Mi primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por OsaGolosa.
me preguntó: -¿A qué le tienes miedo?-
Yo no sabía que hacer solo quería escapar pero no había hacia donde así que me armé de valor y le contesté: -a nada, puedes estar seguro que no te tengo miedo a ti, porque no me produces nada, fuera de lo normal- Aunque en realidad estaba extasiada de saber que me estaba sosteniendo de esa manera, mis rodillas estaban débiles, apenas me podía sostener de los nervios de tenerlo en frente y tener que hacerme la fuerte para no terminar en la cama con él.
En realidad él sabía que estaba excitada, porque mis pezones erectos traspasaban la fina blusa del pijama y notaba el rubor de mi piel. Asi que dijo:
-mm pues no parece, hagamos una prueba, te besaré y entonces me dirás si en realidad no sientes nada.
Me besó apasionadamente hasta que ya no pude pelear más y me dejé llevar, entonces me preguntó: -¿nada, no sientes nada?- no, no siento nada- le respondí con una vocesita muerta del gusto que lo hizo arremeter hacia mi con más fuerza estrujándo mi pelo, mi ropa, apretándome fuerte, poniéndome a 1000.
Continuó besándome y acariciando mi piel con sus grandes manos, uff fue épico, al fin aquel hombre que soñaba estaba ahí haciéndome estremecer. La atmósfera de aquel baño, de aquella habitación en general cambió mientras me llevaba despacio hacia el cuarto en sí, y me decía cosas al oído…yoooo amaba que me hablara al oido, me calentaba muchísimo su voz, su respiración, en mi cuello ya yo estaba servida sintiendo como mi ropa se llenaba de mis jugos vaginales, toda mi piel estaba estremecida, mis mejillas ruborizadas, mis labios cambiaron de color a un tono rojizo.
-mmm si que estás rica- dijo
Y ya no pudimos hablar más.
Me sacó la fina blusa de dormir que llevaba entre un ritmo lento y hambriento a la vez para que quedasen frente a él mis pechos erectos a su máxima expresión. Los tomó con sus labios y no paraba de lamerlos, succionarlos, mordisquearlos y apretarme con sus manos al mismo tiempo que volvía a mi cuello. Luego se dio la vuelta estando a mis espaldas tomó mis pechos con sus manos mientras me besaba toda con su espectacular boca, me lamia toda a la vez que aumentaba mi erotismo viéndolo frente al espejo de la habitación. Ver esa imagen de mi hombre comiéndome el cuello y los pechos, haciéndome arquear la espalda con caricias, sintiendo cómo se endurecía cada vez más su pito como si quisiera romper su pantalón de pijama, ahh que rico! Dioss
Nuestros cuerpos se comenzaron a calentar a pesar de que afuera estaba lloviendo, me dio la vuelta y me miró con esa mirada hambrienta y entre su respiración entrecortada y mi asombro, me dijo:
– esta es la razón por la que me siento obsesionado por ti, no solo eres la niña seria, perfecta y más encantadora que conozco, sino que eres la mujer, simplemente lo se, tus ojos me lo dicen, tu cuerpo me lo pide, la lujuria transpira por tus poros.
No terminando sus palabras lo callé con un beso, un profundo beso instintivo dado a mi poca experiencia, pero sabía que lo estaba disfrutando entre caricias fui deslizando mis manos hasta su espalda baja y las metí por su pantalón hasta sus nalgas, las cuales exploré deliciosamente, mientras él deslizaba apasionada pero a la vez sutilmente sus manos hacia mi estómago y finalmente mi vientre. En mi desesperación por tenerlo, le susurré que se sacara los pantalones que encerraban aquel pito que tanto mi concha palpitante estaba pidiendo. Entre respiraciones entrecortadas y pequeños gemidos se desvistió por completo mientras nos acercábamos a la cama hasta que allí frente a ella pude ver su polla deliciosa aquella que mi coño chorreante estaba pidiendo a gritos, aquella que imaginé tantas veces mientas hablábamos por teléfono, era gruesa y venosa, hasta me asombré un poco, ya quería que me la metiera toda, que me desvirgara.
Pero antes quería saber lo que se siente tener semejante miembro entre las manos palpitante casi a punto de estallar. Así que lo tomé sutilmente y comencé a acariciarlo instintivamente, podía escuchar sus gemidos de placer mientas me rodeaba con sus brazos. Y me decía: -mmm Así así zorrita!!
Sí allí estaba yo, masturbando el hombre que por tanto tiempo me traía mal, el responsable de muchas noches de lujuria solo conmigo misma y ahora era solo para mi, aquel animal fuerte, ojos castaños claros, cuerpo perfecto y manos divinas.
Me susuró al oído: -esto no te lo enseñaron en la universidad verdad- a lo cual sonreí y lo miré, me miró y dijo:-ahora es mi turno. Comenzó a desplazar sus manos por mi espalada, cintura, cadera, muslos hasta llegar a mi coño todo esto sin parar de besarme por doquier. Colocó lentamente su dedo corazón en la puerta de mis labios vaginales y lo introdujo lentamente acariciando mi clítoris, provocando en mí leves gemidos y muy profundos suspiros. Paró de besarme y me miró, me miraba la cara mientras me hacía una paja increíble con sus dedos, deslizándolos multiformemente por todo mi coño, mientras yo miraba esto y su pito erecto frente a mi, deseándolo y él sonreía mirándome.
Yo ya no podía más lo atrapé contra mi con mis brazos y nos dejamos caer en la cama donde comenzó a besarme la espalda, el vientre, las piernas y finalmente los muslos hasta que llegó a mi entrepiernas, se detuvo miró mi concha algo impresionado diciendo: -tremendo coño que te gastas mi amor, riquísimo- (yo sabía que mi coño se ponía grande y muy jugoso porque cuando me tocaba yo misma, lo hacía frente al espejo, así que sabía perfectamente que estaba fascinado de verlo chorreando, palpitando, enrojecido y enorme con relación a su tamaño normal).
Me miró, yo le agarre del pelo con mi mano derecha mientras con la izquierda exitaba mis pechos y abrí un poco más mis piernas como si le estuviera dando permiso para que me comiera todo…y allí estaba él comiéndose todo mi coño, lamiendo, oliendo, succionando mis labios vaginales, tomando todo mi líquido, follándome con su lengua y yo en el paraíso. Continuó así hasta que me incorporé y me abalancé sobre él quedando debajo de mi y entre besos y caricias le dije:
– fóllame ya, ¿si?
No dejaba de acariciar mis nalgas intensamente y con su agitada respiración me dijo:
-¿En serio es tu primera vez? Porque lo haces de maravilla y a este ritmo duraremos toda la noche y eso me gusta-
Así que me tumbó sobre la cama y con mucha delicadeza puso mis piernas al nivel de su cintura y colocó su falo en la puerta de mi vagina. A pesar de que lo deseaba, a pesar de que quería sentir esa enorme polla dentro mio, que me taladrase y se corriera en mi, yo estaba algo tensa por no saber si me dolería mucho, poco o nada al romper mi himen. Así que cerré los ojos y comencé a sentir su respiración sobre mi y sentí cómo empezó a entrar poco a poco su pito en mi vagina. Al principio gemí por el dolor de la ruptura, apretando mis manos hacia las de él, pero él no dejaba de besarme el cuello mientras me adaptaba, me tenía presa en sus brazos y además sentir semejante polla dentro mío bombeandome y creciendo cada vez más fue lo mejor de mi vida hasta ese momento.
Lo estaba haciendo sutilmente y luego comenzó a añadir velocidad, yo inconcientemente cerraba mis paredes vaginales lo que le producía mucho más placer. Gemíamos juntos con el movimiento del va y ven hasta que empezamos a gritar y ya no se pudo detener, me estaba follando bestialmente y eso me fascinaba, yo no quería que ese momento terminara, quería que fuera eterno. Raúl me había desvirgado esa noche y me estaba envistiendo abruptamente, animalmente, sin contemplaciones como solo dos amantes como nosotros sabemos apreciar.
Luego cambiamos a otra pose más relajada y nos abrazamos para envestirme más fuerte y en una de esas envestidas mirándonos uno al otro mmmm!! Ahh!! Nos corrimos, culminamos en un delicioso orgasmo que me dejó sin fuerzas y sin respiración, sentía su tibio semen llenando todo dentro de mi mientras lo sentía fluir por mis piernas junto con mis jugos.
Ya estaba hecho, me había tomado, era suya y él mío, se acostó a mi lado sin dejar de tocarme como no queriendo dejarme escapar.
Al cabo de unos minutos, yo no estaba satisfecha, quería más, más de él. El me contemplaba, contemplaba mi cuerpo, mi cara mi pelo como si fuera una obra de arte, me miraba. Tiró una pequeña carcajada seca y dijo:- si que eres caliente, más golosa de lo que me imaginaba, ya veo que esto nos tomará unas cuantas horas más y me alegro.-
Así que nos quedamos allí juntos, luego nos enredamos entre aquellas sábanas y lo hicimos hasta quedar agotados pero complacidos, felices. Le dije que no se levante a ducharse, quería que se quedase ahí conmigo hasta el amanecer, así me complació. Me abrazó por detrás y allí estaban nuestros cuerpos desnudos entre sábanas mojadas de nuestros fluidos, sintiendo uno el calor de otro sin querer que llegase la mañana.
Al regresar en la carretera, todo fue diferente que al principio, él iba tocándome las tetas, las piernas, la concha, iba masturbándome durante el camino mientras tenía unos ricos orgasmos, que provocaban la salida a chorros de mi jugo vaginal mientras me retorcía del gusto, en una detuvo el coche para mirarme venirme y no se aguantó, se notaba su erección por encima del pantalón así que le desabroché y le bajé los calzones, dejando aquella gruesa polla al aire arqueada hacia arriba goteando líquido preseminal, palpitando, con la cabeza crecida y era solo para mi.
Yo viendo esto, tomé su mano y guiándola hacia mi coño hice que me masturbara con 2 dedos mientras le miraba la pija queriéndole saltar de si y luego le di una mamada olímpica sacándolo de control, chupe su grueso pene como si mi vida dependiera de ello, de raíz a punta, dejándolo súper erecto, nos fuimos a la parte de atrás y allí pasó su polla por mi coño una y otra vez..restregándola por mi clítoris y todo el contorno de mis labios vaginales poniéndome casi en estado de chock llenando el asiento de mi sustancia, hasta que poco a poco la fue metiendo hasta que lo hizo profundamente, hasta el fondo y dejándola adentro yo veía la luna con todos los planetas, sentirme llena, sentir cómo se movía dentro de mi, cómo mi coño se había comido toda su polla, llevándome al éxtasis, mi espalda se arqueó, mis ojos se voltearon hacia arriba, yo estaba tendiendo una especie de frenecí con aquel monstruo venoso lleno de leche dentro mio listo para convulsionar y llenarme de su calor.
El solo se movía, me apretaba fuerte, pero sin lastimarme, pasionalmente, era un animal, quería follarme lo más ásperamente posible como si ya no me tendría nunca más y de un momento a otro comenzó a gemir del placer mientras yo no me podía mover, sin fuerzas. Cuando se iba a correr le dije que lo hiciera sobre mi, en mis pechos, que me bañara con su espesa leche y así lo hizo. Lo lamí, y se la dejé limpia. Nos quedamos allí tirados como dos muertos en vida.
Pero como si esto fuera poco no nos bastó, queríamos más. A recuperarse empezó a tocarme el entrepiernas..a exitarme, me dijo que estaba sediento de mi desde hace mucho tiempo y que no quería desaprovechar la mínima oportunidad que yo era su zorra, con el coño más mojado y crecido, con el culo más codiciable que había experimentado, esto me lo decía mientras me comía las tetas, el cuello,todo!!
Pero ya yo no quería que el me follara, ahora yo quería follármelo a él así que le dije: -cállate hijo de puta!! Y aferrándome a él, a su contextura física, me senté sobre sus piernas e introduciendo de una sola vez su verja dura como piedra en mi coño con desesperación lo cabalgué, lo follé sin darle tiempo a nada. Solo podía escuchar sus gritos de placer casi sin respiración, en eso me tomó por el pelo, me sujetó por las nalgas, hizo varios intentos de sujetarme pero no me detuve seguí galopándolo sintiendo como si mi coño se prendiera en fuego drásticamente. Y esta fue la mejor parte, donde nos volvimos a correr simultáneamente, quedando yo aferrada a él, sin movernos, apenas respirando, solo sintiendo su leche vertida dentro de mi y saliendo por mi agujero junto con mis jugos hasta correr por mis piernas y las de él…
La pasamos de maravillas. Eso atrasó el viaje unas horas pero lo valió jejeje
Soy una golosa sexual, me encanta hacerlo hasta el desasosiego, hasta que me arda, hasta quedar sin fuerzas, incluso escribiendo este relato estoy toda empapada, caliente y lista para recibir una jugosa polla, una embestida que me deje tendida, hasta el punto que escribiendo este párrafo justo me estoy masturbando del placer que me produce todo esto.
Así que no fue ninguna molestia para mi darle lo que me pedía una o varias veces al día, aún a pesar de semejante tamaño me le comía todo su pito, yo siempre estaba dispuesta y él, mi amor, estaba fascinado.
Es mi primer relato.
Espero que les haya gustado, este relato surgió de toda la pasión que experimenté, que me produjo el que un día fue mi primer amor..aunque es un idiota….Se le olvida que es humano cuando lo está haciendo uuhhhmm ya con eso les digo todo jajaj
Bueno besos a todos y comenten para saber su opinión
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