Mi hermana, y yo comenzamos Jugando
Un chico y una chica que son hermanos, cuando su madre los abandona a ellos y a su esposo por irse con un vendedor ambulante, el chico y la chica después de clases al poco tiempo comienzan a distraerse jugando íntimamente..
Después de que nuestra madre nos abandonó, escapándose de casa con un vendedor ambulante, mi papá decidió mudarse a una vieja finca de la familia, retirada de todo, así que mi hermana y yo en ocasiones cuando nos aburríamos nos poníamos a jugar juntos…
Como el viejo se marchaba desde bien temprano, y regresaba bien tarde, después de haber estado trabajando en la finca, en ocasiones se quedaba durmiendo fuera, por lo que mi hermano, y yo después de salir de la escuela, estábamos solos en casa, la mayor parte del tiempo.
Así que después de hacer las tareas de la escuela, y de las que nuestro padre nos dejaba, mi hermana y yo nos poníamos a jugar.
Al principio jugábamos cartas, monopolio, ajedrez, en fin hasta que llegaba el momento en que nos aburría todo eso, por lo que para divertirnos, comenzamos apostar primero la ropa, hasta que uno de los dos quedaba completamente desnudo.
Luego, y quizás por curiosidad propia de chicos adolescentes, comenzamos a tocarnos, y así poco a poco, fuimos ganando mayor confianza, hasta que un día le pregunté a mi hermana si me dejaba que yo la besara besara.
Ahora pienso que mi hermanita tenía mucha curiosidad por besarse con un chico, solo que los que conocía en la escuela a la que los dos íbamos, eran muy pequeños, y el único chico mayor que ella era yo.
Ambos habíamos estado jugando cartas, y habíamos perdido gran parte de nuestra ropa, por lo que prácticamente los dos estábamos desnudos, apenas comencé a besarla, me abrazó, y metí mi lengua dentro de su boca, y sentí contra mi verga su vientre.
Aunque habíamos visto ocasionalmente como los caballos, o los toros, montaban a las yeguas y las vacas, seguimos con el besuqueo, y las caricias, hasta que tanto ella como yo deseábamos, probar lo que seguía.
Por lo que mi hermanita simplemente abrió más sus piernas, y dejando que deslizara mi verga dentro de su coño, sentí como la fui penetrando, hasta que me topé con su himen.
Pero fue ella la que, desesperada por seguir sintiendo esa sensación tan sabrosa, que comenzó a mover con fuerza sus caderas, de tal forma y manera, que en ese momento sentí como atravesé su himen.
Esa fue nuestra primera vez, después de eso prácticamente a diario tanto mi hermana como yo queríamos tener sexo.
Así que, por estar de ociosos, seguimos explorando, yo en ocasiones le daba tremendas mamadas, o ella me hace lo que llaman una cubana, o una rusa, colocando mi parado miembro entre sus tetas, y con ellas me masturbo, hasta que finalmente acababa dentro de su boca, o por toda su cara.
En ocasiones era yo quien me ponía a mamar su coño, y cuando estaba recién bañada, hasta el culo le mama.
Claro que cuando el viejo llegaba a casa, nos comportábamos de lo más bien, nunca llegamos hacer nada que lo hiciera pensar, que mi hermana y yo nos entendíamos íntimamente.
Pero cuando terminé la escuela, mi hermana se sorprendió cuando le dije que deseaba irme a estudiar a la universidad, cuando me lo reclamó, le dije. “Realmente no voy a estar muy lejos, y además vendré todos los fines de semana.”
Cosa que no he cumplió del todo, pero me enteré por boca de mi hermana, que ella y nuestro padre llevaban un tiempo jugando cartas.
Me encanta que ahora juegue cartas con papá
En mí casa era el varón entre dos chicas y bueno algo similar pero con peleas entre ellas por atención gracias muy consiso
Woooow, delicioso relato!
la dejaste preparada para tu papa jaja, a el ya no le costo nada de trabajo