Mi nueva oportunidad – capitulo 1.- Rose
Tras un accidente una prostituta queda atrapada en un nuevo cuerpo, ¿Cómo aprovecharía esta nueva oportunidad?.
Si de algo podemos estar seguros en esta vida es que nada es seguro más que la muerte, y en esta ocasión ni siquiera eso, el día de hoy les contare como fue que mi vida dio un giro de 180 grados.
Mi nombre es Lucy, tengo 42 años y soy scort, si, un trabajo de mierda, trabajo en un club llamado “el mecánico”, no soy particularmente atractiva, tengo cabello negro, soy algo morena y mi cuerpo es muy promedio, pero eso no importa mucho ahora ya que un evento cambiaria mi vida.
Mi turno en el club había terminado cuando me dispuse a volver a casa, no es como que alguien me esperase mas que mi gato y el plato de sopa barata sobre mi estufa, solo debía cruzar la calle para llegar cuando la bocina de un auto me hiso voltear y unas luces fue lo último que vi antes de que todo se volviera oscuro.
Sentía como si mi cuerpo flotara en un vacío, fueron segundos, minutos, horas, no lo sé, pero repentinamente un pitido comenzó a sonar.
Con trabajo comencé a abrir los ojos, viendo un techo blanco y al ver a mi alrededor vi unas cuantas máquinas y finalmente me di cuenta que estaba en una habitación de hospital.
—que bien, no me morí— dije con dificultad sintiendo que me costaba trabajo respirar.
Era muy raro, como si algo estuviera sobre mi pecho, me sentía débil, pero aun así trate de quitarme lo que sea que tuviera encima solo para darme cuenta de algo.
—¿QUE MIERDA?¡¡¡— grite con fuerza que no sabía que tenía al darme cuenta lo que tenía literalmente pegado al pecho, 2 grandes, gordas y firmes tetas.
Rápidamente me levante y me quite la bata de hospital para comenzar a explorar mi cuerpo, no solo mis tetas ahora eran enormes, sino que mi vientre era plano, mis piernas eran largas y torneadas, sin dejar de lado que mi trasero era grande, redondo y firme.
Busque entre todas las cosas y finalmente encontré un espejo, trague hondo y finalmente vi mi reflejo, mi cara era blanca sin llegar a ser pálida, mis rasgos eran finos y mi cabello era rubio, era como ver una muñeca francesa.
Mi mente estaba al mil por hora, no tenía idea de que estaba ocurriendo cuando la puerta se abrió de golpe y vi a 3 personas, un hombre gordito vestido de traje que parecía comenzar a perder el cabello, una adolescente rubia que traía ropa muy recatada y un adolescente de cabello negro con cara de idiota.
Aun no terminaba de entender lo que pasaba cuando la chica corrió hacia mí y comenzó a llorar mientras se aferraba a mí.
—Mamá… que bueno que despertaste, tenía mucho miedo— decía esa chica entre sollozos y no parecía querer soltarme.
—mamá, cúbrete por favor— dijo el otro adolescente ofreciéndome una sábana de la cama, cierto, olvide que estaba desnuda.
—eh… ¿gracias? — Me cubrí con ella cuando noté como ese hombre finalmente se acercó.
—Rose, que bueno que estas bien— dijo ese hombre con una expresión neutra.
—Eh… ¿Quién es Rose? — fueron mis únicas palabras cuando vi en sus rostros una mescla de miedo y sorpresa.
Ese día fue muy largo a partir de ese momento, no lo entendí al principio, pero fue fácil atar cabos.
Rose era la madre de esta familia, ella conducía su auto cuando esté se quedó sin frenos y termino arrollando por accidente a una mujer para luego estrellarse contra una pared, esa mujer era yo y de algún modo acabe en el cuerpo de rose.
Obviamente no dije nada de esto para que no me tomarán por loca, yo no tengo familia así que nadie presento ninguna denuncia y afortunadamente todo quedó como un trágico accidente, por mi lado los doctores me diagnosticaron con amnesia debido al traumatismo del accidente y le dijeron a la familia de rose que me contaran muchas cosas de mi para estimular mi mente.
Según lo que me dijeron mi nombre es rose, tengo 35 años, estoy felizmente casada desde hace 17 años, tengo 2 hijos mellizos, un chico llamado Mark y una chica llamada Elena, mi esposo Héctor, trabaja en una compañía de seguros y yo… soy ama de casa.
Si, todo fue muy complicado, pero no había mucho que pudiera hacer por lo que decidí solo seguir la corriente hasta que se me ocurriera en cómo salir de esta situación, digo, comparada a mi vida anterior esto podía ser bueno de algún modo.
Pasaron unos días hasta que finalmente me dieron el alta y mi “familia” me llevo a mi hogar, llegamos a una casa que si bien no era una mansión era grande e incluso tenía piscina, le pedí a Elena que me llevara mi habitación, después de todo quería ponerme ropa decente, la última semana estuve usando una bata de hospital y la ropa que me dio Héctor al salir era horrible, un largo vestido que me llegaba a los tobillos que se abrochaba hasta el cuello, eso sin mencionar la anticuada ropa interior, no lo culpe, seguro quería esconder el cuerpo de diosa de su esposa de miradas no deseadas… o bueno, eso pensé.
Revolotee en todo el armario tratando de buscar algo bueno, pero sin mentir, creo que una monja enseña más piel que esta mujer, todos eran vestidos largos sin mencionar que toda la ropa interior parecía de abuelita, sé que con tetas grandes no hay mucho de dónde escoger, pero no había ni un solo puto encaje.
—MARK, ELENA¡¡¡— les grité a los chicos y para mi sorpresa llegaron en menos de un minuto, siempre pensé que los adolescentes tardaban mucho en responder, pero eso no me importo mucho en el momento.
Mark solo desvió la mirada y elena estaba sonrojada, después de todo estaba en ropa interior pero no me importo.
Solté un suspiro y dije —¿esto es todo lo que tengo para vestirme, no saben si tengo algo más cómodo? —
—no mamá, es tu ropa habitual, siempre te has vestido de forma muy conservadora— dijo elena algo nerviosa.
—bueno, ya hare algo con eso después, por mientras pásame unas tijeras— dije escogiendo uno de los vestidos más delgados.
—así está mucho mejor— dije mostrando mi nueva blusa de manga corta con mi falda recortada, no era mini pero lucia mis piernas.
Ambos chicos se veían algo incomodos, seguro ver a su madre mostrar piel era nuevo para ellos.
—¿mamá al menos puedes abotonarte bien la blusa? — dijo elena desviando la mirada, después de todo tenía 3 botones desabrochados, aun así, no lo iba a hacer, siempre pensé que las chicas del club exageraban cuando se quejaban de tener enormes tetas, pero creo que finalmente estoy entendiendo.
En cualquier caso, me sentía un poco mal por estos niños, desde su punto de vista es como si una extraña estuviera usando el cuerpo de su madre, lo cual técnicamente era cierto, pero tampoco quería joder más sus vidas.
Quería romper el hielo así que tomé la cabeza de Mark y la hundí en mi escote, tardo un segundo en reaccionar cuando finalmente comenzó a retorcerse y tras uno segundos más lo solté dejándolo tomar aire.
—¿qué pasa, no te gustan los pechos de mami? Pero si son muy suaves, seguro los adorabas cuando eras bebe, Hey mírate estas todo rojo jajaja— dije apuntándolo con el dedo comenzando a reír.
Ambos chicos se quedaron en blanco por unos segundos cuando finalmente comenzaron a reír conmigo —¿porque no vemos una película? Cuando su padre llegue del trabajo pueden ponerme al día con todo lo que necesito saber. — le dije a los chicos y para mi suerte ambos asintieron felices.
Prepararon unas palomitas y les pregunte que querían ver, pero…
—¿qué tal un documental del imperio romano? — dijo elena
—¿Por qué no mejor uno sobre depredadores marinos? — dijo Mark dudoso
Por un momento me froté las sienes buscando paciencia con estos niños pensando en que clase de sitio me metí.
—niños, ¿enserio quieren ver eso? — pregunte dudosa
—bueno, la verdad es que… tu nunca nos dejaste ver nada que no fuera material educativo en casa— dijo elena agachando la cabeza.
— pues a la mierda, ¿tenemos alguna plataforma para ver series? — pregunte buscando en la que me dijeron era mi bolsa encontrando la cartera de rose.
—no, tú siempre dijiste que eso solo era contenido basura— dijo Mark igualmente nervioso.
—pues eso se acabó, a partir de ahora pueden ver lo que quieran, y ahora veremos una de verdad— dije usando la tarjeta de rose para suscribirme a una pagina y poner una de las películas en tendencia, a lo que los chicos se veían muy emocionados, claramente rose era muy estricta con ellos, supongo que se merecen un poco de libertad.
La película no era la gran cosa, pero a decir verdad me sorprendió un poco ver la fascinación en la cara de los chicos, enserio tenía que saber que pasaba con esta mujer.
Paso poco mas de media hora cuando la puerta sonó y pude ver a “mi esposo”
—papá, bienvenido — dijeron los chicos saludando a su padre, aunque lo primero que note fue su cara de asombro al vernos en la sala comiendo pizza con una película en la pantalla.
— oigan… ¿qué están haciendo? ¿Y rose, que llevas puesto?
— que no estas viendo? ¿Pasamos un poco de tiempo en familia, después de mi casi muerte pensé que debería pasar más tiempo con mis hijos, eso está mal?
— eh, no yo no quise decir, bueno, es solo que me sorprendió un poco…
Vi a Héctor fijamente y pude ver la incomodidad en sus ojos, o más bien, ¿miedo?, ahora puedo confirmar que la mierda en la relación no es el, solté un suspiro y me levanté para tomarlo del brazo.
— ya deja esa cara larga cariño, aun hay mucha pizza así que ven a ver el resto de la película con nosotros, ¿eso está bien?
— eh, si mi a… rose
Enserio, ¿qué pasaba con ellos? Decidí no darle tanta vuelta al asunto y terminamos de ver la película en paz, hablamos un poco y finalmente llego la hora de dormir.
Me di un buen baño antes de ir a la cama, sin duda esta casa era un palacio a lado de mi viejo departamento, el tener agua caliente todo el tiempo es un privilegio que no muchos se detienen a apreciar, reí para mí misma cuando salí de la ducha envuelta en una bata de baño, fue cuando noté a Héctor en la cama, leía un libro, pero su vista se quedó pegada en mi cuando salí del baño.
— ¿y a ti que te ocurre?
— eh, Bueno, ¿no vas a ponerte tu bata de dormir primero?
— ¿me viste cara de abuelita? Estaría más descubierta si solo me pongo una manta encima en vez de eso, además no prefieres verme mostrando mas piel, o tienes un fetiche raro con la piel cubierta
—eh, no bueno, es solo que… tu nunca me dejabas verte desnuda
Solo pude soltar una risa con ese comentario, ¿enserio que clase de familia era esta?
— ok, solo pregunta de rutina, ¿normalmente cada cuanto teníamos sexo?
Vi como Héctor bajo la mirada y entendí una cosa, nunca había conocido a Rose, pero ya la estaba odiando.
— siéntate
— ¿que yo que?
— que te sientes carajo¡¡¡
Debo decir que levante la voz mas de lo que esperaba, viendo como el obedeció y se sentó en la cama justo frente a mí.
— cuanto ha pasado desde la última vez?
— años tal vez…
Este hombre me daba lastima, pero ya que, soy un alma caritativa.
— muy bien amor, te voy a hacer algo lindo, pero en tu próximo día libre me lo tienes que compensar llevándome de compras.
Deshice el nudo de mi bata y sin darle tiempo a pensar la deje caer frente a él, veía mi cuerpo desnudo impresionado, como si fuera algo a lo que el normalmente nunca tuviera acceso.
— te gustan estas?
Comencé a jugar con mis enormes tetas, debo decir que ver sus ojos pegados a ellas me daba un poco de gracia.
— cuando fue la última vez que las tocaste?
— no… no lo recuerdo
— pues si te portas bien de ahora en adelante serán tuyas para que juegues cuando quieras.
No le di tiempo para pensar cuando tome su cara y la aplaste contra mis tetas, el pobre no tenia tiempo para procesar, se retorcía como un pobre gusano cubierto por sal.
— no seas idiota, saca la lengua y al menos agárrame el culo.
Tímidamente el saco la lengua y comenzó lamer mis pezones al mismo tiempo que sus temblorosas manos tocaban incrédulamente mis suaves nalgas.
Debo decir que esto me gusto bastante, en mi antiguo cuerpo desvirgue a muchos chavales, pero siendo honesta yo era la opción de los pobretones que no podían pagar algo mejor, pero ahora mismo podía sentir lo que era ser realmente deseada por un hombre.
— te está gustando?
— sí, mucho.
— sabes, realmente necesito un cambio en mi guardarropa, todo lo que tengo no me gusta, quiero algo mucho más lindo.
— que exactamente?
— te gustaría verme usando una linda tanga?
Nuevamente solté una risita al ver como se le iba el aire solo por imaginarme así.
— tomare eso como un sí, pero ahora te daré un premio por adelantado, levántate.
El obedeció y se paró frente a mí, a lo que sin dudar me puse de rodillas, solo dios sabe cuántas beses había hecho esto así que si se lo preguntan para mí esto era tan fácil como lavarme los dientes, tome el pantalón de su pijama junto a su ropa interior y de un tirón cayeron al suelo, ahí la vi frente a mí, una tímida polla que no era particularmente grande.
— que pasa mi amor? No estas emocionado por lo que voy a hacer.
— es solo que… nunca habías echo algo así.
— en ese caso, tengo mucho tiempo que compensarte cariño.
Tome la polla de Héctor y sin ningún tipo de duda me la lleve a la boca, el no pudo contener su gemido de excitación al sentir el cálido interior de mi boca, realmente parecía un puberto recibiendo su primer oral.
Mis años de experiencia me habían enseñado a ir lento con los principiantes así que me limite a chupar con delicadeza, mi cabeza subía y bajaba mientas que el sentía como su polla parecía derretirse de placer.
Use mi mano y acaricie suavemente sus bolas cuando note como finalmente se atrevió a poner sus manos en mi cabeza en un torpe intento de poner el ritmo, definitivamente era la primera vez que sentía algo como esto, aumente la fuerza de succión en mi boca y finalmente soltó un gemido cuando mi boca se llenó de su semilla la cual trague sin ningún tipo de problemas.
— te gusto cariño?
Pregunte poniendo mi mejor carita de niña buena cuando solo lo vi desplomarse desfallecido en la cama, claramente esto había sido mucho estímulo para él, es por eso que me gustan los novatos, son los más fáciles de complacer, me limite a acostarme junto a el y cubrirnos con las mantas, solía ser una puta barata, pero eso no significa que yo soliera dar malos servicios.
Al día siguiente el debía salir temprano a trabajar y lo niños se fueron a la escuela por lo que tuve la mañana para mi sola así que me dispuse a explorar un poco más las cosas de rose, al menos en su ropa no había nada que me interesara, pero en el resto de sus cajones pensé que tal vez habría algo interesante y por suerte no me equivoque, encontré su diario.
Nunca fui una gran fanática de la lectura, pero esto seguro y con suerte me ayudaba a entender un poco del porque su familia parecía tan… estirada, me dirigía la piscina y a falta de traje de baño solo me recosté en el camastro como dios me trajo al mundo para comenzar mi lectura y ahora, ¿por dónde empezar?
Ella no parecía escribir muy a menudo, pero cuando lo hacía sí que soltaba buena información, veamos…
– marzo 18 del 2007
* Papá me llevo a una cena para conocer al hijo de su socio, es un chico simplón, pero no me desagrada, espero que nos llevemos bien…
– abril 15 del 2007
* Llevo 2 horas metida en mi armario, de la nada papá me dijo que tengo que casarme con ese chico, a penas y lo he visto un par de veces no puede hacerme esto…
– mayo 03 del 2007
* Ni siquiera tuve tiempo para negarme antes de ser golpeada por papá, por suerte no me lastimo la cara, en menos de un mes debo casarme con ese chico, por favor que alguien me saque de esta pesadilla.
– mayo 31 del 2007
* Mañana es el gran día, debo consumar mi matrimonio, no se lo que papá me hará si no le doy un heredero.
– abril 02 del 2007
* Estoy en el ático escribiendo esto, él no me forzó a nada, pero aun así lo hicimos, se sintió horrible, me moví hasta que lo hiso dentro, espero que no tenga que volver a tocarlo.
– abril 25 del 2007
* Estoy embarazada, no pienso dejar que Héctor me vuelva a tocar…
– enero 12 del 2007
* Di a luz a gemelos, un niño y una niña, dicen que un hijo puede calentar el corazón de cualquier madre, yo desearía poder lanzarlos fuera de mi vista.
— Valla, esta perra si que estaba loca, pero no la culpo, aunque los niños…
Seguí leyendo un rato, por mucho tiempo no paso nada interesante, pero me lleve una buena sorpresa.
– julio 24 del 2014
* Mis suegros, sufrieron un accidente de carretera, mi padre ahora es el único dueño de todo el patrimonio.
– mayo 15 del 2016
* Las acciones están por los suelos, papá no puede con la presión.
– septiembre 12 del 2016
* el funeral de papá fue rápido, no hubo muchos interesados en ir a despedir a un idiota que perdió su fortuna.
– octubre 23 del 2016
* Héctor obtuvo un trabajo en una compañía rival, es un bueno para nada que solo sabe agachar la cabeza…
— dios, con una mujer como tu no dudo que cualquier hombre termine como él.
– 15 de marzo del 2021
* Elena tubo un estúpido recital de piano, como si eso fuera a servirle de algo, el otro mocoso es peor, a penas y puede pasar las materias, me muero de ganas por echarlo de la casa.
– 19 de octubre del 2024
* ya no aguanto más, corte los frenos de mi auto, voy a pisar a fondo, solo espero que sea rápido.
— hija de puta, fue tu culpa¡¡¡ yo hubiera matado por tener las migajas de lo que tu tenías, pero ningún puto chile te entraba, literalmente.
Lance el diario al agua y me arroje yo misma también para comenzar a flotar, si esa puta no quería su vida que se joda, esta es mi segunda oportunidad y si que le voy a sacar provecho.
El resto de la semana paso relativamente tranquila, intente conocer un poco más a los chicos, pero entre que están en una edad complicada y el interés repentino de su madre a penas y he podido hacer que las pláticas sean un poco menos incomodas, claramente aun me tienen miedo, o más bien a rose.
Con Héctor no ha sido tan difícil, pero está lejos de ser perfecto, normalmente ningún hombre se quejaría de tener una hembra como mi yo actual, pero mis acercamientos parecen asustarlo, en todo caso su día libre llego y es hora de pasar un poco de tiempo.
Entramos a un restaurante que puedo decir tenía clase, pero…
— excelente día, aquí tienen el menú, la recomendación del chef de hoy es el Mero de carne crocante acompañado con puré de apio y corazones de alcachofa
— tomaremos la recomendación — Héctor pidió la comida y honestamente no entendí nada, había unos sujetos tocando lo que parecía música clásica, un poco aburrida a mi gusto.
— balla, lugarcito… — dije con una risa incomoda.
— si, bueno, este era tu restaurante favorito, solíamos venir en ocasiones especiales así que pensé que tal vez este lugar te haría recordar un poco.
— valoro tu esfuerzo, pero tómatelo con calma, cualquier lugar esta bien si la comida es buena, y hablando de.
Vi al mesero llegando con un par de platos, pero era un poco diferente a lo que esperaba.
— qué es esto? — dije viendo ese pequeño trozo de pescado en mi plato.
— era tu favorito…
Tome el tenedor y me lo termine de 3 bocados.
— Héctor vámonos de aquí…
— si… mí, rose.
El pago la cuenta y salimos de ese lugar, claramente pude ver su cara de decepción.
— si quieres volver a casa está bien yo…
— y una mierda Héctor, me prometiste una cita y ahora me cumples.
— qué cosa?
— recuerdo poco y nada de mi antigua yo, si quieres aferrarte a esa perra adelante, pero la nueva yo quiere tener una vida feliz con mi familia así que por ahora vamos aun lugar que al menos tenga comida buena.
Los subí a regaños al auto y tras una parada rápida para cambiarme ese incomodo vestido y ponerme algo cómodo llegamos a un buen lugar.
— ahora sí, aquí si pasaremos un buen rato.
Debo decir que Héctor vio con un a mescla de sorpresa e incredulidad como llegamos a un restaurante de temática tejana con música en vivo.
— pero… rose?
— mesero, 2 cortes de tu mejor carme y 2 cerveza extra grandes, que sea negra, si me traes de otro color te la habiendo encima¡¡¡
Vi la cara sorprendida de Héctor y comerse a reír de su expresión.
— su cerveza señorita.
— gracias muchacho.
Mi marido no salía de su sorpresa cuando me vio tomar esa jarra comenzar a beber hasta tomar la mitad de un sentón.
— ah… esto me hacia falta, vamos no seas marica y bebe conmigo¡¡¡
El dio un trago pequeño sin entender lo que pasaba.
— así no, como hombre, que toque tu estómago.
Dio un suspiro y armándose de valor comenzó a beber de golpe.
— así se hace — y siguiendo su ejemplo ambos terminamos nuestras cervezas a tiempo para recibir nuestros cortes de carne — vamos hombre come, o me vas a decir que la carne tampoco te gusta? —
— delicioso — comencé a comer ese delicioso filete y tal ves porque la cerveza se me subió un poco más rápido de lo que pensé puedo decir que casi se me salían las lágrimas, en mi antigua vida solo podía venir a este lugar en contadas ocasiones la mayoría de veces pagando con el culo, pero realmente lo valía.
— rose, como es que conoces este lugar?
— bueno, una daba no es una dama si no tiene al menos un par de secretos, ahora se una dulzura y baila conmigo.
No le di mas tiempo a procesar cuando lo tome de la mano y me lo lleve a la pista de baile, la música tejana no es que sea mi favorita, pero me gustaba que era movida.
— rose, no se bailar así…
— yo tampoco, solo déjate llevar y que la cerveza que bebimos haga el resto jajaja¡¡¡
Solo nos movíamos como unos idiotas en medio de la pista, pero entre los otros borrachos y el buen ambiente no es como que realmente nos viéramos fuera de lugar, pero eso si, pude notar como por primera vez vi a Héctor reír genuinamente, al menos hasta que choque con una mesera y quede tendida en el suelo bañada con cerveza.
— rose estas bien?
— sí, solo me lastime el orgullo… creo que beber tanto antes de comer no fue una buena idea.
Personalmente eso me extraño un poco, recuerdo que cuando era prostituta fácilmente podía beber el triple sin marearme.
— hollé idiota, esas eran nuestras bebidas¡¡¡
Un par de tipos repentinamente se pusieron de pie y comenzaron a gritar.
— hollé, tranquiló viejo, pagaremos por todo no hay que hacer un escándalo.
— pero que tenemos aquí?
Ese tipo se acercó viendo fijamente mi pecho, al estar lleno de cerveza mi blusa se veía bastante transparente.
— que tal si pasas un rato con nosotros y nos olvidamos del asunto?
— olvídalo, vengo con alguien, además tengo que cambiarme, solo pidan otro trago nosotros pagamos la primera ronda.
— a dónde vas perra?
Ese tipo agarro mi muñeca con fuerza, realmente odio a los idiotas como este, buscaba el momento para hacer algo cuando paso algo que no esperaba.
Héctor le dio un golpe a la cara, no tan fuerte para derribarlo, pero si suficiente para que me soltara.
— ella es mi esposa y no voy a dejar que ningún imbécil le falte al respeto¡¡¡
El grito con fuerza, aunque la cosa no era tan fácil ya que no mas de 2 segundos después un golpe de ese tipo lo mando al suelo.
Héctor estaba en el suelo cuando fue tomado del cuello de la camisa listo para se remolido a golpes, pero para su suerte yo también se cuidarme, ese tipo no esperaba que tomara una de las botellas de salsa de las mesas para echarse la en los ojos.
— no descuides la espalda idiota— fue lo que dije antes de darle una patada en la entrepierna.
El otro tipo que parecía su amigo se lanzó contra mí, pero esta vez no me iban a tomar con la guardia baja, ya que algo que si aprendí de los guardias de mi viejo club es donde golpear, me agache en el último segundo y con toda mi fuerza le di un puñetazo justo debajo de la quijada, cosa que fue suficiente para mandarlo al suelo.
— uff, aun tengo el toque, AUH, o eso creo, — fue lo que pensé viendo que al final si me lastime la muñeca, supongo que debo hacer algo más con el cuerpo de rose.
Un rato después llego la policía y por suerte para nosotros esos tipos parecían ya tener un historial así que no tuvimos más que una advertencia.
Llegamos a casa y los chicos ya estaban dormidos, por mi lado me di una ducha para quitarme la cerveza de encima, una vez limpia salí con una toalla cubriendo mi cuerpo solo para ver a mi esposo sentado en la cama.
— y ahora que ocurre, aun te duele el ojo morado?
— no es eso…
Me senté junto a el y apoye mi cabeza en su hombro.
— Lo lamento rose…
— si es por ese tipo, era más alto que tú y…
— no… me refiero que nunca pude hacerlo, sé que no lo recuerdas, pero… este matrimonio, nuestros padres lo arreglaron, sabia que tu nunca quisiste casarte conmigo, pero no hice nada por impedirlo, solo me agache y acepte como un misero gusano, pero desde tu accidente algo cambio, creí que ahora podía hacerte feliz pero cuando se trato de defenderte no pude hacer nada… yo… yo…
Una sonora cachetada fue lo único que sonó en esa habitación.
— rose esto, rose lo otro, es lo único que sabes decir?
—…
— escúchame bien pedazo de imbécil porque esto lo voy a decir una sola vez, la rose con la que te casaste está muerta, ella era una maldita perra que no sabia valorar lo que tubo, yo ya no soy ella y nunca lo volveré a ser, tú eres un buen hombre que hace lo que puede por su familia y cualquier mujer debería ser mas que feliz con eso, y aunque no lo creas… tu has sido el primer hombre que al menos a intentado defenderme.
Se que dije mas de lo que debía, pero poco y nada me importaba en este punto, era algo que el necesitaba escuchar, rose ahora estaba muerta.
En la sacudida sin medir mi fuerza me lance sobre el dejando caer mi toalla dejando mi hermoso cuerpo expuesto.
El me vio a los ojos sin saber que decir a lo que simplemente comencé a reír un poco.
— esta es la parte donde debes besarme idiota.
Ambos comenzamos con un beso apasionado, mi lengua entro en su boca dejándome marcar el ritmo, sus manos acariciaron mi cadera mientras exploraba mis curvas con timidez.
— así está mejor cariño.
Desabroche su bata dejando libre su cuerpo, no era el mejor físico, pero estaba bien para mí, el besaba mi cuello dejando suaves marcas en él, no era un animal intentando calmar su deseo, realmente quería mostrarme su amor.
En un jiro sorpresivo el me tomo y me dio vuelta ahora quedando yo bajo su cuerpo.
— hay algo que siempre quise hacer rose.
El descendió por mi cuerpo finalmente llegando a mi zona intima.
— se gentil cariño.
El uso su lengua y con delicadeza comenzó lamer mi sexo, solté leves gemidos de placer, ningún hombre me había tomado con tanta delicadeza, el comenzó a besar y su lengua poco a poco comenzó a entrar.
— cariño, eso es muy sensible.
Mis gemidos parecían excitarlo más cuando su lengua se adentraba más y más en mi interior para finalmente encontrar mi ahora delicado clítoris.
— cariño¡¡¡
A penas pude decir cuando su lengua comenzó a jugar con mi pequeño y delicado botón, no sabía que ocurría conmigo, había hecho esto tantas beses que ya no lo recordaba, pero ahora mismo me sentía como una chiquilla en su primer encuentro.
No pude mas y tras un gemido seguido de un orgasmo comencé a correrme, el no aparto su boca y bebió mis jugos como si fuera algo delicioso.
Me levante y lo vi a los ojos, él se preocupó por un segundo cuando nuevamente lo bese.
— eres un chico muy travieso, pero ahora es mi turno de tomar las riendas.
Lo hice recostarse en la cama y con una sonrisa traviesa lo hice imaginar lo que venía, me monte sobre el acomodando mis piernas a sus costados, frote suavemente mi trasero buscando su polla la cual fue fácil de sentir al estar tan dura en ese punto.
— relájate y trata de no correrte rápido por favor.
Use mi mano y acomode con cuidado su polla bajo mi ya bastante hume da vagina, di un ultimo respiro y baje lentamente.
— ah… pero ¿qué?
— estas bien mi amor?
— si, es solo que, no pensé que se sentiría tan… grande?
Héctor no dijo nada mas que poner una sonrisa tonta de orgullo, pero enserio, que mierda pasaba? Di un ultimo respiro y me deje caer.
— ahh¡¡¡ mierda¡¡¡
La tenia toda dentro de mí, pero ¿porque se sentía de esta forma? Antes me había metido cosas fácilmente del doble del tamaño sin problema, pero porque esta parecía tan…
Fu entonces cuando me di cuenta, el puto coño de rose, después de tanto tiempo sin uso seguro que ahora mismo tenia telarañas metidas, obviamente para un coño tan apretado la polla de Héctor parecía la de una estrella porno.
— rose, estas bien?
— si cariño, solo me estaba acostumbrando, ahora agárrate.
No perdí mas tiempo y comencé a mover mi cadera, era la puta gloria, Héctor no tardo mucho en agarrar mis tetas las cuales rebotaban en cada sacudida.
— rose, por favor… no tan rápido…
— que dijiste, que me mueva más rápido?
Con una sonrisa sádica aumente la fuerza de mis sacudidas, apoye mis manos en su pecho y comencé a mover el culo como una perra en celo, lo cual era básicamente lo que era en ese momento.
— rose, por favor voy a…
— hazlo carajo¡¡¡
Con una ultima sacudida pude sentir como el se corrió dentro de mi al mismo tiempo que mi vista se nublo momentáneamente al se golpeada por ese orgasmo, me deje caer sobre el respirando con pesadez sintiendo como este luchaba por no caer desmayado.
— ok, hay que hacer algo con nuestra resistencia por ahora — le dije con una risa tonta.
— creo tiene razón ros… mi amor.
— cómo me dijiste? — lo vi con una mirada seria asustándolo un segundo antes de romper la tensión con un último beso.
— creo que eso me gusta.
Y de esa forma es que mi vida dio un giro de 180 grados, muchas cosas más pasaron después de esto, pero eso es historia para otro día, hasta la próxima.
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