Mi historta con la hija de mi ex (2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de ese día, traté de no verla, ni de hablarle, me sentía mal con ella y conmigo mismo, había traicionado mis propios valores, mis propias ideas, y sentía temor de verla, no sabría que hacer, incluso esa semana pedí me cambiaran la ruta de trabajo, no quería encontrármela, sin embargo no fue posible y procuré no pasar por donde sabía caminaba ni a la hora de salida de la escuela.
¡Al fin se llegó el viernes! Ya no tendría que ir a su ciudad, por la noche sonó mi celular y ví que era ella, contesté y me disculpe por haberla llamado, le confesé que lo que habíamos hecho no era correcto, ella me dijo lo mismo y que se sentía mal por lo hecho, pero solo quería decirme que cuando llevara a su hermano no me quedara porque le daría vergüenza verme y que borrara todos los mensajes y registros de llamadas que me había hecho.
Eso ya lo había previsto antes.
Cuando colgué me sentí ruín, no podía ser que le hubiera destrozado la vida a a una niña que tenía todo un mundo por delante que recorrer, sumido en mis pensamientos me quedé dormido.
Yo sé si es el destino, la suerte o qué, pero a la siguiente semana me volvieron a asignar la misma ruta que la semana anterior, estuve por protestar pero igual no podría esconderme toda la vida, asumiría los riesgos y consecuencias de mis actos.
Paso el dia lunes y no la ví a pesar de realizar mi recorrido por donde ella caminaba, el martes lo mismo, pero el miércoles, desde que llegué a ese lugar empezó mi martirio, estando con unos clientes en las afueras de un local que apenas iba a abrir sus puertas, pasó un grupo de jovencitos escueleros, entre ellos esta ella, nos topamos de frente, no supimos que hacer, hasta que reaccioné y la salude con un beso en la mejilla
-Hola, perdón no te había conocido, me sorprendiste al verte por acá- Le dije para disimular la sorpresa ante sus amiguitos
-Hola -me dijo tartamudeando- Yo tampoco te había visto, venimos a comprar una cosas para la escuela
-Esta bien hija, cuídate, yo tengo que seguir trabajando y me despedí de beso nuevamente mientras ellos entraban al local.
Yo deseaba irme de ahí pero mis clientes me entretuvieron mucho más de lo que hubiera querido, la miraba de reojo y ella hacía lo mismo desde dentro del local, cuando salieron yo estaba abordando la pick up que llevaba, traían varias cosa, se veía que algunas pesaban y ya era tarde, no me quedó más remedio que ofrecerme a llevarlos a su escuela, que si bien no estaba muy lejos los demas chicos lo aceptaron.
cuatro jovencitos subieron a la parte trasera de la camioneta y tres niñas irían en la caseta conmigo, para mi suerte (buena o mala) mi niña fue a quién "aventaron" en medio, junto a mi, al sentir su presencia no pude evitar que mi piel se erizara y mi miembro se inquietara, ese olor a fresco, a limpio, recién bañada me estaba excitando, y que decir del rose de su piel con la mía, incluso aunque no hubiera querido me era imposible no tocarla pues al hacer los cambios de velocidad tenía que rosar mi brazo con su pierna, ganas me daban de disimuladamente agarrasela, pero no, iban sus compañeras, y aunque iban hablando de sus cosas, podía ver que de cuando en cuando ella me lanzaba unas miradas fugaces y unas sonrisas.
¡Al fin llegamos a su escuela!, bajaron y yo me fuí a mis labores sin ningún contratiempo, sin embargo no lograba quitármela de la mente y contrario a lo que se pueda pensar, la imagen que tenía de ella no era la de su cuerpo desnudo, no; era la de esa mañana, con su uniforme bien arreglado y peinadita, con su rostro de niña alegre y juguetona
Algo que me tranquilizó fue el verla tranquila, como si nada hubiera pasado, yo me la imaginaba triste o distraida, pero al verla asi sentí un enorme descanso.
Esa noche antes de acostarme saque su pantaleta ensangrentada y me masturbe un rato con ella, imaginandomela a mi lado.
"Jueves, ya casi se acaba la semana y no aguanto las ganas de verla" pensé ese día al iniciar mi recorrido, cerca de la hora del receso en su escuela me fuí a dar una vuelta, compré algo para llevarle y almorzara y pedí permiso al conserje para entrar a buscarla.
Cuando la encontré se sorprendió al verme, venía saliendo de su salón, le entre lo que le llevaba y me agradeció
-Necesito verte, ¿puedo pasar por ti a la salida?
-No, porque tengo que llegar mi casa saliendo de aquí, mi abuela me acusó con mi mamá que había estado llegando tarde y me castigó
-¿Y si pido permiso para que salgas ahora?
-¿Ahora? ¿pero para qué?
-No lo sé mi niña, pero la verdad no me siento bien por lo ocurrido, necesito hablar, preguntarte muchas cosas.
-Yo estoy bien, no te preocupes
-Pero prométeme que si algo necesitas no dudaras en hablarme.
Con una sonrisa que me encantó me digo -¡PROMETIDO!
Me retiré y tendría unos diez minutos que había abandonado la escuela cuando recibí un mensaje en el cel, era de ella y me decía que mejor si pidiera permiso para salir,
No lo pensé más y regresé a la escuela, pedí el permiso y me lo autorizaron, no me fue difícil pues
varios profesores me conocían y no tenían que saber que ya no vivía con la madre de la niña
-Vámos al jardín para platicar-Le dije
-Mejor no, a otro lado, no quiero que se de cuenta alguien que no estoy en la escuela y me acusen
-Tienes razón, pero ¿a donde entonces?
-No sé, podría ser a donde me llevaste la vez pasada, ahí nadie se dará cuenta, solo vamos a platicar
Esa respuesta me sorprendió mucho, pero no era mala idea, sin embargo esta camioneta no tenía vidrios polarizados y me verían entrar con una niña enfundada en un uniforme escolar, pero igual me asaltó una duda ¿No habría alguna trampa escondida? ¿que tal y si me estaban esperando para rendir cuentas?
-Esta bien_Dije- vámos, pero antes sueltate el pelo y vamos a comprarte otra ropa para que no vayas con el uniforme
Pasamos a una tienda de ropa y le compre una blusita y un pantalón, asi al menos ya no verían que andaba trayendo a una escuelera.
Mi mente seguí pensando en que algo andaba mal, asi que en lugar de dirigirme a ese motel, salí de la ciudad y enfilé a otro que estaba más alejado y en cierta forma más discreto, y sobre todo, de esa forma trataría de evitar mala sorpresa.
-¿A donde vámos? me dijo extrañada.
-A un lugar más tranquilo
Me dió cierta tranquilidad el ver que no se opuso ni me reclamo el que fueramos para otro lugar, pero aún asi iba yo atento a lo que pudiera pasar
al llegar, entré y me metí directamente a un garage, bajé a pagar y cerré, y ya más tranquilo y confiado fui a verla.
-¿Vamos adentro o hablamos acá?
-Donde quieras, ¿qué es lo que me quieres decir?
-Pues saber como estas, yo me siento mal por lo ocurrido, no debió pasar, tu eres una niña aún y luego el parentezco que une,no, no debió pasar
-Si, esa noche estuve muy intranquila, lloré mucho, casi ni dormí pensando, pero luego pensé que ya no podía remediar nada, el tiempo no se puede volver atrás.
No niego que me sorprendió la manera de hablar y pensar de esta niña, hablamos mucho, lloro un poco y quedamos ambos más tranquilos, apenas iba a ser medio dia, ella salía hasta unos minutos antes de las dos de la tarde, le dije que si queria ir a otro lado antes de la hora de la salida para llevarla a su casa, me dijo que no, pero quería ir al baño y aprovecharía para ponerse el uniforme de nueva cuenta.
le abrí la puerta del cuarto para que entrara al baño y yo pase tras ella, me recosté y encendí el televisor, al salir ella del baño yo dormitaba, pero al sentir su presencia me desperté, aun llevaba la ropa que le había comprado y se sentó en la orilla de la cama y tomó el controldel televisor, al cambiar de canal llegó a un canal pornográfico (el cuarto tenía televisión satelital) y ambos quedamos sorprendidos al ver la película, quiso cambiar de canal pero sus nervios lo impidieron, le dije que me diera el control pero al hacerlo nuestras manos se rosaron y no pude evitar de nueva cuenta estremecerme, ella me miró pues le ocurrió lo mismo.
-No es correcto, pero no puedo evitarlo mi niña, me excitas, me gustas mucho -y le besé los labios
Ella respodió a mi beso y se abrazó a mi cuello, ya nada podía evitar que volviera a pasar lo que pasó antes, nos dejamos llevar por la lujuria, y a partir de ese momento nos convertimos en amantes.
Muchas veces siguieron a esa, y en todas invariablemente terminaba lamiendole su rajita, me encantaba sentir en mi lengua el rose de sus pelitos casi invisibles todavía.
Y nunca podía faltar la mida de culo que le daba, solo sus pechos le besaba delicadamente, no quería que fueran a sufrir alguna malformación o se truncara su desarrollo.
En cierta ocasión mientra hacíamos un 69, coloque mi dedo pulgar en la entrada de su ano, que como ya se lo había enslalivado lo fue apretando hasta casi introducirselo, me dijo que parara porque le dolía, más no hice caso a su petición, solo cambie de dedo y empece a juguetearle el ano con el dedo índice fui metiéndlo despcito hasta que se lo deje ir todo, ella gemía y me apretaba la verga con sus dientes y su mano, me coloqué tras ella y la puse en cuatro para seguir estimulandole el culo, ese culito tenía que ser mío también, ella era mía toda
Después de un rato emepcé a meterle el dedo medio sin sacarle el otro, ella se retorcía de dolor y placer pero no hacía nada por determe, seguí jugando con ese culito virgen hasta sentir que estaba dilantandose, sin sacarle los dedos me coloque debajo de ella para lamerle su rajita, eso la puso al mil, se vino en mi boca y su culito lo sentí más relajado, ¡es ahora o nunca! me dije a mi mismo, me coloqué tras ella y le advertí
-Te voy a coger por detras mi niña.
-¿Por detrás?
-Si, y sé que te va a doler, trataré de ser cuidadoso, pero si sientes que no me puedes aguantar me avisas.
algo iba a decirme pero no la deje empecé a meter despacito la cabeza de mi verga en su culito, ella chilló pero no lo impidió, una vez que la cabeza esta dentro me detuve, me dijo que le dolia mucho.
-Esta bien mi niña, calma, ¿Quieres que siga?
-¿Falta mucho? me pregunto volteando a verme con un gesto de dolor
-No mucho, ya casi esta dentro toda-Le mentí
-Despacito por favor
De nuevo empecé despacio a metersela, ella me decía que ya no, yo le volví a mentir que ya estaba toda adentro, que tomara aire y se relajara, que pujara para que se aflojara su culito un poco, me empecé a mover despacito ante los grititos de dolor y placer que daba, cuando menos lo esperó de un solo golpe se la deje ir toda, cuando mis testículos chocaron con sus nalguitas se dejo caer sobre la cama dando un grito de dolor y cayendo encima yo.
-¡Perdóname mi niña! tranquila era asi mejor, ya pasará-Le decía mientras le besabala espalda.
pasados unos instante empecé a moverme de nuevo lento dentro de ella, ya estaba asimilando el tenerlo dentro de su culito, sudaba mucho y gemía delicioso, esta vez no me pude contener, la prisión que hacía ese culito recién desvirgado en mi verga me puso como loco, y le dí una cogida casi bestial.
En el momento en que me vine lo hice dentro de ella, quién grito y se retorció bajo mi cuerpo arañando las sabanas del colchón, estabamos sudados y exhaustos, no me limpié solo la abracé y me quede junto a ella besandole los hombros hasta quedarme dormido un rato.
Cuando se acercaba la hora de salida de su escuela, se levantó al baño, y me llamó con un grito angustiado
En el wc había algo de materia fecal envuelta en una mucosidad (mi semen) y un poco de sangre
Le explique que pasaba y me disculpe apenado por haber sido brusco y salvaje con ella
-No te preocupes, me dolió pero lo disfrute como no me lo imagine
Yo que estaba de rodillas ante ella empecé a besarle el vientre, y le dí una deliciosa lamida a su rajita.
y de paso a su culito
Con ella he vivido muchas cosas que jamás imaginé vivir, y una historia más que les contaré en otro artículo
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