mi pequeña Nicol (ultima parte)
Yo les ofrecía un primer plano de lo que hacía, cuando elevaba mi mirada, veía las dos caritas, confundidas y deseosas.
¿TE GUSTA? – le pregunto Graciela, mientras nicol recibía mi lengua
-SIIIIIIIIIII. Casi gritando respondió Nicol.
Yo les ofrecía un primer plano de lo que hacía, cuando elevaba mi mirada, veía las dos caritas, confundidas y deseosas. Apliqué mi dedo medio en la rajita de mi novia, la empecé a follar con mi dedo y mi lengua hacia lo suyo en el clítoris. Nicol se retorcía de placer, creo que el morbo que sus hermanas menores le estén mirando aumentaba su clímax. Yo seguía impetuoso por demostrar mi hombría a las pequeñas ninfas, y cuando por fin, mi esfuerzo daba frutos. Nicol empezó a dar señas de su orgasmo. Graciela se acerco para ver mejor a la escena, lo que aproveche, le atraje hacia mi he hice el intento de bajarle el buzo que traía, a lo que Graciela colaboro rápidamente, seque mi dedo de la vaginita de Nicol y empecé a masturbar a Graciela con mi mano derecha mientras mi izquierda hacia los últimos esfuerzos en Nicol.
No tardo nicol en llegar a su orgasmo, levantando las caderas y atrapando con todas sus fuerzas mi mano, la carita de Raquel era un poema, mientras que Graciela, tenia los ojos cerrados y disfrutaba la sobada que le estaba propinando.
Con mi mano izquierda levante de la cadera a Nicol, la acomode mejor en la cama para que descanse, e inmediatamente me concentre en Graciela, quien tenia aprisionado mi mano entre sus piernas, hice el gesto para que se echara en la cama, al lado de su hermana y me entendió, colaboró rápidamente, se puso en la misma posición de Nicol, sin mediar palabra entre los dos, empecé mi cometido, con pequeñas lamidas al principio, acelerando después. Al igual que nicol, Graciela poso sus manos en mi cabeza, como para no salir de allí. Yo ya estaba a frenético con mis lamidas, intenté meter mi dedo medio en su vaginita, pero se quejaba, por lo que lo hice con el meñique, este si entro todo y frote por dentro su vaginita, esto la desenfreno, empezó a gemir tal cual su hermana y empezó un movimiento de cadera, le llevo unos minutos a llegar un orgasmo, algo desconocido para ella, pero lo hizo muy bien.
Yo estaba cansado, fue un esfuerzo delicioso el hacer llegar a mis dos ninfas. Sin embargo me faltaba la mas pequeña, que al darme cuenta se estaba sacando el short y subía a la cama por el otro extremo y se posicionó solita, raudamente fui a atenderla, a diferencia de las dos mayores, la vaginita de ella era solo una rayita, totalmente cerrada, mas sedoso, mas hinchadito, me apodere de ella tenia un sabor mas acido con ambas manos intente abrir, para descubrir su pequeño clítoris y allí me concentré, imposible meter un dedo dentro, solo lamia y succionaba hasta que me canse, mentira decir que ella logro un orgasmo, sin embargo reía y decía ay, ay reía y así. Hasta que la deje porque ya no sentía mi lengua y me eché en medio las tres, abracé a mi novia y le dije: – Me hiciste el hombre más feliz del mundo.
Después de descansar un poco mas hicimos el desayuno y recién despertaron al nene. Fue Graciela la que fue a eso de las 11 de la mañana a ver si su madre seguía con los AMIGOS.
Al volver nos conto que la madre, estaba durmiendo con un amigo y los otros dos no estaban, también que no estaba su pequeño televisor (se lo habían robado), se quedaron tristes. Este evento fue que desencadeno mi vida futura.
Desde ese entonces, apenas la madre salía, todos los hermanos se dirigían cautelosos a mi pequeño departamento, donde los primeros días, después de hacer unos pequeños trabajos afuera (arreglando computadora e instalando programas). Llegaba con el almuerzo y liego me encerraba con mi novia. En mi habitación.
Paso una semana, me Moria por hacer el amor con Graciela, pero no quería forzar la situación, sabia que se daría, porque ella era cariñosa conmigo, abrazos de más, besos cerca a mis labios, roces exagerados, y otras señas, por mi parte cada que podía le daba un apretón de nalgas o besos cerca al oído.
Hasta que por fin, – Graciela quiere hacer el amor contigo. Me dijo preocupada, Nicol.
-Ah… si… ¿y tu que piensas? Le pregunte.
-Que no vas a querer.
-Y si te digo que si quiero. Le dije sonriente.
– De verdad? Su alegría me asombro, porque ellas pensaban que yo no quería, porque la vez que estuvimos los tres yo no intente penetrarla.
Me hice al hombre buena gente, y acepté. El plan era que Raquel se quedara viendo tv con el nene, y Nicol Graciela y yo encerrados en el cuarto y que por nada nos interrumpan.
Vestí a mis neas exquisitamente, con medias de encaje hasta medio muslo, un hilo negro con tirantes, una portaliga negro y una vincha de gatita. Se veían excitantes, para eso me tome mi confiable pastilla azul, quería estar con todo, para tomar mi primer virgo a mis 40.
Después de la sesión de besos y sexo oral, lego el primer intento, puse de lado a Graciela con una pierna flexionada, intente pero no pude, ella se quejaba de dolor y la cabeza como que no cabía en la pequeña y virginal entrada.
Tome mi lubricante en aceite, le puse al borde de la cama, me comí su vaginita y cuando vi que se retorcía de placer unte el aceite el su entrada y en mi glande, rápido coloque mi pene de piedra en su entrada y por fin la cabeza ingreso, nos quedamos quietos, Graciela cerro los ojos porque sentía dolor, acomode un poco mejor a Graciela, le dije que metiera algo en su boca, ella así lo hizo, y por fin, la sujete bien de la cintura y le empuje media verga, quien entro cual ariete, rompiendo tod a su paso. El ajuste que sentí, JAMAS podre olvidar, un ajuste indescriptible, con una sensación divina. Como si lo mas suave del mundo te apretara con toda fuerza, Graciela solo sentía dolor, me quede quieto con un poco mas de media verga adentro, un poco mas de lubricante, espere que se deje de quejar y se la ensarte toda, Graciela se trataba de zafar, pero ya era muy tarde, mordía fuerte creo un calcetín, y lágrimas salían de sus ojos. Paso como dos minutos de sufrimiento, me acerque como pude a sus labios, le saque lo que mordía y la empecé a besar y consolar- Ya mi vida, ya paso.
Mi verga seguía totalmente tiesa. Nicol miraba todo en primer plano y también consolaba a su hermana. – Ya, ya ese dolor nunca mas lo sentirás, ahora te gustara.
Poco a poco empecé con el vaivén, que placer, que sensación, mirando la carita de sufrimiento de Graciela, aumenté la velocidad, y era lento pero firme mis arremetidas, cuando sentía que ya quería venirme, lo pausaba, quería que durara por siempre, pero la realidad no duro ni 5 minutos. La estrechez, la carita, la ropa, el entorno excitante, fue inevitable la venida apoteósica en 5 minutos. La llene de 4 descargas potentes, veía que ya no sentía dolor, que empezaba a disfrutarlo, por ultimo se la introduje toda y así, totalmente al tope mi pene daba sus ultimas escupidas. la cargue y la llene de besos, la puse con cuidado en la cama y me fui por Nicol, quien en silencio miro todo es espectáculo.
Di mi segunda descarga en Nicol, y la tercera fue para Graciela, pero no por su vaginita, porque estaba totalmente adolorida, pero su boquita fue la hizo el trabajo.
……..
Pasaron ya 8 meses de que conocí a mis hermosas ninfas. Lo inevitable llego, ya eran tres días que la madre no aparecía. Paso una Semana, un mes y no hubo noticias. Los hermanos no tenían familiares y se quedaron conmigo, abandonaron su departamento, en el mismo edificio, alquile uno mas grande, por si volvía la madre. El hecho es que nunca apareció.
Después de 4 meses, metí a estudiar a los 4, tratando que se nivelaran.
Después del segundo año de desaparecida la madre, decidimos mudarnos a otro lugar, el pequeño Mario y Raquel me decían papá. Vivimos como familia. Después de 15 años, La enfermera Nicol a sus 26 se casó con un médico, sin embargo, siempre viene por su dosis de amor conmigo.
La abogada Graciela de 25 años, entraba a su primer trabajo en una fiscalía pública. Aún vivía conmigo y la estudiante de medicina – en su último año – Raquel y mi hijo Mario de 21 me supero en los conocimientos de computación, e iba por su segunda especialización técnica.
Desvirgué a Raquel, a sus diez años. Las tres son mis amantes, nunca más volví a estar con una niña, fueron las tres las únicas. Nuestro amor se quedo dentro de casa. Nicol no quería dejarme, pero le dije que mientras tenga fuerzas, seguiría cuidando de ellas.
Wow, qué excitante historia y a la vez llena de amor!
Excelente muy excitante y con morbo. Espero mas relatos.
Estuve en la exitacion maxima en todo el relato, muy bueno.
Que envidia me dan algunos jaja.
Alguien por aqui sabe donde o algun telegram donde se pueda graficar mas esto.
Saludos.
Delicioso relato maravilloso, hermoso el acto que tuviste, esperemos tener mas historias tuyas que son las mejores
Bonita historia, no sólo por excitante del relato, sino también por el emotivo final…