Mi padrastro era lobo con piel de oveja
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi padrastro Carlos, se portaba muy bien con mamá y conmigo, varias veces oí a mamá decir que era una suerte haber encontrado a Carlos después de su divorcio con papá.
Y yo no podía decir menos en ese momento, porque él era muy atento, siempre estaba pendiente de mis cosas y asistía a casi todas las actividades de mi colegio, me cumplia lo que me prometía, me compraba cosas, total era un padrastro muy dedicado.
Me dormía en su cama y me cargaba hasta mi habitación, me arropaba y me daba un beso en la frente.
Todo magnifico, yo le llegué a tener mucha confianza y cariño.
Sin embargo, cuando yo comencé a desarrollar, a pasar de niña a mujer, las cosas no fueron iguales.
De lado de la familia de mi mamá las mujeres tiene senos grandes, y no cabe duda que yo heredé eso, pues apenas con doce años mis senos comenzaron a crecer más que a mis amigas y compañeras, yo no era delgadita sino llenita sin ser gorda, mis muslos eran regordetes y mi trasero era lleno y levantadito.
Eso provocó reacción en mi padrastro, pues yo lo miraba que no me perdía de vista mis senos y mis ponpas, pero no me causaba preocupación.
Teniendo trece años, una tarde me metí a bañar y en eso mi padrastro Carlos me tocó la puerta, me dijo que tenia una reunión de trabajo importante y que necesitaba bañarse rápido y me dijo que su ducha no servía, me dijo si podía bañarse conmigo, yo lo sentí normal y si prejuicios, le dije que si, el entró en toalla a la cintura y yo estaba desnuda, el se quitó la toalla y por primera vez lo vi desnudo también; todo siguió y tomamos el baño juntos, y luego el tomó el jabón y dijo que me enjabonaría y sus manos pasaron mis senos, mis nalgas y mi cuquita, cuando me di la vuelta pude ver que mi padrastro tenía una erección a raíz de haber puesto el jabón, luego el me dijo que lo enjabonara y recorrí también todo su cuerpo de hombre y también sentí cierta excitación, no tanto como él, pero cuando enjaboné su pene que estaba bien parado, pude ver que estaba durisimo y caliente, el me pidió que se enjabonara bien y lo hice adelante y atras y creo que el hasta cerró los ojos de gusto.
Yo no vi malicia en eso.
Asi terminamos de bañarnos juntos con mi padrastro.
A partir de alli, creo que mi padrastro controlaba la veces que yo me bañaba, no estando mi mamá, y me tocaba la puerta y entraba, ahora cuando me enjabonaba el cuerpo, se tomaba su tiempo, sobre todo cuando enjabonaba mis senos, mis nalgas y sobre todo mi cuquita, sus dedos se movían entre mis labios vaginales de forma suave y delicada, comencé a sentir cierto placer de todo lo que me hacía en la ducha.
En una de esas ocasiones, me acarició el clitoris (en ese momento no sabía que asi se llamaba) y me hizo gemir en más de una ocasión.
Yo me sonrojaba y no sabía que decir, pues había sentido mucho placer, él me reconfortaba diciendo que era normal.
Yo tenía amigas y amigos con loso que salía a comer algo, o al cine.
Ahora mi padrasto me invitó a ver una pelicula, mi madre no estaba, había salido a ver unas tías a vaias horas de alli.
Entramos a la función cuando ya había comenzado la pelicula y me di cuenta que la pelicula era de un tono sexual fuerte, aunque no explicito.
Habian escenas muy eroticas y me di cuenta que mi padrasto me acariciaba los muslos, él me había pedido que llevara un vestido y no pantalón.
Sentí su mano acariciar mi cuquita sobre mi braguita, él me dijo en el oido que me haría lo que me hacía en la ducha.
Su mano entró en mi braguita y yo viendo la pelicula y mi padrastro acariciando mi cuquita, me mojé, sus dedos nadaban en mi juguitos lubricantes, cerré los ojos y no estoy segura, pero creo que llegué a un orgasmo.
Se me aflojaron los musculos y entre un relajamiento.
Salimos y me dijo a mi si la había pasado bien.
Le dije que si.
Pasaron las semanas y meses y mi cuquita se fue cubriendo de pelitos y mis pezones se volvieron más carnosos, aunque las veces que nos duchabamos juntos ya no fueron tan frecuentes, ahora mi padrastro quería que le enjabonara su pene con mis senos, luego supe que eso lo llama una "paja cubana", además en el colegio mis amigas ya adolescentes contaban sus historias con sus novios, sobre como les mamaban la verga, decían ellas.
Y como tenían sexo oral al mismo tiempo, yo oía eso y me calentaba mucho, yo no tenía novio todavía a mis trece.
Entonces ahora en la ducha yo lo enjabonaba con mis senos y fue cuando por fin él se corrió en mis senos, pude ver el esperma de un hombre por primera vez.
Luego en una las siguientes ocasiones me pidió que ya no se lo hiciera con mis senos sino con mi boca, como lo habían relatado mis compañeras de colegio.
Fue cuando hice por primera vez el sexo oral, el me fue indicando como debía hacerlo y lo hice correrse, el me dijo abre la boca y depositó un buen chorro de esperma en mi boquita y me dijo que lo tragara, que era una esencia del hombre.
Parecía un moco blanco, casi sin sabor y olor, un poco salado nada más.
Más adelante me dijo que ahora por se buena niña, me daría un premio.
Estando parados en la ducha, me dio que me inclinara hacia adelante, es decir casi agachada con las piernas rectas.
-Cierra los ojos- me dijo.
Entonces mi padrastro comenzó a besar mis ponpas, su mano acariciaba mi cuquita en mi clitoris y labios vaginales, luego sentí su lengua tocar el punto de mi ano y pasarla varias veces, yo sentí que la ducha daba vueltas, me di la mayor excitada hasta el momento, me corrí y no paraba, fue un descomiunal orgasmo, todavía lo recuerdo.
Eso paso en varias ocasiones, mi pradrastro se turnaba para masturbarse con mis senos o con mi boca, aveces metía su pene entre mis nalgas y se movía hasta correrse.
Me tome varias veces su venida.
Cuando cumplí catorce, yo sentía que estaba enamorada de mi padrastro, yo hacía todo lo que él me ordenaba sin discutir nada, en la ducha ya nos besabamos en la boca.
Y en esos días, mi mamá fue operada de la vesicula y estuvo casi un mes en casa de mi abuela.
Mi padrastro me dijo que yo debía tomar el lugar de mi mamá.
Me dijo que me quedara a dormir en su cama y que yo debía hacer todo lo que hacía mi mamá, al principio crei que era solo un decir.
Pero ya en la cama, el acariciaba mi cuerpo ahora más pervertido, yo le decía -que haces?-, él me decía que ahora debía ser su mujer, me besó todo el cuerpo, desde la boca y ahora por primera vez me chupó los senos y mamó mis pezones, eso me puso sumamente excitada, bajó a mi cuquita y también por primera vez me hizo sexo oral, se me vino a la mente lo que había escuchado de mis amigas, yo casi chillé en la cama de la comida de sexo que me dio mi padrastro, me hizo correr dos veces en esa ocasión, me dejó completamente agotada, luego se dio la vuelta y se durmió, me dejó alli con las piernas abiertas.
En esos días, yo le pedí a una de mis mejores amigas que me contara todo lo que hacían con su novio, y me contó como le hacía sexo oral, parecido a lo que me hizo mi padrastro, luego me quedé con la boca abierta su relato de como su novio la penetraba en varias posiciones, me mojé solo de oirla.
Las siguientes noches fueron del más puro sexo oral, me comía la cuquita y yo le comía su duro pene, aprendí a hacer la posición 69, cada quien llevaba al otro al orgasmo.
Uno de esos días, él no llegó a la hora normal a casa, dio la noche, y yo lo esperaba viendo tv en la cama, me cansé de esperarlo y me quedé doromida, me desperté cuando sentí que alguien tocaba mis senos, era mi padrastro, había tomado licor, lo sabía porque se sentía.
Me dijo que esta noche yo sería suya.
Me besó el cuerpo y me comío la cuquita hasta hacerme chillar de gusto, luego se desnudó y se fue subiendo arriba de mi, me dijo que me dolería un poco, pero luego me gustaría mucho, me puso su pene en la entrada de mi cuquita virgen, sentí cuando su dura carne fue entrando en mi entrañas, sentí cuando mi himen se reventó como un plástico delgado, vino un poco de dolor, pero como estaba tan excitada y nerviosa, se me paso.
Su pene se fue deslizando dentro de mi coñito, gemí y grité, él me dijo que abriera más mis piernas porque estaba estrecha, lo hice y el siguió penetrándome, hasta que sentí que lo sacaba y lo metía repetidas veces, eso me fue llevando a un climax increible, nunca sentido.
Mi padrastro bufaba cada vez que me la metía.
Me corrí como nunca.
Luego me dijo que cambiaramos de posición y me puso en cuatro, el por detras se puso y me la metío de nuevo en mi cuquita, en esa posición sentía más la carne dura de mi padrastro, podía sentir como entraba y salía desde lo más profundo de mi coñito.
Después se tiró en la cama y me dijo que me subiera encima, colocó su pene en mi cuquita y me hizo sentarme encima, me clavé su pene yo misma y ahora me movía hacia adelante y hacia atras, mientras el tomaba mis senos con sus manos y se las llevó a la boca mamando mis pezones, tuve un orgasmo fuerte, como que cada vez que me enseñaba algo nuevo mis venidas eran más fuertes y duraderas.
Me acosté y dormi con mi coñito lleno de su esperma.
Cuando mamá regresó a casa, la fuimos a traer.
Ya encontró ya no una niña, sino una mujer con experiencia sexual.
Tuve relaciones con mi padrastro, pero fueron esporádicas, podía ser una vez al mes o una vez cada dos meses, el nunca me lo hizo si no había seguridad o peligro de ser sorprendidos.
Luego tuve novio, las relaciones con mi padrastro fueron ahora muy ocasionales.
De alli me fui a la universidad y viví en un albergue universitario y dejé de tener relaciones sexuales con mi padrastro por meses.
Si me preguntan si me gustaba estar con mi padrastro, le digo que en la cama él era muy detallista, siempre buscaba dar primero placer antes de recibir, pude compararlo cuando tuve sexo con mis novios.
Mis padres (mamá y padrastro) se separaron cuando tenía 21 años.
A los 22 me casé.
A los 23, mi esposo me pegó un puñetazo en el rostro a raíz de una pelea domestica, yo no llamé a mi mamá, sino a mi padrastro y el le dio un puñetazo a mi esposo que lo noqueo, me llevó a su departamento y esa noche tuvimos sexo duro de nuevo, me hizo el amor como en aquellos tiempos, hicimos de todo en la cama y dormí de nuevo con su esperma en mi cuquita.
Volví con mi esposo, cuando me pidió perdon, pero el daño ya estaba hecho, pues me veo con mi padrastro casi semanalmente y tenemos buen sexo.
Hasta ahora.
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