Mi matrimonio.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, me llamo Yolanda, tengo 25 años, hace menos de un año que estoy casada, aunque mi matrimonio al principio no funcionaba, ya que mi marido es un hombre que no tenía experiencia ninguna en el sexo, yo fui la primer mujer con la que tuvo relaciones, aunque yo desde muy niña, siempre me gusto follar.
Es un hombre que no sabe absolutamente nada como hacer que me ponga cachonda, y la verdad que lo quiero y quiero respetarlo.
Para él ponerme cachonda es besarme las tetas y subirse sobre mi, penetrarme y correrse, mientras yo me quedo a dos velas.
Una noche le dije que quería hablar con él, que quería que se comporte como un verdadero hombre y me haga disfrutar del sexo, ya que en casi un año de matrimonio, jamás tuve un orgasmo, siempre termino tocándome en el baño, y eso ya me estaba aburriendo, sabía que si seguíamos así, no iba a demorar mucho en meterle los cuernos.
Luis, que así se llama mi marido, se sentó en la cama, y nos pusimos a hablar, le dije que no me hacía disfrutar, que había sido todo un orgullo para mi, que él haya sido virgen y se estrene conmigo, pero eso no me hacía llegar a ningún orgasmo.
"Como fue tu primera vez?", me dijo, yo lo miré y le empecé a contar que había sido cuando tenía 12 años con el padre de mi mejor amiga, como me había seducido, aprovechando que era una niña.
Que cuando estuvimos en la cama, me enseñó a chupar su polla, como me chupó el coño, como me desvirgó, que a la segunda vez que tuvimos relaciones me penetró por el ano, que fuimos amantes hasta que cuando yo tenía 14 años, él y su familia se fueron al norte del España, por razones laborales y nunca más los vi, ni a él, ni a mi amiga.
Con ese hombre hice todo lo que se puede hacer en una cama, desde follar, hasta chupar su polla y dejar que se corra en mi boca haciendo que le trague la leche.
Mi marido me empezó a pedir que le cuente con detalles, mientras veía como se le iba poniendo dura la polla dentro del pantalón del pijama.
"Cuando yo tenía 12 años, iba siempre a casa de una amiga a estudiar o jugar, su padre siempre se metía conmigo, ya que a esa edad era muy delgada, pero me bromeaba, y después me decía que tenía un cuerpo hermoso, y así siempre que iba, hasta que un día cuando fui, mi amiga había salido con su madre, el padre de mi amiga me dijo que me quede a esperarla, y nos pusimos a hablar, y el tema siempre era mi cuerpo delgado, yo le decía que mi cuerpo no estaba tan mal, aunque si, era bastante delgada, apenas me estaban saliendo las tetas, y él me decía que tal vez era la ropa que no dejaba que se me note el cuerpo y me empezó a pasar las manos por mi cintura, me decía que si, que se me notaba que iba a tener una buena cintura, cuando pasó sus manos por mis caderas me dijo lo mismo, que le gustaría verme desnuda, pero que nadie se entere, yo lo quedé mirando sorprendida, volvió a pasar sus manos por mis caderas y volvió a decirme que le gustaría ver mi cuerpo desnudo.
Como es el padre de mi amiga, pensé que no sería malo dejar que me vea desnuda, así que me quité la ropa, nerviosa, vi como me miró de arriba a abajo, me hace abrir las piernas y pasa su mano por mi coño, haciendo que me estremezca, me dijo que nunca le dijera nada a nadie de esto, acercando su boca a mi, y chupando mis pechos, que apenas estaban saliendo, haciendo que gima, ya que me gustó lo que me hacía, y seguía pasando su mano por mi coño, me llevó en brazos hasta su dormitorio y me acostó boca arriba, abriendo bien mis piernas y seguía pasando sus dedos por mi coño, hasta que mete su cabeza entre mis piernas y siento como me empieza a lamer el coño, haciendo que de un fuerte gemido de placer. Mientras yo le contaba esto a mi marido, vi como tenía su polla, dura, me empezó a pasar sus manos por mis tetas, "sigue contando mi amor", me dijo, sacando mis tetas del sujetador y siguió con sus caricias y yo con mi historia.
"Sentía su lengua lamer mi coño y sus manos acariciaban mi cuerpo, mis pechos, yo me sentía extraña, pero la sensación me gustaba mucho.
Veo como se quita el pantalón, quedando con su polla dura, como la coge con la mano y ahora en vez de lamer el coño, pasaba su polla contra mi coño, haciendo que gima mas fuerte, hasta que siento como la acomoda contra mi coño y empieza a hacer fuerza y yo sentí un tremendo dolor que me hizo gritar y sentí como me entraba la polla del padre de mi amiga.
Como se quedó quieto cuando me la metió toda, yo estaba gimiendo de piernas abiertas con él en medio y su polla dentro de mi coño, me empezó a besar los pechos y a mover su polla dentro mío, ahora la sensación había cambiado, casi no me dolía, por el contrario, me gustaba sentir su polla entrando y saliendo, como me aplastaba con su cuerpo y me besaba la boca.
Mi marido me estaba chupando las tetas, su polla estaba bien dura, me estaba quitando las bragas, "cuéntame cuando te penetró por el ano", me dijo, metiendo un dedo en mi coño, estaba distinto, yo estaba cachonda, mojada, era como que lo que le estaba contando lo hacía excitar mucho.
"Después que me desvirgo, me llevó al servicio y me lave, vi que había sangre en mi coño y en su polla, después de lavarme me fui a mi casa.
Como a los dos o tres días me llama diciendo si quería volver a ir a su casa, que estaba solo, y como mi madre sabe que ahí vive mi amiga, me dejo ir, sin saber que el que me llamaba era su padre para volver a follarme.
Cuando llego, me abraza, me empezó a besar, a acariciar, yo lo dejaba, ya que me gustaba lo que me hacía, siento como me empieza a desnudar, como me acariciaba las nalgas, las apretaba, me alzó en sus brazos y me volvió a llevar a su cama, donde me dejó muy despacio, volviendo a abrir mis piernas y lamiendo mi coño de nuevo, haciendo que gima de placer, ya que me gustaba mucho sentir su lengua lamer mi vagina, se desnuda él y otra vez su polla estaba bien dura, la acerca a mi cara y la empieza a pasar por mis labios, por mis ojos, me dijo que abra la boca y me la mete, diciendo que se la chupe como si fuera un polo, mientras yo le chupaba la polla como él me decía, sentía sus dedos acariciar mi coño, como me metía un dedo, haciendo que me ponga muy cachonda, gemía con su polla dentro de mi boca, me saca la polla de la boca y me pone boca abajo, besando mi espalda hasta llegar a mis nalgas, donde le daba besos y las lamía, siento como me las abre, haciendo que sienta un tremendo escalofrío al sentir como me empezó a lamer el ano, a medida que él me lamía el ojete, yo movía mi culo para los costados, con sus manos me hizo poner en cuatro y me siguió lamiendo mi coño por entre mis piernas.
Así en cuatro como estaba, se acomoda y siento como me empieza a meter la polla, sentía como me entraba toda en el coño, mis gemidos eran casi gritos de placer al sentir como me estaba follando, su dedo me acariciaba el ano, él dejaba caer saliva y me pasa el dedo con saliva por mi ano, a medida que metía y sacaba su polla de mi coño, intentaba meter un dedo en mi culo, haciendo que gima mucho mas fuerte. Como me gustaba lo que me hacía, estaba como en una nube de placer.
Siento como saca su polla de mi coño y la apoya contra mi ano, como dejaba caer mas saliva sobre su polla y en mi ojete, como me hizo gritar cuando haciendo fuerza su polla me empezó a abrir el ano, como me estaba rompiendo el ojete a medida que me la iba metiendo mas adentro entre gemidos míos de dolor y placer al sentir como lentamente se iba metiendo su polla en mi culo, hasta que mis nalgas quedaron pegadas a su cuerpo.
Él se quedó quieto, esperando un momento a que me acostumbre a tener eso dentro, hasta que me coge de las caderas y siento como se mueve, haciendo que su polla salga y entre de mi ojete, despacio, pero el placer era tremendo, sus movimientos se iban haciendo cada vez mas rápidos, sentía como me sacaba casi toda la polla del culo y la volvía a meter, hasta que no pude seguir contando mas, ya que mi marido me besó en la boca, me metió su lengua y se acostó sobre mi, ajustando su polla contra mi coño, que estaba empapado, no se si por lo que le estaba contando, por sus caricias mientras le contaba, lo que si me importó fue el gemido de placer que di cuando mi marido me metió la polla y me empezó a follar, yo estaba con las piernas bien abiertas y levantadas, le decía que no me folle tan rápido, que fuera mas lento, así no se iba a correr tan rápido, él me hacía caso en todo, sentía su polla entrar y salir de mi coño, como me chupaba las tetas, mis gemidos, "así cariño, sigue así, ahora si que me estas follando bien", le dije, con la voz temblorosa y gimiendo de placer.
Mientras él se movía despacio como yo le dije, le acariciaba la espalda, sus nalgas, lo apretaba contra mi, con su polla bien dentro mío, "espera cariño, deja que me de vuelta", le dije con apenas voz del placer que estaba sintiendo, Luis sacó su polla de mi coño, y me puse en cuatro, me pase saliva por el ano, y cogiendo su polla la acomodé y le dije que empuje, mordiendo la almohada de placer al sentir como ahora mi marido me follaba el culo.
Mi ano esta bien dilatado de todas las pollas que me entraron por el culo, y en dos embestidas que me dio, me la metió toda, cogiendo mis caderas se empezó a mover, siempre despacio, la sacaba y la volvía a meter, haciendo que mis gemidos fueran casi gritos de placer, yo bajé mi mano y me empecé a acariciar el coño mientras Luis seguía follando mi culo, desde que me casé, jamás estuve tan mojada, sentía como se me escurrían mis jugos vaginales entre mis dedos.
Yo estaba loca de placer al sentir a mi marido follar mi culo, darme tanto placer, "apura cariño, apura que me corro", le grité, teniendo un tremendo orgasmo, el primero desde que nos casamos, me temblaba todo el cuerpo, hasta que siento a Luis gritar y correrse dentro de mi culo, sentía su polla palpitar bien adentro, yo parecía que no terminaba de correrme,apretaba mi ano, para darle y sentir mas placer, yo hacía fuerza con mi cuerpo para atrás, quería su polla lo mas adentro que me la podía meter, me abría las nalgas, sentía como se me salía la baba de tanto que estaba gozando.
"No la saques cariño, deja que salga sola", le dije, siguiendo con mis nalgas abiertas, en cuatro y mi marido bien pegado a mi culo.
Así nos fuimos relajando, sentía como se le iba poniendo flácida la polla y se escurría de mi culo para afuera.
"Que bien me follaste cariño", le dije, besando su boca, y nos acostamos bien abrazados los dos.
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