MI PADRASTRO ME COMPARTE CON SU AMIGO
El titulo lo dice todo .
El jueves 12 de septiembre del 2024 cuando terminé de lavar mis platos del desayuno subí a mi habitación y aun en bata, me recosté en mi cama. En la tarde del día anterior, mi padrastro me había dicho que me compartiría con sus amigos, y también me ha tomado tres fotografías bastantes intimas, no entiendo para que las fotografías si me tiene en vivo; y hoy, durante el desayuno me ha dicho que no valla a la escuela, que me tome el día aquí en casa y que tengo hasta las 6 de la tarde para decirle si es si quiero y no me he arrepentido sobre lo de sus amigos ya que, si no le escribo nada, vendrá uno de ellos para usarme de la misma forma que lo hace mi padrastro.
Con eso en mente, miro por la ventana; las persianas del vecino están cerradas, eso quiere decir que él está ahí, tal vez me esté mirando, tal vez no, pero solo la idea de que sus ojos están pendientes de mis movimientos hace que mi vagina de un pequeño apretón de excitación. Me levanto y dejo que mi bata caiga al suelo dejando mi cuerpo adolescente totalmente desnudo, y así camino hacia mi baño, para meterme bajo la regadera.
Al salir de la regadera, tomo una toalla limpia, me seco el cuerpo y con la toalla enredada en mi cuerpo para cubrir mi desnudes salgo del baño, y veo mi bata en el suelo, me quedo viéndola un par de segundos para dejar caer la toalla al suelo y levantar la bata para colocármela mientras salgo de mi habitación contoneando mi cuerpo.
Me la pase dos horas viendo televisión, sin dejar de pensar en lo que pasaría cuando callera la noche, cada que llegaba a mi mente la imagen del momento en que su amigo y yo estuviéramos de frente, mis rodillas comenzaban a temblar y mi respiración se hacía dificultosa, un miedo, nervios y vergüenza se apoderaban de mi cuerpo, pero cuando me imaginaba el momento en el que él estuviera dentro de mi pequeña vagina, todo era excitación y emoción, Supongo que este tipo de experiencias debe tener un poco de una cosa y un poco de otra cosa.
Un par de horas antes del medio día me levante y me fui a mi habitación, con nervios por la travesura de dejar arriba las persianas, deje en mi cama la bata y me puse un traje de baño de una pieza de color melón claro. Al salir por la puerta trasera de mi casa, lo primero que vi fue la playa privada del área residencial, caminé descalza para sentir la fina arena blanca hasta que unos metros después el agua azul cristalina chocara con mis pies. Para mi este era un día importante, tal vez igual de importante que mi primera vez, aunque tengo el miedo y la inseguridad son los sentimientos que dominan mi cuerpo, también sé que quiero vivir esta experiencia.
Llevo un par de horas entrando y saliendo del mar, flotando sobre el agua, nadando o simplemente parada, con el agua hasta el cuello. Mientras que nado a la orilla, a lo lejos veo a mi vecino sentado en su silla, en su patio trasero simulando tomar un vaso de jugo de naranja y mirando a la nada, pero se bien que está mirando cada movimiento de mi cuerpo, la forma en que se estiran mis músculos en cada brazada; cuando llego a la distancia correcta para poder salir caminando de en medio de las holas, hago que mis pies toquen el suelo, y haciendo que en cada paso, mi pie se posiciones frente a mi otro pie, salgo lentamente de en medio de las holas mientras mi cuerpo se contonea a cada paso que doy y mientras me acerco a la puerta trasera de mi casa, lo saludo extendiendo y sacudiendo mi mano por arriba de la cabeza a lo que él hace lo mismo, sin dejar de ver mi cuerpo húmedo y en traje de baño.
Después de comer un apechuga de pollo a la plancha con pepino cortado en ruedas y lechuga acompañado con jugo de arándanos me senté frente a mi IMac y me puse a explorar en Spotify. Mientras se está reproduciendo la canción de Bely Basarte – Matemáticas de la carne por mi mente pasaban dudas como ¿Le gustara mi cuerpo? ¿Qué tal si no soy en la cama lo que el busca? Cuando me vea por primera vez ¿Le daré una buena impresión? Y con esas preguntas jugando en mi mente decido que ya es momento de vestirme, así es que al ritmo de Bad Girl – Avril Lavigne, Marilyn Manson me pongo a bailar mientras me coloco mis pantys blancos, un short de mezclilla rosa y una playera blanca y así con pies descalzos sigo bailando, dejando que la música tome el control de mi cuerpo mientras que soy vagamente consciente de que las persianas están arriba y tal vez, desde su ventana, mi vecino ve la forma en que giro dando brinquitos, moviendo las caderas con una sonrisa en la boca mientras canto “I just wanna be your baby, You can fuck me, you can play me”
Cinco minutos antes para las 6 me senté en el centro de mi cama con las piernas cruzadas y con mi celular en las manos, veo como pasan los minutos en el reloj de la pantalla y a cada minuto y segundo que se acerca a las 6, sigo pensando en que es una grandiosa idea el que mi padrastro me comparta con sus amigos, pero los nervios y la inseguridad me hacen pensar que sería mejor mandarle un mensaje para cancelar todo; son las 5:59 y con todas las fuerzas de voluntad que puedo juntar escondo mi celular hasta el fondo del cajón de mi cama y salgo corriendo de mi habitación; al bajar y prender el televisor para poder entretenerme con una serie en NETFLIX y han pasado 5 minutos después de las 6; ya estaba hecho, ya no había vuelta atrás, esta noche seria usada por un hombre diferente. Media hora después salgo corriendo en busca de mi celular porque mi reloj que esta sincronizado me indica que tengo un mensaje de mi padrastro.
>> ¡Muy bien perrita! El que no me mandaras mensaje me dice que estas dispuesta a tomar tu posición como mujer y dejarte usar por quien yo te diga. En la mesa de tu cajón derecho de tu cama he metido algunos condones, quiero que siempre tengas presente que como mujer es tu deber y responsabilidad siempre tener condones para cuando el macho en turno quiera metértela. Yo sé que estarás pensando que conmigo no usas condón, y eso es verdad, recuerda lo siguiente que es de suma importancia. Yo y solo yo te puedo decir con quien te abres de piernas o solo le vas a hacer una mamada, solo yo te puedo decir a quien le das el culito y con quien si y con quien no podrás dejar que te la metan sin condón; en esta ocasión quiero que sea con condón; pórtate como una verdadera mujer y tus sacas el condón y se lo pones. Así es como se portan las mujeres y sobre todo las putas como tú. Se complaciente.
Yo me dirijo al otro cajón y al abrirlo hay una tira de 12 condones como si fueran paquetes de gomas de mascar de la marca Troya, tomo uno y me pongo a jugar con él para familiarizarme con este preservativo. ¿Porque me abra dicho todo eso?
Yo estoy en la cocina tomándome un vaso de agua bien fría cuando escucho que se abre y cierra la puerta de la cochera; cuando dejo el vaso sobre la mesa mi corazón está a mil por hora, ¿que se supone que tengo que hacer? ¿Voy a su encuentro o espero a que me llame? Y sin pensarlo dos veces salgo corriendo hacia mí habitación y cierro la puerta para recargarme en ella con las manos en el pecho respirando agitadamente por los nervios y por el esfuerzo físico de subir las escaleras a toda velocidad, miro las persianas que están arriba y presionando un botón en la pared las hago bajar porque supongo que en este lugar será donde me desnudare para el amigo de mi padrastro y no quiero miradas intrusas ni testigos indiscretos.
-¡puta ya estamos en casa! -escucho la voz de mi padrastro desde la sala. Respiro dos veces buscando concentración frente a la puerta antes de abrirla. Al bajar por las escaleras, veo a mi padrastro parado frente a otro hombre que está dándome la espalda; mi padrastro le hace una señal lo que aquel hombre entiende y da media vuelta para verme en el momento llego al final de la escalera; en ese momento mis rodillas las sentía como gelatina.
El hombre abre los ojos y una sonrisa se dibuja en su rostro, se nota que esta impresionado y feliz al verme.
-Eres muy hermosa – me dice cuando me paro frente a ellos dos, con los pies juntos, y mi mirada a mis dedos, no tengo fuerzas para verlos a los ojos- Es muy hermosa –repite, pero esta vez dirigiéndose a mi padrastro- está bien buena, mira nomas –dice mientras toma mi barbilla y la alza obligándome a mirarlo a la cara- en definitiva es un ángel caído del cielo- me toma de la mano y me hace dar una vuelta para admirar mi joven cuerpo- carajos, está bien buena.
El hombre toma su celular, y hace algunos movimientos que no puedo ver, pero lo hace a la velocidad de la luz, cuando termina y se guarda el celular en la bolsa interior de su traje de oficina me toma de la cintura y me jala para pegarme a su cuerpo, y mientras pega su nariz a mi cabello y lo huele con fuerza le dice a mi padrastro.
-Este hecho, puedes revisar tu cuenta.
-No hay problema, estamos en confianza; perrita, muéstrale tu habitación y pórtate bien con él.
-Si papi -¿Así nada más? ¿no me lo va a presentar? ¿ahora que se supone que tengo que hacer? Evitando pensar muchas cosas para no hacer algo indebido y aprovechando que aquel hombre me ha soltado, salgo corriendo rumbo a mi habitación, mientras escucho algunas risas de ellos.
Cuando llego a mi habitación me doy cuenta que he subido demasiado rápido pero solo tengo que esperar unos cuantos segundos para que el hombre entre cerrando la puerta detrás de él.
Por fin llego el momento de otra primera vez, ahí estamos los dos, parados en medio de mi habitación frente a frente. Yo veo como se pasa la lengua por los labios mientras sonríe; la forma en que mira mi cuerpo hace que agache la mirada hacia mis dedos, tratando de concentrarme que el nerviosismo se valla de paseo para que mis rodillas dejen de temblar. Por segunda vez me toma de la barbilla para obligarme a mirarlo.
-No tengas miedo pequeña zorra; yo sé que muy bien que quieres esto, que lo deseas –y sin más, pega sus labios con los míos, mordiendo, chupando, tomando todo loque él quiere sin recibir ninguna resistencia, mientras que yo, después de pasada la impresión de ese primer contacto, respondo a su beso de forma automática, esperando que no se me noten los nervios.
Al soltarme y quitándose el saco y la camisa, se dirige a mi cama para sentarse y así poder quitarse los zapatos –Ven aquí zorrita- me dice a lo que sumisamente obedezco. Él me toma de la cintura y me jala para que quede en medio de sus piernas.
Sin pedir permiso y sabiéndose el dueño de la situación, me desabrocha el botón de mi short y baja el cierre dejando al descubierto un fragmento de mi panty.
-Esto no lo necesitaremos –me dice mientras toma la parte inferior de mi playera y me la comienza a quitar haciéndome que alce las manos.
Cuando mi playera abandona mi cuerpo, aquel hombre no puede apartar la vista de mis senos, y mientras se pasa la lengua por los labios susurra un “Carajos, que sabrosa” me toma de la cintura y me jala hacia él para tomar mi pezón con sus labios.
-haaaammmmMMMMMmmm –suelto un gemido por la forma de tomar mis pezones.
Siento sus labios chupando, apretando y jalando mi seno lo que me hace soltar unos gemidos queditos, delicados, sutiles lo que creo que a él le gusta porque siento su sonrisa pegada a mi piel sin soltar mi cintura.
-¿Quién dice que los senos no tienen sabor? Que rico, sabes a nata –su comentario me hace pensar que soy la primera mujer que tiene un sabor en esa parte del cuerpo y saber que a él le ha gustado me hace sonreír mientras sigo gimiendo delicadamente ante sus caricias bucales. Mientras pasa de un seno a otro, con sus manos toma la orilla de mi short y de mi panty para bajarla lentamente hasta dejarla caer. Con un sonoro chupetón en mi pezón se separa de mí, y ligeramente me empuja hacia atrás para admirarme totalmente desnuda.
-Putamadre, estas bien buena zorrita –me dice mirando mi cuerpo de arriba abajo, de un lado a otro; y mientras me hace girar para su deleite me pregunta- ¿qué edad tienes? – al decirle mi edad abre los ojos sorprendido- cuando me dijo tu padrastro tú edad no creí, aunque, si; tienes cuerpo de mujer, pero aun tienes carita de niña inocente, una combinación embriagadora.
-De verdad le gusto –le digo con una sonrisa tímida en la cara.
-Carajos, lo mejor que he visto, las fotos no te hacen justicia – ¿Las fotos? Sin dejarme reaccionar ante su comentario se pone de pie- vamos zorrita, muéstrame lo que sabes hacer- me dice mirándome desde su altura –vamos, chúpamela y déjamela bien húmeda para metértela rico.
Mientras mis rodillas tocaban el suelo, mi corazón latía a mil por hora por la emoción de estar a unos segundos de ver una segunda verga en vivo. Con impaciencia mis manos desataron su cinturón, abrieron el botón del pantalón y bajaron el cierre acompañado de una sonrisa en mi rostro y miradas traviesas hacia el hombre que tenía enfrente. Recuerdo perfectamente que metí mi mano derecha debajo de su ropa interior negra; sentí inmediatamente su calor, su piel tersa cubriendo una dura barra de hierro de hombre; con mi otra mano bajé el canoncillo para sacar su hombría con cuidado y al mirarla se me iluminaron los ojos. Era gorda, un poco morena, con venas resaltadas en un color verde azulado; al tomarla con las dos manos jale su piel hacia atrás para descubrir su cabeza de un color rosa algo oscura, una verga hermosa, ligeramente curva hacia abajo. Una cachorra imaginaria en mi hombro brincaba de felicidad mientras me yo me pasaba la lengua por los labios sin poder dejar de sonreír, abrí la boca y saqué la lengua, para dejar que su verga descansara en ella, para poder sentir su calor y su peso; mientras una mano sostenía su barra de carne, la otra fue directamente a sus bolas; unas bolas grandes, pesadas, seguramente llenas de leche de hombre; lentamente la fui metiendo en mi boca sin dejar de mirar con ojos divertidos al segundo hombre en mi vida.
Su verga entraba y salía de mi adolescente boca a un ritmo lento; mi boca rápidamente se llenó de su sabor, algo indescriptible, hago hermoso; mis labios a cada salida apretaban esa barra de carne al mismo tiempo que mi lengua acariciaba la cabeza para después entrar de nuevo hasta el fondo. Un jadeo de macho feliz me dio la señal de que estaba haciendo un buen trabajo, pero cuando él susurro –Eso es, así- no pude evitar sonreír con la verga dentro de mi boca.
Saque su verga de mi boca totalmente bañada en mi saliva, un hilo de líquido preseminal unía mi labio inferior con la punta de su hombría y sin dejar de masturbarlo, alce la verga al cielo para mirar mejor sus huevos y sonriendo me acerque a ellos, primero metí uno en mi boca y lo chupe con ternura, después pase al otro para hacer lo mismo, también use mi lengua para acariciarlos, para sentir como se contraían con cada lengüetazo para después meterme su verga rápidamente en mi boca.
Aquel hombre, me tomo de los brazos y me hizo que me pusiera de pie, y tomándome de la cintura con una mano y con la otra acariciando mir ostro son sus nudillos me dijo- Eres hermosa, la puta más hermosa que he viso, ya quiero metértela- me dio una nalgada y me dirigió a la cama. Rápidamente me estiré hasta alcanzar el cajón, abrirlo y sacar un condón, yo quise girarme para abrirme de piernas, pero el me detuvo con una mano en mi espalda, y así, él se acostó a un lado de mí dejándome boca abajo.
-Pero que buen culo tienes –me dice con una nalgada que me hace brincar y sonreír como si fuera una travesura –puta madre, que buena estas –me dice acariciando y dando de nalgadas a mi culito.
Con un poco de brusquedad y desesperación, me arrebato de las manos el condón, me tomo de la cintura y me jalo hacia arriba para colocarme en cuatro y mientras escuchaba como se rompía la envoltura, yo miraba hacia el frente, expectante porque ya había llegado el momento de tener a un segundo hombre dentro de mi cuerpo. Una ola de inseguridades me golpeo con fuerza mientras caía frente a mí la envoltura del condón, ¿Realmente le he gustado tanto o solo lo está diciendo por quedar bien conmigo? ¿Le gustara mi vagina? ¿Estará lo suficientemente húmeda? ¿que se supone que tengo que hacer ahora?
Mi cuerpo tembló en un escalofrió placentero al sentir el calor de la punta de su verga en medio de mis labios vaginales; con mis monos aprete la tela de la cama y aprete los ojos preparándome para una incursión violenta, pero para mi sorpresa, fue lento, muy lento.
Con las dos manos me sostenía con fuerza de mi cadera, mientras empujaba lentamente su verga en mi pequeña vagina, mientras yo soltaba un gemido agonizante, escuchaba su respiración agitada, como haciendo un esfuerzo; yo sentía como los labios de mi vagina se estiraban y un ligero ardor acompañaba la intrusión de su carne.
-PUTAAAAA MAADDDRREEEE.. -Dijo apretando los dientes- estas muy apretada- dejo su verga solo con la mitad adentro, apretó con fuerza mi cadera, respiro profundamente dos veces y con fuerza me jalo hacia él al mismo tiempo que empujaba su verga- ¡puta madreeee!
-HAAAAAAYYYY –me queje de dolor.
Por fortuna se quedó quieto, lo suficiente para que mi cuerpo se acostumbrara a esté nuevo intruso.
-uuufff.. Carajos. Que rico, hasta parece que tu coño es una mano húmeda jajajaja.. ¿No tiene mucho que te estrenaron verdad? – me dice al momento que me da una nalgada y comienza a sacar su verga hasta dejar solo la punta entre mis labios vaginales, esperar un par de segundos y meterla lentamente y sin detenerse hasta llegar al fondo, y así comenzó a entrar y salir.
Sus embestidas comenzaron lentamente a subir de velocidad y fuerza, mi cuerpo se movía de adelante y hacia atrás por sus empujones, mis gemidos de placer no dejaron de salir.
-que buena concha tienes niña estúpida haaaaagggrgrgrgr –me decía entre nalgadas.
A mí me hubiera gustado responder algo, pero no sabía que decir, y no podía decir nada porque no dejaba de gemir y gemir. Con sus dos mansos me tomo de los hombros, y sin piedad alguna comenzó a usar mi cuerpo con fuerza, con rapidez. Mi cuerpo reacciono con un poco de molestia, pero también el placer aumento haciéndome temblar y explotar en un orgasmo.
-haaaaaaaa haaaaaaaa haaaaaaaaa haaaaaaaaa!!!!!! HAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!- Mientras de mi boca salían gemidos y mi cuerpo temblaba por el orgasmo; el mundo a mi alrededor comenzó a nublarse por el placer, a lo lejos, escuche un “puta aprietas rico” para después sentir como el cuerpo de aquel hombre caía enzima de mi mientras su verga se hacía más gorda dentro de mi vagina adolescente y podía sentir como salía leche para ser atrapada en el condón. Mi cuerpo ya no pudo más, y me deje caer en la cama, y el me acompaño, dejando caer su cuerpo encima del mío sin sacar la verga de mi vagina.
¿le habrá gustado mi cuerpo? Dijo que estaba estrecha y lo dijo de una forma que creo que le gusto ¿Si le abra gustado mi vagina? ¿que se supone que tengo que hacer ahora? Esos pensamientos recorrían mi cuerpo cuando la realidad llego a mí; el peso y el calor de su cuerpo encima de mí me hacían cada vez más difícil la tarea de respirar, pero no me quise mover, no sabía si sería correcto interrumpir sus últimos espasmos de placer; pero su peso era demasiado y estaba a punto de pedir que me dejara respirar, pero afortunadamente él se levantó antes de que yo dijera algo.
Mientras yo miraba hacia el techo intentando hacer que mi respiración regresara a la normalidad, aquel hombre no dejaba de decirme lo buena que estaba, lo estrecha de mi vagina; sonreí de felicidad cuando me dijo “Eres una puta zorra formidable” El se quito el condon, le hizo un nudo y me lo enseño, muy pero muy serca de mi rostro, un globo lleno de leche de hombre.
-Mira lo que provocas –me dijo balanceándolo cerca de mi sonriente rostro- Tomalo, guardalo como recuerdo.
Lo tome con delicadeza por miedo a que se rompiera, y con curiosidad lo estudie, lo aprete para sentir la densidad de su leche mientras pensaba que me hubiera gustado sentir todo ese liquido de amor dentro de mi vagina. Con mucho cuidado abrí mi cajo y lo guardé.
El espero a que me recostara de nuevo y sin pedir permiso, se apodero de mis senos con sus labios. Como mi cuerpo estaba super sensible, no pude evitar soltar gemidos mientras metía mis dedos entre su cabello, mi cuerpo se retorcía con cada lengüetazo o mordida en mis pezones, y cuando los chupaba como bebé hacía que mi espalda se arqueara. Mientras usaba su boca para saborear mis senos, su mano libre recorría todo mi cuerpo haciéndome cosquillas, arrancándome corrientes de placer, pero cuando todo se puso más intenso y no pude evitar soltar un fuerte gemido fue cuando metió su dedo medio en mi vagina.
-haaaaAAAAAAAAAAAAA!!!!!
-Esta rica mamita mmmMMMMmmm muy rica. Puta madre que rápido me la has puesto dura- tomo mi mano y la llevo a su hombría que estaba más caliente, aun resbalosa por mis jugos y dura como el hierro- mira nomas lo que provocas pinche putita, me las has puesto dura muy rápido, vamos, móntate mamita, móntate.
El dejo que me enderezara y con rapidez metió una mano en el cajón de los condones y saco uno, me lo aventó diciéndome –vamos, me muero de ganas de estar dentro de ti- mientras se recostaba con los brazos detrás de la cabeza, cómodo, sintiéndose dueño de la situación.
Saqué el condón de su envoltorio, lo acomodé con mucha delicadeza en la punta de su verga y lo fui bajando con las dos manos, estirándolo hasta llegar a su base, cuando estuve contenta con mi tarea lo busqué con su mirada para saber si él estaba a gusto, pero me lo encontré con los ojos cerrados, con una sonrisa en la boca disfrutando de mis caricias vergales. Me acomode encima de él con una pierna a cada lado de su cuerpo, incline mi cuerpo hacia él para poder meter mi mano por en medio de mis piernas, y así tomar su verga y colocarla en medio de mis labios vaginales; de nueva cuenta lo busque con la mirada, pero el seguía con los ojos cerrados y con un ligero jadeo al sentir con su punta mi vagina. En un par de segundo, pasaron mil sentimientos por mi mente, me setía feliz de estar en la cama con otro hombre que no fuera mi padrastro, esto es algo con lo que habia fantaseado mucho tiempo, me sentia feliz porque el aquél hombre estaba disfrutando con mi cuerpo, y sin pensarlo dos veces, acerque mis labios a los suyos y lo bese tiernamente, con un amor y devoción por la hermosa experiencia que estaba sintiendo, lo bese mientras dejaba que mi culito fuera bajando, enterrándome sola su verga, hasta el fondo de mi pequeña vagina adolescente.
El respondió a mi beso, y sus manos se engancharon a mi cintura y yo comencé a moverme de adelante hacia atrás. Mientras los dos gemíamos de placer sus manos recorrían todo mi cuerpo, sentía sus manos en mis nalgas, sus dedos acariciando mi entrada trasera, en otros momentos sentía sus manos en mis piernas o espalda, me daba nalgadas para que me moviera más rápido o me tía sus dedos entre mi cabello.
El placer que estaba sintiendo por tenerlo hasta el fondo de mi cuerpo hizo que me enderezara y el aprovecho para tomar con sus dos manos mis senos y apretarlos y masajearlos. Yo comencé a subir y bajar, cada vez con más fuerza, cada vez con más desesperación y mirando al cielo, tome sus manos con las mías mientras el seguía aprontando mis senos y me deje ir en un placentero orgasmo y un fuerte gemido, un gemido que sin palabras le daba las gracias por dejar que le diera placer.
El orgasmo me dejo sin fuerzas y me deje caer sobre aquel hombre, pero el me tomo de la cintura y comenzó a mover la suya haciendo que entrara y saliera su verga de mi vagina, mi frente estaba pegada a la suya, nuestras miradas se encontraron, y así, gimiendo los dos, el llego al orgasmo, sus embestidas hicieron que yo llegara rápidamente a otro.
Cuando pude reaccionar, yo estaba acostada, con las piernas ligeramente abiertas y respirando agitadamente. Aquel hombre estaba terminando de vestirse, me miro sonriente.
-Putita –me dice sentado a un lado de mí, metiéndome dos dedos en mi vagina que me provocaron un escalofrió y un gemido- te voy a extrañar, pronto voy a regresar por más.
Y así, él salió de mi habitación. No pasaron más de tres o 4 minutos cuando la puerta de mi habitación se abrió de nuevo; yo aún estaba con la respiración agitada y ligeramente desorientada, mi padrastro entro y se dirigió a mí desabrochando su pantalón, me tomo de los tobillos y me abrió las piernas. Yo lo miraba con los ojos abiertos y un poco asustada, me lo iba a meter sin tener en cuenta que apenas unos minutos a tras tenía a su amigo dentro de mí.
-HAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYY DUELE!!!..
-CALLATE PUTA, HAAAAAAAAA SSSSIII MAMITA SIIII… -me dice al momento que grito por la fuerte metida de verga que me dio.
-PAPI.. DUELEEEEE.. DESPACIO –le digo mientras el entra y sale de mi cuerpo con fuerza
-HASTA LA COCINA SE ESCUCHARON TUS GEMIDOS Y ESTOY MUY CALIENTE PUTA ZORRA, HAAAAAAAA SIIIII ESTO SERA RAPIDO PIRUJA.
Y si, fue rápido, después de unos agonizantes minutos se corrió con fuerza dentro de mi vagina llenándome con su líquido, mientras sentía como su caliente y espesa leche me llenaba mi cuerpo reacciono en otro adolorido orgasmo, sin duda alguna es mucho mejor sin condón.
Esa noche mi padrastro me dejo descansar unos minutos, nos metimos a bañar juntos y me llevo a su cama para usarme de nuevo, y al final, cuando él ya estaba durmiendo, yo acariciaba mi vagina tiernamente sintiendo como salía la leche de mi padrastro yo recordaba la forma en que uso mi cuerpo su amigo y solo pida pensar en “Quiero repetirlo lo más rápido posible”
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!