MI PRIMA ERIKA
La defiendo de un acosador y ella me entrega su amor .
Erika es mi prima hermana, nos criamos juntos, siempre nos contábamos todo, siempre nos ayudamos en todo.
Todo esto pasó cuando teníamos 16 años, casi siempre me quedaba en su casa o a veces ella en la mía, total vivimos cerca, a tres calles para ser exactos.
Cierto día hubo un inconveniente en el colegio, justo cuando yo salía un idiota estaba molestando a mi prima y yo le recriminé, casi nos vamos a los golpes, pero no llegó a mayores, nos fuimos caminando y me agradeció que por fin haya puesto en su lugar a ese tarado, ella me contó que siempre la andaba molestando pero que esta vez sí se pasó, le pregunté qué es lo que había pasado, pero ella no me quería contar, tanto insistí que por fin me contó:
Es que él siempre me anda diciendo que le gusta mis senos, que estoy muy rica y me da cólera
– JAJAJAJA oye prima, pero mentiras no dijo
Oye, no te pases pues, se supone que eres mi primo
– Si, pero te repito, mentiras no dijo
Ya, mejor vete a tu casa
Nos despedimos y me fui pensando en mi prima, de verdad estaba muy rica, Erika es trigueña, cabello ondulado, labios gruesos, senos deliciosos y un culo demasiado hermoso, Pero lo que más me gusta es su sonrisa, mentira, lo que más me gusta es su culo en forma de corazón.
Los días pasaron y Erika me escribía para todo, pero una noche me preguntó:
Oye, en verdad ese idiota no dijo mentiras?
– Claro prima, estás muy buena
Ya pues estoy hablando en serio
– Yo también
Ya dime la verdad, que te gusta de mi
– Pues eres una chica linda, me gusta tu sonrisa etc
Nada más?
– Está bien, te lo voy a decir, o mejor dicho me voy a confesar, hace tiempo me gustas y mucho
Oye espera…..
– Que pasó?
Nada sigue
– Bueno, me gustas mucho, tienes un cuerpo muy lindo y ni que decir de tus labios, muchas veces al verte dormida me daban ganas de robarte un beso
Y porque no lo hiciste?
– Tengo miedo que reacciones mal
Y ahí terminó la conversación, por más que le escribí no respondió.
Al siguiente día fui a su casa a buscarla, pero mi tía me dijo que ya había salido al colegio, me fui rápido para alcanzarla y nada.
Ya en el recreo por fin la encontré y apenas me vio me regaló una enorme sonrisa, me acerqué la tomé de la mano y la llevé a un lado
– Porque no me respondiste ayer?
No sé, pasaron mil cosas por mi cabeza, te parece si conversamos a la salida?
– Está bien
La hora de la salida se me hizo un mundo, apenas sonó el timbre salí corriendo en su búsqueda, esperé que se despida de sus amigas que me miraban como si supieran algo, llegó y nos fuimos caminando.
– Ya, ahora sí dime qué pasó ayer?
No sé, todo fue muy extraño, estaba sorprendida
– Te molestó que te digas esas cosas?
No, al contrario (se comenzó a reír)
– Entonces no entiendo nada
Ya, mira, lo que pasa es que también me gustas y no sé o sabía que los dos nos gustábamos, o debe ser que como siempre estamos juntos talvez lo estemos confundiendo, no sé
– Mírame y dime … Te gusto?
Ella me miró con la mirada más tierna del mundo y me dijo que sí, casi enseguida sin importar la gente nos besamos, ella estaba súper nerviosa y yo también, el silencio nos inundó y seguimos caminando, yo rompí el hielo y le pregunté de sus cursos y los exámenes que estaban pronto, por fin llegamos a su casa y nos despedimos con solo un chau.
Después de eso no volvimos a tocar el tema, pero llegó el cumple de su mejor amiga y me pidió que la acompañe, así fue, la fiesta estaba muy bien, bailamos, bebimos, ella solo un poco ya que mi tía la cuida mucho, en cambio yo sí tomé un poco más, faltaba media hora para irnos y entonces me dice:
Hoy te quedas en mi casa?
– No sé si mi tía quiera
Si va a querer, quédate
– Está bien
Llegó la hora de irnos y pedí un taxi, ya en el taxi fue ella quien tomó la iniciativa y me besó, fueron los besos más ricos que me dieron, nuestras lenguas se entregaron, mis manos acariciaron sus senos y ella soltó algunos gemidos, muy suaves que me pusieron a mil, no quería que el carro llegara a su casa, pero llegamos, al entrar mi tía nos estaba esperando, en eso Erika le dice :
Mami creo que es muy tarde para que se vaya a su casa
– No hijo, anda a tu casa, de acá yo te voy a ver.
Si tía yo me voy nomás, me despedí y me fui algo molesto.
Al llegar a casa lo primero que hice fue escribirle a mi prima avisando que ya estaba dentro, ella me respondió con una foto donde se estaba cambiando, luego me escribió y me dijo que le había gustado mucho lo que pasó en el taxi y lamentaba que no me pudiera quedar a dormir en su casa.
Los días pasaron y cada vez nos escribíamos más, ya habíamos pasado a fotos y eso, hasta que un día lamentablemente mi abuelo se puso grave y lo internaron, entre mis tios se turnaron para cuidarlo en el hospital y cuando le tocó a mi tia Erika se quedó sola en su casa y ella me pidió que la acompañe, lógicamente acepté.
Esa noche llegué cerca de la 10 de la noche, llevé pizza y chocolates que sabía que a ella le gustaba, yo sabía que esa noche no pasaría nada ya que estábamos muy tristes por lo de mi abuelo, calentamos la pizza y mientras jugamos casino íbamos conversando, la noche era muy fría, nos aburrimos de jugar y pusimos una película, sacamos una frazada y nos sentamos en el mueble, ella puso su cabeza en mi hombro y yo la abrace, en eso nos pusimos a recordar cosas de niños cuando el abuelo nos llevaba al parque o cuando nos daba regalos, la película terminó y ya era muy tarde y decidimos dormir, pero yo tenía que salir de ahí muy temprano ya que mi tía no sabía que yo estaba ahí, nos quedamos dormidos ahí en el mueble, yo estaba sentado y ella echada sobre mis piernas, habrá pasado una hora desde que nos dormimos y me desperté, al verla dormida me dieron ganas de besarla, de acariciarla, en eso escucho que llega mi tía, me asusté y desperté a mi prima y le dije: TU MAMÁ, ella solo atinó a decirme que me meta a su cuarto, como pude me escondí debajo de su cama, mi tía entró y alcancé a escuchar:
Por qué estás acá en la sala?
– Estaba viendo una película y me quedé dormida
Estuviste comiendo pizza?
– Si, me pedí una
Y solita comiste todo, que barbaridad contigo, ya vete a dormir
– Está bien mami, hasta más tarde
Erika entró, cerró la puerta con seguro y se agachó para decirme que salga en silencio, yo estaba súper asustado porque si mi tía me encuentra se arma la pelea familiar, ella es muy celosa, me quedé sentado en el piso hasta esperar que más o menos mi tía se duerma, al menos eso pensamos, Erika puso una colcha en el piso y nos acostamos, cuando de pronto escuchamos que mi tía sale de su cuarto abre la puerta y hace pasar a alguien, era su nueva pareja, estuvieron conversando en la sala, creo que estaban tomando algo, en eso un silencio inundó toda la casa y le dije a mi prima:
Creo que están follando
– Cállate
Están calladitos
Ellos pasaron al dormitorio, pusieron seguro, prendieron la tv para que Erika no escuche nada, nos reímos, solo bastó un segundo para besarnos, yo quería follar a mi prima, mis manos acariciaron sus piernas, su espalda, pero cuando quise meter mis manos en sus senos ella me los sacó, en eso escuchamos unos movimientos de cama y seguido unos gemidos que la verdad a mí me puso muy caliente, Erika sonrió y nos quedamos mudos, yo no pude más y tomé la iniciativa, poco a poco nos fuimos desnudando, Erika solo se dejó llevar, hice todo lo que quise, le chupé los senos hasta decir basta, sus gemidos eran ricos, no podíamos hacer bulla, pero lo hicimos, erika me regaló su virginidad, la penetré muy despacio, estuvo tan mojada que ayudó a que pueda metérsela toda, no les voy a negar que hubiera querido follar a mi prima como un animal, pero no se podía, después de un rato de estar besándola y metiéndole pinga nos vinimos juntos, fue la sensación más tierna y linda de la vida
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