Mi Graduacion [Parte I]
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Katshura.
– Eh! ¿Vas a beber algo? – me dijo la camarera de aquella discoteca.
Se llamaba Ana. Era pelirroja de cabello rizado, ojos de color ambar y cuerpo normalito para los cuerpos que se veian por aquel pub. Para mi gusto, modelados por un dios caprichoso y demasiado caliente.
– Pon lo que quieras… – dije sin levantar la vista de la barra.
– ¿Que te pasa, amor? Te veo decaido – me pregunto mientras su mano acariciaba mi brazo suavemente.
– Ultimamente la vida no me va muy bien – le dije mientras caia hipnotizado por esos ojos ambar y le dedicaba una leve sonrisa.
– ¿Le han roto el corazon a mi calladito de los viernes? – me dijo mientras avisaba a otra camarera que iba a estar un tiempo sin atender.
Salio y se sento a mi lado, se agarro de mi brazo y se quedo mirandome, sin decir nada. Parecia que esperara que yo le contara mi vida a una desconocida. Tan solo con una sonrisa que me inspiraba mucha confianza. Y cosas del destino o la vida o como querais llamarlo, mis labios respondieron. Y le di un beso en la mejilla.
Intente disculparme. No queria que se fuera. Le dije que estaba mal porque habia perdido el curro y la chica con la que estaba… bueno… era una historia muy larga. Pero uno de sus dedos junto mis labios y los hizo callar, mientras sus labios me daban pequeños besos en el cuello y detras de la oreja. Yo cerre los ojos, me limite a disfrutar, en parte porque no entendia que veia esa chica en mi.
De repente senti como sus manos acariciaban mis muslos. Abri los ojos y la vi frente a mi. Me sonrio una vez mas y me mordio el labio superior. Yo me quede con ganas de mas. Fui a besarla, ella se nego.
Metio un dedo en el chupito que anteriormente me habia servido, dejo caer una gota en su cuello que se desplazo por su escote y me susurro al oido: – Esta noche goteara otra cosa… me esperaras? -.
Pasaron dos horas y media. Tres chupitos por mi garganta. Pero fueron bien empleadas. Yo me estaba aprendiendo cada centimetro de su cuerpo.
Imaginando la ropa interior que llevaria, tipo, color o simplemente si llevaria o no.
Su cuerpo cada vez me parecia mas perfecto, llevaba unos pantalones negros que ajustaban sus curvas, para mi perfectas y un short rojo sin mangas, que resaltaba con el color de sus ojos y a su vez, unos senos firmes pero no demasiado grandes.
De vez en cuando ella me guiñaba un ojo o me dejaba ver un poco de su escote. Y he de confesar que un par de veces tuve que disimular que se agotaba el espacio entre mis pantalones. Aunque ella se daba cuenta y me dedicaba una mirada lasciva.
Era extraño, solo un beso y un roce me habian puesto como un quinceañero en su primera vez. Deseoso de llegar como fuera al climax mas absoluto.
A las dos de la mañana ya terminaba su turno, se despidio de las demas camareras y camareros. Pero algo paso, se acerco a un chico un par de años mas joven que ella y le dio un abrazo que por un momento me hizo perder la esperanza. Ellos se quedaron hablando y riendo durante unos minutos y yo comprendi que habia sido bonito pero habia terminado.
Sali de alli y decidi ir andando a casa, hacia poco que me habia mudado desde que cortara con mi novia. De repente una mano en mi brazo detuvo mi paso. Era ella, con un abrigo azul.
– ¿Ya te has olvidado de mi? – Me pregunto con una voz muy dulce y esa sonrisa que me volvia loco.
– No, pero vi a ese chico y pense… – volvio a cortar mis palabras con sus dedos y me susurro al oido: – Era mi hermano, tu seras mi tigre esta noche… mmmmmmmm… -.
– ¿A donde vamos? – le pregunte yo ingenuo de mi.
– Hay que trabajar esa autoestima… jajaja… a mi casa, estaras indefenso y en mi terreno – me dijo mientras apretaba los labios y señalaba un portal cercano.
Antes de llegar a su portal ya nos habiamos besado en varias ocasiones, yo habia tocado sus pechos y su trasero, ella se habia limitado a controlar mis movimientos y responder a mis besos con susurros lascivos.
Pasamos al portal y empezo a tocarme el culo y a besarme en el cuello.
Estaba de espaldas a mi. Ella controlaba, yo solo respondia. Mis manos solo alcanzaban a tocar su espalda. Queria mas, queria mas! Me volvi, la cogi por la cintura y empece a desabrocharle los botones del top, a lo que ella respondio: – ¿Tienes prisa? -.
Yo me quede de piedra, pero ella supo reactivarme y me susurro: – Yo mando esta noche… solo sigueme -. Y se adelanto delante de mi.
La segui, solo mirando como se movian sus caderas. Quedandome hipnotizado de ese movimiento. Sentia como cada vez mas se iba acabado el espacio en mis pantalones. Intentaba controlarme pero no podia, me acercaba a ella, la tocaba y sentia como se aceleraba mi corazon y mi sangre se acumulaba en mis zonas intimas.
Llegamos a su apartamento, se paro, me toco el paquete y me dedico una mirada lasciva y una beso en una mejilla. Pasamos y me ofrecio sentarme. Se fue a poner algo mas comodo. Al rato salio con una bata transparente de color crema y un conjunto amarillo que le quedaba perfecto.
Yo no podia mas, mis pantalones antes holgados ahora estaban ajustados. Ella se dio cuenta y libero presion abriendome mis pantalones. Empezo a acariciar mis partes. Dio un lameton, solo uno a mi pene y me soplo en la punta despues de darle un beso. Empezo a jugar con ella, mordiscos, lametones, besos, caricias. Empezo a succionar, yo nunca habia visto mi pene asi, erguido pero a la vez flexible. Ella parecia controlarlo a la perfeccion, empezo a chuparlo y a introducirselo todo en la boca. Estuvo mas de cinco minutos trabajandosela, sabia lo que hacia. Extrajo toda la leche y se la trago toda.
Aquella noche me hicieron la mejor mamada hasta entonces. Empezo a besarme y a desnudarme. Queria mas. Yo me dejaba. Todavia estaba preso del placer de la mamada. Se quito la ropa que llevaba en un baile sensual que activo mi polla de nuevo.
Se sento sobre mi y empezo a acariciarle los pechos, yo empece a tocarle los pechos, tenia los pezones erguidos y duritos. Empece a chuparlos, lamerlos, succionarlos. Estaba excitadisimo aun despues de haber sentido un orgasmo casi celestial. Cuando ella decidio empezamos la penetracion vaginal. Se la metio muy despacio hasta que toda estaba dentro de ella.
Luego empezo a moverse hacia los lados, lo cual me excito aun mas y mis labios susurraron: – Eres buena!!! Ahhhhhh!!! Mmmmmm…!!! -. A lo que ella no respondio, empezo a subir y bajar al principio muy despacio y luego, transcurridos unos minutos, a una velocidad que yo no conocia. Me dolia pero que mas daba, el placer era mas grande. Mis manos seguian jugando con sus pezones y ella me daba varios besos de tornillo que hacian que me esforzara mas para aguantar hasta que ella llegara al orgasmo. Pero yo senti como mi polla se recalentaba, era mi leche que estaba alli. A punto de salir.
Ella susurro: – La siento… corramonos juntos… ummmm… ahora… sueltala… ahhhhhhh!!! -. Eran gemidos mutuos de placer, nuestros fluidos se mezclaron y ella seguia moviendose, yo habia vuelto a superar mis imaginaciones sobre orgasmos. Fue perfecto. Terminamos besandonos y nos quedamos abrazados en su sofa.
No se si nos dormimos pero cuando mis ojos se abrieron estaba tumbado en su cama, a su lado. Ella estaba desnuda, su cuerpo era perfecto. Me acariciaba el pelo. Y alli cambio mi destino.
– Quieres que te enseñe? – me pregunto mientras me miraba a los ojos.
– Enseñarme? No has tenido bastante, princesa? – le pregunte orgulloso del trabajo realizado. Orgullo masculino se dice.
– Jejeje… se puede hacer mucho mejor… el problema es… ¿quieres aprender? – me dijo mientras se levantaba y se iba vistiendo.
– No te entiendo… – le dije mirandola como la ropa se ajustaba a su cuerpo.
– Soy profesora de gigolo’s en Amsterdam. Puedo enseñarte a dar un placer que las mujeres no pueden ni soñar – siguio hablando mientras se vestia.
– JA… Y debo creermelo? – le conteste mientras yo tambien me levantaba.
Se acerco a mi y acaricio mi pene, este respondio al instante. Y ella dijo: – puedo hacer que generes orgasmos solo con una mirada. Repito. ¿Quieres aprender?
– No lo se… eres extraña… hay algo que no entiendo… – le dije mientras me abrazaba a ella.
– Es el mundo de los gigolo’s. Extraño pero siempre ahi. No tienes trabajo, verdad? – terminando su intervencion con una pregunta.
– No… – me volvio a cortar como de costumbre. Y dijo: – Bien, esta noche empiezas en el pub. No me falles tigre.
A partir de aquel momento, fui aprendiz sin saberlo. Durante casi seis meses, todas las noches acudia a clases con Tif, diminutivo que le gustaba a ella. Unas veces teoricas, otras practicas. Pero ambas igual de placenteras. Fui aprendiendo a calentar a las mujeres con palabras. A mirarlas y que se estremecieran. Y que solo una caricia valiera para convencerlas de pasar una noche magica.
Una noche ella me dijo: – Tu aprendizaje ha terminado. Buena suerte mi principe -. Lo cual a mi me sento fatal. Yo la queria o eso creia. Pero ella me enseño que era solo placer y cariño fisico lo que pasaba por mi cabeza.
Me despedi de ella. Durante unos dias no apareci por el pub. Me quede llorando, pensando e insultando no se a quien o por que. El caso es que un dia me apoye en su portal, ella salio de trabajar y llego al portal.
– Que haces aqui, principe? – me pregunto.
– Esta noche mando yo. No digas nada. Solo disfruta – le susurre al oido.
Ella comprendio que queria practicar todo lo que habia aprendido, pero me dijo que esa noche tenia visita, que volviera al dia. Yo asenti y me fui.
A las ocho de la mañana del dia siguiente estaba tocando a su puerta. Habia conseguido entrar a traves de un vecino al portal. Abrio un hombre ya vestido. Le agarre por la camisa y le saque del apartamento. – Vete, es mia, al menos hasta esta noche – le dije a ese tipo mientras cerraba la puerta.
Me volvi y alli estaba ella. Desnuda, sugerente, atrevida, deseada y lo sabia.
Me quite la chaqueta y la ropa. Me quede delante de ella, desnudo. Sabia que para satisfacerla, me tenia que desear. La mire con ojos de deseo pero sin moverme. Jugaba con mi lengua entre mis labios. Queria calentarla. Ella se metio un dedo en la boca y empezo a chuparlo despacio. No pude aguantar. Me acerque a ella. Y la toque los senos. Ella fue a besarme, yo me aleje y di la vuelta alrededor suyo, acariciando su vagina suavemente.
Volvia estar frente a ella. Sople a sus pezones despacio. Ella inclino su cabeza mientras cerraba sus ojos y susurraba: – Has aprendido bien… pasa el examen final… -. Esto provoco que la cogiera del pelo. Cuando abrio los ojos, acaricie mi cara con la suya dejando que mi aliento estremeciera su carita.
La cogi en brazos, fui a su habitacion para dejarla despacio en el suelo. Empece a darle pequeños besitos en su cuello mientras mis manos acariciaban sus hombros. Para luego besarla detras de las orejas mientras mis manos se adueñaban de su cuello.
Era extraño, pero mi pene todavia no se erguia. Yo controlaba. Yo mandaba. De espaldas a ella, empece a tocarle los senos. Notaba como sus pezones se iban endureciendo. Y su cuerpo se entregaba al placer. La mujer que antaño habia ejercido a la perfeccion el papel de ama, ahora se entregaba sin preguntar. En parte, porque sabia que le esperaba.
Una de mis manos se movia entre sus pechos y su cuello. La otra acariciaba con esmero entre su ombligo y su vagina. Fue la primera vez que se arqueo su espalda. Me sentia el dueño de ese cuerpo. Era el dueño de ese cuerpo. Era el que iba a dejarlo exhausto. Era un alumno en busca de la Matricula de Honor.
Me quede frente a ella. Mirandola. Sus ojos reflejaban el deseo. Los mios el poder. Segui chupando, lamiendo y mordisqueando sus pezones, ya duros y erguidos. Poco a poco el placer tambien se apoderaba de mi. Chupaba sin descanso, mis manos recorrian su espalda, tomaba su culo en contadas ocasiones. Y acariciaba su pelo , su rostro, su cuello.
Note que ya estaba humeda. La tumbe en la cama despacio. Baje mi lengua por su pecho. Mis manos seguian acariciando sus senos. Ella erguia su espalda y yo jugaba con mi lengua en su ombligo. Separe sus piernas y alli estaba, el tesoro de toda mujer deseoso de ser encontrado. Lo acaricie. Comence por la parte interior de sus muslos, tocandolos, acariciandolos, besandolos, lamiendolos. Lamia su zona intima sin llegar a sus labios. Queria que deseara tenerme dentro, lo conseguiria.
Mis manos se adueñaron de esa prezona a su vagina. Mi aliento bailaba alrededor de su zona intima. Mis dedos pulgares pasaban rozado una y otra vez cada uno de sus labios. Luego los dos labios a la vez mientras que yo respiraba encima de su vagina. Acariciando el final de cada muslo con mis dedos comence a lamer muy suavemente la entrada a su tesoro, dejando que mi saliva se quedara alli o intentara entrar.
Me pare un momento para admirar su sexo, entre rosita y rojizo, ya abriendose como rosa al tacto del agua. Poco a poco iba jugando con mis dedos, separando sus labios de vez en cuando, dando un par de breves y dulces lametones al interior de sus labios. Decidi que mi lengua ya debia entrar en el juego. Empece a lamer suavemente el interior de sus labios mientras mis manos los habian separado.
Poco a poco iba saboreando los fluidos que salian de su cuerpo. Me excitaba mas y mas, pero debia controlarme. Debia hacer disfrutar al maximo a aquella mujer que tanto me habia dado. Su vagina se estremecia y sus piernas se cerraban, pero yo seguia jugando con aquel tesoro incluso cuando sus muslos apretaban mi cara. Empece a chuparlo mas rapidamente, queria ver su clitoris. Queria apoderarme de ese pequeño pendiente de toda mujer, esperando ser encontrado. Su espalda arqueada, mi pene creciendo por momentos y la pasion se respiraba en aquella habitacion.
Por fin llego el momento, el clitoris asomaba, mas rosita que otras veces, lo tome con un dedo y lo frote lentamente. Aun lo escuche vagamente su gemido fue un sabroso placer para mis sentidos, mis latidos se aceleraron, mi piel se estremecio y empece a acariciarlo lentamente con mi lengua dentro de mi boca aun sin que tuviera ni tregua ni descanso. Ella no sabia como moverse, sus brazos imitaban movimientos de aves desconocidas, su cabeza giraba de lado a lado sin tregua a su cuello. Ambos sudabamos, ambos gemiamos, ambos nos moviamos, ambos disfrutabamos.
Autor: Katshura
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!