Mi primera pijamada a los 9 años no fue como esperaba
Confesiones de Maholys, número 4.
Hola de nuevo, soy Maholys, les recomiendo que lean mi anterior relato de cuando se lo mame a varios chicos del liceo, para que estén en contexto.
Después de lo ocurrido en el liceo ya no salía, me la pasaba de mal humor, trataba mal a mis hermanos, ya no disfrutaba las comiquitas que antes veía, mi mamá lo empezó a notar y me preguntó qué me pasaba, yo le respondía secamente que «nada». Era frustrante, acababa de sufrir una experiencia traumática a mis 9 años y no le podía contar a nadie, no me podía desahogar, con las únicas que podía hablar era con Dulce y sus amigas pero yo estaba molesta con ellas, pensaba que su plan siempre fue que los muchachos se aprovecharan de mí.
Así estuve unos cuantos días, hasta que Nicole, mi mejor amiga de la escuela, me fue a visitar. Su mamá iba a inscribir al hermano en el liceo y ella aprovechó de venir a visitarme ya que yo vivo al frente del liceo. Tenía un mes sin verla ya que estábamos de vacaciones. Fue la primera vez que sonreí desde aquél incidente. Quería contarle lo que me había pasado, pero no sabía cómo, tampoco quería que mi mamá escuchara. La buena noticia era que me fue a invitar a una pijamada en su casa. Le pidió permiso a mi mamá, para que me dejara ir. Mi mamá dudó pero terminó aceptando, le dijo que tal vez así se me quitara la amargura. Fui a buscar mi ropa de dormir, la metí en un bolso y me fui con mi amiga Nicole y su mamá. El día transcurrió normal, hablaba con Nicole de cosas de niña, de cómo iban mis vacaciones. La verdad no tenía valor de contarle, no quería que me viera como una perra.
En la tarde llegaron las demás niñas, dos eran compañeras de clases mías, y la otra era Andrea, una prima de Nicole, todas tenían 10 años, Andrea tenía 11, y yo estaba a una semana de cumplir los 10 años.
Al anochecer nos fuimos al cuarto de mi amiga, era grande, ahí estaban dos colchones pegados en el piso y la cama de Nicole, tenía una televisión bien grande. Después de hablar un rato de cosas sin importancia nos acostamos en los colchones y nos pusimos a ver películas con la luz apagada. Era como estar en el cine, como a las 9:30 vino la mamá de Nicole, vino a decir que se iba a dormir, y que no nos desveláramos. Después de una hora, cuando terminó la película, Nicole fue a cerciorarse que todos estaban dormidos. Volvió y apagó la tele y le dijo a su prima:
—¿Trajiste el video?
—Sí, lo tengo en el teléfono —respondió Andrea.
—¿Qué video? —pregunté.
—El video que le hicieron a Jessica —contestó Nicole.
—¿Qué Jessica?
—Jessica, la que fue reina de la escuela el año pasado.
—¡Aaa ya!, ¿Y de qué es el video?
—¿Qué no sabes?
—No ¿De qué es?
Vanessa, que era mi compañera de clase junto a Valeria y Nicole dijo:
—A Jessica su novio la grabó desnuda mientras hacían el amor, después lo subió a YouTube.
—Yo intenté verlo —comento Valeria—pero cuando lo iba a reproducir, salía un mensaje que decía que el video no se podía ver.
—Entonces… ¿Cómo tú tienes el video? —le pregunte a Andrea.
—Mi hermano lo descargó antes que lo quitaran, y yo me lo pase de su teléfono sin que se diera cuenta.
—¡Ponlo para que todas lo veamos!
—Yo no quiero ver —dijo Vanessa—, y ustedes no deberían, eso es malo. Somos muy chiquitas para ver esas cosas.
—Yo sí quiero ver —confesó Valeria—, quiero ver cómo se hace. Para después hacerlo con mi novio.
—Y tu Maholys ¿lo quieres ver? —preguntó Nicole.
Yo no sabía que decir, no lo quería ver, me iba a recordar lo que sufrí yo hace poco, así que dije que no.
—Ponla para nosotras tres —dijo Nicole.
Se pusieron a ver el video. Yo no veía pero escuchaba lo que pasaba, de fondo se escuchaba una música de reggeatón y un chico dijo “baila mientras te la quitas”.
—Ese video lo grabaron antes de las vacaciones porque tiene puesto el uniforme —dedujo Nicole.
—Ve la cara que va a poner parece una perra —anunció Andrea.
Me estaba matando la curiosidad, en eso me dice Vanessa:
—¿Lo vemos?
—¿Tú crees?
—Tampoco es que vamos hacer nada malo.
—Bueno, vamos pues.
Nos acercamos a las chicas y nos pusimos a ver el video. Andrea le dijo a Vanessa:
—¿No que eran muy chiquitas para ver esas cosas?
—Cuando empiecen a hacer cosas malas lo dejo de ver —dije.
En el video se veía a Jessica, de unos 13 años, con el uniforme del liceo, Camisa Azul celeste, Mono deportivo azul marino oscuro. Jessica era muy bonita, de hecho fue reina de la escuela cuando estaba en último grado, la pasearon en carnaval por todo el pueblo. Era blanca, algo bronceada, la cara muy bonita, el cuerpo normal de una niña de 13 años en desarrollo. En el video estaba bailando. Incluso recuerdo la canción que se escuchaba, era un “dembow” de El Alfa que en ese tiempo estaba muy de moda. Ella bailaba muy sensual mientras se quitaba la camisa. Quedó en un top negro. «¿Así?» Decía Jessica mientras seguía bailando. Después se quitó el top dejando sus pequeños senos al aire. Luego se bajó el mono quedando en un cachetero negro con rojo.
—Ya vente. —dijo el chico del video.
Jessica se montó en la cama encima de él y se empezaron a besar. Eso, supongo porque él, que grababa el video, apuntó a un lugar donde no se veía nada, solo un poco de la espalda de Jessica, pero se escuchaba el sonido de los besos.
—Pero que chimbo, no se ve nada —se quejó Valeria.
—Espérate, que ya viene lo bueno —dijo Andrea.
—Que… ¿ya tu lo viste?
—Obvio, lo vi como un millón de veces, es mi video favorito.
El chico del video volvió a enfocar a Jessica, que seguía encima de él y le preguntó: «¿Quién es tu dueño?», y con la voz más Dulce Jessica contestó: «Tú eres mi dueño, yo soy solo tuya». Entonces Jessica fue echándose hacia atrás, le bajó el pantalón al chico, después el bóxer dejando expuesto su pene erecto.
—¡Ay no quita eso!, somos niñas, no podemos ver eso —dije.
—Nadie te está obligando a ver.
Vanessa, igual que todas, se quedó viendo el video. Jessica empezó a meterse el pene en la boca, lo hacía como una experta. Pensaba que yo era buena, pero cuando vi a Jessica mamando supe que era mucho mejor que yo, se nota que se la pasaba viendo videos de sexo oral. Se lo metía bien adentro de la boca, lo pajeaba, lamia desde la cabeza hasta la base, se ve que no era la primera vez que lo hacía, y parecía disfrutar incluso más que al chico que se lo mamaba. Así estuvo 2 minutos hasta que el muchacho dijo que parara, que ahora le tocaba a ella. Jessica se acomodo en la cama, el muchacho se paró para grabarla. La imagen era rara, ver a una estudiante de 13 años así, desnuda en la cama, abriendo las piernas, tocándose sus pequeños senos, pasándose la lengua por los labios. Me chocó mucho, y es que Jessica parecía más una niña que una mujer, y verla en esa situación tan adulta me pareció raro. El chico empezó a enfocar la entrepierna de Jessica, ella aun tenia ropa interior. La empezó a tocar sobre la tela. Se escuchaban los gemidos y la respiración acelerada de Jessica. Después le quitó la ropa interior y pudimos ver la vagina de Jessica.
—Miren, ya tiene pelos allí —apreció Nicole.
—¡Qué locura! —exclamé.
El muchacho empezó a tocarle la vagina, la frotaba con los dedos, empezó a separarle los labios para que se viera bien el hoyo. Era todo un espectáculo. Luego empezó a besarle y meterle la lengua en la vagina, aunque no se veía muy bien porque desenfocaba mucho.
—Le esta besando la cuca ¡qué asco!, mira como le mete la lengua —dijo Vanessa.
—Aunque ustedes no lo crean, eso se siente muy bien —comentó Andrea.
—Y ¿Qué vas a saber tu? —preguntó Vanessa.
—Después les cuento.
Me distraje con la conversación de las chicas y cuando me percaté del video, él ya estaba a punto de penetrar a Jessica. El muchacho empezó a rozar su pene por la entrada, le metía la punta y se lo sacaba, mi corazón se empezó a acelerar, me empezó a dar calor en todo el cuerpo, y un cosquilleo en la entrepierna que ya había sentido antes.
—Ay que rico, yo también quiero. Nicole ¿tu hermano esta dormido?
—No sé, y acuérdate que él es primo tuyo.
—No importa, la carne de primo también se come.
Todas se rieron menos yo y Vanessa. No sé si lo decía enserio o solo bromeaba. De pronto escuchamos en el video como Jessica empezaba a gritar, se la estaban cogiendo bien duro.
—¡Bájale!, ¡Bájale el volumen! Van a escuchar mis papás —advirtió Nicole.
La otra bajó el volumen. Se veía que a Jessica le gustaba duro, el video enfocaba la vagina de Jessica siendo penetrada y luego enfocaba la cara y los senitos rebotando con el vaivén2, la cara de Jessica era de excitación y placer, aunque a veces sí hacia muecas y gestos de dolor.
—Debe dolerle mucho, escuchen como grita —dijo Vanessa.
—No creo, vele la cara, lo está disfrutando.
—Si duele un poco, pero es un dolor sabroso —nos sorprendió Andrea.
—Yo pienso que cuando una hace eso de pequeña —dijo Nicole—debe doler mucho, no me imagino que me guste, si apenas mi novio me mete un dedo le digo que lo saque, duele mucho, yo tengo la cuca chiquita, imagínate que me metan algo así.
—Te van a partir en dos.
Todas empezamos a reír. El muchacho empezó acelerar el ritmo y de repente saco el pene de la vagina de Jessica y le echó toda la leche en la barriga.
—¿Qué fue eso que le salió? ¿La acaba de orinar? —preguntó Vanessa.
—No tonta, eso es leche —respondió Valeria.
—Con eso se hacen los bebes —aporté.
—Si se la hubiera echado adentro la dejaría embarazada —explicó Andrea.
El video se acabó. Andrea guardó el teléfono y todas nos acostamos en los colchones que estaban en el suelo. Estábamos con la luz apagada, no se veía nada, estábamos acostadas en este orden. Nicole estaba en un extremo yo estaba a su lado, Vanessa estaba en el medio y a su lado Andrea, Valeria estaba en el otro extremo.
—Andrea, en serio ¿ya tú has hecho el amor? —quiso saber Vanessa.
—Sí.
—¿Con quien?
—Es secreto.
—Y ¿te gustó? —pregunté.
—Mucho.
—¿Te dolió mucho? —preguntó Nicole.
—Al principio sí, pero tú sabes quién fue muy amable, y me lo hizo con amor.
—¿Quién fue, Nicole? —preguntó Valeria.
—No te puedo decir.
—¿Lo has hecho más veces? —pregunté.
—Sí, casi todo los días.
—¿Y ya no te duele?
—Sí duele, pero igual me gusta.
—Yo nunca lo voy hacer —declaró Vanessa—, se ve que duele mucho, a mi no me entraría ni un dedo en mi cuquita.
—No creo que sea tan chiquita como para que no entre un dedo —dijo Andrea.
—Pues sí lo es.
—Déjame ver.
—¿Qué haces? ¡No me toques allí!
Valeria empezó a reírse, mientras Nicole me preguntó riéndose:
—¿La está tocando?
—No sé, parece que sí.
—¡Andrea, para ¿estás loca? No me toques allí.
—Está bien, no te molestes, solo quería saber si era verdad.
—Solo deja de tocarme allí.
—Y sí te toco aquí ¿te molesta?
—….no.
Yo me esforcé mucho para ver en la oscuridad. Andrea tenía la mano un poco más abajo del ombligo de Vanessa. Ella, al igual que todas, estaba vestida con un pequeño short y una blusita pequeña que no le alcanzaba para tapar su ombligo. Andrea empezó a acariciar suave y lentamente a Vanessa, que se dejaba hacer. Aunque cada vez que intentaba llegar a la zona de la ropa interior, Vanessa le decía que parara. Empecé a sentir la respiración de Vanessa acelerarse. Nicole me preguntó susurrando «¿la sigue tocando?». «Sí», le respondí. Creo que Vanessa escuchó, porque quitó la mano de Andrea.
—¿Qué pasó? —le dijo con una voz suave, y en tono de tristeza.
—No me gusta que me toques así.
—Pero yo te estaba tocando con cariño —lo dijo con una voz Dulce e inocente.
—Sí, pero Valeria se estaba riendo.
—Valeria, no te rías —pidió Andrea—. Ahora sí. ¿Puedo volver a tocarte? —le dijo a Vanessa en voz Dulce y suplicante.
—Mejor no. Ya es tarde, vamos a dormirnos.
La verdad, ver esa escena me calentó mucho y yo ya venía caliente de ver el video. No ayudó que Nicole me abrazara y pusiera una pierna sobre las mías. Ninguna podía dormir. Valeria y Andrea estaban hablando en voz baja, creo que Valeria le estaba preguntando cosas de sexo. En eso Nicole me habló:
—¿Estás despierta?
—Sí, no puedo dormir.
—No puedo sacarme ese video de la mente.
—Yo tampoco.
—¿Tú serias capaz de hacer el amor a tus 10 años?
—No —repuse.
—Yo tampoco, pero si me gustaría saber que se siente ¿y tú?
—Sí, pero ya habrá tiempo.
—¿Te puedo decir un secreto? —me preguntó Nicole.
—Sí.
—Vámonos para mi cama, no quiero que nadie escuche.
Nos paramos intentando que no se dieran cuenta y nos metimos en su cama.
—Prométeme que no le vas a decir a nadie.
—Lo prometo —dije.
Yo me acosté con mi novio la semana pasada, no me la metió pero si nos acostamos sin ropa y yo le mame su pene, lo había visto en un video, y yo pensaba que eso era hacer el amor.
—Yo también se la mame a alguien, pero yo no quería, me dijo que si no lo hacía, no iba a ser mi novio.
—¿Ya tienes novio? ¿Quién es?
—No me vas a creer.
Cuando estaba por contarle, Andrea llamó a Nicole.
—¿Qué quieres Andrea?
—¿Podemos ver televisión? No podemos dormirnos.
—Sí, pero bájale el volumen.
Andrea encendió la luz para buscar el control despertando a Vanessa. «Lo siento» le dijo, y mientras nos veía, nos dijo:
—Y ustedes ¿cuando se cambiaron de lugar?
—Nos movimos para hablar, no quería despertar a Vanessa.
—¿Tienes los canales de HBO?
—Sí —respondió Nicole.
—Entonces vénganse para acá, voy a poner una película buena.
Apagamos la luz y volvimos a nuestros lugares.
—¿Qué vas a poner?
Puso una película en inglés.
—Quita eso, busca algo en español —me quejé.
—Espera un poco.
No era una película normal, era una especie de porno, había dos mujeres besándose y se estaban desnudando.
—¿Qué es esto, que pusiste? —preguntó Vanessa.
—En este canal siempre dan porno a esta hora —explicó Andrea—, nunca muestran el pene de los hombres, pero si las cucas y las tetas.
—Quita eso, yo no quiero ver eso —pedí.
—Es para que aprendan como hacerlo bien.
—Yo no quiero aprender nada de eso, tengo 9 años, además allí solo están dos mujeres, no hay hombres.
Nadie dijo más nada, nos quedamos viendo la película. Andrea volvió a empezar a tocar a Vanessa, cada vez que acercaba su mano al short Vanessa la retiraba, Vanessa empezó a evitarse porque al quinto intento de Andrea de meter la mano dentro de su short, se dejó. Andrea empezó a meter poco a poco su mano en la entrepierna de Vanessa. Yo estaba a medio metro de ellas y podía ver como movía sus dedos dentro del short de Vanessa, que empezó a acelerar su respiración y cerró los ojos. El cuarto estaba oscuro, solo se veía por el resplandor de la tele.
—Me están dando ganas de tocarme la cuca ¿y a ti? —preguntó Nicole.
Yo asentí, no dejaba de ver como Andrea le metía mano a Vanessa, se veían tan sexy.
—Y ¿si nos vamos a mi cama? así nos podemos tapar con las sábanas.
Nos volvimos a ir a su cama y nos tapamos con la sábana.
—¿Qué hacemos? —pregunté.
—Quítate todo lo de abajo.
—¿Para qué?
—Para que te puedas tocar mejor.
Nicole se quitó el short y su pantaleta por debajo de la sabana y me dijo que yo también lo hiciera. Dude un poco pero al final lo hice también. Nicole empezó a tocarse, yo apenas veía su cara y las siluetas que hacían las sabanas con sus movimientos. Yo empecé a tocarme también, era la primera vez que lo hacía, no sabía que hacer, así que intente meterme un dedo. No pude, me dolía, no me entraba mucho. Volví a intentar hasta que me entro más de la mitad del dedo, me lo metía y me lo sacaba, no me gusto la sensación, me dolía y no me entraba el dedo, así que paré de hacerlo.
—¿Por qué paras?
—No me gusta, no sé cómo hacerlo.
Nicole se acercó a mí, aproximó su mano a mi vagina y empezó a palparla.
—¿Qué haces?
—¡Ya lo encontré!
Empezó a acariciar mi clítoris, estaba a punto de retirarle la mano, pero la sensación era muy rica.
—Te gusta —dijo ella.
—Si… —dije, casi jadeando.
—Bien, ahora frota con tus dedos donde te estoy tocando.
Nicole retiró su mano, y empecé a hacerlo como me indicó. Me gustó, pero más me gustó como lo hacia ella, así que paré.
—¿Qué pasa, no te gusta?
—Sí, pero me gusta más cuando lo haces tú.
Nicole tomó mi mano y la acercó a su vagina, estaba húmeda, como sudada, no sabía si retirar o dejar la mano.
—Tócame como yo te toco —dijo ella.
Y empezamos a masturbarnos mutuamente. Se escuchaba nuestra respiración acelerada, pero más se escuchaban los gemidos, yo pensaba que era la tele, pero Andrea le había bajado todo el volumen, los gemidos eran de Vanessa. Eso más me calentó. De repente sentí cómo Nicole aceleró el ritmo de sus dedos en mi cuquita, y yo la imité tocándola a ella. Entonces me quitó la mano de su vagina, se puso su short y dijo «lo siento, tengo que orinar» y salió en silencio del cuarto. Me dejo jadeando y con ganas, pero me dio curiosidad saber que hacían las otras tres en los colchones. Me asome y vi. Estaba Vanessa completamente desnuda de la parte de abajo con las piernas un poco abierta mientras Andrea la masturbaba, con una mano Vanessa se tapaba la cara con la almohada y la otra mano la tenía Valeria. Tenían los dedos entrelazados. Andrea se agachó quedando a la altura de la vagina de Vanessa y empezó a besársela.
—¿Qué haces? ¡No me beses allí!
—Es que quería saber cómo sabe —dijo Andrea—, por favooor.
Hizo pucheros con cara de niña regañada. Vanessa no respondió solo se volvió a tapar la cara sin soltar la mano de Valeria. Andrea volvía hacerlo imitando lo que vio en la tele. Por su parte Valeria solo observaba, riéndose mientras se tocaba de vez en cuando. De pronto, se encendió la luz. Todas nos asustamos. Rápidamente me tapé, se me había olvidado que estaba desnuda de la cintura para abajo al igual que Vanessa. Era Nicole que nos quería asustar, se estaba riendo mientras Vanessa se tapaba avergonzada y llorando por el susto.
—Perdón, pero ya hay que dormir. Son las 2 de la mañana.
Volvió a apagar la luz y se acostó a mi lado, después de eso no paso más. Nicole había cortado el rollo. Todas nos dormimos, yo abrasada con Nicole en su cama, y las otras en los colchones del piso.
A la mañana siguiente no se habló del tema, desayunamos como si no hubiera pasado nada, y luego la mamá de Nicole nos llevó cada una a su casa. No volví a ver a las chicas hasta un mes después, cuando comenzaron las clases.
Creo que eso lo hicimos más por experimentar que por gusto, ya que al día de hoy, ninguna de nosotras es lesbiana o algo así. De hecho, Andrea era una de las mas perras del liceo, se acostaba con quien fuera que le gustara.
Bueno hasta aquí lo dejo, lo siento si esperaban algo más caliente, esto pasó así tal cual, solo éramos unas niñas y no voy a inventar cosas que no pasaron.
Sobre el video, no sé si todavía está en alguna página, no creo porque Jessica era menor de edad, y creo que eso es ilegal. Lo que sí pasó es que el video se regó por todo el liceo, de hecho lo vi hace poco, un amigo todavía lo tiene, dice que no lo borra por la nostalgia. Él estaba enamorada de Jessica. Jessica terminó cambiándose de liceo, no la volví a ver hasta que empecé a escribir esto, la busqué por Facebook, sigue siendo muy bonita, yo creo que hubiera podido ser modelo si ella hubiera querido, ahora tiene 21 años, tiene un hijo hermoso, creo que se mudó para Colombia y parece que está soltera.
Sé que les debo la tercera parte de una historia pero esto me pasó antes de lo que les voy a contar después. Besitos.
Maholys ©2022
Estilo corregido por Stregoika
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