Mi Hijastra

En el departamento .
El viernes siguiente nos juntamos en un bar a conversar y tomarnos un trago. Ella era una mujer hermosa, elegante, se notaba que venía de una buena posición.

Hablamos de cosas triviales, trabajo, clima, etc. Se nos terminó el trago y le pregunté si quería otro. Me respondió que si. Le dije como tenía que manejar, mejor lo tomábamos en mi departamento. Se sonrió y con el vaso en la mano me apuntó con el dedo índice.

– Mira tu, directo al grano. Así me gusta. Vamos  – dijo dejando el vaso en la mesa.

Me paré, dejé el valor del consumo más una generosa propina bajo mi vaso y salimos.

– Qué lindo tu departamento, que acogedor  – dijo al entrar.

– Vives sólo? – me preguntó

– No, mi esposa está en el dormitorio, ven que te la presento  – ella se rió.

– Quiero conocerla  – la llevé al segundo dormitorio que es mi lugar de esparcimiento.

– Qué hermosa,  quién es ? – preguntó

– Una chica, ella es modelo de la escuela de arte – le expliqué.

– Me gustaría que me pintaras igual, completamente desnuda  –

– Cuando tu quieras, vamos por el trago  – dije.

– Hace cuánto que pintas? – me preguntó con un vaso con whisky con hielo en la mano sentados en la terraza y un cigarrillo en la otra.

– En realidad hace poco, estoy buscando una técnica, pero todavía no la encuentro – dije riendo.

– A mí siempre me ha gustado el dibujo, en la enseñanza media me gustaba dibujar ciudades, por eso entré a estudiar arquitectura  –  agregué.

– Cuánto te demoraría hacer un cuadro mío ? – me preguntó.

– Déjame ver, levántate  – ella se paró.

– Da una vuelta  – ella tenía una linda figura.

– Pero tienes mucha ropa  – le dije.

Ella comenzó a moverse de forma coqueta a medida que se fue quitando prendas hasta quedar completamente desnuda.

– Vamos a dentro, alguien puede verte – estaba desnuda en el balcón.

Tenia uno pechos preciosos, como a mí me gustan, ni grandes ni chicos, aunque los prefiero más chicos que grandes. Una cintura pequeña y un gran y redondo trasero. Nos besamos mientras caminábamos al dormitorio, me sacaba la ropa y ella tiraba de la misma. Finalmente desnudo ella se sentó en la cama y comenzó a darme la mejor de las felaciones. Ella chupaba con tantas ganas que parecía que mi Alma iba a salir por mi miembro.

Las piernas se me doblaban, traté de sacar su cabeza pero no pude, caí sobre la cama y ella seguía chupando y chupando. Todo mi ser se volvió líquido y salió por mi pene. Ahí quedé tirado en la cama como en trapo. Seco como un higo. Sentía un cosquilleo en mi ano debido a sus dedos que me penetraban. Nunca me había pasado algo igual.

– Te gustó? – me preguntó ofreciéndome un vaso de whisky con hielo.

Me senté en la cama y me lo tomé de un viaje, tenía sed.

– Oye, me hiciste acabar con tus dedos? No vayas a creer que soy gay, es primera vez que me pasa algo así –

– No seas tonto, a mi ex le encantaba, incluso lo penetraba con un juguete sexual –

Comenzamos a hacer el amor mientras hablábamos de sexo, de lo que le gustaba y lo que me gustaba. Era tan caliente la conversación que en menos de 10 minutos estábamos agotados y transpirando.

Nos fuimos a duchar y me dijo que se tenía que ir, por su hija. De manera que bajamos al subterráneo, nos subimos al auto y la fui a dejar a su casa.