Mi historia 6

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi madre se fue de mi habitación sin decir una palabra, luego que me hizo correr con sus dedos en mi coño.
Como pude me subí a mi silla de ruedas y veo por la ventana que hablaba con Don Manuel, seguro que le estaba contando lo que había pasado, parecía que estaba llorando y no se que le decía Don Manuel, solo veía como le pasaba su mano por la espalda, como consolándola.

Cuando me levanto, voy saliendo de mi habitación y estaba mi madre en la cocina preparando unos aperitivos, "hola mami", le dije, ella me quedó mirando y apenas me saludo, "que ocurre mami?", le dije, sabía que ella estaba así por lo que había pasado en mi habitación, "nada hija, nada", me dijo, "no mami, nada no, te conozco, dime la verdad", le insistí, "que estuvo muy mal lo que hicimos en tu habitación", me dijo, mirando mis ojos con los suyos llenos de lagrimas, "mal por que, porque ayudaste a tu hija, necesitaba eso, que hubieras preferido, que se lo hubiera pedido a Don Manuel?", le dije, encarando seriamente a mi madre, "preferiría que se lo pidas a él, yo soy tú madre, como quieres que te este tocando, metiendo mis dedos en tu vagina, después que?, que nos quitemos la ropa cada una y nos acariciemos mutuamente", me decía, sin alzar la voz, pero era una voz firme, "entonces cuando este así, me voy a insinuar a Don Manuel, para que él me alivie, así que no te importa que tu pareja haga cosas con tu hija", le decía, mosqueada por su forma de ser.

"Haz lo que quieras, a mi Manuel no me gusta, no siento nada por él, si que es un señor muy bueno, es encantador, pero no me gusta como pareja", me decía mi madre, mirando a la puerta de la cocina por si entraba Don Manuel, "y entonces por que te acuestas con él y tienes relaciones sexuales?", le dije, seria, "es que soy una mujer, y también necesito un hombre", me respondió con su cara roja, "o sea que no te importa que compartamos pareja, hasta que encuentres otro hombre, pero te avergüenza haber ayudado a tu hija a llegar al orgasmo y tranquilizarla?", le dije, tan seria como ella estaba, "O sea que cuando estés con él en la cama, no vas a pensar si me alivió con sus dedos, que seguro los mete en tu coño también, o me folló?", discutía con mi madre, "prefiero no saberlo", me dijo, cogiendo las cosas y dando por terminada la discusión, salimos las dos fuera a tomar el aperitivo que había preparado.
Don Manuel estaba fuera sentado ajeno a toda la discusión que habíamos tenido.

Mi madre se sentó a su lado y yo al costado de mi madre, "que os pasa chicas que están serias?", nos preguntó, "me duele un poco la cabeza, no me siento bien", le dijo mi madre, a modo de escusa, "por que no te recuestas un rato?", le dijo Don Manuel, apoyando una mano en su pierna, "no, preferiría llamar un taxi y volver a mi casa", le dijo mi madre.
Enseguida Don Manuel dijo de irnos todos, caballero como siempre, pero mi madre le dijo que estaban tan lindo los días que no quería estropear lo que queda de fin de semana, que se iba ella sola, y así llamo un taxi y se fue, "ahí te lo dejo para que te satisfaga todo el fin de semana", me dijo al oído cuando nos despedíamos y Don Manuel estaba acomodando la maleta en el taxi.
Me sentí triste por lo que estaba pasando, "perdóname mamá, no te vayas", le pedí, "no hija, deja que me vaya, cuando regreses me cuentas, quiero poner en claro mis ideas también", me dijo y se fue.

"Que a pasado Adriana, tu madre me dijo que te empezaste a tocar delante de ella y que le dijiste que te meta los dedos en el coño para disfrutar?", me dijo, sentándose a mi lado y bebiendo un sorbo de su bebida, "si, me metió los dedos mientras yo me acariciaba las tetas, hasta que me hizo llegar", le dije, y le conté todo lo que habíamos hablado, Don Manuel me escuchaba con cara de sorpresa, "no puedo creer lo que estoy oyendo", me decía, "pero que quiere tu madre, si hasta me dijo de casarnos", me decía, como apesadumbrado.

"Ahora no vamos a tener que ir al granero para que me folles o para poder chupar tu polla, estamos solos en casa", le dije, quitándome la parte de arriba de mi maya de baño, quedando con las tetas al aire, "tienes razón, disfrutemos, que cuando lleguemos a casa voy a hablar con tu madre", me dijo Don Manuel, quitándome la parte de abajo de la maya, quedando completamente desnuda, mientras yo buscaba su polla con mi mano, "por donde las haz follado?", le dije antes de meter la polla de Don Manuel en mi boca, "la he follado por el culo", me dijo con un poco de despecho, metiendo su polla en mi boca, "y que te dice cuando la estas follando?", le dije, volviendo a meter su polla en mi boca, chupando despacio, lamiendo la polla de Don Manuel, "se pone a cuatro patas, se abre las nalgas y me pide que se la mete toda por el culo, que se la mueva bien adentro, que le encanta tener mi polla en su culo, que nadie le ha follado el culo como yo", me contaba Don Manuel, haciendo que me ponga cachonda, imaginando así a mi madre, mientras me metía los dedos en mi coño, le chupaba fuerte su polla, con ganas, "fóllame a mi, folla mi culo, como le follas el culo a mi madre", le pedía a Don Manuel, con mis dedos en mi coño, empapado.

Me levanta en sus brazos, le beso la boca, estaba caliente, quería la polla de Don Manuel bien adentro de mi culo, se sienta en la tumbona, y me va sentando a mi sobre su polla, gritaba de placer al sentir como me entraba, hasta quedar sentada completamente sobre su polla, la tenía bien metida en mi culo, Don Manuel me movía en círculos, mis dedos en mi coño, sus manos en mis tetas, "destroza mi culo, ábrelo bien con tu polla", le gritaba a Don Manuel, mi cabeza recostada contra su pecho, sus manos en mis caderas moviendo mi cuerpo en círculos, sentía como su polla se movía dentro de mi culo, sacaba mis dedos de mi coño, empapados y se los daba a su boca, que los lamía, los chupaba, y los volvía a meter.

"Me gustaría ver como te follas a mi madre y que ella vea como me follas", le decía, gritando como loca, disfrutando de la polla de Don Manuel toda metida en mi culo, "estas loca niña", me dijo, agarrando mis sobacos y haciendo que suba y baje, metiendo y sacando su polla de mi ano, mis tetas iban para arriba y para abajo a medida que Don Manuel me follaba el culo, sentía como me salía aire del culo cada vez que me entraba bien adentro, yo así como estaba agarrada, no podía meter mis dedos en mi coño, mis brazos se movían como si estuviera volando, solo gemía, gritaba de placer a medida que la polla de Don Manuel entraba y salía de mi ojete, me empecé a orinar sobre sus piernas, era tanto el placer, era tal la fuerza con la que follaba mi culo, que no pude aguantar, "me he meado", le dije, entre gemidos, "cágate si quieres", me dijo, levantando y bajando mi cuerpo con fuerza de su polla, plop, plop, plop, hacían mis nalgas cuando me dejaba caer sobre su polla y me entraba lo mas adentro de mi culo, "Don Manuel, me voy a correr, me corro", le empecé a gritar, sintiendo que no solo me estaba corriendo, sino que me orinaba de nuevo, gritando de placer por la forma que me estaba follando, y entre gritos y caricias, Don Manuel me apretó contra su cuerpo, gritando y siento el latido inconfundible de su polla dentro de mi culo, cuando se esta corriendo, cuando me esta llenando el culo de leche, gemíamos, gritábamos, nos abrazábamos, me estrujaba las tetas, yo metía mis dedos en mi coño, gritando de placer, a medida que sentía como la polla de Don Manuel dejaba de palpitar dentro de mi culo, nos estábamos relajando, habíamos follado frente a su casa, con total libertad, yo completamente desnuda, él con sus pantalones en los tobillos, seguía con su polla dentro de mi culo, no había apuro en sacarla, estábamos los dos solos.

"Si mi madre y tú no siguen la relación, vamos a seguir follando igual, verdad?", le dije, recostando mi cabeza contra su pecho, satisfecha, plácida de haber disfrutado de la polla de Don Manuel y como me folla de bien.