de la mejor manera, muy sensual, con falda corta, medias de liguero, sujetador pequeñísimo y tacos altos. Estaba como para follársela de inmediato, pero no debía dañar la fiesta.

En la noche cuando llegó José, vino muy bien presentado y enlocionado, le trajo flores y chocolates a Elsa, además una botella de tequila.

Comenzamos la reunión y pasados unos minutos le comentamos como había comenzado todo esto, primero los deseos de cada uno de nosotros, el de él, disfrutar de un maravilloso cuerpo como el de Elsa, ella supuestamente darme gusto de realizar mi fantasía y probar que se sentía ser follada por otra verga y yo ver a mi esposa follar como loca con otro hombre, escuchar sus gemidos y verla retorcer su cuerpo de placer.

Comenzamos a brindar y compartir copas y como a media noche, puse música para que ellos bailaran y se fueran calentando y el resultado fue maravilloso, ver como mi esposa se iba convirtiendo en una puta deseosa de sexo y él dejaba salir sus deseos acumulados.

Primero caricias y luego besos, inicialmente las caricias por encima de la ropa, pero luego se fueron despojando de algunas prendas entonces les propuse fueran a nuestra habitación y allí los dos se despojaron de toda la ropa quedando totalmente desnudos.

Elsa se dejó sus medias de liguero que la hacían ver super sensual y José, normal, su cuerpo atlético y su verga erecta deseando disfrutar los placeres del sexo.

Elsa se notaba preciosa y José con su verga erecta que pronto estuvo en medio de las piernas de ella y volvieron a intentar bailar. Era un baile muy erótico, José procuraba penetrar la concha de mi esposa y ella no paraba de besar los labios de José.

De pronto se detuvieron y José hizo acostar a Elsa, se arrodillo frente a ella, le separó las piernas y comenzó a prodigarle sexo oral. Elsa empezó a gemir y a decir…uhmmm, José que rico me excitas y ella separaba todo lo que podía sus piernas. Cuando José se concentró en el clítoris, los gemidos de ella fueron increíbles, algo que jamás había escuchado, gemía y repetía, eso, eso, que rico José, me vas a matar, ohhh, ahhhh, ohhh y no paro hasta experimentar su  orgasmo.

Ella quedo extenuada y desmadejada sobre la cama. Él se quedó observándola y acercando su pelvis a la de ella dirigió su verga a la concha de mi esposa y comenzó a penetrarla. En este proceso no despegue mis ojos de la verga de José viéndola perderse dentro del cuerpo de Elsa. Este espectáculo me excito demasiado, creo que esto era lo que yo quería ver de todo el acto, la penetración de la concha de Elsa por la verga de otro hombre.

A continuación, él comenzó a meter y sacar su verga del cuerpo de Elsa y en la medida que lo hacía, cada vez que le hundía su verga ella gemía, y así estuvieron al menos veinte minutos, simultáneamente él la motivaba con caricias en los senos y besos prolongados y cuando la tuvo suficientemente excitada, con sus dedos comenzó a frotarle el clítoris, este fue otro momento en el que ella volvió a enloquecer diciendo… Que rico José, como deseaba tener tu verga en mi concha, cuando quieras seré tuya, mi cornudo marido disfruta verme empalada por otro hombre, ahhhh, aiggs, aiggs, aiggs, agggggggg. Y con el nuevo orgasmo de ella, simultáneamente, José explotó en su concha quedando a continuación los dos inermes y pegados. Al recuperarse del esfuerzo, José le pregunto a Elsa porque había aceptado follar con él y ella le respondió porque era la única persona que le daba confianza para entregar su cuerpo, además lo había hecho muy bien y esperaba lo repitieran otra vez mas adelante.

Estando satisfechos, les ofrecí para su recuperación sendos tequilas y minutos después José se despidió cuando llego su servicio de transporte, agradeciéndonos la maravillosa reunión.

Elsa se fue al baño y luego nos reencontramos desnudos en la cama y pude descargar dentro de ella toda la excitación acumulada que tenía. Elsa ya no necesitaba otro orgasmo, así que me entrego su cuerpo para que yo la disfrutara a mi antojo.

Al día siguiente en la mañana estábamos desayunando desnudos y haciendo bromas sobre lo ocurrido la noche anterior. Y Elsa me preguntó que había sentido de verla follando con José, le respondí que me excito muchísimo, por eso la follé cuando nos fuimos a la cama teniendo conciencia que no podía pedirle a ella nada de participación, después de sus dos explosivos orgasmos con José.

De mi parte le pregunte, como se había sentido y ella me respondió, que gracias a los tequilas que había tomado, logro desinhibirse y pudo dar el paso de estar con José.

¿Y qué sensación tuviste con él?

Primero sentí como si estuviera siendo infiel, pero después cuando me tomé confianza me sentí como una puta, como tú lo querías y decidí disfrutar la verga de José que resultó ser un poco más larga que la tuya, llegando un poco más al fondo de mi concha, pero en general fue una noche deliciosa. Gracias amor por este voto de confianza y porque seremos más unidos que antes.

Así es, el que folles con otro hombre nada va a cambiar entre nosotros. Y ahora lo podrás hacer con José con más confianza. ¿Pensarías en invitarlo pronto otra vez?

No sé, quizás más adelante. Jajajajajajaja y continuamos desayunando hablando de otros temas.