Mi nueva pequeña esposa 6.
Noche de cine..
Dos días han pasado, las nenas no pueden estar mejor atendidas que con su tío y su padrastro. A pesar de su corta edad han demostrado ser unas exquisitas amantes. Apenas despiertan por las mañanas y ya están mamando un cipote adulto.
Mi hermano es más activo por las mañanas y yo lo soy por las tardes, después del gimnasio. Al llegar a casa lo primero que hago es buscar la boquita de mi esposa y depositar en ella su néctar favorito. Vamos que ella no le llama néctar pero para efectos prácticos dejémoslo así.
Después de la cena nos ponemos a ver una película en familia. Con mis hijos naturales no conviví mucho, el trabajo me exprimía, ahora lo hace está pequeña golosa.
Ambas hermanitas están sentadas frente al televisor dándonos la espalda a mi y a mi hermano. Una par de blusas en color pastel es su única prenda de vestir que llevan. Sus vaginas están encima de nuestras vergas, tallando sus labios por todo el cilindro de nuestras vergas. Hacia adelante y hacia atrás se mueven las niñas, mientras yo y mi hermano entablamos una plática amena y con sentido.
Sus manos se apoyan sobre nuestras piernas mientras sus rodillas dobladas están a cada lado de nuestras caderas. La película continúa reproduciéndose en el proyector que da a la pared. Mi esposa se mueve deliciosamente sobre mi tolete, un charco de precum se ha formado y escurre desde hace rato por mi vientre. De su interior caliente escurre también un líquido lubricante, para ese punto mi nena ya se ha estremecido dos veces como mínimo.
Mi hermano y yo estamos desnudos, un poco recostados en la cama donde se supone que mi hermano le hace el amor a la madre de nuestras esposas. Si bien no soy de ver dibujos animados, la sensación al sentir los labios diminutos de mi pequeña esposa de diez años es fascinante. — ahhhh– un jadeo casi imperceptible me hace abrir los ojos, volteo hacia donde está la esposa de doce años de mi hermano. La nena se ha levantado un poco, con su brazo derecho entre las piernas ha atrapado el miembro grueso de mi hermano y lo va guiando hacia su caliente interior. De a poco el miembro de mi hermano fue desapareciendo en el interior de la nena. El rostro de su joven esposa se lleno de muecas a la par que el miembro caliente de mi hermano se va abriendo camino. Al tocar sus nalgas contra el pubis de mi hermano la nena paró unos segundos. Sus manos se apoyaron en las piernas de mi hermano y agachando su mirada, comenzó un suave movimiento pélvico. Las caderas de la nena se movian despacio, su sedoso cabello rubio cae sobre su rostro cubriéndolo. Mi hermano coloca sus manos grandes sobre las nalgas de su hijastra dándoles un masaje y al abrirlas entierra de a poco su dedo pulgar en el culo cerrado de la nena. Aquello no hace más que acentuar el placer de la nena que levanta su mirada al techo y vuelve a exclamar un inaudible -aaaaw-
Mi nena se mueve frenéticamente sobre mi tolete mojado, su precum es abundante lo cual facilita el deslizamiento de sus labios por el grosor de mi verga. Su culo ha tomado un movimiento de Vaivén rapido. Me encanta sentir la suavidad de sus labios. En un segundo, mi joven esposa de diez años se detiene en seco y veo como todo su cuerpecito comienza a convulsionar. Desde la punta de cabeza hasta los dedos de los pies se mueve frenéticamente. Sus manitas apoyadas en mis piernas jalan, sin querer, el vello que las recubre. Su cabeza se mueve de un lado al otro.
Puedo sentir en la mitad de mi verga, las convulsiones de su pequeña vagina. Sumado a una pequeña cantidad de meos calientes que escurren por mi sexo.
Rápido me levanto, acerco mi mano hasta su incipiente sexo e introduzco dos de mis dedos dentro de la nena que aún está sentada sobre mi. Puedo sentir los últimos espasmos de su sexo. La abrazo con mi otro brazo y girando su rostro me apoderó de su boca. Saco mis dedos de su húmeda vagina y le doy a probar su propio néctar. Todo esto mientras aún su boca y la mía siguen siendo una sola.
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