mi hermana jazmin 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jaimecamgdl.
Que tal.
Soy yo, Richard.
Lamento haberlos hecho esperar tanto tiempo, pero créanme valió la pena.
En mi relato anterior les platicaba que hace dos años, durante una parranda, mi amigo Manolo había aprovechado mi inconciencia para iniciar en el sexo y las drogas a mi hermanita Jazmín.
De esta manera les conté que aquella noche yo atestigüe como mi hermanita fue tomada por su conchita y que posteriormente escuche que mi hermanita le decía a Manolo que lo que más le había gustado, había sido cuando la había poseído por el culito.
Asi pues, amigos.
He vivido dos años obsesionado con la idea de saber, de hacer confesar a mi hermanita como fue que Manolo la había sodomizado.
Todo este tiempo he sido un tonto.
Un par de meses atrás he recordado que desde pequeña Jazmín siempre ha llevado un diario en el cual día a día va anotando los sucesos más importantes que le acontecen.
Lo lamentable de esto, es que el diario de Jazmín tiene cerradura y Jazmín nunca deja sola la llave.
El día de hoy, mientras yo me encontraba trabajando en la computadora, Jazmín entro a bañarse.
Casualmente yo había ido a la cocina a tomar agua y mientras regresaba a mi habitación pase por el cuarto de Jazmín y note que por fin se había descuidado y que había dejado la llave de su diario sobre su buró.
Sin pensarlo tome la llave y el diario y rápidamente fui a mi habitación en donde, afortunadamente tenia la computadora encendida.
Apresuradamente abrí el diario, busque las paginas que señalaban fechas cercanas al incidente y las escanee.
Luego cerré el diario de Jazmín y corrí a su cuarto donde deje la llave y el diario en su lugar tal y como los había encontrado y luego regrese a mi habitación donde me puse a trabajar como si nada.
Hasta el dia de hoy no he podido abrir el documento por la gran cantidad de gente que hay en mi casa.
Pero el dia de hoy por fin me han dejado solo.
He abierto el archivo y he visto un texto a lapiz varias veces corregido lo que me da la impresión de que Jazmin desea recordar con todo detalle lo que le sucedió aquella noche.
El texto dice asi.
13 de septiembre del 2002.
Querido diario el día de ayer cuando me levante creí seria un día como cualquier otro, no imaginaba, no tenia idea de lo que iba a sucederme.
Como dije al levantarme creí que seria un día como cualquier otro de manera que entre a bañarme luego salí y me vestí con el uniforme de la secundaria a la cual acabo de entrar, a continuación me peine con un par de coletas y fui a asomarme en el espejo.
Me gusto, ¡me encanto como me veía!.
Sí, querido diario.
Sé que soy muy vanidosa pero ¡qué quieres! ¡Apenas tengo doce años!.
Lo único que no me gusto fue que la falda me llega a las rodillas de manera que saque una engrapadora y le levante el borde unos diez centímetros.
Luego me vi en el espejo ¡Ahora si que me veía bonita! Después de eso baje a desayunar y mi mama me llevo a la secundaria.
Me encanta mi nueva escuela, a diferencia de la escuela de monjas en la que estaba aquí si saben apreciarme chicos, chicas y uno que otro maestro se acerca para charlar y jugar conmigo y decirme lo bonita que estoy.
Pero yo no les hago caso a todos.
Yo únicamente me junto con gente de mi clase, guapa y simpática ja ja ja.
El día en la secu se paso de lo más normal.
Al terminar mi mama paso por mí y fuimos a casa a comer y hacer tarea.
Luego me cambie de ropa y me puse algo mas fashion pues desde los ocho años mi mama me lleva a clases de modelaje donde me enseñan a hablar, caminar, posar, hacemos ejercicio, etc.
Aquí el día si se puso pesado pues aprovechando la clase de registro fotográfico me maquillaron, me tomaron varias fotos y elaboraron mi primer book en el cual anotaron varios de mis dato: Nombre Jazmín.
Edad: doce años.
Estatura 1,65 mts.
Peso: ¡Querido diario, eso no se dice! Ja ja ja ja.
Medidas: 83-55-85.
Pelo: Largo, lacio, color castaño.
Ojos color miel.
Etc.
Cuando terminamos mi mama paso por mí y fuimos a ver unos familiares que resultaron ser bien sangrones.
¡Ni caso me hacían! Lo que termino por hartarme fue la llegada del abuelo de la familia.
Quien sabe cuantos días hacia que no se bañaba porque apesto a patas toda la casa.
En ese momento se me ocurrió fingir que me dolía la cabeza y cuando mi mama por fin me hizo caso le pedí que me enviara a casa en un taxi para poder descansar tranquila.
Al llegar a casa busque a mi hermano pero no lo halle y como no tenia nada que hacer me fui a dormir.
Un poco mas tarde, el escándalo de unas carcajadas y el ruido de botellas me despertaron.
Reconocí la voz de mi hermano pero había otra voz una voz de hombre que no reconocí.
Como soy una niña muy educada decidí levantarme e ir a saludar pero antes ¿Sabes que es lo que hice querido diario? Por supuesto, me puse bonita asi que me quite la pijama, me puse un tanga y un sujetador color morado me puse un short de licra negro y una blusa de tirante luego me recogí el pelo con un moño blanco, sandalias y listo un look muy fresco y casual.
Luego baje de mi cuarto y fui hacia la piscina.
Tan pronto salí al patio vi que junto a mi hermano estaba un muchacho del tamaño de mi hermano, de unos veintitantos, musculoso y de piel morena.
En su cara –que por cierto era poco agraciada- había un par de cicatrices que lo hacían ver como un maleante.
La verdad sentí miedo solo de verlo y sentí todavía mas cuando vi que el volteo a mirarme pero recordando mis clases de modelaje me sobrepuse a los nervios y seguí caminando como me lo habían enseñado en la academia.
Al acercarme a la mesa sin poder evitar tartamudear un poco le dije a mi hermano: Ho- ¡Hola Ricky! ¿Bebiendo otra vez? Él me contesto – ¡Tan solo han sido un par de cervezas! Ven, te presento mi amigo Manolo.
Con una sonrisa le tendí mi mano y él sin dejar de mirarme trato de levantarse y note que tenia frió pues al tomar mis manos sentí que las de el temblaban.
Lo que yo creí que era por el frió.
En ese momento mi hermano me pregunto que porque estaba en casa, que mi mama le había avisado que íbamos a salir y que regresaríamos hasta otro día.
Yo le comente que aquella gente me había desagradado y que fingiendo un fuerte dolor de cabeza convencí a mi mama de enviarme a casa y que luego me había ido a dormir.
En ese momento mi hermano me tomo de la cintura y me jalo hacia él, yo de la sorpresa lo único que puede decir es ¡ayyyyy! Luego me comenzó a hacer cosquillas y mientras yo me reía el me dijo ¡Eres una pequeña diablilla! ¡Te voy a acusar con mom! Yo riendo le conteste: ji ji ji ¡No! ji ji no seas malo.
En ese momento mi hermano me dijo: Esta bien, ¡Pinga! ¿Por qué no te quedas un rato con nosotros? Manolo ¿No te molesta verdad? Claro que no, contesto y enseguida vi que el amigo de mi hermano corrió por una silla, despejo el espacio de la mesa que estaba entre el y mi hermano y luego acomodó la silla para que yo me sentara.
Yo intente negarme porque todavía sentía miedo de Manolo pero su caballerosidad y los ruegos de mi hermano acabaron de convencerme.
¡Ya pues! Les conteste.
Pero solo un ratito ¡eeeehhh!.
Luego me senté y mientras Manolo me observaba comenzamos a charlar.
Manolo entre platica y platica me pregunto que en que año iba, que cuantos años tenia, que cual era la música que me gustaba.
Yo le conteste que música pop, dance electrónica etc.
¿Y a ti le pregunte? Manolo contesto que salsa y cumbia.
¡uufff! Pensé, aparte de feo, naco.
Pero lo peor fue cuando me pregunto que ¿Por qué caminaba como patito? Yo le conteste ¡qué asi me habían enseñado a caminar en la escuela de modelaje! Y enseguida trate de dejar de hablar con el y me dirigí a mi hermano platicándole que es lo que hoy habíamos hecho en la academia.
Tratando de hacer que yo me olvidara de lo ocurrido Manolo empezó a hacer bromas y contar chistes hasta que logro hacerme reír.
Un rato después Manolo me pregunto ¿Quieres una cerveza? Yo nunca había bebido y nunca había pensado en hacerlo pero me gusto que Manolo me tratara como adulta.
Asi que voltee a ver a mi hermano y con un puchero le pedi permiso de tomar una cerveza.
Mi hermano enternecido me dio permiso de tomar un par de cervezas.
Luego de eso los tres contamos anécdotas y reímos como locos.
Al terminar mi segunda cerveza mi hermano hablaba incoherencias por lo que no pude evitar reírme de el (¿No soy una diablilla?).
Me sentía muy contenta, pero no quería tomar mas y quería irme a mi cuarto pues no quería que mi hermano se enojara.
Manolo no quería que me fuera, me convenció de tomar una cerveza mas y seguimos charlando.
Al cabo de un rato yo note que por mas que tomaba mi vaso no parecía vaciarse pero no dije nada para no parecer tonta.
Al avanzar la noche sentí frió y se lo dije a Manolo quien me pregunto si quería que entráramos a la casa yo le dije que si y él me cargo en sus brazos y cuando íbamos hacia adentro quize decirle que despertáramos a mi hermano que tenia rato dormido pero no pude y solo atine a reírme.
Manolo entro cargándome a la casa y yo le pedí que me dejara en el sillón.
Ahí con las luces apagadas y sobre cojines de piel Manolo me deposito.
Mientras yo me encontraba acostada vi que Manolo abrió una ventana y luego saco papel y una hierba seca y en silencio se puso a fumar.
No se como, pero me levante y camine hacia él y me dijo ¿Te quieres sentir mejor? Yo le dije que sí.
Él me tendió el cigarrillo y me dijo como fumar.
Luego de unos instantes él me tomo entre sus brazos y me beso.
Luego me tomo por la cintura, me levanto, y besándome me llevo nuevamente al sillón en donde me recosto.
Luego seguimos besándonos y mientras lo haciamos Manolo metió la mano entre mis shorts de licra y luego acaricio mi conchita busco mi clítoris y comenzo a frotarlo hasta que sentí unas fuertes ganas de hacer pipi .
Yo le grite que quería ir al baño pero el sujetándome mas fuerte me dijo que no, que eso un orgasmo.
En ese instante sentí que las fuerzas se me iban y que una deliciosa corriente eléctrica recorría mi cuerpo y me deje caer sobre el sillón.
Mientras me sonreía Manolo se desabrocho los pantalones y se saco su pajarito.
Luego me hizo sentar en la orilla del sillón y me lo puso en la boca.
Yo no sabia que hacer jugué con el un poco, de medio lado, besuqueándolo, lamiéndolo un poco con la lengua.
Yo no paraba de reír.
Estaba profundamente borracha.
En ese momento el se puso encima de mí y puso su pené directamente sobre mi cara, y me hizo abrir la boca y tragarme la punta.
Se movía arriba y abajo y yo no hacía nada, sólo mantenía la boca abierta y movía la lengua.
Luego de su pajarito salió un liquido blanco que se estrello en mi cara y me puse muy muy nerviosa.
En un descuido suyo intente correr y trate de subir las escaleras.
Manolo rapidamente me alcanzo y me tapo la boca con una mano y con la otra me levanto para cargarme mas fácilmente.
Luego subió las escaleras mientras yo golpeaba su espalda débilmente porque Manolo me llevaba como si se tratara de un saco.
Recuerdo que débilmente también grite y me queje pues Manolo me había quitado la mano de la boca para cargarme mejor y para acariciarme las pompis.
A continuacion Manolo y yo entramos en mi habitación y Manolo me hizo pararme sobre el suelo y mientras me sujetaba de la cintura me bajo el short de licra y el tanga.
Luego junto todos los peluches que tenia sobre mi cama y me deposito boca abajo sobre de ellos lo que hizo que mi culito quedara levantado y a su completa disposición.
Yo recuerdo que en ese momento le pedí: "no me hagas daño.
no me hagas nada".
El me contesto: No te hare daño.
Luego sentí como suavemente él abría mis lindas pompis y luego con la lengua comenzó a lamer mi culito mientras yo me estremecía de placer.
Luego de eso me metió uno de sus dedos y lo comenzó a meter y a sacar cada vez más rápido mientras yo me seguía moviendo siguiendo el ritmo de sus envites.
Luego metió otro dedo y movió los dos poco a poco mientras yo me iba relajando mas y más.
Luego Manolo se echo sobre mí y tomándome del pelo me hizo volver la cabeza diciéndome: "¿Ves cómo no te hago nada?".
Luego puso la punta de su pené en mi culito y comenzó a apretar suavemente.
Al sentir lo que hacia solté un quejido y comencé a llorar.
Luego apretó más fuerte pero aun asi no podía penetrarme.
Cuando pensé que por fin me dejaría él empujo su pené con todas sus fuerzas y mi culito finalmente cedió lo que me hizo gritar con ganas.
Sentí como su pené abría lo pliegues de mi culito como queriéndolo hacer estallar y apenas había introducido la mitad de su pené de manera que con sucesivos impulsos logro introducirla por completo.
Mientras tanto yo le gritaba que parara, que me mataba, que me hacia mucho daño.
Manolo me ignoro.
Me la comenzó a meter y a sacar cada vez más rápido mientras yo lloriqueaba y gemía inútilmente.
Cuando Manolo noto mi resignación, metió una de sus manos entre mis piernas y comenzó a acariciar mi clítoris mientras me seguía haciendo el culito.
De esa manera yo me relaje por completo y una extraña sensación de placer comenzó a invadirme.
Algunos minutos después note que mi culito comenzó a morder su pajarito.
Al sentir aquello Manolo me jalo bien de las caderas y la mantuvo dentro mientras yo sentí que su pajarito palpitaba dentro de mí proyectando un cálido liquido que me provoco un nuevo y delicioso orgasmo.
Cuando terminamos el se bajo de mí y se recostó en la cama mientras que yo completamente desfallecida respiraba tratando de recuperarme y de comprender que es lo que había sucedido.
Mientras tanto escuche la voz de Manolo que decía “Esto apenas ha comenzado también hay que estrenar tu conchita ”.
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